Juego de hermanos (Parte 2) Final

Fran conduce junto a su novia para asistir a una reunión familiar. No ha visto a su hermana ni han hablado desde ese desconcertante encuentro que tuvieron el mes pasado. Laura se presenta con un nuevo novio y los celos se apoderan de su hermano conduciéndole hacia una actitud muy violenta.





Fran conduce pensativo mientras Olga no para de parlotear a su lado:

-Fingen, fingen que les caigo bien pero les gustaría que cortásemos- enfurruñada.

-Que no cariño, eso son películas que te montas tu sola- resoplando.

-Yo no te obligo a ir a casa de mis padres, !no es justo!- haciéndose la víctima.

-Solo es un rato, ya verás como dentro de un par de horas ya estaremos de vuelta-

-Sí, verás, como la última vez: que harta acabé de tu hermana pequeña, todo el mundo pendiente de sus gracias, y ¿la presumida de Laura qué? me mira por encima del hombro como si yo fuera un mocho viejo de una fregona rota...

Sí, así es Laura. No disimula como los demás. Fran se abstrae de las irritantes quejas de su novia mientras el cálido aliento de su hermana abraza su memoria. ¿Cómo serán las cosas hoy? Hace ya casi un mes desde que ese hermoso error les fundió en un inconfesable nudo carnal. Ese secreto establece un vínculo muy especial entre los dos pero lo cierto es que no ha habido ningún contacto desde entonces. Ni un triste mensaje de texto. Es inquietante, pero de algún modo, ese suspense añade todavía más morbo a la visita. Al subir por la inclinada calle donde viven sus padres, Fran nota la tensión propia de una primera cita. Aparcan y llaman al timbre:

-¿Me estas escuchando? te estoy hablando- protesta Olga.

-Cállate cariño que ya hemos llegado- en voz baja pero con urgencia.

Mamá abre la puerta con una acogedora sonrisa y aún con el delantal puesto:

-!Qué bien! estaba a punto de servir la mesa- indicándoles el camino previo beso.

-Buenas Fina- dice Olga bajando la cabeza con repentina calma.

-Oh mamá: !qué bien huele!- dice él frotándose las manos.

-Ha venido también el novio de tu hermana- dice su madre mientras anda de espaldas.

A Fran se le oscurece brutalmente el aura en un solo instante. "¿Laura tiene novio?¿y ha venido hoy?¿porqué?". Al asomarse en el comedor los ve a los dos tratándose acarameladamente ajenos a su llegada.

-Hola Laura- sin poder disimular su disgusto.

-!Hola Caracola!- jovialmente como si nada. -Este es David- orgullosa.

Fran se gira sin siquiera mirarle y se dispone a saludar a su padre ocupado con la barbacoa. La situación se enrarece entre Olga, Laura y David que se percatan del embarazoso rechazo y sin mediar palabra consensuan su sorpresa entre miradas con forma de interrogante.

-Déjalo, hoy tiene el día raro- dice Olga intentando suavizar la situación.

-Sí, ya, está tonto como casi siempre- esbozando una sonrisa.

-Espero que no me pegue- bromea David.

