Visita a una bodega con una pareja poringuera (fotos)

Buenas de nuevo a tod@s. Para celebrar mi nuevo rango, como regular y que ya mis post aparecerán en la home y no en la sección de novatos, publico un relato especial. Este relato es compartido con una pareja poringuera con los que desde el principio he tenido muy buen rollo, @El_Regalon_ y @el_chamelfo_rro. Tanto que se me ocurrió proponerles escribir este relato aunando fantasías de cada uno de los 3 en una historia ficticia. Esperamos que os guste y os caliente tanto como a nosotros. (La mayoría de las fotos son cedidas por esta gran pareja, gracias)

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Como todos los domingos a la tarde la bodega estaba abierta a visitas programadas. No era una época normal para visitas, estaba fuera de temporada normal de vacaciones, pero aun así había una visita concretada con una pareja que estaba de turismo por la zona. La visita estaba programada para el medio día. El día no era muy caluroso, pero si resplandecía bien el sol y había una brisa muy agradable. Es por eso que mientras esperaba en la entrada de la bodega bajo el sol a que llegaran, no me estaba abrasando. Cuando llegaron nos saludamos y nos presentamos.

Era una pareja joven. Ella, Anna, en torno 1,60 m, delgada, blanquita y con un pelo negro que contrastaba mucho con su piel. Sus pechos pequeños, pero bien puestos y una cola impresionante. Se notaba que estaba bien orgullosa de ese culo, lo movía bien y lo exhibía con una falda cortita bien apretada. Llevaba una blusa algo transparente como pude ver más tarde, y un jersey ajustado, pues en la visita a la bodega la temperatura baja hacía necesario usar algo de abrigo para no enfriarse. Él, que se llamaba Marcelo, por su parte era algo más alto y corpulento que yo, en torno a 1,80m y unos 90 kilos, algo más que mi 1.75m y 75kg. Aun así parecía relativamente delgado. Tenía el pelo castaño. Por su parte él iba vestido formal, elegante, siempre siguiendo unos pasos por detrás a su mujer. Parecía disfrutar de las vistas del culo de su mujer y de cómo los hombres siempre la miraban la cola y sus movimientos.

Les guie dentro de la bodega y les fui realizando durante toda la visita. En todo momento eran muy agradables, muy interesados en todo y muy habladores. Se les veía entusiasmados. Visita termina con una degustación de varios caldos. Para la degustación se tiene una sala preparada a tal efecto, con varias mesas y decorada con fotos relacionadas con la historia de la bodega y sus viñedos. La gente siempre aprovecha ese rato para hablar sobre la visita, interesarse un poco más sobre la historia de la bodega, o incluso algunos también preguntan sobre los viñedos. La conversación era entretenida y se veía que estaban muy interesados en el viñedo, puesto que casi todas las preguntas eran sobre ese tema. Llegado cierto momento de la conversación me preguntaron si podrían visitar el viñedo también. Normalmente no entra dentro de la visita, pero el día era muy tranquilo, con buen tiempo para pasear y seguir con aquella conversación en la que se les veía tan interesados, no había mucho trabajo programado para ese día y ninguna otra visita. Como eran una pareja muy agradable accedí a enseñarles el viñedo cercano y dar un paseo por el.

Salimos de la bodega y caminamos hasta el viñedo que se encontraba a poco más de 100 metros. Como digo el día era soleado y muy bueno, así que después de salir del fresco de la bodega el cambio se dejaba notar, tanto que se notaba más calor de lo que se debería. Así que nos quitamos un la ropa de abrigo que llevábamos. Anna seguía por delante de nosotros caminando y yo, mientras Marcelo me hablaba, no pude resistirme a mirar el cuerpo de Anna. La blusa transparentaba por completo y pude ver que no llevaba nada debajo, sus pechos no eran muy grandes, pero eran deliciosos. Se contoneaba moviendo el culo casi como para hipnotizarme. Marcelo seguía hablándome, no recuerdo que me preguntaba y tampoco si yo le respondía a lo que me preguntaba, yo solo pensaba en una cosa y mi cuerpo reaccionaba con una creciente erección. Entonces Anna giro su cabeza para mirarnos, me miro de abajo a arriba, se dio cuenta de que la miraba con lujuria y me sonrió pícaramente. Fue que me di cuenta que me estaba perdiendo y nervioso volví a la conversación con Marcelo. Le mire a la cara por primera vez desde que salimos de la bodega. Curiosamente para mi sorpresa él me estaba mirando, parecía haberse dado cuenta de cómo había estado mirando a Anna y también sonreía de manera malévola. Me resulto extraño, pero seguí adelante guiándoles hacia el viñedo.

