La Reputación de Maria

El día, 15 de Noviembre de 2011, fue uno de los más alocados para mí. Era el cumpleaños número 42 de mi madre, que lo festejaba junto a sus amigas en una reunión a las 17 hs para tomar el té (a la noche saldrían a algún lugar) en la casa de mis padres. Mi padre se encontraba de viaje fuera de la ciudad por cuestiones de negocios y yo, para no molestar y viceversa, me ubique en el cuarto de mis padres dado que necesitaba un lugar en el cual no se escuchen los ruidos de las mujeres porque debía estudiar para unos exámenes. Así que me dirigí a la planta superior donde estaban las habitaciones de mis padres, la mía y un baño que dividía a las mismas. En el cuarto de un lado daba la parte del frente de la casa y por el otro “miraba” hacia el patio trasero donde estaban el quincho y la pileta.

Siempre tuve las fantasías de pegarle una buena cogida a una de las amigas de mi vieja, que de por si también esta para darle. Digamos que cuando todas se juntan en una fiesta u ocasión importante todas se visten bien perras (¿será que los maridos le dan mucho o poco?) porque siempre me caliento con alguna de ellas.
Dentro de este grupo existen dos antípodas; una es Viviana y la otra es Maria. Viviana es una mujer casada con tres hijos (a la espera del cuarto) gracias al gimnasio está bastante bien para sus 45 años. Vivi, como la llaman todas, siempre fue una loca de mierda que le encanta la poronga más que el dulce de leche. Aunque con el paso del tiempo me di cuenta que es la típica calienta pijas y nunca engaño al marido, son de esas mujeres que aparentan lo que no son.

Llegue a esa conclusión porque… en mi casa tenemos pileta (piscina) y siempre venia ella a tomar sol con mi madre… un día invite a un amigo para que hagamos lo mismo y de paso ver a terrible yegua… ella siempre lo “buscaba” a él con frases o chistes subidos de tono y de doble sentido… pero en una oportunidad él salió de la pileta (piscina) con la pija durísima de verla en bikini y ella al darse cuenta no lo registro más, pero nunca mas le dio ni el “hola”. Una histérica calienta pollas. Por eso digo, típica calienta pijas.
Bueno. Después esta Maria, una mujer de 35 años (parte del grupo gracias a su hermana) con un nene de 7 años. Maria es una puritana que tuvo un hijo porque esta puta sociedad te obliga a casarte y a tener hijos (casa y auto) sino sos una especie rara de individuo. Es fácil describir físicamente a las dos, Vivi se mata en el GYM para volver a tener la figura de los 25, que cuando si te agarraba te partía la chota en ocho pedazos (vi fotos suyas de cuando tenia 28 y todavía estaba como una pendeja, su hija de… años va prometiendo) es grandota, tiene tetas como melones y un culo de una de 45 y GYM (me entiendes?). Maria esta siempre vestida para ocultar las figuras de su cuerpo (Siempre usa trajes y polleras largas), digamos que es flaca, de cabello negro y ojos del mismo color que el cabello.

La idea del cumpleaños era hacer algo tranquilo dado que Maria no estaba de humor porque estaba en un momento de idas y vueltas con su marido que aparentemente le metía los cuernos. Cuando Vivi se entero de esta situación se dispuso a compartir su locura por la chota con sus amigas. “Que les parece si contratamos a un stripper para que le ponga onda a este funeral?” preguntó. Algunas de las mujeres atinaron a dar su consentimiento con la cabeza, otras no dijeron nada y mi madre como no quería ser menos que Vivi dijo que podía ser pero… “déjenme negociar con Matías y vuelvo con una decisión”. Matías es quien esta escribiendo esto, (osea el boludo que estudiaba mientras pasaba todo). Cuando mi madre se dirigió a su cuarto (donde me encontraba estudiando) me contó todo; que “va a ser algo tranqui, solo para levantarle el animo a Maria que esta depre, aparte no va a pasar nada, inclusive esta bueno que estés acá por si pasa algo que no queremos. Ok?” – “Dale, no hay drama. Pero avísame si necesitan algo, y ojo a quien llaman” – “Vivi se encarga de eso, en su despedida de soltera hicimos lo mismo y no fue nada de otro mundo” – “Que hija de pu” – “sh”.
A todo esto ya eran como las 19:30 y con el consentimiento de mi madre y el mío la fiesta recatada comenzaba a tornarse más interesante.