Sentados en la mesa empiezan a fluir las diferentes conversaciones más o menos forzadas mientras se sirven los platos. La abuela tiene una presencia testimonial ya que está bastante sorda pero aún así disfruta de la reunión familiar y se distrae con la expresividad de cada uno de los comensales averiguando algo más de ellos de lo que se puede hacer solo con preguntas y respuestas. La pequeña Cristina está emocionada con tanta gente y tanto ajetreo. Antonio hace uso de su potente voz para sobreponer sus argumentos e interrumpir a cualquiera que intente replicarle. Fina, pendiente de que no le falte de nada a nadie. Laura y David gozan de su idilio. Olga intenta tomar partido en la conversación para no sentirse excluida mientras disimula su incomodidad. El único que permanece en silencio es Fran que solo resuelve preguntas directas escuetamente hasta que se da cuenta de que lo último que quiere es llamar la atención con su fría actitud y empieza a fingir normalidad. Mientras tanto sigue sangrando la herida de su corazón. De cuando en cuando mira de reojo a su sonriente hermana desconocedora de sus tormentosas sensaciones. Está dolorosamente hermosa: se ha planchado el pelo y lleva un sutil maquillaje que realza la belleza de su mirada y hace aún más apetitosos sus jugosos labios. Sus pensamientos se precipitan y no logra comprender por qué se siente así. Cierto es que el mes pasado se la folló; cierto es también que desde ese día siempre que se acuesta con su novia piensa en Laura. Aún así, no se consideraba enamorado. "¿enamorado de su propia hermana?!pero si es un bicho!" Se da cuenta que durante el último mes ha eludido ideas y pensamientos que pudieran resultarle molestos sobre ella y eso le ha dejado desprotegido para afrontar la realidad que hoy se le ha presentado tan duramente. La realidad de David, la realidad de su distanciamiento desde esa última noche, la realidad que desvela ese ajustado vestido marrón lleno de matices... se repite a sí mismo "es un bache, solo un bache... serénate y sal adelante".

Los minutos caen lentamente, los platos van vaciándose. El tono de la discusión sobre la mejor manera de gobernar el país va decayendo. Futbol, trabajo, colegio, el tiempo, la comida, la tele, los vecinos y conocidos... todos los temas de conversación han ido asomándose encima de la mesa cuando los postres se disponen a culminar dulcemente el atracón. Pero ninguna reunión familiar está completa hasta que Antonio no pregunta a su hijo:

-Fran: ¿cuándo bendeciréis a esta familia con un nieto?- ya en tono de mofa.

-Al menos podríamos tener una boda como Dios manda- añade Fina.

Fran menea la cabeza resoplando sin contestar. No ha comido demasiado. Está un poco angustiado. De pronto se percata que Laura no está, ni ella ni David. Una preocupación lo aborda súbitamente. ¿Donde están?¿que estarán haciendo? Se levanta discretamente de la mesa y una vez fuera del comedor se apresura a buscarlos por la casa. Al no encontrarlos sale al jardín con una ansiedad creciente. Mira aquí y allá hasta que escucha unas risitas llenas de picardía que acuchillan su alma. Al descubrir su escondite en un rincón del jardín trasero, se da cuenta de lo que David intenta hacerle a su hermana y presa de un ataque de ira le agarra y le golpea fuertemente frente a la sorpresa de ambos tortolitos:

-!Pero que te crees que haces!! es mi hermana!!- gritando despechadamente.

-!Eh tío! -- !qué coño! -- !hostia!- intentando salvar su culo.

-!!No Fran!!!!paraaaa!!!!¿pero qué te pasa?!!- histérica.

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Olga se siente más incomoda que nunca. No puede deshacerse de la idea de que le cae mal a todo el mundo y para colmo: su novio, que está más raro que nunca, la ha dejado sola. No piensa volver a prestarse a este calvario nunca. Mira de nuevo el reloj una vez más. ¿Donde está Fran? Se levanta de la mesa y lo busca por la casa pero no le ve. En cambio si ve a Laura entrando repentinamente con el rostro cubierto de lágrimas y subiendo las escaleras a toda prisa. Escondida tras la puerta ve como Fran la sigue apresuradamente con los puños ensangrentados. Sin saber cómo interpretar esa situación regresa discretamente al comedor sumergida en mil interrogantes mientras sigue fluyendo enérgicamente el nuevo discurso de Antonio. David no está. ¿sería suya la sangre de los puños de Fran?¿que ha ocurrido en el jardín y porqué? Él no es un tío violento. Quizás David intentó propasarse con Laura y Fran tuvo que ejercer de hermano mayor para protegerla. Olga parece encajar las piezas de lo que parece ser la opción más verosímil alejando fantasmas de su maltrecha sensibilidad. Pasados unos minutos, mientras la abuela, Antonio y Fina se entretienen alentando las monerías de Cristina, aprovecha su invisibilidad para ir a buscar a su novio en el piso de arriba. Incluso antes de asomarse por las habitaciones escucha un sonido inquietante de carne humana chocando entre sí a modo de palmas mal dadas. Mil interrogantes se le clavan en el pecho mientras acerca el oído a la puerta del lavabo. No puede ser, no es posible, eso que suena es... No escucha ninguna voz humana acompañando ese turbador y frenético sonido hasta que percibe una respiración acelerada que empieza a hacerse notar en forma de gemidos femeninos cargados de gozo. ¿Podría estar sola? o con ¿David?. Intenta agarrarse a un clavo ardiendo antes de caer en el desengaño de su vida hasta que:

-oh si Fran, fóllame, fóllame por el culo- conteniendo estas últimas palabras.

-aah, aaah, sssshh, cállate Laura, podrían oírnos- susurra él.

Atónita, Olga aparta lentamente la oreja de la puerta con cara de póker mientras su corazón estalla en mil pedazos. No tiene apenas energía para andar cuando empieza a descender por las escaleras. Con movimientos muy lentos y cuidadosos recoge su bolso y sin mirar a nadie, ni tan siquiera oír a quien le dirige la palabra, sale de la casa sumergida en su particular y ensordecedor silencio. Al cerrar la puerta del coche de golpe, parece recuperar la percepción del mundo que la rodea y ve al padre y a la madre de Fran mirándola extrañados desde el umbral de la puerta principal. Arranca el coche sin dilación y se marcha derrapando con súbitas prisas.

**********

"Que tío más borde", piensa David para sí mismo un poco intimidado por su actitud.

-Espero que no me pegue- bromea.

Olga y Laura esgrimen una sonrisa de dudosa naturalidad que a duras penas encaja en esa situación. Afortunadamente no le han sentado cerca de Fran y David puede refugiarse en la cálida y tonta conversación con su idolatrada chica. Nunca se hubiera imaginado que la suerte le sonriera con una novia tan buenorra. Mientras ella le habla, él apenas la escucha. Solo mira su preciosa cara ardiendo en deseos de golpearla con su rabo bien duro. Han salido pocas veces y aún no ha sido bendecido con el deseado premio que sus juveniles hormonas persiguen, pero siente que su horizonte está cercano. Además, hoy está más guapa que nunca con un vestido elegante y sexy que jamás llevaría en clase. Es una prenda que revela unos pechotes y un culo tan bien moldeados que no se podrían mejorar ni con photoshop. Está tan deseoso de salpicarla con su amor que casi no puede mantener sus manos quietas, pero Fran le corta el rollo: tiene la sensación de que le vigila con el rabillo del ojo.

-eh Laura, ¿por qué no me enseñas el jardín?- buscando privacidad.

-¿Pero qué dices? ya te lo he enseñado antes, ¿no te acuerdas?- sorprendida.

-Ya pero quiero volverlo a ver- guiñándole el ojo.

-aaah- susurra ella casi sin emitir sonido alguno mientras vislumbra sus intenciones.

Sigilosamente desaparecen de la mesa mientras Antonio despotrica sobre su equipo que perdió el último partido de la "champions league"

**********

-!Hola Caracola!- aparentando normalidad -este es David-

Olga y David se quedan muy extrañados por la abrupta reacción de Fran, pero Laura comprende a que es debida y se apunta el primer tanto del encuentro. De todos modos emula sus miradas fingiendo sorpresa para no delatarse.

-Déjalo, hoy tiene el día raro- dice Olga intentando suavizar la situación.

-Si ya, está tonto como casi siempre- esbozando una sonrisa.

-Espero que no me pegue- bromea David.

