Esta historia transcurre más o menos dos años después de que yo me había mudado a la casilla con mi turrita mi suegra y todo este hermoso mundo villero y turro que hoy me rodea. La cosa es que en la villa se había generado un gran revuelo por un recital que se avecinaba de un famoso cantante de cumbia. Como el recital iba a ser acá en el partido de la matanza no había turrita que se lo quisiera perder. Todos querían ir como sea y como si eso no fuera poco como lo organizaba el estado o el municipio no me acuerdo bien era completamente gratis. La Jessi no iba a perderselo por nada del mundo. Incluso un par de semanas antes ya me había dicho: "yo le encajo la bendi a mi mamá y nos rebamos olvídate". Sin dudas eso es una de las cosas que más me calienta de mi turra que sobre todo en esa época llenaba el Facebook con fotos de Dylan bebé poniendo estados como la luz de mis ojos El Salvador de mi mundo y un montón de boludeces por el estilo pero la realidad real y hermosa por supuesto es que mi turrita poca bola le daba la bendi andaba con el pañal cagado Y por supuesto que importaba menos que ir al recital de cumbia en cuestión. No lo nombro porque esto no deja de ser internet pero quienes vivieron en la matanza en aquellos años seguro se acuerdan.
Un par de días antes y tanto la Jessi como la abril una de las amigas que nos acompañaba le habían encajado las bendiciones a sus respectivas madres. Todo estaba listo. Yo por mi parte debo confesar que nunca había asistido a un recital de esas características. En años anteriores había habido algunos recitales pero que no se podían ni comparar en cantidad de gente ni mucho menos en cantidad de turras. Así que lo esperaba con ansiedad y sobre todo mucha calentura de imaginar las cosas que me iba a encontrar las cosas que iba a ver.
El día del recital la Jesi se había vestido que rajaba la tierra. Se había puesto un vestidito de cierre cortito que estaban muy de moda en esa época que apenas si llegaba al ras de su cola. Y parada imagínense que en cuanto haga dos pasos ya le asomaban un poquito los cachetes de la cola. Perfectamente entangada con una hermosa y diminuta tanguita hilo roja que se transparentaba y marcaba en el vestidito negro. Con el cierre un tanto bajo le quedaba un escote divino perfecto. La abril no se había quedado atrás como parte de esta moda también tenía un vestidito de cierre pero de color rojo muy llamativo tan corto como el de mi turra pero con menos escote. Maquilladas exageradamente como en la época con las uñas de color rojo y una imagen que no se me va a borrar nunca es literalmente a la Jesi pasándole de sus brazos a los brazos de mi suegra a Dylan bebé y agarrando dos botellas de freeze azul.
Yo me había puesto un jogging Nike negro que me quedaba bastante ajustado sin ropa interior lo que me marcaba bastante el bulto y como ya me había transformado en un turro villero total la camiseta de San Lorenzo porque sí porque pintó.
Apenas se subieron al Fiat 147 me regalaron las primeras dos imágenes del día. Al entrar para sentarse los pequeños vestidos se le subieron haciendo que se les viera por completo esa tanguita hilito que a duras penas si les tapaba esas hermosas conchas.
Mi temperatura en el auto había subido bastante y sentía como la pija me chocaba contra el joggin. Mi turrita que se había dado cuenta no daba un segundo en provocarme hablando zarpado ya sea conmigo o con la amiga.
Cuando llegamos al predio ya era un mar de gente un mar de turras y turros. Había de todo era una belleza. Los ojos se te salían de la cara de ver tantas turras en vestiditos cortos en polleritas de jean cortas en polleritas de modal cortas. Veías tangas transparentadas y tangas marcadas. Veías muchos escotes más profundos algunos sin corpiños otros con. Para las chicas tambien había de todo para mirar. Los turros estaban en el mejor momento muchos conjuntos deportivos ajustados otros jeans tipo chupines y ya muchos en cuero mostrando sus abdominales.
Todos los que estaban en cuero lucían además sus tatuajes tumberos por todos lados en el cuello en la espalda en los hombros. La cantidad de tatuajes con una pistola era impresionante.
Hacía bastante calor y con toda esa masa de gente podías respirar un olor muy característico. Así como les conté que muchas veces a la Jesi se le siente ese olor a leche que le dejo dentro de la concha y de hecho esa tarde no era la excepción y se sentía bastante fuerte se podía sentir todas las turras que estaban en el mismo camino. De pasar por al lado de alguna o que alguna turrita se quede parada al lado tuyo podrías respirar ese olor a que habían tenido tremendo garche con su turro y que por supuesto las habían llenado de leche.
