Mr. Owl - Noche de Antro

Mr. Owl - Noche de Antro


sexy




chica




NOCHE DE ANTRO
by Mr. Owl


Hola me llamo Itzel tengo 19 y esta es mi historia

Soy una chica normal, no suelo participar en las excentricidades de las que Julia (mi mejor amiga) suele estar. Ella es muy divertida y en las fiestas no duda en buscarse varios chicos para convivir con ellos. Por otra parte yo soy una chica bastante tranquila y tímida. Se preguntarán cómo llegamos a ser las mejores amigas que somos ahora, es fácil, somos vecinas desde que éramos muy pequeñas.

Julia siempre intenta llevarme a lugares que no frecuento, pero ella es una experta en bares, antros y otros sitios de entretenimiento.
Un buen día, llegaba del colegio y Julia ya me esperaba en mi casa, para llevarme a uno de esos lugares, yo me negaba a ir, pues esos lugares no son para mí. Después de tanta insistencia de su parte, accedí a acompañarla para conocer el porqué tanto gusto a asistir a estos lugares y así experimentar un poco.

Llegamos al “antro de moda” según ella, y entramos de inmediato, en cuanto el hombre que esta resguardando la puerta vio a Julia, nos dejo pasar saludándonos hasta de beso. El lugar estaba medio vacío, a pesar que la fila para ingresar era bastante larga. De inmediato 3 chicos se acercaron a Julia abrazándola y besándola como si no la hubieran visto en años, haciendo lo mismo conmigo.

Después de un rato de bailar con estos guapos chicos, nos sentamos en una de las mesas, Julia y los demás pidieron sus respectivos tragos. Yo no tomo, pero los demás insistieron en que yo también me “animara” Julia me pidió un Mojito, era la primera vez que tomaba así que estaba un poco nerviosa de mi reacción al alcohol.

Con solo un Mojito ya estaba un poco mareada pero a la vez sentía la necesidad de bailar con uno de los chicos. Mientras July platicaba con dos de los chicos, yo le pedí al otro que me sacara a bailar y no tardó nada en hacerlo.

El me preguntaba cosas y cosas acerca de mí, pero yo me sentía muy bien y hasta un poquito caliente. Raro en mí, pero en ese momento yo quería estar con alguien. Él seguía con sus preguntas, mientras yo veía como Julia se acercaba a nosotros. Ella le pidió al chico que me acompañaba que nos dejara a solas por un momento para que pudiéramos hablar sin interrupciones. Lo que July me quería decir era que ella estaba ansiosa pues se iba un rato a “jugar” con los dos chicos y si yo quería podía conseguirme a otros chicos para mí. Con la ayuda del alcohol en mi cuerpo le dije que sí, que me trajera a los hombres que quisiera.

Julia se veía bastante emocionada, pues según sus palabras, nunca había estado con dos hombres a la vez.


–Pues yo menos- fue lo que contesté.




Antes de conocer a los chicos que me tocaban, decidí ir a la barra para que me sirvieran otro mojito, pues era el único trago que conocía.

El chico y yo seguimos bailando después de la interrupción de July, esta vez él lucía un poco más callado, pero un poco más activo, pues mi cuerpo estaba siendo presa de sus inquietas manos, algo que para ese momento no me importaba y es por eso que se aprovechó.

De pronto llegó mi amiga con dos chicos bastante lindos y me dejo sola con ellos, incluyendo a mi pareja de baile, ahora eran 3 hombres alrededor de mí, mientras Julia se retiraba con sus dos chicos.

Todos comenzamos a bailar mientras no dejaban de ofrecerme tragos, que en su mayoría tomaba para saber a que sabían esas coloridas bebidas.
Los bailes cada vez se tornaban más calientes y mucho más pegados al cuerpo. Todo me daba vueltas y sentía muchas manos acariciando todo mi ser.

En un abrir y cerrar de ojos, estábamos en un rincón oscuro del lugar. Uno de los chicos me había quitado la ropa interior, el otro levantaba mi falda para manosear mis nalgas, el tercero me besaba intensamente metiendo su lengua y jugando con la mía, todo esto al ritmo de la música del antro y sorprendentemente nadie notaba este peculiar acto.