Laura no es ajena a los sentimientos; de hecho suele sufrir de celos por su hermano y la zorra de Olga. Son unos celos que se han ido reconvirtiendo este último mes debido a lo que pasó en el salón de su casa ese día que sus padres no estaban. Es una chica sensible, aunque fuerte. Tiene su propia manera de vivir la vida y se divierte tomándosela como un juego. Tener buen perder es fundamental para superar las penas y tirar adelante. Gozar de la victoria es más placentero si has sabido jugar tus cartas y has manejado bien tus armas. Si no te amilanas puedes aspirar a lo más alto, incluso puedes seducir a tu propio hermano mayor y manejarlo a tu voluntad. Bajo un caparazón de tonta adolescencia, rezuma inteligencia de muchas clases: sexual, social, emocional, práctica... David es un chaval de su misma edad, simplón y grosero pero está bueno y lo tiene babeando. La partida pinta bien. Tiene una buena mano. Póker de ases:

-un cuerpazo enfundado en un vestido de infarto

-un maromo que besa el suelo por donde pisa

-lo acontecido el mes pasado ...y sobretodo todo:

-plena consciencia del devenir del juego.

Aunque Fran intenta que no se le note, Laura percibe su furtiva mirada atormentada por los celos y cuando David le sugiere salir al jardín de nuevo, se ve dispuesta a realizar su próxima jugada. Esta vez juega con ventaja y no tiene nada que perder. Desde que se folló a su hermano el mes pasado no ha tenido nada con nadie y le apetece alojar una dura erección dentro de su cuerpo. De hecho, hace días que está cachonda y esta situación de hoy no ha hecho más que entonarla aún más.

**********

Aurelia y Cristina guardan silencio mientras ven como Fina y Antonio regresan extrañados al comedor. Qué situación más rara. El modo en que Olga ha aparecido entrando a cámara lenta en el comedor, con la mirada perdida, ignorando a todos los presentes, con ese sigilo... ha llenado de intriga a los presentes.

-Puede que se encontrara mal- dice Fina dando palos de ciego.

-No sé yo, parecía sonámbula- haciendo gala de una suavidad inédita en su habla.

-¿De dónde venía? estaría con Fran- dice mamá intentando atar cabos.

-Se habrán discutido, pero ¿donde está él?-

Antonio explora la estancia con la mirada más bien para escenificar su pregunta que no para dar con su hijo. A modo de respuesta aparece Fran asediado por la curiosa mirada de los 4 comensales. Sorprendido por ese abrumador silencio pregunta:

-Eh familia, ¿qué ocurre aquí?- sintiéndose el centro de atención.

-No se hijo, dínoslo tu- contesta Fina dibujando una expresión exigente con su rostro.

Una abrasadora sensación angustiosa se apodera del chico sintiéndose descubierto. ¿Pero cómo? .Paralizado busca a su novia la ausencia de la cual no hace más que alimentar su preocupación. Con claros gestos de incomodidad pregunta:

-¿Donde está Olga?- con una voz frágil y temerosa.

-Se ha ido. Estaba muy extraña. No nos contestaba cuando le hablábamos- dice Fina.

-Puede que no os escuchara- dice él sin lograr aguantarle la mirada a su madre.

-Con la voz que tiene tu padre es imposible que no la escuch...- viéndose interrumpida.

-!Hijo! esta chica estaba traumatizada, algo le habrás hecho- Antonio con impaciencia.

Un alivio cauteloso abanica a Fran. Empieza a creer en la posibilidad de que sus padres no sepan que minutos atrás estaba follándose a Laura en el lavabo. Por otro lado, la surrealista espantada de Olga parece indicar que la privacidad de esos actos no era tan hermética como cabía esperar. Se sienta pensativo mientras augura el más que probable fin de su noviazgo después de tantos años.

-!Fran!- chilla impacientemente su padre asustándole.

-Sí, hemos discutido, pero no esperaba que se fuera de este modo- improvisando.

-¿Pero qué ha ocurrido hijo?- insiste Fina con una expresión apenada.

