Majo, mi cuñada

Hola como les va… pasó mucho tiempo desde mi último relato, no??? Pero aquí estoy devuelta a las andadas…
A continuación detallaré lo que ocurrió este verano cuando cierta circunstancia trajo ante mi esta inolvidable locura.
Todo comenzó cuando mi cuñada tuvo que venir a vivir a mi casa por problemas de dinero, trabajo y relación con el resto de la familia. María José es su nombre y es bastante joven y hasta diría, que tiene (o mas bien, tenia), un grado inusual de inocencia, para sus 22 añitos.
Al principio no le preste mas atención que la habitual, pero con el pasar de las semanas no pude evitar empezar a verla, ya con oscuras intenciones. Como teníamos previsto, salimos de vacaciones con Majo incluida (serian menos días, pero no íbamos a dejar sola a la chica). Llegamos a destino y comenzamos a organizarnos; cuando fuimos a la playa, mi esposa me comentó que Majo no tenia malla, así que tuvimos que rajar al pueblo, luego de recorrer varios lugares, se decidieron a comprar algo. Ustedes sabrán como es esto, no importa que recién hubiéramos llegado, mi esposa y mi hija ya estaban viendo que comprar de “recuerdo”, y como no podía ser de otra manera yo me quede esperando solo… En ese momento, Majo se asoma desde un vestidor.
- ¿y mi hermana?- preguntó.
- anda eligiendo algunas cosas adelante, ¿por qué?
- Es que quiero su opinión de cómo me queda… - respondió
- A ver, mostrame que yo te digo… - le dije.
La puta madre que los pario…!!! Que buenas tetas tiene esta mina… Esa bikini le quedaba pintada…
- te queda bien – comente, tratando de no quedar como un baboso
Le pegunté cuanto salía, y me respondió que valía 240 mangos (Por Dios, que caro es andar semi en bolas, ja ja ja). Casi sin pensarlo, mas por impulso que otra cosa, le dije sonriendo…
- llévatela, pero te va a costar caro
Ella, con cierta complicidad, también sonrió para luego perderse tras la cortina.
Se podría decir, que el primer acercamiento se había producido, o al menos ese era mi objetivo, porque al salir del vestidor con el bikini en mano, fue ella quien aun delante de mi mujer (su hermana), rozó sus pechos en mi brazo, haciéndome sentir sus duros y erectos pezones, que provocaron calor en mi entrepierna y escalofrío en el resto del cuerpo.
Majo, es muy distinta a lo que es mi mujer. Ella tiene, como ya dije, un par de pechos sublimes, muy lindo cuerpo, cuidado, firme, joven..., con piernas largas y bien torneadas pero con poca cola, (cosa que su hermana tiene y hace la diferencia). Su piel es un tono más oscuro que el resto de la familia y sus ojos negros “perturban”, si se lo propone.
En síntesis, mí cuñada esta muy buena.
Luego del episodio del vestidor, todo transcurrió de manera normal; días de playa disfrutando del mar y mirando culos, tetas y demases…, sin dejar de tirar líneas a Majo muy de vez en cuando. Realmente no sabía como iría a reaccionar, así que quería ir con pie firme y seguro.
Una mañana estando en la playa, voy a la casa a buscar plata y a Majo que se había quedado durmiendo, para ir a almorzar. Al entrar, noto que todo seguía igual, voy hasta el cuarto y la veo acostada, al acercarme para despertarla, percibo que debajo de la remera que usaba para dormir no llevaba nada puesto… Su vello púbico asomaba entre la remera y parte de la sabana. Era todo un lindo espectáculo… No me aguante y roce con mi mano su vulva para luego apoyarla en su vientre y presionar para que se despertase. Podría haber hecho cualquier otra cosa, pero, para que perder la oportunidad de "tocar algo".
Abrió los ojos y sin sorprenderse o decir nada se estiró, destapándose aun mas sin prurito alguno, mostrando toda su entrepierna. Yo quedé paralizado, helado, embobado…
Mi erección casi espontanea fue tan notoria que Majo al verla, expreso…
- Esa, cuña… estas calentito???... por que estas así? - preguntó burlonamente.
- vos me pones así, hija de puta... - dije - desde que llegamos me tenes con la pija al mango...