Íbamos caminando por entre las vides, yo les iba explicando de todo un poco, había vuelto a ser una visita agradable, cercana y entretenida. Anna iba siempre unos metros delante de nosotros escuchándonos y dejándose ver, aunque yo intentaba estar más centrado en la conversación con Marcelo, con el que charlaba y al que respondía sus preguntas. Anna iba admirando las vides, parando a veces en alguna. Cuando estábamos en mitad de todas las líneas de vides, perdido entre todo el viñedo, Anna se agacho frente a una vid, para observar de cerca un racimo de uvas que había muy abajo. Pero no se agacho doblando las piernas, no, se agacho inclinando todo el cuerpo, levantando el culo, y eso hizo que su minifalda se levantara dejando ver casi todo su culo. En ese momento me quede petrificado con las vistas. Igual que debajo de la blusa no llevaba nada, debajo de la minifalda tampoco llevaba nada. Y como yo me quede petrificado, mi verga también se puso como una piedra. Y mientras admiraba ese precioso culo Marcelo me pregunto bajando la voz como susurrándome e incitándome.





Marcelo: Mi mujer es un poco putita, le gusta mostrarse así y no llevar nada debajo. ¿Dan ganas de coger ese culo aquí mismo verdad?

Yo me gire hacia el sorprendido, sin saber muy bien cómo responder, estaba excitadísimo por lo que había visto, y a la vez me sorprendía que él me dijera eso como ofreciéndome a su mujer. Le miraba casi sin saber que decir, fui recuperándome para poder responderle.

Yo: La verdad es que desde que hemos salido de la bodega no puedo quitarle el ojo de encima. Ese culo ya me estaba llamando todo el rato.

Me vuelvo para mirar de nuevo a Anna. Ella nos había estado escuchando y había empezado a caminar hacia nosotros, más concretamente hacia mí como una gata en celo, seguía con esa sonrisa pícara. Mi cabeza volaba, estaba que quemaba, y mi verga quería salir ya del pantalón. Pero me quede quieto mientras ella llegaba hasta mí, llevo una mano hasta mi entrepierna y acariciándome empezó a hablar con su mejor voz de puta.

Anna: ¿Así que estabas pensando en quitarme el tanga y poder cogerme aquí mismo, eh? Pues ya ves que no vas a tener que quitarme el tanga.

Y diciendo se lanzó a besarme, a comerme la boca. Tarde 2 segundos en reaccionar, y en cuanto lo hice busque su lengua tanto como ella buscaba la mía. Mis manos fueron a ese culo que tanto me llamaba, levantando la minifalda y agarrando esas dos increíbles nalgas bien fuerte. La apreté contra mi cuerpo para que aparte de acariciarme la verga, pudiera notarla bien cerca de su concha. Estuvimos así un par de minutos, y yo ni me acordaba de que su marido estaba a nuestro lado. En cuanto nos separamos me acorde de él, y saber que él estaba delante me calentaba aún más. Él estaba sonriendo, y pude ver que en sus pantalones se dejaba entrever una buena erección que demostraba que estaba tan caliente como yo. Yo estaba un tanto perdido en esa situación, no sabía que esperar y entonces me explicaron.

Marcelo: Nos encanta disfrutar de tríos y disfrutamos compartir a mi mujer con otros hombres. Eso nos calienta, pero teníamos otra fantasía que era coger en mitad de un viñedo, donde corramos el riesgo de que nos puedan ver. Así que queríamos que alguien se cogiera a mi mujer conmigo aquí. Y por lo que parece tú tienes muchas ganas de cogértela.
Anna: No sé si tendrá ganas de compartirme, pero de cogerme esta que no aguanta, su verga está deseando que me la coma, y yo estoy deseando mamársela ya mismo. - Y diciendo eso empezó a desabrocharme el pantalón.