El recital no había comenzado pero las turras ya se habían bajado los dos freeze. Mi turrita me apoyaba la cola en mi bulto bien marcado bien para a la pija. Ella me provocaba y yo volaba de calentura. Justo ahí apenitas antes de que empiece el show la amiga sin ningún tipo de vergüenza le dice a mi turra "amiga vamo a mear me toy re meando". La Jesi con la misma cero vergüenza le respondió: "se vamo un re meo tengo".
Me hicieron señas que las acompañe como una especie de guardia de seguridad pero yo sabía que no había chance de que encararan para el lado del baño. Estaba lejos y seguramente había fila. Encararon para el lado de uno de los costados donde el piso de pasto se había transformado en tierra con barro. Al mismo tiempo las dos se pusieron en cuclillas. Yo observaba la escena con la verga al palo. Mi turrita se bajó la tanguita hilito y levantó un poco su vestidito corto y así como si nada un potente chorro de pis salió generando un buen charco en el piso de tierra. No se había tomado el tiempo siquiera de darse vuelta así que podía ver como esa conchita escupía como loca. La abril la imitó sin problemas. Se bajó la tanguita hasta la rodilla pude apreciarla también hilito pero de color Rosa y mientras mis ojos se perdían en esa conchita el chorro de pis salpicaba para todos lados.
Yo estaba tan caliente con la pija tan al palo que incluso se hubiera querido hacer pis no lo hubiera podido hacer de lo dura que la tenía de ver estas dos turras con la concha al aire meando como si nada. Volviendo para el lado del show otras dos turras una con un vaso de cerveza en la mano imitaban a la Jessy y la amiga meando en uno de los costados. Del show no hay mucho que decir la verdad es que con ese paisaje mis ojos no estaban arriba del escenario sino más bien en las dos turras y en las miles de turras que estaban por ahí. Había parejitas transando metiéndose mano otra saltando que se les veía todo el verdadero espectáculo estaba abajo del escenario.
Faltando unos tres temas para que el show termine y después de que mi turra me haya apoyado la cola todo el show se dio vuelta y comenzó a comerme muy fuerte la boca. Me besaba como loca me transaba con ganas con lengua con locura. Yo volaba de calentura y mientras esos besos nos comían mutuamente yo le apretaba bien fuerte los cachetes de la cola. Hacía que su entrepierna se venga hacia la mía y sintiera como tenía la pija de parada. No habremos pasado ni 5 minutos en esa situación que mi turrita me dijo: "vamo a culear ya fue".
La Jesi le hice una seña cómplice al abril y me llevó de la mano para el lado de los baños portátiles. El piso estaba completamente lleno de barro había basura botellas de todo. Detrás de uno de esos baños portátiles se puso de paradita sacando cola hacia mí. Le levanté el vestidito y le bajé La tanguita. Pasé mis dos dedos de la mano izquierda por su conchita. Estaba completamente empapada flujeada a más no poder. Me bajé un poco el jogging y le metí mi poronga dura y cabezona sin forro piel con piel hasta el fondo de su concha. Ella con el pedo que tenía pegó un par de gritos que se habrán escuchado bastante en los baños cercanos. Comencé a bombearle pija a más no poder. Más le daba y más sentía ese flujo mojarme la verga y como esta se clavaba hasta el fondo de su concha. La situación en sí me tenía loco. El show de fondo los baños químicos la mugre en el piso el barro todo era maravillosamente perfecto. Mi turrita gemía y le pegaba piñas a puño cerrado al plástico verde del baño químico. Yo en mi propio mundo disfrutando de toda la situación le seguía bombeando verga más no poder. Recuerdo que en un momento también con la mano izquierda comencé a acariciarle las tetas. Le metí la mano por debajo del vestidito y se las manoseaba y apretaba los pezones. Ella en un mundo de placer gemía como una loba en celo. Voltie la mirada tan solo un segundo y vi que a pocos baños químicos de distancia otra pareja estaba garchando. Una belleza total. No me pregunten cómo hice para resistir hasta el orgasmo de mi turra. Solo sé que cuando ella se vino pegó tres o cuatro gritos bien agudos de todavía una pendejita que por más que ahora fuera luchona seguía ciendo una turrita divina. Por supuesto que a los pocos segundos de terminar su orgasmo le llené la concha completamente de leche. Era sentir chorros y chorros salir de la pija adentro de ella. La muy guacha solo repetía "lléname toda papi lléname de leche".
