Don Pepito Métame El Pito…

Este es mi segundo relato, el cual sucedió a los 19 años, con un señor bastante mayor que yo. Don José, mi vecino de enfrente quien en ese entonces rondaba los 70 años… espero lo disfruten.

Después de aquel encuentro medio incestuoso con mi medio hermano, las ansias de experimentar más comenzaron a hacerse cada vez mayores. Ahora ponía mis expectativas en un hombre mayor que yo, durante algunos meses me día a la tarea de encontrar al indicado. La verdad sea dicha esta fantasía surgió a partir de que una tarde mientras volvía a casa de mi clase de inglés, sorprendí a mis padres teniendo relaciones sexuales en la cocina, mi padrastro se avergonzó un poco y mi madre me regaño indicándome que me fuera a mi habitación, pero lo que vi nunca lo olvidaría; el pene de mi padrastro era bastante grande y gordo, con un par de testículos como ciruelas y totalmente cubierto de vello.
Así que ahora realizaría mi fantasía cogiéndome a un hombre mayor, una mañana de domingo mientras regaba el césped del jardín, sentí como los ojos pervertidos de alguien me desnudaban detrás de mí.
Así que decidí mirar quien era aquel individuo, para mi sorpresa se trataba de Don Pepe, mi vecino de enfrente, el cual había enviudado hacía muchos años y rondaba los 60 y pico.
- Hola muñequita… como estas?-dijo Don Pepe-
- Bien vecino y usted?-respondí-
- Pues ya sabes, a mi edad el despertar cada mañana es ganancia…-dijo sonriendo tierno viejecito-
La charla comenzó y durante las misma, notaba como sus ojos me recorrían de abajo hacia arriba, como saboreando mi cuerpo cubierto por un conjunto deportivo color negro.
- Veo que tienes tu jardín muy bonito muñequita…-dijo Don Pepe-
- Sí, me gusta la jardinería Don pepe…-respondí-
- Vaya, el mío parece una selva, desde que me mi esposa me dejo solo nadie atiende ese jardín… voy a tener que contratar a alguien para que lo deje impecable…-dijo con pesar-
En ese momento me di cuenta de que Don Pepe era justo el hombre que buscaba para realizar mi fantasía, así que respondí.
- Pues si quiere yo lo hago… necesito el dinero ya que estoy cursando una carrera muy costosa Don Pepe…
El viejo, sonrió maliciosamente y respondió.
- Bueno muñeca sería un placer que tú me lo hicieras…
Aquella respuesta llevaba doble intención, por lo que sonreí inocente y cerramos el trato. Entre a la casa para hacer una lista de las cosas que necesitaba para el jardín, Salí a entregársela y dije.
- Bien Don Pepe, en cuanto tenga las cosas me avisa para comenzar a trabajar en su jardín…
El viejo tomo el pedazo de papel y se marchó a su casa. La semana siguiente miraba a Don Pepe ir y venir con todas las cosas que había en la lista, el fin de semana se aproximaba y mis padres querían salir a pasarlo fuera de la ciudad, por lo que les dije que planeaba trabajar con Don Pepe en su jardín y ya que no sabía cuándo comenzaríamos tal vez no iría con ellos.
El viernes por la tarde Don Pepe toco el timbre de la casa y mi madre atendió el llamado, los dos entraron a la casa y saludaron a papa, yo estaba en la cocina ayudándole a mi mama a preparar la cena, Don pepe me saludo agitando la mano mientras me veía el trasero y las bubis…
Mi padre le hizo el comentario acerca de su jardín y Don Pepe sonrió diciendo.
- Si vecino, la muñequita trabajara en mi jardín para dejarlo como nuevo… justo como lo tenía mi amada esposa…
Mi padre y el siguieron charlando por espacio de unos minutos hasta que Don Pepe se despidió y dijo.
- Entonces comenzamos mañana, muñequita?...-refiriéndose a mí-
- Aja, está bien Don Pepe…-respondí-
- Hasta mañana… -dijo mirándome fijamente con ojos lujuriosos-
A la mañana siguiente mis padres se marcharon muy temprano para aprovechar el tiempo… si como no… sabía que la noticia de que yo no iría les había caído de maravilla ya que ahora se dedicarían a tener sexo durante todo el fin de semana.
Me di una ducha y me puse unos shorts de mezclilla bastante cortos, una camiseta de tirantes que dejaba ver la parte superior de mis bubis, unas calcetas cortas y mis zapatos tenis, sujete mi pelo e hice una trenza con él.
