Mi primer Post en P!

Una noche de alcohol y derroche

Valentina era la hermana de un amigo mío, cuando la conocí ella solo tenía 12 años, iba al mismo ciber que yo. Su rostro ya era hermoso entonces, tez blanca, ojos cafés, pelo castaño, nariz perfecta y su boca rosada hermosa. Pero todavía no desarrollaba su cuerpo.
Para cuando ella tenía 15 yo rondaba los 18 años. Valentina estaba realmente hermosa, un cuerpo increíble.
Una noche la encontré en la fiesta de un amigo de casualidad, estaba por irme con los amigos con los que había llegado a un boliche, invente una excusa lo suficientemente convincente como para que no insistieran al respecto.
Espere que se acercara a algún conocido en común para poder iniciar una conversación con ella. Nunca me atreví a hablarle hasta ese momento, me quede sentado con el dueño de casa un rato para ver si se acercaba, pero nada pasó. Si la montaña no venia hacia mi yo tenía que ir hacia la montaña, aunque deseara ir a su monte de Venus en ese preciso momento. Fui a buscarla y a fortuna mía estaba conversando con una ex compañera de secundario – Nancy – y aunque mi relación no era muy estrecha con ella, decidí interrumpirlas, para evitar el fastidio de la Vale lleve un par de cervezas para compartirlas.
Después de varios vasos más de alcohol Nancy se emborracho tanto que apenas podía pararse sola. Valentina me pidió que la lleváramos a su casa. En ese momento agradecí a Dios tener un buen hígado como para mantenerme plenamente cuerdo y, también, que Valentina estuviera lo suficientemente bien como para caminar. La lleve a rastras hasta su casa que quedaba a unas cuatro cuadras de ahí. Yo sabía que la casa de Valentina quedaba un par de cuadras más allá.
-¿No te hace frío con eso? - comenté, solo tenía una musculosa verde muy insinuante; completaba el conjunto con un pantalón blanco de vestir que quedaba marcado por las costuras de la tanga que llevaba abajo.
-Sí, bastante, la dejemos a ella y, ¿me acompañas a buscar una campera? – contestó ella.
-Bueno, dale vamos - le dije cuando en realidad yo estaba gritando un gol en la final del mundo por dentro.
Hablamos un poco más en un camino que no sentí. Llegamos a la casa de Nancy, y por fortuna el hermano, que era mi amigo, estaba saliendo de su casa. Le dejamos el “paquete” y nos fuimos a casa de Valentina.
Cuando entramos a su casa me advirtió que no había nadie y me dijo que la esperara en la cocina, también me dijo que saque lo que quiera de la heladera. Como estaba con el pico caliente saque una cerveza y me senté a esperarla. Ella no tardo nada, sacó otra cerveza para acompañarme, nos quedamos unos cinco minutos más y me sugirió que nos fuéramos a la fiesta.
-Tomemos un par de cervezas más ¿No te parece?
-No, vamos- protestó, se levantó y me agarro del brazo. Me levante pero me plante al segundo paso, estaba decidido a jugármela.
-¡Baja un cambio! Hay tantas cosas que podemos hacer nosotros dos, tenemos toda la casa para nosotros- Dije mientras la tomaba de la cintura.
Al comienzo ella me alejaba con sus brazos, pero cuando empecé a besarla la resistencia cesó. Continué besando su cuello y acariciando su espalda, de vez en cuando se convertía, cada caricia, en un pequeño rose a sus nalgas.
Al cabo de un par de minutos su campera estaba en el suelo. Fuimos besándonos apasionadamente hasta su habitación, y esta vez mi remera fue la que encontró el suelo. La puse de espaldas, mientras besaba su cuello y levantaba su remera me apoyaba en sus carnosas nalgas. Arroje su remera a quien sabe donde, y desnudaba sus senos con mis manos. Podía sentir su respiración agitada mientras metía mi mano por debajo de su pantalón y su tanga, y aunque no tocaba muy abajo, sus movimientos comenzaban a ser reflejos; me empujaba hacia atrás con su cola, mi pene estaba firme y seguramente Valentina se había dado cuenta de eso.