La Jessi se subió la tanga y bajó el vestidito. Agarró la llave del fiat 147 y escribió rayando el plástico verde del baño químico "Jesi y Joaquín alto garche". Es una lástima que no hubiera celulares como ahora porque hubiéramos sacado fotos de todo.
Volvimos al recital y más tarde a la casilla


Un par de días antes y tanto la Jessi como la abril una de las amigas que nos acompañaba le habían encajado las bendiciones a sus respectivas madres. Todo estaba listo. Yo por mi parte debo confesar que nunca había asistido a un recital de esas características. En años anteriores había habido algunos recitales pero que no se podían ni comparar en cantidad de gente ni mucho menos en cantidad de turras. Así que lo esperaba con ansiedad y sobre todo mucha calentura de imaginar las cosas que me iba a encontrar las cosas que iba a ver.
El día del recital la Jesi se había vestido que rajaba la tierra. Se había puesto un vestidito de cierre cortito que estaban muy de moda en esa época que apenas si llegaba al ras de su cola. Y parada imagínense que en cuanto haga dos pasos ya le asomaban un poquito los cachetes de la cola. Perfectamente entangada con una hermosa y diminuta tanguita hilo roja que se transparentaba y marcaba en el vestidito negro. Con el cierre un tanto bajo le quedaba un escote divino perfecto. La abril no se había quedado atrás como parte de esta moda también tenía un vestidito de cierre pero de color rojo muy llamativo tan corto como el de mi turra pero con menos escote. Maquilladas exageradamente como en la época con las uñas de color rojo y una imagen que no se me va a borrar nunca es literalmente a la Jesi pasándole de sus brazos a los brazos de mi suegra a Dylan bebé y agarrando dos botellas de freeze azul.
Yo me había puesto un jogging Nike negro que me quedaba bastante ajustado sin ropa interior lo que me marcaba bastante el bulto y como ya me había transformado en un turro villero total la camiseta de San Lorenzo porque sí porque pintó.
Apenas se subieron al Fiat 147 me regalaron las primeras dos imágenes del día. Al entrar para sentarse los pequeños vestidos se le subieron haciendo que se les viera por completo esa tanguita hilito que a duras penas si les tapaba esas hermosas conchas.
Mi temperatura en el auto había subido bastante y sentía como la pija me chocaba contra el joggin. Mi turrita que se había dado cuenta no daba un segundo en provocarme hablando zarpado ya sea conmigo o con la amiga.
Cuando llegamos al predio ya era un mar de gente un mar de turras y turros. Había de todo era una belleza. Los ojos se te salían de la cara de ver tantas turras en vestiditos cortos en polleritas de jean cortas en polleritas de modal cortas. Veías tangas transparentadas y tangas marcadas. Veías muchos escotes más profundos algunos sin corpiños otros con. Para las chicas tambien había de todo para mirar. Los turros estaban en el mejor momento muchos conjuntos deportivos ajustados otros jeans tipo chupines y ya muchos en cuero mostrando sus abdominales.
Todos los que estaban en cuero lucían además sus tatuajes tumberos por todos lados en el cuello en la espalda en los hombros. La cantidad de tatuajes con una pistola era impresionante.
Hacía bastante calor y con toda esa masa de gente podías respirar un olor muy característico. Así como les conté que muchas veces a la Jesi se le siente ese olor a leche que le dejo dentro de la concha y de hecho esa tarde no era la excepción y se sentía bastante fuerte se podía sentir todas las turras que estaban en el mismo camino. De pasar por al lado de alguna o que alguna turrita se quede parada al lado tuyo podrías respirar ese olor a que habían tenido tremendo garche con su turro y que por supuesto las habían llenado de leche.
El recital no había comenzado pero las turras ya se habían bajado los dos freeze. Mi turrita me apoyaba la cola en mi bulto bien marcado bien para a la pija. Ella me provocaba y yo volaba de calentura. Justo ahí apenitas antes de que empiece el show la amiga sin ningún tipo de vergüenza le dice a mi turra "amiga vamo a mear me toy re meando". La Jesi con la misma cero vergüenza le respondió: "se vamo un re meo tengo".
