Olga, la madre de mi mejor amigo (Episodio 6)

Hoy fui a visitar a mi novia Romina a su casa, la puerta estaba abierta y entré. Abajo no había nadie y en la planta de arriba se oían risas. Al subir mi sorpresa fue enorme al verla a ella y a su madre Olga vestidas con ropa infantil. Entre risas me explicaron que se habían puesto a ordenar los armarios y había encontrado la ropa que Romina usaba de pequeña, minifaldas y bombachitas diminutas, remeras ajustadísimas que marcaban los cuerpos de las dos putonas. La visión de las dos hembras con las carnes asomándoles por todos lados y los tacos de aguja que llevaban me volvió loco y no pude ni quise disimular una erección monumental.
Las dos yeguas saltaban sobre la cama y reían como putas en celo. Olga llevaba una pollerita amarilla diminuta que hacía que su orto exuberante quedara al descubierto con el tanga metido hasta el fondo, se había hecho coletas y maquillado con coloretes en los pómulos, arriba tenía puesto una musculosa que apretaba sus pechos y hacía que los pezones asomaran juntos y erectos por el escote. La putita de su hija llevaba el uniforme de jardín de infantes verde, que le dejaba ver todo su ojete, además de pantys blancos. En la cara se había pintado pecas negras y gordas. Estaban divinas las muy zorras.
Me tiré en la cama y desde abajo tenía una visión privilegiada.
-Profe! hoy no hicimos la tarea…- gritó Olga con voz de niña.
-No pudimos porque estuvimos muy ocupaditas… -aseguró Romina.
-Bueno, bueno… -dije en mi papel- tendré que darles un escarmiento…
-Ay Profe…! no sea malo con nosotras, mire que somos muy buenas- gritaba Olga mientras se metía el dedo índice en la boca.
-Sí Profe! haremos todo lo que nos pida…, pero no sea malo, mire que somos dos niñas buenas –reía Romina mientras actuaba con vos de nena putona.
-A ver… niñas! lo primero que voy a hacer es castigarlas un poco, porque se lo merecen, así que arrodíllense y pónganse en cuatro patas como unas perritas.
-Sí! eso es diver… -reían las yeguas.
Al ver esos ortos bronceados con los tangas metidos hasta el fondo, me desboqué y empecé a darles palmadas, primero suave pero luego cada vez más fuerte…
Gritaban como condenadas, y el culo se les iba poniendo cada vez más colorado, aunque lo movían en círculos como si les gustara…
Junté los dos ojetes y les hice a un lado el tanga. Con mi lengua empecé a lamerles el agujero a una y a otra alternadamente.
-Ay Profe…así como dos niñas malas….- jadeaba Olga.
-Mmmm Profe lindo, Usted es muy malote- suspiraba mi novia.
Estuve largo rato profundizando en esos agujeros sabrosos y rosados que cada vez iban dando más de sí, dilatándose como invitando a una embestida…
Al cabo de unos minutos estaban listos para llenarlos de verga, escupí mucho y la baba en sus ojetes hacía globitos…
Me ensalivé la poronga y se la metí primero a Olga, que gimió desesperada entre dolorida y loca de placer, Romina me miraba girando un poco el cuello pero sin mover su ano que esperaba ansioso su dosis de pija.
Alternadamente fui culeando a la madre y a la hija, mis dos alumnas preferidas. Bombeaba como loco y sus agujeros estaban agrandados y no ofrecían resistencia alguna a la matraca que les estaba propinando. Los huevos golpeaban en los culos provocando un ruido rítmico que hizo que empezaran a cantar una canción infantil:
-El payaaaso…. ah plim plimhhhaahhh!
Esa imagen me voló la cabeza…
-Se manchooohhh ahhh la narízzzz, y con un estornudoooh ahh hizo fuerte ahhhhchís…
Y no pude aguantar mucho más…
Con el estornudo del payaso Plim Plim les llené la cara de leche a las dos putas baratas que recibieron el néctar con las mandíbulas abiertas y las lenguas ansiosas. Se tragaron todo mientras se besaban y lamían la cara recíprocamente, calientes y sumisas hasta no dejar nada, nada…

(Continuará)

2 comentarios - Olga, la madre de mi mejor amigo (Episodio 6)

marcelotesauro
j aaaaaaaaaaaaaaaaaa muy bueno capo!!!! 🙂
me hiciste reir! u ngrande!
mu_a2
TREMENDO RELATO GRACIAS POR COMPARTIR 😉 😉 😉 😉
Olga, la madre de mi mejor amigo (Episodio 6) noviamilf