Año Nuevo (final)

Los lleve conmigo hacia la reposera, la misma en la que me había recostado antes, cuando ellos todavía no habían traspasado el muro del patio. Me limpié con una toalla que había por ahí (ya la lavaría mas tarde) y me recosté de espalda, con las piernas abiertas, acariciándome sensualmente esa parte de mi cuerpo que ahora parecía captar toda su atención. Antes habían sido mis tetas las que atraían sus miradas, ahora era mi concha, que se abría húmeda y fragante, rosada en la entrada, mucho más roja hacia dentro. Tonga se ubico presuroso para cogerme, pero lo detuve.
-Ey, a mí también me gusta que me chupen- le dije, señalándole con el dedo índice aquello que pulsaba entre mis piernas.
Entendiendo el mensaje, se zambulló de cabeza y se puso a chupármela con esmero, como queriendo emparejar lo que yo acababa de hacerles. Con su lengua me recorría de arriba abajo, reptando por entre mis gajos para degustar todo mi interior, arrancándome unos suspiros suaves y acompasados. No sería la gran chupada de mi vida, pero por lo menos le ponía empeño.
Luego fue el turno de Leo, quien luego de unas cuantas lamidas descubrió el clítoris y al darse cuenta de lo que me provocaba cuando me lo mordía o chupaba, ya no me lo soltó mas. Lo aprisionó entre sus labios y me lo sacudía de un lado a otro, haciéndome gemir ahora si en una forma por demás impulsiva. Sintiendo que todo mi cuerpo era sacudido por una descarga continua, me aferré con fuerza de los apoyabrazos de la reposera, envolví con mis piernas la cabeza de Leo y apoyando mis talones en su espalda, me dejé llevar por esa chupada inexperta aunque entusiasta que me prodigaba.
Tonga se mantenía a un costado, observando atentamente el loable desempeño de su amigo, frotándose rítmicamente la poronga. Me hubiera gustado chupársela mientras el otro me chupaba a mí, pero en el momento no se me ocurrió, después me di cuenta. La falta de costumbre de tener dos pijas para mí solita. Igual lo que me hacia Leo ahí abajo, provocaba que tuviera mi boca ocupada con gemidos y jadeos que se volvían cada vez mas eufóricos:
-¡Ahhh... ahhhhh... ahhhhhhh...!- los cuales fueron coronados en el momento de mayor pulsión por un chorro de flujo que salió disparado de mi conchita como si de un geiser se tratara.
-¡Uhhh, hiciste que se meara!- exclamó Tonga sorprendido.
No me iba a poner en plan Alessandra Rampolla y explicarles que no era que me estaba meando, sino eyaculando, como ellos, que creyeran lo que quisieran, ya tendrían tiempo para comprender mejor la fisiología femenina.
-Te measte del gusto, ¿no?- pregunta Leo asomando la cabeza por entre mis piernas, con una sonrisa de oreja a oreja.
-¡Uffffff...! Si... Hiciste que me meara- le dije desordenándole el pelo como quien consiente la travesura de un niño pequeño.
Tonga estaba que se salía de la vaina por metérmela, pero considerando el buen trabajo que había realizado ahí debajo, creía que Leo se merecía ser el primero, así que lo atraje hacia mí, y le fui indicando como debía ubicarse. Así lo hizo, entre mis piernas abiertas, de modo que sostuve su verga erecta a más no poder y me la acomodé en la entrada de mi concha. Sus empujones hicieron el resto.
-¡Ahhhhh... siiiiii... así...!- le iba diciendo a medida que me entraba.
Cuando ya la tuve toda adentro, me aferre a él con brazos y piernas, lo besé apasionadamente y entre plácidos suspiros le dije:
-¡Cogeme!- y me cogió.