Sentía varias manos jugando con mis partes, varios dedos adentrándose en mi vagina, mis tetas se veían acorraladas por las manos dignas de un depravado sexual. Cada cierto tiempo los chicos cambiaban de posición y todos tenían oportunidad de jugar conmigo. Al principio me sentía violada, pues nunca había tenido la oportunidad de hacer algo como esto con ningún hombre en mi vida. Pero conforme pasaba el tiempo mi cuerpo cedía a sus caricias pervertidas.

Me obligaron a hincarme mientras ellos sacaban sus miembros, el más guapo de los tres chicos sacó un tremendo pedazo de carne, era la primera vez que veía un pene de esas dimensiones. Yo comencé a mamar ese gran miembro y aunque era primeriza en eso del sexo oral, parecía que lo hacía de forma correcta pues sus caras reflejaban el buen momento que pasaban. Tenía tres penes en mi cara golpeándome como si fuera una puta, todos intentaban meter su pene a mi boca, pero eso era imposible. Mientras esto ocurría me imaginaba la situación que Julia tendría, que seguramente sería parecida a la mía pero gozando mucho más que yo.

El tipo del pene grande me acomodo en una de las mesas abandonadas en aquel rincón desolado, dejando mis nalguitas al aire, los chicos comenzaron a darme unas buenas nalgadas que yo no disfrutaba en lo más mínimo pero a ellos les encantaba. Mi culito ardía por semejante castigo y mi boca ahora se veía ocupada por un pene. De pronto comencé a sentir en mi conchita la punta de un grueso miembro que intentaba taladrar en mi interior, la sensación era única pues mi primera vez había sido un tanto aburrida y rápida, pero en esta ocasión me estaba comiendo tres penes a la vez.

El pene entraba con bastante dificultad pues nada tan grueso había entrado en mi puchita, podía sentir toda su virilidad chocando con lo que parecía el tope de mi vagina, era tan grande que había llegado al fondo y no había más. La combinación de dolor y placer era la suficiente como para volverme loca, nunca me imagine que esto me gustara tanto y esa noche se presentaba la oportunidad de sacar la putita que llevaba dentro.

El vaivén se volvía un tanto más flojo, parecía que este chico iba a explotar dentro de mí, pero antes de hacerlo lo sacó abruptamente y se vino en mi espalda. Mi vagina punzaba y despedía muchos fluidos. El pene del otro chico seguía explorando mi garganta y sin aviso alguno expulso una gran cantidad de semen en mi boca, de inmediato me saqué el miembro de la boca y comencé a toser. Siempre imagine que el sabor del semen sería muy desagradable, pero este tenía un sabor peculiar. Yo trataba de incorporarme, pero a los chicos no se les bajaba la calentura y seguían manoseándome y chupándome las tetas, jugaban con mis pezones que son bastante sensibles. Pero de pronto todos dejaron de tocarme y se fueron de inmediato.

Yo estaba mareada, tirada en esa mesa. Me levanté con un poco de trabajo para apoyarme en la silla más cercana. Aunque estaba en muy mal estado trataba de acomodarme mi ropa. Cuando levanté la mirada Julia venía llorando hacía mí para decirnos que ya nos íbamos a casa.

Cuando ya estábamos fuera, Julia se soltó en llanto, tratándome de decir que no estaba preparada para hacerlo con varios chicos, pues se sentía violada y cuando vio sus penes sintió miedo y salió corriendo a buscarme.
Se disculpó conmigo pues no quería que me pasara nada. Y ya estando en eso me preguntó que si no me habían hecho nada, a lo que respondí que no, que los chicos se portaron muy bien conmigo. Dicho eso nos fuimos a casa sin que ella se enterara de lo sucedido.





FIN



Autor: Mr. Owl
Genero: No Consentido,Público
Porcentaje de Realismo: 50%



0 comentarios - Mr. Owl - Noche de Antro