Elisa, mi compañera de trabajo (final)

Las partes anteriores están en:

http://www.poringa.net/posts/relatos/2160213/Relato_-Elisa_-mi-companera-de-trabajo-_parte-1_.html#comid-62823

http://www.poringa.net/posts/relatos/2160698/Elisa_-mi-companera-de-trabajo-_parte-2_.html#comid-65074

http://www.poringa.net/posts/relatos/2160918/Elisa_-mi-companera-de-trabajo-_parte-3_.html


Y acá el final:

Pero primero haceme unos mimos, me hace falta que hagan como que me quieren, dijo ella
- Y bueh, me va a costar un poco, pero haré el sacrificio
- Que bobo sos, mientras decía esto se ponía de costado con su carita sobre mi pija, que en ese momento estaba reducida a su mínima expresión. Me acariciaba, jugaba con el vello de mi bajo vientre.
- Sabés una cosa? Por supuesto fantasee con muchos hombres, sobre todo este último tiempo, pero vos eras el que más aparecía. Y siempre pensé que un poco te gustaba
- Un poco? Ni te imaginás las pajas que fueron dedicadas a tu cola, a tu escote
- Que bruto!!!
- Y que? No te gusta un poquito que me haya pajeado pensando en vos?
- Je, sí, un poquito sí, pero más me gusta que los dos nos saquemos las ganas. Creí que no me dabas bola, te veía tan interesado en las pasantes, esas pendejitas que tienen todo duro
- Que? Se nota mucho?
- A todos se les cae la baba, pero yo se que te volteaste más de una
- Y sí, son lindas las guachas, pero fuera de joda no cambio un solo polvo con vos por tres con esas criaturas
- Y te tengo que creer?
- En serio. Sos terrible potra en la cama
- Que cama? Si hasta ahora fueron la silla y el escritorio? Yo en la cama me desato, me dijo burlona
- Ay Dios mío, no me quiero ni imaginar si hasta ahora estuviste atada. Mejor me voy, creo que dejé la plancha enchufada
- De acá no te escapás, mirá como te agarro, dijo desafiante mientras se metía otra vez mi poronga en la boca
- Que turra sos!! Mirá como me sobornás…
- Que? No te gusta? También puedo hacer otras cosas
- A ver…
- Te puedo lamer los huevitos, metérmelos suavemente en la boca
- Ajá, dije yo, mientras me demostraba como era eso
- O te puedo comer el culito
- Je, estás loca petisa, ni en pedo
- Que? Las pasantes nunca te lo comieron?
- Ni las pasantes ni nadie
- Te juego una apuesta, dame 5 minutos y vas a pedir por favor que siga a los gritos
- Claro, y no queres media hora?
- Dame 2 minutos, si cuando pasan los dos minutos me decís que no te gusta, ahí nomás se termina
- 2 minutos? Y si después me gusta y quiero experiencias más intensas ¿??
- Que bobo !! Y no te preocupes que yo voy a darte toda la intensidad que quieras. Me das los dos minutos?
La verdad es que las pocas que lo habían intentado habían sido esquivadas de inmediato, ni hablar de las que habían acercado un dedo. No alcanzaban los consejos de mi amigo Vito, que decía que era una sensación divina, a mí todavía no me había convencido
Pero bueno, este era un día raro, y aparentemente si no me gustaba solo iban a ser dos minutos.
Y arrancó, me hizo recostar en el sillón, me hizo levantar las piernas, no se de donde consiguió un almohadón, me lo puso en la cintura, y comenzó … primero, a besarme las nalgas, y de a poquito se fue acercando a su objetivo, unos roces con la lengua, unos besos, y de a poco los lengüetazos fueron mas prolongados y más profundos.
Pucha, tenía razón mi amigo Vito.
Cuando me di cuenta, a pesar de los dos violentos polvos que ya me había sacado la petisa, tenía la poronga como un mástil. Elisa aprovechó, se montó encima de mí nuevamente, y mientras comenzó con el sube y baja, me decía al oído:
- Ahora te voy a coger yo
- Y…? te gustó que te comiera el culito?
- Porque según el reloj de la pared fueron 7 minutos y medio, y como no dijiste nada yo seguí
Que bárbaro, no me había dado cuenta
- Y eso que no te masajee la próstata…
Iba a decirle nuevamente que estaba loca, pero en vista de los últimos acontecimientos, pensé, ma sí, que haga de mí lo que quiera, hasta ahora viene bien
Mientras subía y bajaba apretándome la verga con su conchita caliente y jugosa, me chupé el dedo mayor, bajé despacito mi mano por su espalda, le empecé a acariciar el agujerito de su culo, y despacito se lo fui metiendo todo hasta el fondo
- Eso llename todos los agujeros, cógeme toda
Estaba desatada esa mujer
Yo no podía más y acabé lo que debe haber sido una “muestra gratis” de leche, la petisa me había deshidratado a puro conchazo, y no paraba
- Te voy a comer la concha hasta que grites, le dije
Salió de encima mío, la recosté en el sillón y me puse entre sus piernas, y comencé a darle placer con mi boca, me acariciaba la cabeza, o me hacía fuerza hacia abajo mientras decía
- Sí, mi amor, así, así, seguí, no pares
- Ay que lengua tenés papito. Comele la conchita a la nena
- Cuanto hacía que no me la comían así
- Dale, así, así
Me apretó fuerte la cabeza y acabó con otro grito impresionante, era una gata en celo mi compañerita.