Salí de la casa y dando unos pasos llegue a la puerta del vecino, hice sonar la campana que tenía como timbre, después de unos minutos Don Pepe salió por la puerta saludándome con gusto.
- Mi muñequita, que guapa… así vas a trabajar… vas a quedar toda sucia…-dijo mientras me hacía pasar a su casa-
Me mostro las cosas que había comprado, haciendo hincapié en que todo lo de la lista estaba ahí.
- Pues manos a la obra Don Pepe, usted será mi ayudante…-dije tomándolo de la mano-
- Mmm muñequita a buen árbol te arrimas…-respondió-
- Ande si usted es fuerte y joven aun… o no?...-dije para animarlo-
Los dos fuimos al jardín, al mirarlo note que no era un desastre como él me había dicho, solo estaba descuidado; había plantas muertas y mucha hierba mala. Ese mismo día termine con el jardín haciendo solo pausas para comer y beber agua. Justo antes de las 19:00 horas don Pepe salió a dar un vistazo y lo que vio lo dejo sin palabras, mire como sus ojos se llenaban de lágrimas y dije.
- Que le pasa Don Pepe no le gusto?
- Ja, que va nena me encanto… es justo lo que esperaba… me hace recordar a mi Magda…-dijo mientras intentaba disimular las lágrimas de sus ojos-
- Me alegra que le haya gustado…-respondí-
- Gracias, nena… la verdad es que la soledad es dura… pero vamos a dentro para darte tu dinero…-dijo mientras me rodeaba con su brazo-
Entramos y el me oficio un vaso de agua, mientras que iba por el dinero. Unos minutos después bajo las escaleras y me dio el dinero que habíamos acordado por el jardín. Le di un abrazo para agradecerle y al hacerlo sentí como sus manos recorrían mi espalda casi hasta llegar a mis nalgas.
Me retire de su cuerpo y me despedí, el me acompaño a la puerta. Durante el trayecto sentía como sus ojos se clavaban en mi trasero, obvio yo lo meneaba más para excitarlo. Llegamos a la puerta y sin pensar dije.
- Don Pepe, que le parece si lo invito a almorzar mañana… para que no se sienta tan solo….
Los ojos del viejo se llenaron de intenciones perversas y respondió.
- Claro, sería un placer… muñequita…. Nos vemos mañana…
Al llegar a casa me di una buena ducha, estando debajo del chorro de agua recordé la forma en que Don Pepe me miraba y sus manos deslizándose por mi espalda; aquello me puso cachonda. Me preguntaba si aún le funcionaba la herramienta a Don Pepe o como seria…
A la mañana siguiente me levante temprano y comencé a preparar todo para el almuerzo, Don Pepe llegó a eso de las 11:00 horas, los dos nos sentamos a la mesa y almorzamos. En ningún momento Don Pepe dejaba de mirarme el trasero o las bubis y los comentarios sobre mi apariencia no se hicieron esperar.
- Maly, que bonita te has puesto… aún recuerdo cuando tu mama te llevaba a la escuela y ahora mírate… toda una mujer…-decía Don Pepe-
- Gracias Don Pepe… -respondí-
- Estas muy linda, nena… me imagino que debes tener fila de espera para salir contigo…-dijo don pepe-
- Pues más o menos…-respondí-
- Puedo decirte algo y no te enojas conmigo?...-pregunto una vez más-
- No, Don Pepe dígame…-dije comenzando a excitarme-
- Nena, te he visto crecer y en verdad que te has puesto buenísima… con todo respeto.-dijo el viejo lleno de lujuria-
Notaba como aquel viejo comenzaba a excitarse con cada comentario que hacía. Así que decidí pasar al siguiente nivel diciendo.
- Y usted Don Pepe, tiene alguna novia escondida en su casa?...
- Jajajajaja, no nena… desde que mi Magda murió no tengo a nadie…-respondió-
- Aah!... entonces desde hace cuánto que no… usted me entiende…-dije para ver su reacción-
- Mmm… muñequita desde hace mucho…-respondió mientras me miraba fijamente las bubis-
El viejo se estaba pegando una buena masturbada mental con mis senos, motivo por el cual el subconsciente lujurioso lo traiciono diciendo.
- He tenido que pagar para desahogarme un poco…
Al reaccionar y darse cuenta de sus palabras, el viejo se avergonzó levantándose de la silla diciendo.
- Perdón, nena… no sé porque dije eso… perdóname…
- Tranquilo Don Pepe, no pasa nada… a ver venga le invito un traguito de licor…-dije queriendo tranquilizarlo un poco-
Los dos fuimos hasta la pequeña cantina de mi papa, serví un par de tragos. Acto seguido los bebimos como buscando valor para decir lo que queríamos.