- estaría bueno que saldaras tu deuda... sino alguna cagada me voy a mandar. - agregue
- Dame tiempo - dijo, tratando de calmar un poco la situación - yo también quiero pero nos tenemos que cuidar, para que no nos pesquen - culminó
Se paro y se acerco a mí. Apenas la tuve a tiro, la abrace y comencé a besarla desaforadamente, acariciando torpemente todo su cuerpo... Me frenó en seco, recordándome que teníamos que ir a comer y que nos estaban esperando. Putié creo que hasta en arameo, pero tenia razón..., y gracias a dios que le di algo de bola, porque a los cinco minutos, cayó mi hija y mi mujer a buscarnos... (Providencialmente ese día zafé).
A partir de ese día tratamos individualmente de no ponernos en evidencia, teniendo en cuenta el gran tiempo que compartíamos todos juntos.
Pasaron las vacaciones y volvimos a casa. La distancia no había solucionado nada la situación de Majo con el resto de la familia, así que seguiría viviendo en casa "hasta nuevo aviso".
Los "tiroteos" continuaban cuando podíamos, pero con extremo cuidado y mucho miedo de ser descubiertos, no es cosa que por una calentura terminemos ambos en la calle con una patada en el culo...
Una tarde en mí trabajo, comencé a hacerme el bocho, como seria echarme un lindo polvo con mi cuñadita...
Ya estaba bastante caliente; de solo verla a veces se me ponía como garrote... así que había que pensar algo para poder concretar mi deseo.
Llegué a casa y Majo miraba televisión en la cocina. Tenia puesto unas calzas azules y una musculosa blanca, que poco contenía a esos divinos pechos, y para colmo, al no tener corpiño puesto, me apuntaban dos erectos pezones. Me saludó y me dijo que mi esposa había ido al súper...
- dijo que la esperés, que va a tardar un poco mas porque tiene que pasar por la peluquería después. - culminó
Si pensarlo dos veces, comprendí que esta era mi oportunidad, nuestra oportunidad… Pero como Majo era pendeja todavía, no podía dejar de pensar que estuviera histeriqueandome y que si me mandaba de una, por ahí me salía todo mal. Así que de manera más bien cauta, le dije si podíamos hablar?
- Si... que pasa?... me mandé alguna cagada? - pregunto preocupada.
- Noooo!!!! Para nada... solo quería decirte, que tengo ganas de cobrarme la deuda... que decís? - dije, con mi garganta seca y mi verga dura.
- no tengo ningún problema, porque yo también quiero pagarte desde hace rato...- me contestó, agregando - desde aquel día en la playa que estoy con ganas...
Y ahí nomas, empezamos, enseguida la abracé y besé frenéticamente, recorriendo con mi lengua toda su boca, llegando lo más profundo posible; ella me correspondía de igual modo.
Mis manos recorrían su espalda, su cola, su entrepierna caliente. Intenté meter la mano bajo la calza para llegar a tocar su velluda vulva..., en ese momento, quizás por miedo o por culpa, me dijo que estábamos yéndonos a la mierda..., que no era correcto lo que hacíamos.
- te acordaste tarde... Mira como me tenés - dije, agarrando su mano y llevándola hacia mi pija que ya tenía un muy buen tamaño.
Ella acaricio suavemente mi pene, apretándolo de vez en cuando, y empezó a abrirme la bragueta intentando sacarlo fuera del pantalón.
Cuando lo consiguió, lo tomo con su mano y empezó a pajearme con intensidad, mientas su lengua recorría mis labios.
Sin darme tiempo a nada, se agacho y llevándose mi pija a la boca comenzó a lamerla con tal devoción que yo volaba de placer.
La mamada que me dió, no era de una pendeja de 22 años, era de una profesional... (Como chupaba la pija esta mina, QUE LO PARIÓ!!!!).
Demás está decir, que acabe en su boca sin poder siquiera emitir gesto alguno. Intentó hacer que degustaba esa lechada, pero en realidad el desagrado fue tal que tuvo que evitar un par de arcadas. Con un poco de vergüenza y desenfado a la vez, comenzó a desparramar con sus manos sobre sus tetas todo lo que antes tenía en la boca.
Yo ya estaba embalado y con la pija todavía tiesa, así que, sin dejar de mirarla embobado, me senté en una silla y comencé a lamer y besar su vientre, mientras bajaba la calza y bombacha a la vez. La tomé de la cola y empecé a comerle la concha, que ya estaba por demás húmeda. De tanto en tanto, metía uno o dos dedos dentro de su vulva para provocarle espasmos y gemidos de placer. Y "tanto fue el cántaro a la fuente...", que al final término acabando mas rápido de lo que yo me imaginaba o pretendía.