Bien amigos, ese día inolvidable terminó con el postre. Elisa gozaba todo, cuando empezamos con el anal, se le escapó un quejido, le dije te duele? Te la saco?
- Ni se te ocurra, y sí, me duele un poco, pero no está mal un poquito de dolor de vez en cuando, no?
- Esperá un poquito que se me relaje la colita, y después vas a poder cogerme muy duro el orto
Y así fue, mas duro le daba, más pedía. Que mujer increíble

Esto duró un par de años, encontrándonos una o dos veces por semana. Eran todos polvos increíbles, esa mujer no se cansaba, pedía más y más, y así además casi se aseguraba mi fidelidad absoluta, porque una tarde o noche con ella y no se me paraba tan fácil un par de días.
En un momento, a su marido lo dejó su amante, y además le ofrecieron un traslado. Elisa me dijo que le había pedido una oportunidad, y que ella todavía lo quería
Así que se fue a un pueblito pequeño. La veo muy poco. Las primeras veces que volvió, me llamaba un par de días antes y los reencuentros eran terrrrrrribles.
Una vez vino en verano porque los chicos se iban de vacaciones con unos primos. Yo había alquilado una casa quinta con pileta por todo el verano, y ese fin de semana estaba sólo. Así que nos dedicamos a los polvos acuáticos.
A medida que pasó el tiempo, yo me fui alejando, porque el resto del tiempo había que dedicarse al resto de las mujeres, no me fue fácil, Elisa era muy difícil de olvidar.
Y esta, amigos, fue la historia de mi primer encuentro con Elisa, mi compañerita de trabajo

3 comentarios - Elisa, mi compañera de trabajo (final)

disnastes
que gran historia campeón todas las partes del relato fueron de lo mejor +10
Lex_Luthor69 +1
increible historia, buenisima, y no está mal redactada
viejopolirrubro
Gracias por pasar y comentar, Master
Si te gustó éste, hay otro relato un poco más largo
luismiguelito78 +1
POST a FAVORITOSElisa, mi compañera de trabajo (final)

Tremenda historia amigo @viejopolirrubro!!! con semejante compañerita como no vas a tener motivaciones para ir a trabajar 🤤 🤤

porno+10 para VOS
viejopolirrubro +1
Sí, divina la petisa. Gracias por comentar amigazo