- Don Pepe… alguna vez a pagado por una chica de mi edad?...-pregunte-
Don Pepe trago saliva y respondió.
- Pues sí, nena… la verdad es que si…
Note que se había ruborizado y dijo.
- Me dejas pasar a tu baño, muñequita…
Sin ofrecerle respuesta a su petición solté la bomba.
- Don Pepito métame el Pito…-dije llena de deseo-
El viejo se quedó mudo, para después de unos segundos responder.
- Pero tus papas… pueden llegar no?...
- Pues vamos a su casa…-respondí-
Sin más que meditar al respecto, el viejo tomo su gorra; mi mano y salimos deprisa. Su manos temblaban al intentar abrir la puerta de su casa, por lo que lo tome de las mismas y dije.
- Don Pepe… cálmese déjeme abrir…
Entramos a su casa y de inmediato dije.
- Tráteme como si fuera una chica de las que alquila Don Pepe.
- Ok Muñequita… siéntate en el sofá…-dijo el viejo-
Subió a su habitación, bajo unos minutos después trayendo en sus manos un disfraz de enfermera y un par de zapatos de tacón color blanco, entregándomelos dijo.
- Cámbiate de ropa, nena…
Lo tome levantándome del sofá, para dirigirme al cuarto de baño.
- No nena… quiero verte… hazlo aquí…-dijo Don Pepe-
Deje el disfraz sobre el sofá comenzando a desnudarme frente a aquel viejo, él se sentó en el sillón empezando a frotar su pene por encima del pantalón; saque mi camiseta por encima de mi cabeza y desabroche mi sujetador. Mientras miraba como el viejo babeaba al mirar mis senos desnudos, zafe mis zapatos tenis y tome el elástico de mis pantalones deportivos bajándolos de un tirón con todo y ropa interior. Los ojos de Don Pepe se querían salir de su cara al contemplar mi pubis desnudo, tome el disfraz para ponérmelo y al hacerlo me detuvo diciendo.
- Espera nena… da una vuelta para el viejo…
Lentamente di una vuelta dejando que sus ojos me admiraran por completo incluso me incline un poco mostrándole mi vagina. Su mano frotaba con mayor intensidad su pene, el rostro de aquel viejo tierno que había conocido durante toda mi vida ahora era el de un viejo lujurioso que me deseaba.
- Déjame verte con el disfraz muñequita…
Me coloque el disfraz, el cual parecía que había sido comprado para mí; ya que me calzaba a la perfección.
- Nenita… te vez divina… te ajusta a la perfección…
Me coloque los zapatos los cuales me quedaban un poco grandes, por lo que el viejo pidió que me los quitara.
- Acompáñame nena… vamos a la habitación del viejo… -dijo Don Pepe mientras me ofrecía su mano-
La tome y camine de tras suyo hasta llegar a su habitación, entramos y me pidió que me recostara sobre la cama con las piernas abiertas. Lo cual hice despacio dejándole ver mi vagina en todo su esplendor.
- Eres virgen, nenita?...-pregunto-
- No… Don Pepe…-respondí-
- Muy bien.-dijo-
Camino hasta una cómoda y de un cajón tomo unas cosas, al voltear pude ver que se trataba de un frasco de aceite y un consolador de plástico. Al ver eso sentí un poco de miedo, él lo noto y dijo.
- Tranquila nena… te prometo que te va a gustar...
Dejándolos sobre la cama exclamo.
- Mastúrbate para el viejo….
Tomo asiento en una silla frente a mí, para gozar del espectáculo. Tome el consolador metiéndolo en mi boca para lubricarlo un poco mientras mi mano frotaba mi vagina de abajo hacia arriba. Una vez que el dildo estuvo lubricado por completo, lo saque de mi boca; deslizándolo por mi pecho bajando por mi abdomen hasta llegar a mi vagina.
Busque mi entrada y lentamente clave el objeto plástico lo que provoco que un gemido se ahogara en mi boca.
- Mmm!!... le gusta Don Pepe?...
- Sigue nena… me encanta…-decía el viejo mientras se masturbaba frente a mí. Aun por encima del pantalón-
Seguí penetrándome para el mientras que mi mano libre acariciaba mis senos.