No voy a decir que fue una cogida memorable, y que de ahora en más voy a coger solo con pendejos, porque no fue así. Digamos que fue más entusiasta que otra cosa, le ponía ganas, eso sí, aunque debo admitir que extrañaba los combazos que te puede asestar alguien más maduro y experimentado, esos cambios de ritmo que te agarran por sorpresa y te elevan a la estratosfera con solo un par de metidas. Pero bueno, el pibe hacia lo que podía, que ya era mucho, digo, no creo que sea fácil para un chico de su edad estar con una mujer como yo, tan demandante en lo que a sexo se refiere, me imagino a mí misma a esa edad, en brazos de mi tío, y les aseguro que temblaba de pies a cabeza. Sin toda la experiencia que fui acumulando después, cuando estaba con él, ya un hombre hecho y derecho, sentía una mezcla de miedo, pasión, curiosidad, confusión... No sé si eso mismo estaría sintiendo Leo, o solo eran ideas mías, la cuestión es que no se aguantó mucho mas, y en medio de exaltados rugidos se acabó la vida. Sin llegar a sacármela me roció las entrañas con una violenta y caudalosa descarga, no me preocupé porque me acabara adentro, ya que me estaba cuidando, por lo que la oleada cálida y espesa fue muy bienvenida. Me quedé abrochada a él, besándolo, acariciándolo, haciéndole sentir que me había regalado el polvo de mi vida, aunque ustedes y yo sabemos que no fue así. Luego de la disolución se levantó, extenuado, y le cedió el lugar a su amigo.
-A ver si la hacés gozar más que yo- lo desafió.
Tonga vino hacia mí, y ya no le tuve que decir nada, él mismo se acomodó entre mis piernas, pero no acostado, sino casi sentado en la reposera, apuntó su rubicundo mazo de carne hacia mi rendija, (de la cual aun brotaban las densas burbujitas del polvo anterior), y arremetió sin mayores prolegómenos. Evidentemente tenía mucho porno encima, porque las poses que adoptaba y la forma en que me cogía, parecían dignas de un actor triple x.
-¡Si papito si... así... así... como en las porno... ahhhhh... cogeme como en las porno...!- lo alentaba yo, entregándome sin renuencia alguna a tan excitante jueguito.
Cuando me tuvo en cuatro, ahí, en la misma reposera, me surtió con todo, a la vez que me enrojecía los cachetes de la cola con unas fuertes y estruendosas nalgadas. Leo se mantenía a un costado, tomando debida nota de la performance de su amigo. Fue entonces que me acordé que antes, cuando me chupaban la concha, me había privado de disfrutar las dos vergas al mismo tiempo, así que me propuse no dejar pasar otra oportunidad. Giré la cabeza y mirándolo a Leo le hice un gesto para que se acercara por delante. Luego de dos rotundas acabadas no estaba en su mejor estado, aunque si medio morcillona, así que mientras sentía las repetitivas e incitantes acometidas de Tonga por detrás, empecé por besársela y lamérsela, se le levantó al toque, exhibiendo una dureza y prestancia que solo en un chico de su edad podía ser posible luego de dos polvazos.
Me la metí en la boca, pero no me la comí, sino que una de las tantas embestidas de Tonga hizo que me la comiera prácticamente de un bocado. Lo repentino de la ingestión hizo que la pija de Leo se me clavara en la garganta, provocándome una arcada que me esforcé en ignorar, cerrando enseguida los labios en torno a esa carne exquisita, para chupársela acorde al ritmo que su amigo marcaba desde atrás. Ahora sí, estaba disfrutando de dos pijas al mismo tiempo, no una después de la otra, sino las dos a la vez, bombeando al unísono, una bien clavada en mi concha y la otra en mi boca. En cierto momento se acoplaron de tal manera, una entrando, la otra saliendo, que me daba la sensación que una gran y enorme pija me atravesaba de un extremo a otro, entrando por la concha y saliendo por la boca, y viceversa. Lamentablemente no pude disfrutar por mucho más tiempo esa gloriosa sensación ya que Tonga empezó a bufar y cuando me sentía a punto casi de tener otro orgasmo, me acribilló los ovarios con una violenta y precipitada descarga láctea. Se quiso quedar un rato ahí, abrochado a mí, pero yo estaba con mi propio polvo pulsándome en las entrañas, por