Desprendí su pantalón y su corpiño con una maestría que me asombraba hasta a mí. Dejó caer todo y de pronto estaba desnuda. Luego me tiró en la cama y me fue sacando el pantalón. Ya en bóxers ella me acariciaba el miembro mientras se tocaba, en cuclillas, Valentina, disfrutaba viendo mi pene cada vez mas duro.
La acosté en la cama y baje a su centro, acariciaba sus piernas mientras lubricaba su clítoris con mi saliva. Los dedos de mi mano derecha abrían los labios de su vagina mientras que los de la izquierda la penetraban. Sus gemidos se hacían pronunciados, se distinguía el goce en su rostro. Seguía jugando con su clítoris, lo excitaba con la lengua, y el ritmo de mis dedos aumentaba paulatinamente.
El dulce aroma a humedad ya estaba saciando mis fosas nasales, me excitaban, me incitaban y yo no podía más. Me saque el bóxer a toda velocidad, Valentina abrazó con sus piernas mi cintura a la vez que mis manos sostenían las suyas. La penetre, al comienzo despacio, luego la velocidad aumentaba. Se mordía los labios, se agarraba fuertemente de la almohada o las sabanas, cerraba sus ojos; recuerdo cada una de las imágenes y me excito. Después de unos cuantos minutos el ruido de sus gritos de placer junto con el sonido que producían mis testículos al golpear su entrepierna se volvieron ensordecedores.
Estaba por acabar, me pare rápidamente sobre la cama mientras ella se arrodillaba frente a mí; sostenía su cabeza con mis dos manos mientras mi pene se introducía en su boca, un instante después acabé adentro de ella. No sabía que podía tener tanto adentro mío; su boca desbordaba mi semen y ella recién salía de la sorpresa, porque era casi una violación lo que le había hecho a su boca. De todas formas trago lo que tenía adentro y con los dedos se metió lo que se había desparramado por sus mejillas y su cuello, nuevamente en su boca.
El solo cuadro me excito tanto que la tire nuevamente en la cama y penetre su vagina otra vez. Toque sus tetas y manoteé su cola, luego ella se puso arriba excitaba por la acción; me cabalgaba como una experta, mientras yo apretujaba sus nalgas y acompaña su magnifico movimiento.
De repente escuche la puerta de calle abrirse y cerrarse con fuerza. Reconocí la voz del hermano, pude distinguir que tenia más de una copa encima. Pensé, por un momento, que Valentina se podía llegar a acobardar, pero nada de eso, ella montaba con más fuerza y gemía más fuerte aun. Intente sacarla de arriba mío, pero ella no quería, el forcejeo la excitaba
-Dale, papi, dale, vos seguí- gritaba ella, su cabalgata era infernal.
Podía escuchar los pasos de su hermano acercarse y hace altura yo también estaba me había excitado mucho. Agarraba sus nalgas y las abría buscando su ano con un dedo. En ese momento ella explotó tanto en un grito como en humedad, sentía su vagina cargada tanto por mi segunda descarga como por sus líquidos vaginales.
Desde ese momento sabía que estaba asegurada la reincidencia.
De pronto su hermano entró…




Gracias por leer, este es mi primer post en P! y espero que les guste amigos Poringueros.
Y si no bienvenidos los comentarios.

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5 comentarios - Mi primer Post en P!

Lagarto_23

Buenisimo, viejo! me entretuvo bastante... tenes mucha gramatica para relatar.

Si te gustan los relatos y te calientan... te tiro una data importante que te va a enviciar.
Pone en el buscador de Poringa lo siguiente: Dra22 ...nada mas que eso.
Me lo vas a agradecer 😉

Un abrazo y...

Gracias por compartir.
Saludetes 🆒
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Mi primer Post en P!
ReneLeXXX
excelente relato capo, y bienvenido 😉
monica_lov
de pronto su hermano entro..y que paso??jajja me dejaste con la espina chicodelacalle espero leer mas de vos,pasate por los mios y decime que te parecen 😉 besos