Esto claramente no me pasó a mí pero voy a tratar de ser lo más fiel posible a la historia que me contaron.
La historia es de mi novia, un día nos quedamos hasta tarde con un vino de por medio y comenzamos a contarnos cosas, cualquier cosa. Al momento de destapar la segunda botella, me dice “quiero contarte algo pero tengo miedo que te enojes”. Yo pensé que se venía alguna confesión pero no fue tan así. Les cuento.
Con mi ex empezó y yo ya me empecé a poner mal. Pero siguió, con mi ex nos fuimos de viaje de vacaciones unos días a Córdoba. Nos insistieron muchos mis suegros de ese momento. Fuimos, éramos nosotros cuatro. Alquilaron una casa, llegamos, nos acomodamos y salimos a caminar con Hernán, mi ex.
Volvimos y mis suegros ya habían hecho el fuego, una picada, vino y después comimos. Cuando me estaba bañando siento que me espiaban. Yo pensé que era Hernán y me hacía la boluda, es más, me tocaba y hacía boludeces. Nos fuimos a dormir, en nuestra habitación no había cama matrimonial, eran dos camas individuales, en realidad había tres. Durante la noche senti que me tocaban pero seguramente era Hernan y obviamente yo me hacía la boluda y me dejaba.
Al día siguiente normal pero después de almorzar en un bar del centro, quedé sola con mi suegro, charlamos y algo me pareció extraño, no se por qué hablábamos si es más cómodo usar tanga o hilo y me preguntaba si yo tomaba pastillas a lo que le respondí que si. Nada que ver ahora viéndolo a la distancia. Yo le decía que la tanga era menos incómoda, a lo que me dijo a mí me gustan de color azul. Ese día, yo tenía mi tanga de color azul. En ese momento no me pareció extraño pero le seguí la charla.
Llegamos a la casa, me fui a bañar y de nuevo siento que me espiaban, me volví a hacer la boluda pensando en que era Hernan.
A media noche sucedió lo que tenía que suceder. Siento que me tocan, se me mete en la cama y empiezo a hablar y decir el nombre de Hernan. Obviamente yo totalmente dormida, me besaba y nos tocábamos. Cuando voy a bajar la mano para agarrar su verga, no era la de Hernán. Yo seguí como si nada, lo masturbe y el otro me empezó a meter los dedos con una delicadeza que Hernan nunca había tenido. Seguí, ya excitada, bajé, se la chupé, era enorme. Subí y me dice “qué linda petera la novia de mi hijo”. Viste le respondí, ahora cogeme. Le acerqué la cola y él hizo todo el trabajo. Cogimos y me acabo adentro. El se fue y yo me fui al baño a limpiarme.
Me quedé con unas ganas de seguir disfrutando, era la pija más grande que me comí hasta ahora y yo quería más.
La noche anterior a volvernos habíamos quedado en vernos afuera de la casa. Yo quería disfrutar de esa verga enorme. Nos alejamos mientras nos besábamos y tocábamos por la calle hasta que llegamos a un telo. Entramos, le busqué la verga y no paraba de chupársela. Después me cogio y nos dormimos. Nos despertamos y yo quería más, volví a besarlo y me dice “espérame que ya vuelvo”. Se fue al baño y volvió después de unos minutos, me dio vuelta me empezó a chupar la concha, el culo y a meterme dedos. Me empezó a abrir la cola, yo totalmente relajada y me la hizo. Era enorme pero lo hizo con tanta delicadeza que me encantó, era mi primera vez.
Volvimos a Bs As y ya no había nada más que decir ni hablar. Quedo en un recuerdo.
Terminó de hablar y yo ya estaba muy caliente. La llevé a la habitación y cogimos toda la noche literal.
La historia es de mi novia, un día nos quedamos hasta tarde con un vino de por medio y comenzamos a contarnos cosas, cualquier cosa. Al momento de destapar la segunda botella, me dice “quiero contarte algo pero tengo miedo que te enojes”. Yo pensé que se venía alguna confesión pero no fue tan así. Les cuento.
Con mi ex empezó y yo ya me empecé a poner mal. Pero siguió, con mi ex nos fuimos de viaje de vacaciones unos días a Córdoba. Nos insistieron muchos mis suegros de ese momento. Fuimos, éramos nosotros cuatro. Alquilaron una casa, llegamos, nos acomodamos y salimos a caminar con Hernán, mi ex.
Volvimos y mis suegros ya habían hecho el fuego, una picada, vino y después comimos. Cuando me estaba bañando siento que me espiaban. Yo pensé que era Hernán y me hacía la boluda, es más, me tocaba y hacía boludeces. Nos fuimos a dormir, en nuestra habitación no había cama matrimonial, eran dos camas individuales, en realidad había tres. Durante la noche senti que me tocaban pero seguramente era Hernan y obviamente yo me hacía la boluda y me dejaba.
Al día siguiente normal pero después de almorzar en un bar del centro, quedé sola con mi suegro, charlamos y algo me pareció extraño, no se por qué hablábamos si es más cómodo usar tanga o hilo y me preguntaba si yo tomaba pastillas a lo que le respondí que si. Nada que ver ahora viéndolo a la distancia. Yo le decía que la tanga era menos incómoda, a lo que me dijo a mí me gustan de color azul. Ese día, yo tenía mi tanga de color azul. En ese momento no me pareció extraño pero le seguí la charla.
Llegamos a la casa, me fui a bañar y de nuevo siento que me espiaban, me volví a hacer la boluda pensando en que era Hernan.
A media noche sucedió lo que tenía que suceder. Siento que me tocan, se me mete en la cama y empiezo a hablar y decir el nombre de Hernan. Obviamente yo totalmente dormida, me besaba y nos tocábamos. Cuando voy a bajar la mano para agarrar su verga, no era la de Hernán. Yo seguí como si nada, lo masturbe y el otro me empezó a meter los dedos con una delicadeza que Hernan nunca había tenido. Seguí, ya excitada, bajé, se la chupé, era enorme. Subí y me dice “qué linda petera la novia de mi hijo”. Viste le respondí, ahora cogeme. Le acerqué la cola y él hizo todo el trabajo. Cogimos y me acabo adentro. El se fue y yo me fui al baño a limpiarme.
Me quedé con unas ganas de seguir disfrutando, era la pija más grande que me comí hasta ahora y yo quería más.
La noche anterior a volvernos habíamos quedado en vernos afuera de la casa. Yo quería disfrutar de esa verga enorme. Nos alejamos mientras nos besábamos y tocábamos por la calle hasta que llegamos a un telo. Entramos, le busqué la verga y no paraba de chupársela. Después me cogio y nos dormimos. Nos despertamos y yo quería más, volví a besarlo y me dice “espérame que ya vuelvo”. Se fue al baño y volvió después de unos minutos, me dio vuelta me empezó a chupar la concha, el culo y a meterme dedos. Me empezó a abrir la cola, yo totalmente relajada y me la hizo. Era enorme pero lo hizo con tanta delicadeza que me encantó, era mi primera vez.
Volvimos a Bs As y ya no había nada más que decir ni hablar. Quedo en un recuerdo.
Terminó de hablar y yo ya estaba muy caliente. La llevé a la habitación y cogimos toda la noche literal.
1 comentarios - Mi ex suegro