- Déjame verte las chichis… nena… sácatelas… -dijo Don Pepe-
Abrí el escote del disfraz y saque mis senos, como el me pidió. No paso mucho tiempo mirándome masturbarme cuando de pronto se levantó y se bajó el pantalón y después el calzón. Dejándome observar su pene; la verdad sea dicha no era un portento de miembro más bien normal pero muy gordo y cuando digo normal me refiero a unos 10 o 12 centímetros de largo y eso si unos 6 o 7 centímetros de ancho. Su prominente abdomen se notaba por debajo de la camisa, volvió a sentarse y ahora se masturbaba con el pene desnudo.
- Sigue mi niña… no te detengas…-dijo el viejo-
Su glande parecía un champiñón que sobre salía del resto de su miembro. Cambie la posición en la que estaba poniéndome de lado y levantando una pierna, seguimos masturbándonos por espacio de algunos minutos, hasta que de pronto Don Pepe soltó un gemido fuerte diciendo.
- Nena… nena… me vengo… me vengo…
Mire atenta como de su glande en forma de champiñón salía un pequeño chorro de semen blanco y espeso, esparciéndose por toda su mano.
- Ah, ah… nena… me hiciste venir con solo mirarte… ah, aha…-dijo el viejo mientras se jalaba la pija-
Levantándose de la silla saco sus pantalones usando sus pies, sin dejar de sostener su pene con la mano cubierta de esperma. Se acercó a la cama y dijo.
- Muy bien nenita, ya que provocaste que me viniera mirándote vas a tener que limpiarme hasta dejarme limpio.
Me ordeno que me colocara en posición de perrito mirándolo de frente, mire por un momento su pene pequeño y gordo ya flácido con un poco de semen en la punta, mientras que su mano se miraba glaseada por el esperma.
- Lame mis mocos… nena… anda… limpia al viejo…-dijo Don Pepe-
Lentamente me acerque a su pene y sacando mi lengua de mi boca comencé a lamer su esperma esparcido por toda su mano, al mismo tiempo en que lo tragaba rápido.
- Te gusta, nena… ee!!... dime que te gusta…-dijo el viejo-
- Aja… me gusta Don Pepe…-respondí sumisa-
La verdad era que su esperma sabia a diablos muy agrio y salado, creo que por la edad. Mi lengua termino de limpiar su mano y se paseaba por todo su glande limpiando el residuo de semen en la punta, Don Pepe soltó su pene y este cayo como muerto sus testículos se notaban grandes y colgando debajo de aquel amiguito dormido.
- Chúpame la verga… nenita… has que se ponga dura de nuevo con tus labios…-dijo el viejo mientras me tomaba por los cabellos-
Metí si pene flácido en mi boca y comencé a succionarlo lentamente sin sacarlo ni un segundo de mi boca.
- Así, así… nenita… mmm!!... que rico mamas la verga… eres toda una experta… ummm!!... sigue, sigue… -gemía el viejo-
Seguí dándole sexo oral, por varios minutos hasta que ya cansada de mamar, saque su pene medio flácido de mi boca y dije.
- Que pasa… Don Pepe… no se pone duro… no me vaya a fallar…
El viejo se tomó el miembro diciendo.
- Abre la boca y saca la lengua nena…
Masturbándose fuertemente con su mano dejaba que su glande rozara mi lengua por momentos, para después golpear la misma con su pene. Poco a poco su miembro tomo forma de nuevo y una vez que estuvo listo dijo.
- Muy bien nenita, vamos a meterte esta verga en la panochita, date vuelta…
Gire hasta quedar con las nalgas frente a su pene, Don Pepe se acercó un poco y dejo que su pene se restregara en mis labios vaginales.
- Umm!!... Don Pepe… que rico… métame el pito ya…-dije deseosa-
- Quieres la verga del viejo, nena… pídemela… dime que la quieres a dentro de tu panochita…-decía el viejo-
- Aja, aja… métamela verga Don Pepe, démela toda… ya, ya… cójame Don Pepe…-respondí gimiendo-
El viejo estaba tan excitado que no atinaba a clavarme el miembro en la vagina, así que tome su gordo pene y lo coloque en la entrada diciendo.
- Ya empuje… Don Pepe…
De un empujón metió su gordo miembro en mi vagina al mismo tiempo que sus manos me sujetaban fuertemente de las caderas.
- Ooouu!!... nena… esta apretadita… mmm, aaah!!... don pepe… aaauu!!... esta gordito su amiguito… ooo!!... te gusta la verga del viejo… nena?... aja… deme verga don pepe…-decíamos ambos-
Debido al grosor del miembro de Don Pepe aquello era bastante placentero y un poco doloroso, sus manos amasaban mis nalgas mientras su pene permanecía inmóvil. Comenzó a darme leves penetraciones, al mismo tiempo en que sus manos dejaron mis nalgas y se aferraron a mis senos.
