Viejas compañías

Viejas compañías
Hola, acá les entrego mi primer relato, espero que les guste y recuerden que comentar no cuesta nada.



Estaba en una fiesta/boliche con un par de amigos. Avanzaba la noche y no había mucho que hacer, la música era mala, un par de temporadas pasada de moda y demasiado alta. Me acerqué a la barra en un intento de hacer mi noche un poco más agradable cuando de repente me encuentro a mi ex-novia muy borracha con sus amigas.
Como me vieron con cara de sobrio y aburrido una se acercó y me dijo:
-¿No nos hacés el favor de tirarla por su casa? Mirala, pobre no da más.
La verdad es que tenía razón y cómo mis amigos no disfrutaban de la misma condición que yo (estaban un par de copas más adelantados) y la fiesta no pintaba que fuera a ser mucho más, decidí acceder. Nos tomamos un bondi hasta su casa y empecé a tirar charla para ocupar el tiempo. Chiste va chiste viene, sos una borracha, sos un sobrio cagón, terminamos hablando de nuestra relación.
- Me arrepiento de haberla terminado, no sabés como sufrí en la vida después de vos.
Me pareció que lo decía de borracha no más, pero fui galante y decidí no putearla: -Sabés que ya no me acuerdo de por qué terminamos...
Disculpa va disculpa viene, la cuestión es que para cuando llegamos a su casa ya nos estábamos tirando piropos y bastante abrazados (más allá de lo que la tenía que sostener que para esa altura ya no era tanto). Al llegar a su casa me esperaba otra sorpresa... Sus viejos estaban afuera con unos primos o algo así y ella me invita a pasar. Me inmediato me puse a pensar lo que podía suceder, pero me dije que yo no tenía tanta suerte, lo cual no evitó que me excitara como la puta madre.
Entramos y la deposité en una silla, mientras iba a preparar café. Cuando volví pude apreciar lo que en la oscuridad del local no. Llevaba puesto un vestidito rojo que apenas le sobrepasaba la cola, con un escote que a este punto mostraba un pedacito de un corpiño negro de encaje, medias de red y unos zapatos negros que se encontraban ya en el suelo tirados. Empezamos a hablar, ella ya se encontraba mejor cuando me preguntó cómo andaba mi vida amorosa. Le dije que no mucho, que andaba buscando presas en el mar, pero que no con mucha suerte. Me sonrió y me dijo que estaba cansada, que se iba a recostar. Cuando estaba agarrando mi campera pensando que quizás al día siguiente tenía un poco más de suerte se me acercó y me dijo:
- Pará que esta charla la seguimos en mi cuarto.- y me arrastró hacia allá.
Una vez acomodados en la cama simple que tenía, ella acostada yo sentado, pude ver que llevaba una bombachita que hacía juego con el corpiño y que no ocultaba mucho. Al ver lo que yo estaba mirando se acomodó el vestido y en el mismo movimiento me tiró la boca. A los dos segundos estaba tirado en sima de ella besándola como en otros tiempos. Me separó un poco para sacarme el buzo y seguimos. Durante los siguientes diez minutos estuvimos besándonos apasionadamente con ligeras pausas(ella me sacó la remera, yo le desabroché el vestido, ella me abrió el pantalón, yo le saqué el vestido, ella me sacó el pantalón). Cuando quedamos por fin en interiores ella bajó besándome el pecho y la panza hasta llegar a mi bóxer.
Allí se quedó un rato jugando con mi miembro bajo el calzoncillo hasta que se decidió y me lo quitó definitivamente. Empezó a besar suavemente la cabeza, deteniéndose repetidas veces en el frenillo y haciendo que no pudiera ver de la excitación. Luego se metió la cabeza en la boca y empezó a masturbarme con una mano, mientras con la otra se tocaba a si misma. Le dije que no podía hacer todo el trabajo ella sola y giró en la cama mistránome su bombachita en la cara. Bombachita que no estuvo mucho tiempo en su lugar, puesto que paso a formar parte del conjunto que estaba a los pies de la cama. Al sacarla note que estaba húmeda y al acercarme más a su vulva vi que no necesitaríamos lubricante. Empecé a chuparla lentamente, a penetrarla con la nariz, la lengua y los dedos, a masajear su clítoris húmedo, mientras ella, entre gemido y gemido, me chupaba la pija y me masturbaba, al mismo tiempo que se tocaba un pezón.
