Como convertir un tedioso viaje en una caliente aventura.

Tenia que ir hasta La Plata a hacer tramites... no hay cosa que me ponga mas de mal humor que esa.
Son mas o menos ochenta kilómetros, si me voy de paseo te hago mil, pero para hacer tediosos tramites me daba mucho fastidio, y encima tener que ir tan temprano....me tenia que levantar como a las 5 de la mañana!!!
La tarde anterior, en un rato libre en el trabajo, comienzo a buscar amigos en el chat y encontré conectada a Naty, una vieja amiga que hacia rato no veía y con la cual habíamos tenido varios encuentros sexuales tremendos, pura pasión, pero solo sexo, los dos sabíamos que ademas de la amistad y el sexo, nada mas podía haber entre nosotros.
Le conté del viaje a La Plata y me dijo que no tenia nada que hacer y que si quería con gusto me acompañaría. Me encanto la idea, acompañado seria distinto, hace mucho que no la veía y tenia muchas ganas de charlar con ella....bueno, si, no solo charlar, también me la quería coger pero iba a ser difícil, no me quedaría mucho tiempo ya que al mediodía tendría que estar acá por compromisos laborales, pero bueno, al menos verla, charlar y viajar acompañado.
Me levante muy temprano y salí, pase por su casa a la hora fijada. Salio de su casa medio dormida, con sus ojos claros y transparentes y su carita angelical y me desarmó.
Estaba linda como siempre, subió a mi camioneta y me dio un tierno beso en la mejilla.
Tomé Panamericana y charlamos de nuestras cosas, nos contamos nuestras vidas, como dos viejos amigos que hace rato no se ven.
General Paz, Lugones, el puerto, Autopista La Plata.
Todo normal, charla, un poco de música bajita... y aquí mis amigos viene algo que es de suma utilidad, mi camioneta tiene caja automática!!!!!
Para los que viven en Argentina, habrán visto el aviso del nabo ese que se compró un coche con caja automática y que como no sabia que hacer con la mano libre, le pintaba una boquita y la hacia cantar... bueno, si uno va con una hermosa chica la mano libre tiene muchísimas utilidades!!!!!
Naty estaba vestida con una camisa floreada de seda, muy suave al tacto, y un pantalón también suave y suelto, atado a la cintura con un lacito. (sabrán perdonar pero mis conocimientos sobre indumentaria femenina son escasos...pasando exclusivamente a aprender como quitárselas, jaja!!)
Con mi mano derecha libre, ya en la autopista, me dediqué a acariciar su pierna mientras hablábamos, cosa que noté que le gustaba
Ya habíamos pasado el peaje de Dock sud y charlando me comentó que en el apuro de salir rápido no había desayunado, diciendo esto puso mi mano sobre mi pija que ya estaba bastante dura por las caricias diciendo: -Y se que acá hay una buena ración de lechita lista para mi!!
Mi corazón iba a mil, me la quería mamar mientras íbamos en la ruta!! Nunca lo había hecho así. Mucho sexo en el auto si, pero nunca en movimiento y menos conduciendo yo!!!
La camioneta es alta, de los autos no nos verían y ya no me importaba nada.
Tiré un poquitito el asiento para atrás sin que me impida manejar bien para que ella pueda entrar cómoda , me tire a la mano lenta y ella se recostó, bajó mi cierre y liberó mi pija que ya estaba durisima.
Intenté meter mi mano por dentro de su pantalón y entonces ella se incorporó y me dijo que me la iba a facilitar. Aflojó el lazo de su pantalón y lo bajó junto a su bombacha hasta las rodillas!!!
Mi mano fue directa hacia su culo mientras ella se volvía a hacer cargo de mi pija...mmm cuanto hacia que no sentía su particular forma de lamerla! y mientras yo rondaba por el agujerito de su culo jugando en círculos a su alrededor y sacandole suspiros a cada vuelta.
Ella tenía mi cabeza entre sus labios y yo moría de placer, su lengua jugaba con mi cabeza y yo solo suspiraba.
De los coches no la podían ver. Corrí mi mano y pude llegar hasta su conchita...que mojada estaba!!, cuando llegué a su clítoris paró de lamermela y lanzó un grito de placer y estuvo así, jadeando y gritando hasta que acabó fuertemente, sus jugos bajaban por sus piernas y comenzaban a mojar el tapizado del asiento, pero no me importaba.
Ella bajó otra vez y se tragó mi verga hasta el fondo y así me la fue chupando, metiendola y sacándola de su boca, haciendo ruidito y jadeando por mis dedos que seguían en su mojadisima concha.
Estábamos en eso cuando me pasa un ómnibus de larga distancia... doble piso!!!
Miro para arriba y veo tres o cuatro pasajeros con los ojos desorbitados mirándonos....aceleré y los perdí. Pensando en que los autos no nos veían me olvidé de los altos ómnibus!!! debía tener cuidado de los camiones también.
Ya estábamos llegando al peaje de Hudson, le avisé y se incorporó. bajó su camisa para taparse sin subirse los pantalones y puso su cartera sobre su concha, yo acomodé mi pija como pude y pasamos el peaje sin inconvenientes.
Un poquito mas adelante seguimos con nuestra faena, ella lamía mi pija desde los huevos hasta la cabeza y luego se la tragaba, sabía bien que eso me volvía loco. Yo seguí con su conchita hasta sacarle unos cuantos orgasmos mas, sus fuertes gemidos me calentaban aun mas, saque mi mano empapada de su concha y volví a su culo y lubricado con sus propios jugos le metí dos dedos bien adentro, se que eso la vuelve loca y ella me retribuyo chupándomela y tragandosela hasta el fondo.
Le dije que estaba por recibir su premio y me tiré a la banquina por miedo a perder el control cuando acabara.
Puse las balizas y la dejé chupármela tranquila hasta que ya no aguanté mas y le largué toda mi leche caliente dentro de su boca.
Ella muy golosa se fue tragando toda mi lechita y me lamió la pija hasta dejarla bien limpita.
Le gusta besarme profundamente con los restos de mi leche en su boca y sabe bien que a mi eso me excita mucho.
Después de unos buenos besos seguimos viaje, ya no me importaban los tediosos trámites y hasta me pareció que los terminé rápido.
Volvimos enseguida, tenía pacientes a la tarde temprano y me daba bronca no poder tomarme la tarde para pasarla con Naty en un telo.
Ella eligió la música para el regreso y volvimos cantando felices como dos chicos.
La dejé en su casa y le agradecí la compañía.
En la despedida me sugirió que mi lengua le debía una larga faena entre sus piernas y que a ultima hora pasaría por mi consultorio por unos masajes y para cobrarse esa deuda.