- Don Pepe… deme más verga… más fuerte… shhh!!... nena calma… si no el viejo se va a vaciar rápido… umm!!... que rica pucha tienes… Maly… justo como me gustan… -decíamos-
Poco a poco mi vagina se comenzó a adaptar al gordo invasor experimentando descargas de placer, para ese entonces Don Pepe me penetraba un poco más fuerte volviéndome a sujetar de las caderas, de momento una de sus manos oprimió mi espalda baja arqueándola hacia abajo.
- Ah!, ah!, ah!, ah!, ah!, ah!, ah!, ah!... te gusta nenita?... así, así me encanta… ah!, ah!, ah!, ah!, ah!... – gemía mientras Don Pepe me clavaba su miembro-
Después de unos minutos de estar en aquel mete saca, Don Pepe dijo entre gemidos.
- Nena, chúpame la verga quiero que pruebes a que sabe tu panochita…
Dejo de penetrarme de golpe, sacándome el pene y sosteniéndolo con la mano. Me di vuelta para volver a darle sexo oral; probando mis fluidos vaginales.
- Ooo!!... nena… mmm!!... que bien mamas… mama, mama verga nenita… awwg!, awwg!, awwg!, awwg!, awwg!, awwg!... ahh!!... don pepe que rico sabe su verga… es tu sabor nenita… sigue, sigue dame más lengüita… awwg!, awwg!, awwg!, awwg!, awwg!, awwg!... aah!!... –decíamos ambos-
- Chúpame los huevos… anda chúpalos nenita…-dijo don pepe mientras tomaba su pene con la mano-
Mi lengua comenzó a pasar por todos sus testículos los cuales estaban cubiertos de vello púbico. Ma mano los tomo jalándolos un poco hacia abajo, mientras que mis labios succionaban uno adentrándolo en mi boca.
- Aaaah!!... Maly… por dios… que bien lo haces… le gusta don pepe… aja síguele nena…
Seguí lamiendo sus testículos por un rato, mientras su mano se pegaba tremendos jalones. Después de unos minutos de estar en aquella labor oral y manual, Don Pepe exclamo.
- Ya nena… déjame cogerte un poquito más… te quiero llenar la puchita de mocos, no hay problema?...
Justo dos días antes había terminado mi periodo, así que respondí.
- No, no hay problema vengase adentro de mi don pepe…
Me pidió que me colocara en posición de misionero con las pantorrillas sobre sus hombros, justo en la orilla de la cama. Tomando su pene con la mano derecha me penetro de un solo golpe y comenzó a darme bastante fuerte, mientras me tomaba por los tobillos.
- Ooouu!!... ah, ah, ah, ah, ah, mm, mm, mm, mm, um, um, um, Maly, Maly… eres una nenita sucia… te gusta la verga verdad?... aja, aja… cójame don pepe… deme más verga… ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah… así, así… ooo!!... ay, ay… mas, mas… pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap… así, así te gusta nena sucia… ee!!... –gemíamos y hablábamos-
- Vente conmigo Maly, vente conmigo… aja, aja… siga, siga don pepe… ya casi me vengo… ah, ah, ah, ah, ah, um, um, um, um, ya, ya… uuuummmmm!!.... aaaaaahhh!!.... don pepeeee!!... nenitaaaa!!... oooooo!!... uuuuuu!!...-dijimos los dos al llegar nuestros respectivos orgasmos-
Don Pepe se derramo dentro de mi vagina, sentí como su pene dejaba correr un chorro de semen dentro de mí, cuando termino de eyacular me retiro el pene de la vagina y mira como su miembro estaba empapado por mis fluidos vaginales. El viejo se derrumbó a un lado de mí sobre la cama y dijo.
- Eres lo mejor que me he comido mamacita… estas riquísima…
Yo no podía ni hablar debido a mi respiración tan agitada, el viejo se colocó de lado y me beso uno de mis senos.
- Ve a limpiarte nena… ya es tarde y tus padres no tardan en llegar a casa… -dijo don pepe-
Me levante con los remanentes del orgasmo y me dirigí al cuarto de baño a lavarme mi sexo. Me despoje del disfraz y baje desnuda a tomar mi ropa. Terminando de vestirme me despedí del viejo con un grito y Salí de su casa.
Esa noche mis padres regresaron a casa y me encontraron profundamente dormida…
Fin…

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