A las 21:30 veo por la ventana del cuarto que van llegando dos hombres disfrazados de policías. Eran grandotes y musculosos. No pasaron ni dos minutos y las mujeres comenzaron a gritar desaforadas, era un hervidero de conchas. A eso de las 22:30 se fueron para el quincho que estaba alejado para reducir el ruido dentro de la casa.
En eso me di cuenta que no veía a Maria entre las mujeres, tampoco estaba uno de los “policías”. Baje por las escaleras hasta la cocina para atravesarla y ver que ocurría en el salón principal. Hay estaban los dos, Maria y el “musculoso suertudo”. Ella estaba con una camisa blanca desprendida hasta sus tetas y con la pollera como sabana tirada en el piso (aparentaba estar desnuda abajo). El en sunga, y con la pija muy dura frotándola contra su vagina, sobre uno de los sillones (Vivi le había regalado -“pagado”- una sesión privada a Maria). Al final me di cuenta que Maria si tenía puesta una bombacha. La situación era muy rara, porque se la veía a ella entre disfrutando por el roce entre partes calientes y resistiéndose a pasar los limites de su conservadurismo (era un rómpeme toda pero que nadie se entere). Como todos sabían lo que estaba pasando en el salón Maria decidió que no podía hacer algo que manchara su reputación. Así que hizo fuerzas para zafarse del “policía” y subió as escaleras por la sala para llegar al baño ubicado en el segundo piso. Yo me escabullí por las escaleras de la cocina para seguirla y ver que hacia.
Ya en el segundo piso descubro que Maria dejo la puerta abierta del baño (ni se percato de que yo estaba en la casa). Me acerco al baño y la veo. Se saco la ropa. Se estaba limpiando su concha que abundaba de sus jugos, estaba completamente mojada de tanta calentura que le había dado aquel grandote. Agarro un pedazo de papel higiénico y se limpio todo.

La verdad que no esperaba que este tan bien esta Maria con su físico. No era deportista ni tenia un cuerpo de estrella porno, pero estaba para hundirle los dientes en esa concha jugosa. Flaca, con tetas normales y colita chiquitita era como una amiga mía más. Pero el hecho que sea una amiga de mi madre me mataba del morbo. Y también me comencé a matar de la pajota que me estaba dando. En eso me voy para la habitación antes de que acabe en pleno pasillo y que alguien vea. Habrán pasado unos minutos (ya en la habitación) y a punto de lograr el orgasmo. ¿Quién abre a puerta? Mi Nona. No mentira. La mojigata de Maria. Así es que ella logra ser la primera y única espectadora de una de mis pajas más memorables.

Aparentemente había tomado un poco mas del champán que debía y estaba desorientada.

Al ver la situación no puede creer lo que pasaba. Y menos cuando ella comenzó a reír con una risa muy cínica y dijo (con voz de borracha) “hace meses que no me cogen y hoy dos pendejos hacen fila”… “haber nene? Mmm que pija cabezona que tenes! JA” “te gusta mi pija? Me estaba pajeando porque te vi en e baño” - “Ha. Si. Ese negro pijudo me dejo con la concha toda mojada. Ni mi marido logra eso” “Porque tu marido no te coje? Si estas muy bien” “Gracias. Pero el dice que no me muevo mucho. Sabes? Que se busque una puta y que no me rompa las bolas ese pelotudo. Yo, cojo bien cuando quiero y soy una puta de las mejores. Porque nadie sabe. Todos piensan que soy una monja y ni idea tienen”-“Y como sabes que sos la mejor” “Pendejo de mierda. Acóstate en la cama que vas a ver como te dejo”.

No dude dos segundos que ya estaba encima de la cama y ella encima de mí.
Primero comenzó a chuparme la pija de una manera fenomenal. Parecía que tenia rabia, estaba sumamente caliente. Me la succionaba hasta más no poder. Y se metía mi chota en la boca hasta que llegaba a su garganta. Que pete, que PETE! Después de unos diez minutos a puro pete se para en la cama y muy lentamente se pone en cuclillas para introducir mi pija en su vagina. Una vez que entro comenzó a moverse a un ritmo sostenido y rápido. De esta manera iba a acabar en un rato así que pasados unos minutos la tome de los brazos haciendo que caiga sobre la cama boca arriba. La tome de sus piernas, cosa que quede en posición de 90º con la espalda contra la cama. Allí comencé a bombear a más no poder, le di, le di para que tenga y guarde. Cuando ya me comenzaba a doler la pija del rose y a falta de lubricación la doy vuelta nuevamente (era fácil moverla por su delgadez) y la dejo de cuatro (estilo perrito). Lleno de saliva mi pija y comienzo de nuevo. Las primeras palabras de ella fueron, “Métemela en el culo pibe y acaba de una vez que me duele todo” “ahora vas a ver, puta”. “dale cógeme el culo, dale que me gusta por el orto. Mira como cojo, pelotudo (por el marido, creo)”. Hice caso a la orden y le entre por el culo ayudado con un poco de saliva. Bombeo, bombeo y ella me dice. “Dale pendejo que voy a acabar” “Toma putaaa. Siii. Ha. Haaa” “Si. Si. Dale. Si. MMM!!! HAAA!!!”

Luego de terrible cogedero nos rendimos los dos en la cama. Nos recostamos un rato y nos cambiamos. Ella volvió a la fiesta y yo a mis estudios.

De vez en cuando nos vemos, pero nadie hace nada ni dijo nada. Aquella noche me di cuenta que Maria era una incomparable PUTA, la mejor de todas, porque nadie sabia que lo era. Y su REPUTAción (lo más importante) quedaría como siempre.

BY MATI