La ex de mi amigo

Como ya les conté en la primer entrega, Liliana era la novia de mi mejor amigo de secundaria, por lo tanto intocable para mí, pero cuando la promoción se reunió, ellos ya no se veían; de hecho, ella estaba casada, pero en esa fiesta pasamos de cero entendimiento a programar un encuentro en Buenos Aires, donde ella vivía.
Claro que todavía ni imaginaba lo que ocurriría, pero al poco tiempo la llamé y nos encontramos en un bar de Puerto Madero. Un café e historias breves y mínimas porque yo debía retornar y ella tenía un compromiso: el cumpleaños de su marido, esa noche.
A la semana vuelvo a comunicarme diciéndole que me hubiera gustado estar mucho mas tiempo con ella, que había estado muy a gusto y que estaría bueno que ese encuentro fuera mas privado. Entendió perfectamente porque luego de dudar un momento me dijo: ok, a mi tambien me parece una buena idea. Corté.
A los cinco minutos vuelvo a llamarla y le dije: sabés lo que te estoy proponiendo no? Claro! y estoy ansiosa de poder encontrarme contigo me respondió. Entonces ya sin ninguna duda le dije que reservara una habitación del Holliday Inn en Avda. Alem para dentro de 15 días, a mi nombre. Accedió gustosa.
El día fijado llegué a Capital y la llamé a su celular. A la par fui a tomar la habitación del hotel: amplia, vista al río, cama king size, excelente!
Un par de horas despues, tipo 10 de la mañana, bajé a buscarla a la amplia recepción del hotel. Llegó hermosa como siempre, su carita encendida, seguramente pensando en lo que vendría; su jean casi como una segunda piel sobre ese culo extraordinario que a toda costa quería fuera mío; una camisa que dejaba traslucir un corpiño de encaje sobre las tetitas no muy grandes pero apetitosas. La tez blanca marfil, las pequitas todo se enmarcaba en lo que para mí era un instante de mucho erotismo. Apenas subió al ascensor, que por suerte estaba vacío, me abalancé sobre ella en un beso largamente esperado, apasionado y salvaje que respondío con la misma urgencia.
Entramos en la habitación tirando su cartera la costado, la carpeta de profe voló para otro y la levanté entre mis brazos sin dejar de besarla, mientras mis manos recorrían por primera vez esa geografía inexplorada que pronto conocería en detalle...
Solamente atinaba a emitir pequeños gemidos, pero no perdió tiempo y fue desabrochando mi camisa... En un instante también bajó sus manos para tomar por encima de mi pantalón, mi verga que estaba encendida como nunca y me dijo la frase que se convirtió en la cabecera de nuestra relación: " lo primero es lo primero " que significaba: cogeme nene!!!
Así que apenas tuvimos tiempo de sacarnos toda la ropa casi sin prolegómenos la monté... con la urgencia de lo nuevo, con el placer de lo desconocido, con la calentura atrasada de años sin saber que nos deseabamos, la penetré a fondo de una sola estocada... la concha estaba tan lubricada que fue como entrar en una gelatina caliente: se amoldó a mi verga al instante y me topeteaba con su pubis tratando de que le entrara hasta el fondo de lo profundo... No se cuanto duré, pero ella tuvo su primer orgasmo a la cuarta o quinta arremetida... Me contuve un poco hasta que volvió a gemir como una perra y no pude mas que derramarme totalmente dentro de su conchita deliciosa...
Vencidos por el placer y el deseo quedamos quietos durante un rato, sin decirnos nada, hasta que dándome vueltas sobre mi espalda nos separamos y nos dijimos alguna palabra de circunstancia. Yo estaba volando: pensando en el tiempo perdido y en la necesidad de recuperarlo. Creo que ella estaba en lo mismo. Pero de a poco comenzamos nuevamente a tocarnos, franelearnos, mimarnos... sus manos expertas comenzaron a pajearme lentamente y mis dedos a tocar su clítoris ardiente..., su concha derramaba mi leche lentamente.
Sin pensarlo bajé hasta esa cajeta que me calentaba tanto, apenas delineada por un hilo de pendejos finamente arreglados..., se la comencé a chupar mientras mis dedos seguían tocando y metiéndose lentamente en la raja hirviente. Liliana se acomodó para un 69 así que quedamos ambos haciéndonos un oral maravilloso. Sentía como mi verga chocaba contra su garganta, pero a la vez sentía que ella chupaba, mordiqueaba y me ponía nuevamente en condiciones de un nuevo polvo.
Esta vez la puse en cuatro, con la cabeza apoyada y el culo en pompa arqueado diréctamente hacia mi poronga.
La ensarté nuevamente mientras le cacheteaba los cachetes de ese portentoso culo, luego la tomé de los pelos y la cabalqué furiosamente. Mi verga entraba y salía haciendo un ruido de chapoteo que aún recuerdo.
a poco de andar, tambien comencé a jugar con la entrada del orto... un dedido que acariciaba la entrada mientras con mi otra mano le tomaba la suya y la incitaba a que se pajee la concha mietras la penetraba. No paraba de quejarse y yo de decirle putitaaa, que buena que estas..., mirá si supiera Ivan lo que te estoy haciendo (Ivan era mi viejo amigo, su ex novio)..., ella me decía que siempre fantaseaba con que yo me la cogiera mientras Ivan nos miraba. Eso me puso mas que a mil..., a ella tambien y acabó ruidosamente! yo la seguí cogiendo hasta que le dije que me venía... quiero tu lechita me dijo..., la saqué apenas con tiempo como para llegar hasta su dulce boquita que me la mamó hasta dejarme seco y con la poronga reluciente!
A esta altura, era el mediodía y pedí algo de comer.. reponer fuerzas para encarar la tarde, que luego les relataré...

2 comentarios - La ex de mi amigo

kramalo
muuuuy bueno...!!