Yo: Pues hasta ahora me estaba conteniendo por respeto, porque estabas tú delante, pero ya tenía pensada una manera de poder conseguir contactar con ella para convencerla de cogérmela a espaldas de ti. - Y girándome hacia ella añado - Y si, esta putita está deseando que le hagan de todo aquí mismo y ahora mismo. Así que mientras me dejéis que me coja ese culito bien cogido, no tengo problemas por compartirlo contigo.

Ya para entonces Anna estaba arrodillada y me había desabrochado el pantalón. Había liberado mi verga de su prisión, que salió como un resorte quedándose frente a su cara. Fue increíble la velocidad y los reflejos que tuvo Anna, de verdad era una autentica zorra, porque casi sin darme cuenta ya tenía mi verga en su boca y estaba mamándomela como toda una profesional. Se comía la cabeza de mi verga, la lamia, pasaba toda su lengua recorriendo desde mis huevos hasta la punta y de nuevo se la tragaba entera. Masajeaba mis huevos mientras me mamaba. Me arrancaba suspiros con cada movimiento de cabeza que hacía para metérsela en la boca. Coloque mis manos en su cabeza, y seguía sus movimientos. Al rato empecé a guiar yo su cabeza, con movimientos mas rápidos, y profundos. Empecé a escuchar otra respiración rápida a parte de la mía, mire a Marcelo y se había desabrochado también los pantalones y sacado su verga, estaba paseándose viendo como Anna me la mamaba a mí. Eso me calentó a mi mucho más, y quería demostrarle lo puta que era su mujer y hasta qué punto estaba yo dispuesto a cogérmela, y para calentarles aún más a los dos, empuje la cabeza de ella hacia mí y le clave la verga hasta su garganta manteniéndola ahí a pesar de una pequeña nausea de Anna. Yo miraba a Marcelo y me di cuenta que eso le excito aun mas, volví la mirada a Anna y devolviéndole ahora la sonrisa pícara que me había mostrado ella antes, le saque la verga de un viaje de la boca y empecé a darle con ella golpes en la cara mientras ella intentaba volver a metérsela en la boca.






Yo: Tu mujer es la más puta que me he cogido nunca. Se desespera por tener una verga clavada hasta la garganta.

Marcelo: Y no solo eso, le encanta que le llenen la boca de leche y tragársela. Quiere probar el sabor de la leche de todos los que se ponen por delante.

Volví a centrarme en Anna y la devolví a su juego preferido, mamar vergas. Era como si una adicta llevara sin su dosis más tiempo del que podía soportar. Su vicio la poseía. La deje un poco más con su vicio, pero su culo me estaba encendiendo demasiado. Así que tuve que sacársela de una. Casi parecía un bebe a punto de llorar cuando le quitan el chupete. Así que rápidamente la tumbe sobre la hierba y entre Marcelo y yo le quitamos lo único que llevaba puesto: la blusa y la minifalda. Entonces me puse a comerle la concha que ya estaba mojadísima. Marcelo rápidamente se puso de rodillas dándole su verga para tomar mi relevo, porque el también estaba impaciente de entrar en el juego.

Mi lengua recorría esa concha tan rica, le daba lengüetazos a su clítoris que reaccionaba poniéndose cada vez más duro. Mis dedos avanzaban dentro de su concha a la vez, provocándole gemidos ahogados de placer. A la vez Marcelo disfrutaba de sus pechos, apretándolos, pellizcándole los duros pezones. Y Anna tragaba ahora la verga de Marcelo parando solo en algún momento para poder soltar algún gemido por el placer que le estábamos dando entre los dos.





Los gemidos no eran demasiado altos, pero se dejaban oír por la cercanía. Tal y como estaba metido en la situación, no había pensado que ese día uno de los trabajadores encargados de mantener el viñedo estaba por allí. Y por lo que parece a él llegaron los gemidos. Armando siempre fue bastante reservado, de hecho no solía trabajar junto a las demás personas de la bodega. Pero a pesar de ser tan callado y no relacionarse con la gente hacia muy bien su trabajo, por eso mantenía su puesto. Ese día al escuchar los gemidos de Anna se había ido acercando fila por fila en silencio intentando descubrir quien estaba por allí. Iba fila por fila asomándose desde el final intentando no ser descubierto. Así fue como llego a la fila en la que estábamos, y a unos 30 metros nos vio. Se volvió a ocultar en la fila anterior y se fue acercando sigilosamente para poder ver la escena que allí estaba desarrollándose, hasta llegar a unos pocos metros, tapado por las vides de esa fila.