Así como estaba la hice sentar arriba mío, separando sus labios para que ese calorcito húmedo cubriera mi pija. Muy lentamente comenzamos a movernos, solo rozando nuestros sexos. A los pocos minutos de tanto franeleo y roce, logré que toda mi verga se metiera dentro de su concha. Cuando la sintió adentro, empezó a cabalgarme con mayor énfasis. Me estaba enloqueciendo..., logro en poco tiempo, que acabara dentro de ella a pesar que unos minutos antes lo había hecho en su boquita. Majo continúo moviéndose un rato más hasta lograr ella el éxtasis.
Se dejo caer encima mío exhausta. Cuando ambos recobramos el aliento, ella me dijo que creía que por ese día ya teníamos bastante; pero me prometió que ésta no seria la única vez que lo haríamos, pero que ella me avisaría cuando y donde iríamos a coger más cómodos.
Pasaron varios días; yo ya había descartado cualquier posibilidad de un nuevo encuentro con Majo, ya que el trato cotidiano había cambiado mucho y a veces era bastante ríspido de su parte..., pero como siempre suelo equivocarme, está no era la excepción; Majo me llamó al trabajo:
- estoy dispuesta a cumplir lo que habíamos pactado - dijo, casi sentenciando.
- Así...???, yo pensé que ya lo habías descartado - dije en tono de burla.
- porque? - preguntó
- porque me trataste como el culo todos estos días... por eso - respondí
- ahhhh!!! Entonces salió bien el teatro... nadie va a sospechar - agrego con cierto orgullo de su logro.
- que hija de puta... como me la comí...??? - acoté
- bueno... mañana a la tarde, Carla (mi esposa), tiene reunión de padres en el colegio, y tiene para largo. Así que en ese horario tenemos tiempo, te parece bien?... ya tengo el lugar también - agregó.
- Dale.
La verdad que a pesar de mis años y andanzas, me puse nervioso esperando ese momento, y sobre todo, porque no solo la iba a seguir viendo en casa ese día, sino que además volvía el fantasma de que era mi cuñada.
El día en cuestión, desayuné como de costumbre, pero no almorcé porque nuestro encuentro sería a las tres de la tarde y yo quería estar en perfectas condiciones de rendimiento , teniendo en cuenta, que por mi condición de paciente cardiológico, no puedo hacer usufructo de la pastillita salvadora .(voy cagado en eso)
A las tres menos veinte, estaba saliendo del laburo para ir al lugar donde debía encontrarme con ella; no estaba... Espere tranquilamente unos minutos, hasta que la vi llegar caminando, vestida de manera muy sencilla, como para no llamar la atención. Subió al coche y emprendimos el recorrido hasta el lugar elegido por Majo.
Era un hotel alojamiento en las afueras de la ciudad.
Apenas si pudimos cerrar la puerta de la habitación, porque nos empezamos a besar apasionadamente. Tanta calentura reprimida estaba por hacer eclosión antes de tiempo. Entre besos y gemidos ella confesó que nunca había imaginado que aparte de una casa donde vivir sin problemas familiares y cómodamente, iba a conseguir un amante como yo, a pesar de mis años.
- yo tampoco me imagine que alguna vez te cogería..., pero acá estamos... y me encanta!!!- le respondí
Se apartó un poco y yo aproveche para encender la luz. Se sacó la campera para descubrir una blusa bien escotada, dejando asomar ese par de tetas enormes que tiene. Una ajustadísima calza negra hacia que su culito cobrara esplendor y sus bellas piernas remataran esa imagen.
Con un desborde de calentura, me abalance sobre ella para desnudarla, mientras también yo trataba de hacerlo. Se sacó la blusa, soltando esas dos hermosas tetas con sus pezones ya completamente duros.
Agarre su pechos, los bese, chupe y amase con lujuria, mientras ella se retorcía del placer, mordí sus pezones que se ponían cada vez mas rígidos. Mis manos tampoco perdían el tiempo y recorrían todo su cuerpo semidesnudo.
