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Poca tela y mucho morbo con Raquel en su coche

Mi follamiga Raquel, había venido a tomar algo con unas amigas al bar donde trabajo. Por suerte, cuando termine mi turno de trabajo, esta prefirió quedarse conmigo en lugar de irse con sus amigas de after. Raquel llevaba una camiseta negra algo corta, que dejaba entrever que llevaba un sujetador de aro, aunque no era ajustada, y una falda vaquera corta, algo ancha.
De camino a su coche, no pare de acariciar su culo cada vez que tenía ocasión. Cuando llegamos a él, estábamos calentitos y con ganas. Según cerramos las puertas, nos empezamos a besar y acaricie sus piernas, mientras ella lo hacia con mi paquete. Metí mi mano por su falda y acaricié su coño por encima del tanga. Acabé metiendo mi mano por su tanga y empecé a masturbarla. Raquel se puso cachondísima y me besaba mas apasionadamente. Mi otra mano acaricio sus pechitos, por encima de la camiseta, hasta que se metió por dentro de esta. Las acaricio por encima del sujetador de aro, que tenia encaje, y cuando noto los pezones duros, saque sus pechitos de él, para acariciarlos y pellizcarlos. Cuando sus flujos empaparon bien mis dedos, los saque de su coño y los metí en su boca, follándosela con ellos. Comencé despacio, para acabar metiéndolos y sacándolos a mayor velocidad y cada vez mas a fondo, hasta que la dio una arcada. Volví a meter mis dedos en su coño, masturbándola hasta que se corrió, mientras nos besábamos.
Saque mis empapados dedos de su coño y chupe sus jugos. La volví a besar y la dije que ya sabia donde ir antes de dejarme en casa. Raquel arranco y fuimos al descampado donde tan bien lo hemos pasado muchas veces. Volvimos a besarnos y mi mano volvió a entrar por su camiseta acariciando sus pechos, con el sujetador puesto. Ahora, Raquel saco mi polla del pantalón y me masturbo. Le quité la camiseta y comencé a morder sus pechitos, por encima del sujetador, que era negro. Saqué sus pechitos y los lamí y mordí, disfrutando de sus duros pezones.
Raquel se puso a gatas en su asiento y comenzó a comerse mi polla, que entraba maravillosamente en su enorme boca. Una de mis manos, acariciaba su cabeza. La otra subió su falda y acaricie su culo, viendo su tanga negro. De vez en cuando la daba algún azote. Mi mano acabo metiéndose entre sus piernas, para acariciar su coño tapado. Agarré su cabeza fuerte y empecé a llevar el ritmo de la mamada. Fui subiendo la velocidad para follarla duro esa bocaza. Raquel cada vez sufría más, pues además empujaba su cabeza fuerte, para meter bien dentro mi polla en su boca, haciéndola que no pudiera ni tragar su saliva, lo cual hacía que me estuviera babeando los huevos y la ingle. Raquel tuvo varias arcadas, pero no pare y seguí follando su bocaza. Mis dedos también subían la velocidad en su coño.
La di un condón y esta me lo puso con su boca. Se sentó sobre mí y se metió mi polla en el coño. Comenzamos a follar y yo pellizcaba sus pezones mientras la besaba, evitando que gritara del dolor. Cuando se los mordía, si que gritaba fuerte, pero en ningún momento me pedía parar. Una de mis manos seguía acariciando y pellizcando sus pechitos, mientras la otra mano subió a su cuello, agarrándola y ahogándola a ratos. Salimos del coche y la puse de pie mirando el coche, con sus manos apoyadas en él. Le quite la falda, dejándola con el tanga y el sujetador. Comencé a azotar fuerte su culo, hasta que se le notaba rojo. Con cada azote soltaba un fuerte gemido, de dolor, pero mezclado con placer. Aparte su tanga y la folle duro el culo. Apretaba su cara contra el cristal y la insultaba. La giré, la cogí en vilo y volvimos a follar, contra la puerta del coche. Nos besábamos y la comía los pechitos.
Cuando Raquel se corrió, me arrodillé y la comí el coño, disfrutando de sus jugos. Me levanté, levante una de sus piernas y volví a follarla, mientras nos besábamos. Abrí la puerta del coche e incline a Raquel, hasta que apoyo sus manos en el asiento. Volví a follarla el culo, mientras la azotaba. Raquel estaba cachondísima y no paraba de gemir y gritar que la diera mas fuerte, cosa que yo hacia encantado. En ambos glúteos se la marcaban ya mis manos, en lo rojo que se lo había dejado.
Iba a correrme y Raquel se arrodillo en el suelo. Me quite el condón y me masturbe, con mi glande apoyado en su enorme boca. No tarde mucho en correrme, saliendo un fuerte chorro de semen, directo a su garganta. Raquel intento tragar, pero la llego un segundo chorro y esto la provocó una arcada. El siguiente chorro, debido a esto, la mancho la cara. Cuando se repuso, Agarro mi polla y me hizo una deliciosa mamada, limpiando mi polla de semen. Raquel se puso la falda y entramos al coche. Antes de que se pusiera la camiseta, la comí los pechitos un poco más. Ella aprovecho para limpiarse el semen de la cara.
Se coloco bien el sujetador, se puso la camiseta y nos volvimos a besar, antes de que arrancara y me llevara a casa.

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