Nosotros seguíamos a lo nuestro, ni nos habíamos dado cuenta de la presencia de Armando. Anna había acabado ya una vez mientras yo me comía su concha y Marcelo jugaba con sus tetas, por lo que tuvo que parar de mamarla un momento para poder gemir a gusto. Yo ya no aguantaba más sin cogerme esa concha, quería enterrar ya mi verga bien profundo en la concha de esa puta. Así que me empecé a quitar toda la ropa que llevaba para ponerme a la par que Anna en desnudez y mientras me dirigí a Marcelo.

Yo: Marcelo, tu mujer grita como una puta, mama como una puta y espero que su concha sea tan caliente como una puta, porque voy a cogérmela como lo puta que es.

Anna se sacó la verga de su marido de la boca y con la respiración entrecortada dijo en alto suplicando.

Anna: Cógeme cabrón, cógeme y reviéntame esa concha de puta que tengo, quiero que me la claves bien.
Marcelo: Jajajajajaja, ya la has escuchado. Es una puta como no hay ninguna. Esta comiéndose la verga de su marido y le está suplicando a otro tío que se la coja sin piedad, jajajajaja. Dale todo lo que puedas.





Le apunte la cabeza de mi verga sobre su clítoris, apretándola contra el varias veces, y después me dispuse a cogérmela, se la metí de una hasta los huevos. Estaba tan mojada que podía bombear a todo lo que daba arrancándola gemidos ahogados por Marcelo que le estaba follando la boca también con todo lo que podía. Marcelo estaba desatado como yo, solo con ver como un desconocido se estaba cogiendo bien duro a su mujer. A los sonidos típicos del campo se sumaban ahora nuestros gemidos y gruñidos. Yo la tenía agarrada por la cintura, rompiéndola con cada embestida. Y llegamos a tener un orgasmo a la vez. Seguí moviéndome hasta descargar todo lo que pude dentro de ella.

Yo: Recibes como una profesional, y tu marido esta que no aguanta. Creo que ahora le toca a él.
Anna: Si, hijo de puta, sí. Me has llenado bien, pero quiero más, ahora le toca a Marcelo cogerme, dame tu verga para que la limpie bien con mi boca.

Marcelo: No hay quien le dé suficiente a esta insaciable puta. Y si encima estoy yo delante aún se calienta más sabiendo que la estoy viendo. Lo mismo que me pasa a mí cuando se la están cogiendo. A ver puta, déjame ahora que te llene yo bien llena.



Visita a una bodega con una pareja poringuera (fotos)



Y sin decir una palabra más hizo lo mismo que yo unos momentos antes. Se había ido quitando toda la ropa para estar como nosotros dos, se puso entre las piernas de Anna y se la metió de una hasta los huevos. Anna soltó un pequeño grito y me agarro la verga. Hizo que me pusiera junto a ella y empezó a saborear de nuevo mi verga. Ver lo puta que era, como estaba ocurriendo todo y que me estuviese mamando de nuevo hizo que pronto volviera a tener una erección tremenda. Marcelo bombeaba esa concha ya bien abierta, pegándole empujones que hacían que esas tetas se moviesen adelante y atrás y me pidiesen a gritos que las estrujase y las pellizcase. No pude negarme a hacerlo.

Anna estaba como poseída, su calentura era cada vez mayor, gemía y gritaba cada vez más, y acabo una vez más. Nosotros no sabíamos que ella estaba tan caliente no solo por nosotros. Marcelo y yo estábamos tan metidos en nuestra labor que ni nos habíamos dado cuenta que Armando aún estaba más cerca, seguía en la línea continua, oculto tras las vides, pero tan cerca como podía. Anna le había descubierto, porque al estar tumbada había visto sus piernas cuando se acercaba. Y entre las hojas de las vides había podido ver como Armando se estaba pajeando con la escena porno que estaba viendo. Anna de vez en cuando había ido echando ojeadas hacia donde estaba Armando, mirándole a la cara con una mirada de puta, como queriendo decirle que sabía que estaba ahí, y que estaba disfrutando de que otro desconocido se estuviese pajeando viendo como se la cogían allí mismo. Con su mirada intentaba invitarle a que se uniese, pero Armando se resistía, nunca había disfrutado de la compañía de otras personas.