Me hicieron señas que las acompañe como una especie de guardia de seguridad pero yo sabía que no había chance de que encararan para el lado del baño. Estaba lejos y seguramente había fila. Encararon para el lado de uno de los costados donde el piso de pasto se había transformado en tierra con barro. Al mismo tiempo las dos se pusieron en cuclillas. Yo observaba la escena con la verga al palo. Mi turrita se bajó la tanguita hilito y levantó un poco su vestidito corto y así como si nada un potente chorro de pis salió generando un buen charco en el piso de tierra. No se había tomado el tiempo siquiera de darse vuelta así que podía ver como esa conchita escupía como loca. La abril la imitó sin problemas. Se bajó la tanguita hasta la rodilla pude apreciarla también hilito pero de color Rosa y mientras mis ojos se perdían en esa conchita el chorro de pis salpicaba para todos lados.
Yo estaba tan caliente con la pija tan al palo que incluso se hubiera querido hacer pis no lo hubiera podido hacer de lo dura que la tenía de ver estas dos turras con la concha al aire meando como si nada. Volviendo para el lado del show otras dos turras una con un vaso de cerveza en la mano imitaban a la Jessy y la amiga meando en uno de los costados. Del show no hay mucho que decir la verdad es que con ese paisaje mis ojos no estaban arriba del escenario sino más bien en las dos turras y en las miles de turras que estaban por ahí. Había parejitas transando metiéndose mano otra saltando que se les veía todo el verdadero espectáculo estaba abajo del escenario.
Faltando unos tres temas para que el show termine y después de que mi turra me haya apoyado la cola todo el show se dio vuelta y comenzó a comerme muy fuerte la boca. Me besaba como loca me transaba con ganas con lengua con locura. Yo volaba de calentura y mientras esos besos nos comían mutuamente yo le apretaba bien fuerte los cachetes de la cola. Hacía que su entrepierna se venga hacia la mía y sintiera como tenía la pija de parada. No habremos pasado ni 5 minutos en esa situación que mi turrita me dijo: "vamo a culear ya fue".
La Jesi le hice una seña cómplice al abril y me llevó de la mano para el lado de los baños portátiles. El piso estaba completamente lleno de barro había basura botellas de todo. Detrás de uno de esos baños portátiles se puso de paradita sacando cola hacia mí. Le levanté el vestidito y le bajé La tanguita. Pasé mis dos dedos de la mano izquierda por su conchita. Estaba completamente empapada flujeada a más no poder. Me bajé un poco el jogging y le metí mi poronga dura y cabezona sin forro piel con piel hasta el fondo de su concha. Ella con el pedo que tenía pegó un par de gritos que se habrán escuchado bastante en los baños cercanos. Comencé a bombearle pija a más no poder. Más le daba y más sentía ese flujo mojarme la verga y como esta se clavaba hasta el fondo de su concha. La situación en sí me tenía loco. El show de fondo los baños químicos la mugre en el piso el barro todo era maravillosamente perfecto. Mi turrita gemía y le pegaba piñas a puño cerrado al plástico verde del baño químico. Yo en mi propio mundo disfrutando de toda la situación le seguía bombeando verga más no poder. Recuerdo que en un momento también con la mano izquierda comencé a acariciarle las tetas. Le metí la mano por debajo del vestidito y se las manoseaba y apretaba los pezones. Ella en un mundo de placer gemía como una loba en celo. Voltie la mirada tan solo un segundo y vi que a pocos baños químicos de distancia otra pareja estaba garchando. Una belleza total. No me pregunten cómo hice para resistir hasta el orgasmo de mi turra. Solo sé que cuando ella se vino pegó tres o cuatro gritos bien agudos de todavía una pendejita que por más que ahora fuera luchona seguía ciendo una turrita divina. Por supuesto que a los pocos segundos de terminar su orgasmo le llené la concha completamente de leche. Era sentir chorros y chorros salir de la pija adentro de ella. La muy guacha solo repetía "lléname toda papi lléname de leche".
La Jessi se subió la tanga y bajó el vestidito. Agarró la llave del fiat 147 y escribió rayando el plástico verde del baño químico "Jesi y Joaquín alto garche". Es una lástima que no hubiera celulares como ahora porque hubiéramos sacado fotos de todo.
Volvimos al recital y más tarde a la casilla


1 comentarios - Descontrol de turras en el recital