-Nada, ya antes de llegar estaba enfadada por tener que venir, ya que cree que aquí todo el mundo la odia. Pero yo insistí. Y al dejarla sola tanto rato pues todavía se ha enfadado más y bien... no sé cómo ha sido pero la discusión ha subido de tono en el jardín y quizás hayamos dicho cosas sin pensarlas demasiado- sorteando la situación.

Se produce un silencio reflexivo hasta que aparece Laura sigilosamente algo sonrojada.

-¿Qué pasa?- con un hilo de voz atemorizada.

-Nada, que he discutido con Olga y se ha marchado- dice él mirándola fijamente.

-Ah! vaya- susurra ella mientras se sienta en la mesa disimulando.

-¿Y David?- pregunta Fina con renovada curiosidad.

-Mmmmmm... también nos hemos discutido y se ha ido- sin mucha convicción.

-Se ha dejado aquí la chaqueta- observa Antonio.

-Ya se la llevaré el lunes a clase- despreocupada mientras empieza a tomar el postre.

-!Wenoo!- todo se arreglará- dice papá quitándole hierro al asunto.

Después de que Fran y Laura hayan dibujado un escenario razonable que explica vagamente las abruptas ausencias de los invitados, la tensión se disipa calmada por los comentarios que suscitan los sabroso postres. Habiendo salvado la situación, unas miradas cómplices entre los hermanos esconden el alivio triunfal de quien sabe que ha escapado del peligro de una situación que podía haberse vuelto infinitamente embarazosa.

Cristina vuelve a sonreír alentada por un pensamiento simple y ligero que sigue la corriente del momento presente. No echa en falta a quienes han marchado y ni siquiera volverá a dedicarles un solo pensamiento a lo largo de su próspera vida.

La perspectiva de Aurelia es muy diferente. Aunque su sordera ha dejado escapar la mayor parte de las palabras que se han pronunciado en ese comedor, se ha dedicado a interpretar los gestos, las expresiones, las miradas furtivas... Lo sabe todo. Sabe incluso más que los propios protagonistas y eso se lo debe a su dilatada experiencia. Ella entiende mejor esas emociones y esas inquietudes. A sus años está curada de espantos y nada la escandaliza. Detrás de su arrugado rostro se esconde una mente algo distraída, pero dotada de una gran elocuencia y repleta de vivencias. De ningún modo tomará partida en esto. A pesar de que aparentemente solo supera por poco el estatus de un mueble en el transcurrir de la reunión familiar, todos los ahí presentes le deben su existencia. Si alguna vez ha sentido que su vida estaba carente de sentido, le ha bastado contemplar a su familia, su obra, su descendencia, su creación... para sentirse valiosa. Ni siquiera necesita el más mínimo reconocimiento pues le vale su plena consciencia. Como si de una tarea complicada se tratara, dobla la servilleta y se la coloca encima de las rodillas.

***********

-¿Te duele?- dice Laura a penas empezando a superar su enfado.

-No, no es mi sangre- mientras se limpia las manos en la pica.

-¿Cómo has podido? es que aún no lo entiendo- negando con la cabeza.

-¿De verdad?...- incapaz de seguir pronunciando palabras que quisiera decir.

-!¿Qué?!¿le pego yo a Olga?- indignada.

-Olga es mi novia desde hace años- replicando aleccionadoramente.

-Y David es mi novio desde hace una semana ¿y qué?- con tono agresivo.

-Eso no es novio ni es nada- contesta evitándola.

-Tú que sabrás- susurra con menosprecio.

Se produce un breve silencio mientras Fran termina de limpiarse y se seca las manos con la toalla. Intentando postergar el contacto visual y sin saber muy bien si entrar o no en terreno peligroso finalmente la mira y dice:

-Solo te lo has traído para darme celos- a modo de reproche.

-!Si claro! eres tan importante para mí que mi vida gira a tu alrededor- burlándose.

-¿Me estás diciendo que de verdad quieres a ese pamplinas?- escalando la tensión.