Volviendo a nosotros tres, yo otra vez estaba mirando como Marcelo se cogía a Anna, y yo quería volver a taladrarla. Ese culo tenía que ser mío.






Yo: Marcelo, túmbate y que Anna te cabalgue. Quiero poder cogerme a Anna por el culo mientras tú la coges por la concha.
Anna: Si si, quiero sentiros a los dos juntos cogiéndome.

Marcelo simplemente se giró rodando llevándose a su mujer encima. Anna se recostó sobre él, lo que Marcelo aprovecho para lamerle las tetas, para estrujarlas y divertirse con ellas. Mientras Anna se movía suavemente sobre su marido, yo fui chupándole el culo e introduciendo poco a poco un dedo en él. La labor de dilatarlo era sencilla, estaba muy lubricada. Así que seguí con dos, trabajando con paciencia y decisión para prepararla bien.


Anna: Métemela ya, cógeme el culo, no aguanto más.

Sus suplicas fueron órdenes para mí, me puse de rodillas detrás de ella, apunte la cabeza de mi verga sobre ese agujerito y se la fui clavando poco a poco. Ese culo se tragaba mi verga entera, fue enterrándose hasta que ya no quedaba más por entrar. Y en ese momento Marcelo y yo empezamos a cogérnosla bien fuerte, llevados por la calentura. Anna gritaba, ahora los gritos se podían escuchar por toda la finca. Nosotros gemíamos dándole una buena doble penetración.



fantasia



Entonces fue cuando apareció Armando. Los gritos de Anna le había hecho vencer todas sus barreras, le daba igual tener que juntarse con más gente, pero el sentía que esa boca que ahora estaba vacía gritaba solo para pedir que le llevara su verga. Y el no pudo resistirse. Cuando Armando y yo le vimos primero nos sorprendimos al verle aparecer allí y así. Pero a mí ya me daba igual, ya había disfrutado de la boca de Anna y de su concha, y ahora estaba destrozándole el culo en una doble penetración con su marido. Marcelo, al ver que yo no me alteraba, entendió que debía ser algún otro trabajador conocido de la bodega, y lejos de alarmarse o molestarse parece que le calentó aún más, porque empezó a esforzarse aún más en lo que estaba y podía verle una sonrisa de satisfacción en la cara. Armando llego a nuestro lado, llegaba pajeándose

Armando: Puta zorra, gritas como una perra. Traga esto y calla.


bodega



Y diciendo eso le agarro la cabeza y le metió la verga hasta la garganta. Le empezó a follar la boca como habíamos hecho nosotros antes, y Anna estaba que no aguantaba más, así que acabo otra vez mientras la cogíamos entre los tres. Marcelo y yo ya no aguantábamos más, y él lo hizo saber.

Marcelo: Ah ah ah... esta puta mujer mía me va a matar, estoy a punto de acabar. A ella le encanta que se la den en la boca, le encanta disfrutar de una buena ración de leche.
Yo: Yo también voy a acabar, es una puta única tu mujer. Si dices que le gusta tragarse la leche, habrá que dársela, se la ha ganado bien.
Marcelo: Si si, vamos a darle el premio que se ha ganado.



pareja poringuera



Nos salimos de ella y la dejamos de rodillas. Nos ponemos uno a cada lado de Armando y mientras termina de mamársela a él, a nosotros nos pajea para que también estemos para acabar. Entonces cuando Armando aviso que iba a terminar la saco de la boca de Anna. Anna esperaba nuestros chorros con la boca abierta. Los tres apoyamos como pudimos las cabezas de nuestras vergas en los labios carnosos de esa boquita que pedía toda nuestra leche y uno tras otro fuimos acabando llenándola de chorros y chorros de leche. Le llenamos la boca hasta desbordar y ella recogió la leche que se caía con la mano para no desaprovecharla. Nos enseñó la que tenía en la boca, la cerro y se la trago. Abrió de nuevo la boca y recogió con la lengua la leche que tenía en la mano. Jugo con ella en la boca mientas nos mostraba lo que disfrutaba y lo que le había gustado. Y otra vez cerró la boca y se tragó esa leche que quedaba.







