La profesex

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Estaba en la facu mirando fijamente las ecuaciones de matemática que explicaba la profe ( 50 años aprox) más sexy de primer año que había visto hasta ese momento, cuando un color turquesa se asomó por encima del cinturón de su pantalón. Fue mínimo pero suficiente para hacer que mi imaginación se dispare hacia los más sucios pensamientos.
Durante el resto de la clase hice lo imposible para olvidarme lo que había visto, pero era imposible y mi imaginación superaba las explicaciones de los cálculos que se escuchaban cada vez más lejos, y se notaba en mi pantalón que mi bulto se hacía más prominente.
Terminando la clase le hago una pregunta que podría llegar a provocar que me quede después de clase, cosa que ocurrió.
Estábamos solos y ella no se había dado cuenta que se seguía viendo su pequeña ropa interior, hasta que se dio vuelta y se percató que mis ojos no estaban en el pizarrón.
Se sonrojó y me dijo que se tenía que ir, a lo que le respondí con una sonrisa cómplice que necesitaba entender la teoría para aprobar el examen que se acercaba. Se acomodó su ropa y siguió explicando, a lo que yo me acercaba cada vez un poco más.
En un momento de la explicación me encontraba tan cerca que sin querer mi mano rozó su muslo. Me percaté que no se había dado cuenta. Me acerqué un poco más, esta vez rocé su glúteo derecho, como se dice en el bondi, "la clásica mano boba". En ese momento la profe me mira y yo sin basilar le robé un beso a lo que ella se quedó sin reacción. Dos segundos después me acercó nuevamente y trato de besarla. Ella se corre y me dice: " que estás haciendo, está loco." "No estoy loco, solo respondo a mis impulsos. Disculpé si fui atrevido, pero la verdad que usted es muy atractiva y no pude evitarlo".
Noto que se pone nuevamente colorada y la agarro de la cintura fuertemente y le apoyo mi miembro duro a la altura de su monte de Venus, y le digo: " Se dará cuenta que no le estoy mintiendo". Los pómulos de ella irradiaban calor, tanto o más que mi bulto en ese momento.
La arrinconé contra el pizarrón y nuevamente la besé. En principio se resistió pero luego cedió a la calentura que yo tenía.
Cuando nos separamos le digo de ir a un hotel y ella accedió, pero luego de dar dos pasos me doy vuelta y mis ganas de arrancarle la ropa interior con los dientes me ganan. La tomo por la cintura y la siento sobre el escritorio con las piernas abiertas.
Entre besos y jadeo dice: …“ Nos van a agarrar y denunciar y vos vas a ser expulsado y a mí me van a echar “… “Quedate tranquila que a esta hora no viene nadie”.
Le saco la camisa negra que tenía puesta y pude ver como sus pechos prominentes eran aprisionados por su corpiño. Ella me toma de los pelos y me mete entre sus tetas y me las sacude en la cara. Con una mano le desabrocho el corpiño y le empiezo a chupar las tetas con vehemencia y locura.
Los jadeos de ella empezaron a ser más fuerte y mi pija estaba que explotaba.
“Dejame bajar del banco que te quiero chupar la pija pendejo”. La bajo del banco de un envión y ella sin esperar se agacha, me desabrocha el cinturón, me baja la bragueta del pantalón y me empieza a chupar la pija como si hace tiempo no tenía una. “Vení acá que quiero hacerme una turca con esas tetas bombón”.
Pongo mi falo bien duro entre sus tetas y las aprieto para comenzar a arremeter con fuerza. Mientras tanto ella se sacaba el pantalón y se tocaba su parte más íntima con sus dedos. La tomo de su cabeza y se la meto en la boca hasta el fondo hasta ver que sus ojos se le pongan vidriosos. La tomo de los brazos, la levanto y la pongo boca abajo sobre el escritorio y veo como su tanga se enterraba entre sus glúteos, haciendo que mí miembro se ponga a punto de explotar. Le corro la pequeña ropa interior y empiezo a saborear la miel que surgía de su entrepierna. Meto en su interior un dedo y con mi lengua empiezo a empujar su ano y sus jadeos eran cada vez más fuerte.
“Meteme la pija que no doy más, rompeme toda nene.” Me paré y respondí a su pedido. Mi miembro entró de apoco en su húmeda y caliente conchita. Una vez toda a dentro empiezo a moverme de apoco y su respiración era cada vez más rápida, hasta que pasados unos minutos y ya con un ritmo más que animal empieza a gritar de placer. Le tapo la boca y le digo al oído: “Si no querés que te echen putita no grites, o no te podés aguantar”… “MMHHMMMHHHHH” varias veces se escuchó mientras que la penetraba cada vez más fuerte y profundo, hasta que se le aflojaron las piernas y dejó de gritar.
Cambié a un ritmo más lento, con las dos manos abrí su cola y escupí en ese agujerito oscuro que se veía y empecé a acariciárselo mientras seguía dándole lento pero profundo. De apoco empecé a meterle el dedo en la colita y ella gemía de nuevo cada vez más y más fuerte. “Te gusta putita que te hagan la colita no; gritá perra, gritá!!!! Donde querés la leche mami!!!!” “Acabame donde quieras, pero acabame que no doy más”.
Le saqué el miembro la di vuelta y sola se agachó y me la empezó a mamar hasta que estallé de placer y mi jugo calló en su boca y sobre sus senos.
Nos empezamos a vestir y le dije: “Que gata que resultó ser profe!!!”. “Antes de profe soy mujer nene” me responde y se va del aula riéndose.

Saludos 😛 😛 😛 😛

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