-¿Me estás diciendo que de verdad quieres a esa zorra?- con voz alelada.

-¿Habéis follado?- pregunta bajando la mirada y el tono.

-Eso a ti no te importa- bruscamente.

-Yo he follado con Olga casi cada noche- dispara.

Emerge un desafiante silencio concentrando su energía en la rencorosa mirada de Laura que intenta transmitir su menosprecio entrecerrando sus parpados con el rostro contraído. No es una reacción inesperada para Fran que controla el tempo de la conversación:

-Pero todas y cada una de las veces he pensado solo en ti- creyéndose romántico.

-Pues estaría bien que me lo hubieses dicho aunque fuera con un triste watsapp, que no has sido bueno para decirme nada en un mes entero- le reprocha.

-¿Qué quieres que te diga? "Laura: me encantó lo del último día, me muero de ganas de volver a follarte aunque seas mi hermana"- musicando la frase.

-¿por qué no? me hubiera gustado saberlo, cualquier cosa hubiera sido mejor de ver como desapareces durante todo un mes sin decirme nada cuando solías venir cada semana a cenar. Como te crees que me sentía cuando papá y mamá me decían "ha llamado tu hermano, dice que está bien". ¿te crees que soy de piedra?

Fran se ve sorprendido de nuevo por los ojos llorosos de Laura que ilustran su propio egoísmo en estas últimas semanas. Sin dejar de mirarla fijamente repara en lo poco que ha cuidado de su hermana desde ese día.

-!¿qué?!- exclama ella con impaciencia.

-No pensé que pudieras sentirte herida. Parecía que todo era un juego para ti-

-Era un juego, como todo, pero era contigo, eso es lo que importa- enfatizando.

Al terminar la frase, una de las lágrimas de Laura se vuelve insostenible e impulsada por un pestañeo se derrama por su mejilla. Notando esa indiscreción, la chica se siente justificada para añadir algo de teatralidad y ejercer de víctima de manera más convincente. Se tapa la cara para fingir un llanto más definido provocando una cálida reacción protectora de su hermano. Fran se acerca y la abraza cariñosamente mientras ella se desentiende de sus lágrimas para devolverle el abrazo levantando mucho sus brazos para solventar la gran diferencia de estatura. La fusión no es nada estática y se eterniza tiernamente. Fran vive de un modo extraño el contraste entre la novedad de la situación y la familiaridad de su hermana que se suma a la antigüedad de ese lavabo que durante tantos años formó parte de su vida. De pronto:

-!Au!... vaya, me duele aquí- con sorpresa.

-Será de la pelea todavía- con tono adormecido consecuencia del abrazo.

-No me he dado cuenta de que me diera- tocándose las costillas.

-¿Como que no? os habéis dado bien- sonriente.

-Naah, yo le he dado más- tras una breve pausa reflexiva.

El goteo de palabras se detiene abriendo un silencio lleno de incertezas. Su abrazo permanece enriqueciéndose con sus miradas tendenciosas y tan cercanas que hasta les cuesta centrar la visión de ambos ojos a cada uno. Esos mudos segundos navegan por una arrolladora corriente conducidos inevitablemente al abismo de una gran cascada de ardientes aguas incestuosas. Sin siquiera tomar esa iniciativa, los dos se encuentran fundidos en un íntimo beso al tiempo que sus lenguas se restriegan la una con la otra empapadas en un coctel de babas. El vestido de Laura cae lentamente a sus pies revelando una refinada pero provocativa ropa interior marrón perfectamente conjuntada. Mientras intenta librarse de ella, Laura dice:

-¿I tu qué?- mientras se protege con una sonrisa.

A Fran le falta tiempo y manos para desnudarse, mientras Laura se deshace de sus últimas prendas de un modo mucho más lento, grácil y sensual, al tiempo que se da la vuelta para darle la espalda apoyada en el mármol de la pica.