lo que me levanté enseguida y haciendo que Leo se sentara en la reposera, me le senté encima, las piernas abiertas a ambos lados de su cuerpo. Estaba tan dilatada, con la concha abierta de tanto coger, que la pija me atravesó limpiamente hasta lo más profundo, sin permitirme sentir ni siquiera un roce. Recién cuando me acomodé encima suyo, tipo amazona, pude disfrutar ese calor, esa dureza, por las que ya siento una adicción irresistible. Esta vez fui yo la que se movió, arriba y abajo, hacia los costados, aplastándole los huevos con el peso de mi cuerpo. Me la ensartaba hasta lo más hondo, hasta donde me llegara, me la devoraba hasta los pelos, hasta esa todavía incipiente mata de pendejos gruesos y erizados. Subía, bajaba, subía, bajaba, le agarraba las manos y las ponía en mis pechos llenos, para que me los apretara, pellizcara, lastimara, lo que sea que quisiera mientras yo no cedía ni un ápice mi cabalgata, deslizándome sin pausa ni descanso sobre esa poronga aun adolescente que sin embargo trabajaba como la de todo un hombre. Cuando mi polvo al fin estalló, me quede bien clavada a él y arqueando la espalda, la cabeza hacia arriba, los ojos mirando al cielo nocturno, liberé toda esa pasión contenida en la forma de estruendosos y agónicos suspiros. No me contuve, grité con todas mis fuerzas, lanzando en la madrugada de San Justo verdaderos alaridos de placer. Casi enseguida, Leo acabó también, ¡por tercera vez!, mezclándose en mi interior no solo con mi propio y abundante flujo vaginal, sino también con la reciente acabada de su compañero de garche.
-¡Dios...que polvos nos echamos, chicos!- exclamé jubilosa y aliviada.
Ya no me importaba el calor, ni los cortes de luz, ni la inflación ni el cepo cambiario que seguiría posponiendo una vez más nuestras ansiadas vacaciones en alguna playa brasilera. Nada de eso me importaba, me sentía tan bien cogida, tan complacida, tan llena de leche que el Mundo se podría haber acabado en ese mismo instante y yo chocha de la vida. Había tenido mi primer trío, mi primera "menage a trois", y si bien soy una ferviente practicante del mano a mano en lo que a sexo se refiere, después de haberlo experimentado, considero que no está mal como para variar de vez en cuando.
Luego de aquella sobredosis de orgasmos que tuvimos, y ya repuestos, nos metimos a la pileta, los tres desnudos, claro, para separarnos poco después con la consabida promesa de que lo que habíamos vivido jamás saldría a la luz, permaneciendo solo en nuestros recuerdos, entre los más gratos por supuesto. Agarré mi montoncito de ropa, las llaves, arreglamos el desbarajuste que habíamos hecho y nos despedimos, yo salí por la puerta, y ellos por el muro, tal como habían entrado. Volví a casa y me quede en el patio, ya comenzaba a amanecer, así que no tenía sentido que me acostara de nuevo. Me preparé unos mates y me puse a repasar mentalmente esas horas anteriores, entonces me golpeé la frente con la palma de la mano cuando me di cuenta que no había tenido una doble penetración, por la concha y por el culo tal como se estila en todo trío que se precie de tal. Quedara para la próxima, me dije. Como dato al "pepe" les cuento que durante el resto del día me seguía saliendo de la concha el semen de esos dos aguerridos y complacientes jovencitos, con quienes, sin quererlo ni esperarlo, había celebrado el año nuevo… y no con champagne, sino con leche...mucha, mucha leche.

33 comentarios - Año Nuevo (final)

Belenyuriel
Hermoso como todos tus relatos que no nos perdimos ninguno, van punitos.
maritainfiel
Gracias... Beso
marcossmash
Nooooooo!!!! Te faltó la DP!!! Eso es un crimen imperdonable 😛
maritainfiel +1
Jaja... lo mismo me dije, pero como puse... quedo para la proxima... Besos
LobomaggoT
Que lindo mari, ¡QUE LINDO! me encanta leerte y me encanta calentarme imaginandote en esos momentos que pasas, ¡me calentas mas que el sol a l mediodia en pleno microcentro! jajajaja
gus_Eduardo
Yo estaba esperando la dp.. pero igual hiciste que se me parara la pija de nuevo como todos relatos mari va otra paja pensando en vos putita. Van todos mis puntos.