Acabamos casi al mismo tiempo, ella unos segundos antes, y se trago toda mi leche. Me dijo:
-¿Te aguantas otra?- y yo le dije que claro que sí, si con sólo verla se me ponía dura como un tronco. Nos desprendimos de la poca ropa que aún llevábamos puesta y me puso sobre la cama, dispuesta a cabalgarme… Empezó frotando su concha contra mi miembro, estimulándome de una manera que no recordaba. Después de un rato de ese disfrute sentí cómo me agarraba lentamente y empezaba lentamente a cabalgarme, primero la cabeza, luego hasta la mitad y por último toda la pija. Cada vez que la penetraba ella pegaba un grito y cada vez que la sacaba ella suspiraba. Empezó a contraer la cara con satisfacción y me di cuenta de que estaba por acabar, empezamos a ir cada vez más rápido y después de un par de minutos y sin dejar de coger pego un alarido y se mojo toda. En ese momento decidí que era hora de cambiar y nos pusimos estilo perrito, yo la penetraba por la concha mientras la agarraba de los pechos y ella se sostenía de la cabecera de la cama. Estuvimos así hasta que ella acabó otra vez y yo la seguí tras un par de cogidas más.
Ella se levantó de la cama y se fue para el baño. Yo estaba muy cansado ya como para prestar atención pero me di cuenta enseguida cuando abrió la ducha y me llamó a acompañarla. Una vez allí continuamos con los besos, hasta que me sugirió con un chirlo que quería un poco más de acción, esta vez por atrás. Se dio vuelta y yo empecé metiéndole un dedo, ya estaba toda lubricada abajo del agua, seguí con dos y no esperé a que pasaran tres que di rienda suelta al animal que tenia adentro y le di por el orto como nunca antes. Ella acabó tres veces mientras yo le daba por el culo y ella se tocaba y yo una. Le acabé adentro a su pedido y ya me quería ir cuando me agarró la nuca para seguir besándonos. Yo ya había terminado tres veces en dos horas y media y no creí que pudiera dar más, pero la muy puta sabía cómo excitarme y tras una buena sesión de mamadas y pajas se me puso dura de nuevo.
Ahí se puso copado de nuevo. Me hizo prometerle que si se la chupaba hasta que acabara dos veces ella me hacía una turca allí en la bañera. Yo estaba tan caliente con sólo ver sus tremendas tetas(calculo copa c al menos) que ni lo pensé y ella se arrodilló al momento y empezó a amasármela como nunca antes. Vos no la viste pero ella sí que sabía como manejar sus tetas combinando presi´n en el tronco con estimulación en las zonas más importantes. Acabé a los 20 minutos y me estaba por agachar cuando cerró la ducha y me dijo que quería hacerlo afuera.
Salimos al patio trasero y empecé a chuparle, primero los labios, después el clítoris y después empecé a penetrarla con la lengua: ella acabó en seguida las dos veces ya que tenia la zona re sensible y nos fuimos a su cuarto a dormir.
Como regalo de buenas noches me la chupó hasta que acabé de vuelta, casi cuatro horas después de la primera. Nos dormimos hasta tardey al día siguiente no dijimos nada. Me fui y no volvimos a vernos más. Pero qué noche…

5 comentarios - Viejas compañías

DDVERNY
Viejas compañías
no seas bolo!
anda a buscarla!
lindo relato,segui escribiendo!
Bebe23
😀 😀 😀 😀 😀
profezonasur
Generalmente los polvos con las ex son los mejores. Buena experiencia.