Majo advirtió que mi pija había tomado un estado, por demás interesante, así que, se volvió a alejar para terminar de desvestirse y permitir que yo admirara ese bello espectáculo que me ofrecía tan sumisamente. Y para ser sincero, lo disfrute con extrema satisfacción ya que en realidad hasta ese momento nunca la había visto completamente desnuda.
Vino hacia mi, la abracé muy fuerte sintiendo que sus tetas se clavaban en mi pecho mientras mi pene buscaba espacio entre sus piernas; me senté en una silla y rememorando lo ocurrido la primera vez, hice que se sentara arriba mío con sus piernas bien separadas y en esa posición, agarré sus pechos hermosos, mientras mi pija iba metiéndose hasta el fondo de su caliente y húmeda vulva.
Majo se movía muy sensualmente, lograba que mi miembro saliera por completo en un movimiento, para luego con otro movimiento incrustárselo entero dentro suyo; empezando a subir y bajar teniéndome bien adentro. Hice que girara y se volviera a sentar, esta vez dándome la espalda, quería ver como mi pija entraba y salía de esa conchita tan deseable. Su culito tampoco escapo a mis manos y dedos... con suavidad fui metiendo un dedo dentro de él, para lograr arrancarle su primer orgasmo. Gracias a ese "menester" pude abstraerme un buen rato y durar un poco más dentro suyo, pero fue muy grande la excitación que finalmente también yo llegué al clímax.
La verdad que para mí fue un polvo sensacional, pero yo quería más, al igual que Majo y su juventud (hay que hamacarse con un cuerpito de 22 años... NO ES JODA!!! ).
Así que, nos recostamos en la cama (aun virgen) a descansar un rato para recobrar fuerzas... Al cabo de un rato de silencio, besos y caricias, no lograba decidirme; quería que me la chupara, que me cabalgara, cogerla por el culo, que me hiciera lo que se le antojara, hacerle yo lo que se me ocurriera; lo quería todo..., pero como todo eso no podía ser, porque no me da el cuero, me decidí a darle por el culo...
Comencé a besarle los pechos y fui bajando por su vientre hasta detenerme en su cocha. Lamí cada milímetro de su vulva, mientras hilos de saliva y flujo humedecían su ano.
Aquellos esporádicos lengüetazos iníciales en su preciado agujerito, fueron convirtiéndose en una lamida de culo que le erizaba la piel, la hacia retorcer de placer y poner duro mi pene... muy de a poco, fui metiendo mis dedos en su culo, mientras su clítoris sufría los embates de mi lengua.
Otro espasmo de placer sacudió su cuerpo..., Majo giro su cuerpo y acostándose boca abajo, me ofreció ese ansiado tesoro. Poco a poco fui entrando en ese cofre hermoso, hasta que la tuvo toda adentro.
Dijo que le encantaba tener mi pija en su culo y que le diera mas fuerte...y así lo hice. Las embestidas fueron incrementándose...
- llename de leche el orto, hijo de puta - clamó
Y entre mas gemidos, insultos y gritos de ambos, acabamos al unísono. Tendidos en la cama, cansados, transpirados y agitados, dejamos que mi pene todavía dentro de Majo, fuera saliendo solo mientras se iba adormilando.
Estuvimos un rato mas besándonos en silencio... Nos bañamos juntos y nos retiramos del lugar sin hablar siquiera.
La dejé a cuadras de casa, y yo fui a comprar algo para hacer la cena en casa, y obvio, para hacer un poco de tiempo y no llegar juntos.
Así es como Majo pago su "deuda" y yo satisfice mis más oscuras y mal intencionadas pretensiones.
Desde esa vez hemos hecho un par de cosas más... pero lo dejare otra ocasión...


PD: por muchas cuestiones, MAJO y CARLA, son nombres ficticios

18 comentarios - Majo, mi cuñada

james_hadley1
Buenisimo relato, no tengo mas puntos, pero los merece
KaluraCD

muy buen relato, me recalentó 🙌
Morochoaltivo19
Maestrooo¡¡¡, que linda son las cuñas y que putas algunas
nanoliam
que bueno que te garchas a las dos hermanas!
eljoylamar +1
que buen relato.... yo vivo fantaseando con mi cuñada!!!!!
DGE1976 +1
Que lindo...quiero una cuñadita así...q me garche a full...gracias por la calentura q me agarré
ale_gria
Buena Onda, alta Cuña!!