PD: en tu proximo relato pone fotitos nuevas asi te acabo en las tetas bb. Jaja
marcossmash +1
Dónde están las mujeres como vos y que le gusten los jóvenes acá donde vivo?
arerbacsa
estas perdonada con la DP, que buen relato, muy caliente como nos tenes acostumbrado.
Felicitaciones
sleepmaster
¡¡¡No puede ser que cada relato tuyo sea mejor que el anterior!!!
cojeman
me encanto. van puntos
ariel_d_mente
Ya kiero leer otro relato tuyo asi me pajeo maritaa t dejo puntitos puta hermosa!!
roman200511
No me contuve, grité con todas mis fuerzas, lanzando en la madrugada de San Justo verdaderos alaridos de placer. Estos es Genial... sos lo mas, Gracias por el relato, donde ahora esta el shoping y antes era la textil oeste, gritaron varias mujeres....jajaja. Besos
Tiroloco63
Impecable cm siempre, gracias
porsiempreyo
Buenisimo, un gusto haber podido leer tu relato, van puntos nuevamente y a favoritos!!
ludaza
Sos como un buen vino, con el transcurso del tiempo se vuelven mejor, cada relato tuyo es un fiel reflejo de tu crecimiento como escritora, al igual que cada polvo que venis disfrutando y tan bien nos trasmitis, felicitaciones van puntos como siempre, y si ....... NOS DEBES 2 COSAS:
EL DP! en primer lugar ......
Y por ultimo el relato con el repartidor en tus épocas del kiosco!
sleepmaster
Leí este relato hace unas horas... mi señora te agradece el mega polvazo que se comió con la calentura que me provocaste... seguí adelante con tu tremenda putez y tus relatos calentadores de bocho!!. Van mis tres puntos de hoy.
cai666curly
Cada vez son mejores tus relatos y me recontra caliento
Oktubre_71
Muy bueno, te mereces todos mis puntos
Feddus
Muy buen relato... Me quedé esperando la DP!!! Van pts.
EL_PROFE25
Excelente como siempre!!
Muuuy caliente!!
A mi me encanto!
Gracias por compartir
Gnomo84
Excelente relato Marita! Increíble el empeño que le pones para trasladarnos a esa pileta con vos. Estoy seguro que rememorar las experiencias te debe dejar un tanto caliente jaja
Ahora que debutaste en tríos sospecho que se vienen muchos más!! Tus lectores felices!!
Bento52
Marita: felicitaciones !!, buenísimo el relato. Impresionante la destreza que tenes relatando que seguramente te da tanto placer como cogiendo. Slds
albert8777
cada relato nuevo es mejor que el anterior ! me dejaste on fire! besos!!!!
KALEL_26
putita reventadaaaaaaa !!!!! me encantasssss! hacete cojerporvariosssssssssss, te dejo unos puntos!
FRANCO_HOT_20
Me encantó el relato, me duele la pija de lo dura que me la ponés. Pero si querés un buen trío deberías pasar por la casa del Cholo, seguro tiene algun amigo para que te enfiesten entre los dos.
SamaelLamperouge
¿Que decir ante este relato?

Muuucho tiempo hacìa que lo esperaba JAjajaja!

Espero puedas deleitarnos pronto con una doble penetracio, aunque el 5 es mi numero favorito ;)
juanpuedes
buena historia...cada vez mejor y mas creativa....excelenteeeeeeeeeeeee!!!
Yeyocaro
Mari, van mis 3 puntos de hoy para vos, putaza! Geniaa!
zabala05
Excelente el relto!!! Me encanto!!!
seti23
Muy bueno, te felicito!!!
garrote2373
👏 👏 👏 👏 Por momentos sentí que era uno de los pendejos que te sacudían con el frenesí de todo adolescente. Mamasaaaaaa!!!!!!!