-No tenemos mucho tiempo- susurra ella justificando la brevedad de los preámbulos.

-No te temas, tengo tantas ganas de follarte que no duraré- vocalizando bruscamente.

Se junta con ella metiendo la polla entre los muslos juntados de su hermana subiendo hasta notar su humedad. Ella se pone más en pompa empujando instintivamente a Fran que no duda en proceder como es debido notando ese cálido abrazo mojado en su tranca vigorosa. Sus movimientos a penas tardan unos segundos en acelerarse apasionadamente en medio de una mutua contención sonora que solo deja lugar al sonido de sus carnes chocando. Ese sonido eclipsa el lejano clamor familiar que se escucha viniendo del comedor. La luz solar atraviesa distorsionadamente los ladrillos de cristal pintando el cuerpo de Laura con unas líneas luminosas que acarician y realzan sus eróticas curvas. Fran la sujeta fuerte por la cintura mientras imprime la energía vital de todo su ser enfocado al punto que les une. Ella tenía tantas ganas y está tan cachonda que no logra disimular su primer orgasmo aun ahogando sus gemidos. Él, haciendo gala de un gran autocontrol logra desenfundar y detener su orgásmica deriva. Durante unos segundos intenta pensar en la abuela desnuda para coger un poco más de margen. Mientras Laura intenta reponerse nota como su hermano empuja su dura y empapada polla entre sus nalgas alcalzando su inédita embocadura anal.

-Tio, ¿qué haces?- saliendo de su sofoco con una risa.

-Llevo semanas queriendo hacer esto- apretando los dientes.

-No, que va...- incrédula.

-¿Eres virgen de culo? -mientras penetra hasta el fondo.

-ah, aaaaah, ya no- susurrando entre risas.

Fran se detiene, le ha parecido escuchar pasos en la escalera y puede que alguna sombra se haya dibujado por la ventanilla translúcida que hay sobre la puerta del lavabo.

-¿Qué?- pregunta ella en voz baja sintiéndola toda dentro.

-Shhhh- responde él agudizando su percepción.

Pero nada rompe la quietud y Fran se siente legitimado para reemprender su lasciva contienda. La saca y la mete cada vez más deprisa a medida que su hermana lubrica volviéndose sus movimientos cada vez más frenéticos. Laura siente arder su culo incendiado por sensaciones teñidas de novedad. Su calentura no ha decaído desde su orgasmo. Los lejanos gritos de Cristina hablándole a la abuela acompañan las carcajadas de su padre y los gritos de su madre... lejos de cortarle el rollo, aún le excita más sentir tan prohibido y secreto su encuentro con su hermano en ese mismo techo. Con su culo relleno, en medio del ajetreo logra distinguir un par de sombras que se asoman por debajo la puerta. Una rápida deducción se abre paso entre su desbocado gozo para hacerle notar quien está tras la puerta espiando. La satisfacción que siente un tenista justo antes de golpear una pelota franca que flota a escasos centímetros de la red pidiendo ser machacada incontestablemente se apodera de Laura que empieza a hacer notorios sus gemidos y su respiración hasta pronunciar:

-oh si Fran, fóllame, fóllame por el culo- para que lo escuche Olga.

-aah, aaah, sssshh, cállate Laura, podrían oírnos- susurra él.

Ella apenas le hace caso y sigue gimiendo. La acción se dilata repetitivamente difuminando el paso del tiempo entre olas gozosas de placer por ambos lados. Laura nota como se acerca su segundo orgasmo cabalgando aún sobre la estela del primero. Casi sin poder reprimir sus gritos se corre sometida al incesante azote de la virilidad de su hermano. El chico empieza a enloquecer mientras se emplea a fondo. La notoria explosión de Laura impulsa sus emociones proyectándolas hasta el mismísimo techo del lavabo familiar. Siente un escalofrió, un cosquilleo en todos los rincones de su ser, sus pelos se ponen de punta... Nota un cálido torrente que parece llegar místicamente desde lo más profundo de su alma para adentrarse en el culo de su hermana y barrer de un plumazo toda esa excitación tensada al máximo dentro de él. En efecto: una inundación de paz y desahogo arrasa con todo en pocos segundos mientras se corre entre suspiros. Casi sin fuerzas cae desplumándose sobre el váter aún goteando. Al levantar la vista apenas logra ver como su hermana se esconde dentro de la ducha.