Después de eso Armando se volvió a ir, había disfrutado de la mamada que Anna le había dado, pero de nuevo no se encontraba cómodo allí, así que desapareció tan rápido y sigiloso como había llegado. Anna, Marcelo y yo nos volvimos a vestir y nos fuimos hacia la entrada de la bodega donde yo les había recibido hacia un rato. Nos despedimos, ellos me agradecieron el haberles ayudado a cumplir su fantasía, yo les agradecí el haberme dejado formar parte de la fantasía y termine intercambiando teléfonos con ambos con la promesa de ayudarles a cumplir otras tantas fantasías como quisieran.

9 comentarios - Visita a una bodega con una pareja poringuera (fotos)

el_chamelfo_rro +2
Me corrí a chorros con tu relato amigos.
Sensacional!!
CanislupusLupus +1
Gracias a vosotros por colaborar y por darme tambien buen material y fantasias. Me encanta que surta ese efecto, mas si los recibe @El_Regalon_
El_Regalon_ +3
Me faltan deditos para meterme dentro de mi vagina por lo caliente que quedo esto!!!
CanislupusLupus +2
@El_Regalon_ Y si pueden ser 2, aun mejor, jajajajajajajaja.
El_Regalon_ +4
@CanislupusLupus obvio, siempre es bienvenido uno mas en mi boquita.
coqueto_69 +1
@El_Regalon_ aqui tienes uno para ayudarte:$
kramalo +2
muy bueno...!!
CanislupusLupus +1
Muchas gracias por el comentario, me gusta que guste
siempreputa +1
tremendo sale reco
CanislupusLupus +1
La verdad me alegro que guste tanto. Estuvimos un tiempo preparandolo intentando mezclar algunas fantasias de los 3, quiza por eso sea algo mejor que mis anteriores relatos.
Gracias por comentar.
aj15 +2
Excelente relato, calentisimo. No podía ser de otra manera teniendo como inspiración a @El_Regalon_ Te felicito. A la noche paso a dejarte puntos.
CanislupusLupus
Gracias por el comentario. Si, la verdad es que con esa inspiracion y juntando mis fantasias y las de esta gran pareja... puede salir cualquier cosa de nuestras mentes, jajajaja.
El_Regalon_
gracias lindos!!!
Analia_laprofe +1
estaria no pudiendo seguir con mi proximo relato por tu culpa... mi vida.. me empape hasta la deshidratacion!
CanislupusLupus
Ah, pero no puedes decir por mi culpa, jajajaja, di mas bien por nuestra culpa. Este relato aunque lo escribi yo, tuve una buena colaboracion. Dos mentes como la mia, tan lujuriosas y con tantas ganas. Ahi se han juntado varias fantasias de cada uno de los 3: @el_chamelfo_rro, @El_Regalon_ y mias. Te dejo pensar cuales eran las mias, a ver si adivinas, y si son comunes con alguna tuya la hacemos realidad.
Analia_laprofe
@CanislupusLupus Vinedo esta imagen resume todo lo que me gusta.. o al menos una parte de lo que me gusta y como me encanta terminar...
CanislupusLupus +1
@Analia_laprofe Entonces si o si tienes que seguir a Anna, @El_Regalon_ te encantara. A mi me vuelven loco esta pareja y Anna... bueno que decir de Anna... Ahora ya veo que tengo a Analia que tambien le encanta acabar asi. Pues puedo subir la apuesta, jejejeje
tucumanita2014 +1
Estaba destrozándole el culo en una doble penetración con su marido! Que imagen! Dejo porotos! 😉
CanislupusLupus +1
Gracias por pasar, por comentar, por los puntos... Y como creo que te he dicho varias veces tambien, gracias por compartir tus post (que tu aportas mas que yo, para mi eres un referente).

Me alegro que te haya gustado.
anaypa
Muy caliente!
felizcorneadora
Excelente realto, te felicito te di 10 +, me regusto y me siento identificada con Anna