-Vete Fran, se preguntaran donde estamos- con súbitas prisas.

Él no dice nada y se viste con expresión reflexiva. Acompañado por el sonido irregular del chorro de la ducha tras la cortina, intenta calibrar sus propios actos con una nueva perspectiva menos condicionada. Se limpia un poco frente al espejo y da un último vistazo a la ropa de Laura tirada aleatoriamente en el suelo junto a sus zapatos de tacón. Respira hondo sumergido en mil pensamientos y se encamina muy lentamente, peldaño a peldaño, hacia el comedor echando en falta el clásico escándalo dominguero de su familia. ¿Donde están las risas? ¿y los gritos? Al llegar a la sala contempla a su familia intrigada.

-Eh familia, ¿qué ocurre aquí?- sintiéndose el centro de atención.

-No se hijo, dínoslo tu-

**********

En el mismo momento que Fran sale del lavabo, Laura sale de la ducha envuelta por una toalla, abre la ventana para que se disipe el vapor. Al mirar hacia la calle ve como el coche de Olga arranca derrapando y a toda prisa. Con el pensamiento libre de todas esas sensaciones que vapuleaban su mente es capaz de pensar con mucha más clarividencia. Contempla posibles daños colaterales que la pueden estar aguardando abajo, en el comedor. Lo cierto es que en ese momento en que Fran la estaba follando, al percatarse de la presencia de Olga, solo podía pensar en asestar un buen golpe a su odiada contrincante, pero no pensó en lo que ella pudiera contar. Frente al espejo repara en su color, todavía más sonrojado de lo habitual. Se peina, termina de vestirse y se da prisa en bajar los escalones.

-¿Qué pasa?- con un hilo de voz atemorizada.

-Nada, que he discutido con Olga y se ha marchado- dice Fran mirándola fijamente.

-Ah! vaya- susurra ella mientras se sienta en la mesa disimulando.

-¿Y David?- pregunta Fina con renovada curiosidad.

-Mmmmmm... también nos hemos discutido y se ha ido- sin mucha convicción.

-Se ha dejado aquí la chaqueta- observa Antonio.

-Ya se la llevaré el lunes a clase- despreocupada mientras empieza a tomar el postre.

-!Wenoo!- todo se arreglará- dice papá quitándole hierro al asunto.

La tensión se disipa calmada por los comentarios que suscitan los sabroso postres. Habiendo salvado la situación, unas miradas cómplices entre los hermanos esconden el alivio triunfal de quien sabe que ha escapado de un "match ball" en contra. Ha sido un buen partido: Fran ha ganado el primer set espantando a David, pero Laura ha sabido encauzar el juego y su golpe final ha sido arriesgado pero demoledor. Punto, set y partido.

Final...

5 comentarios - Juego de hermanos (Parte 2) Final

Santii_2004
estimado,, muy largo y la verdad,, no lo entendí....
mcrazor7 +1
Necesitas leer la primera parte, cada que se ponen asteriscos, es la versión de cada uno de los personajes
pier0t
Lastima que fue muy corto, pero eso si muy bueno, eso de tener la versión de cada personaje me encanto, esas palabras de "dame por el culo" me dejaron al palo jajaja. Van puntos
magidem
Muy bueno aunque me hubiese gustado un par de parrafos mas para cerrar del todo elfinal de olga y de fran y laura pero muy bueno y gracias por compartirlo
Tlatoani08
Excelente. Manera de relatar...
Me gusto mucho...
Van puntos y a favoritos..
unirep
Muy estimulante