Mi nombre es Mariano, tengo 31 años y estoy casado con mi mujer Pamela. Vivimos en el barrio de Villa Crespo desde hace ya 5 años aproximadamente. Trabajo como programador y ella en una empresa de cosméticos. Mi día arranca temprano y termino alrededor de las 19:00hs. Ella, al contrario, termina cerca de las 21:00hs aunque arranca más tarde. Llega cansada, sin ganas de absolutamente nada. Solo de comer y dormir. Por mi parte siempre fui más de vivir de noche y aprovecho para adelantar trabajo, ver una película o simplemente jugar a la computadora. Este martes, después del trabajo, mientras comíamos una milanesa con ensalada me dijo:
-Me dijo Daiana con el novio si queríamos comer con ellos.
La verdad no me acordaba de Daiana, menos del novio, pero más allá de eso me gustó la propuesta. Estábamos en una ciudad tan grande y con tanto movimiento para no movernos del departamento.
-Deciles que si, hace mucho no salimos.
Ella asintió con la cabeza y se rió. Una risa risueña mientras metía bocados en su boca. Ese día tuvimos relaciones en el sillón como hace mucho no teníamos. La veía bastante suelta y provocadora. Me pidió que la acabe la boca y que la mire mientras se escupía las tetas. Hacía mucho tiempo que no la veía así. Después nos quedamos acostados desnudos mientras fumamos porro y reímos de cualquier cosa. Fue una linda noche.
Ese viernes me levanté con dolor de cabeza. El trabajo fue arduo y duradero. Ella llegó del trabajo bastante animada. Me dió un beso mientras estaba en la computadora. Se metió a bañarse. Yo lo había hecho hace un rato. Me puse una camisa y un pantalón chupín negro. Ella salió del baño desnuda, toda mojada. Se puso unas medias de red, una falda de cuero que le marcaba el culo y un top que dejaba ver bastante sus tetas. Nos damos unos besos mientras me muerde el labio. Me lleva hacia la puerta. Bajamos las escaleras y fuimos al encuentro.
Nos encontramos a eso de las 21:30hs en el bar junto con Pablo y Daiana. Él con una camisa abierta, pelo rubio y una barba. Bastante trabado. Daiana, por su parte, con un top bordó. Me sorprendió su lengua. Cuando nos saludamos y dirigimos las primeras palabras, me di cuenta que tenía una lengua más grande de lo habitual. Pedimos una cerveza para cada uno para arrancar. La ronda se quedó corta. Las risas volaban y pedimos otra ronda más. Notaba como mi mujer los miraba. Se quedaba anonadada ante cada palabra que ellos decían. Me apretaba la pierna por abajo. Conducía mi mano por debajo de la mesa para sienta lo mojada que estaba. Daiana rompe el hielo despues de una hora de conversación:
-Tienen ganas de este finde ir para la costa? Nosotros vamos a arrancar después de acá.
Pamela me mira. Asiente con la cabeza. Yo no estaba tan decidido pero acepté para darle el gusto a mi mujer.
-Bueno vamos - dije
Ellos se miraron. Se rieron. Daiana se levanta para abrazar a mi mujer. En ese mismo instante fuimos al departamento a agarrar las cosas. Ellos nos esperaban abajo. Al llegar mi mujer me tiro contra la pared. Bajo mi pantalón, mi boxer y se metió mi pija en su boca. Primero la chupaba mientras me miraba fijo. De a poco se la fue metiendo mas en la boca hasta hacerla desaparecer. La baba caía al piso y ella me movia el orto por encima de la falda. Deja de chuparme la pija. La guarda y se ríe. Armamos el bolso. Ella guardó su consolador y un traje de estudiante que tenia guardado.
-Che pero estas re entusiasmada - le digo
-Me gusta irme de viaje con mis amigos - me dice mientras guarda su ropa
La miro. Nos retiramos rumbo al auto que nos esperaba. Dejamos el bolso en la parte de atrás. Pablo maneja y Daiana está en el asiento del acompañante. No me sentía tan cómodo realmente, y más, teniendo en cuenta que él miraba por el espejo retrovisor donde mi mujer estaba. Ella llevaba puesto el mismo top. Hicimos km de ruta. Yo me empecé a dormitar en el camino. Mi mujer dormía al lado mio. Mi visión se iba de vez en cuando. En la nitidez del camino pude ver a Daiana recostada sobre el regazo de Pablo. Le chupaba la pija de a poco sin hacer ruido. Miraba hacia atrás para que no nos demos cuenta. De mi lado quería ver pero tampoco quería que se dieran cuenta. Me hice el boludo mientras me iba calentando. Empecé a mover mi mano por encima del pantalón. La situación continuó hasta que me dormí. Al llegar, nos encontramos con una cabaña estupenda. Era todavía de noche.
-¿Dónde vamos nosotros?
-Dormimos todos acá - dijo Daniela
-No pasa nada amor, nos acostumbramos - dijo mi mujer
La miré a Daniela. Se rió mientras me miraba de arriba a abajo. Pablo acomodó algunas cosas en el lugar de las dos camas matrimoniales que había en el espacio.
-Parece una cabaña cuando te vas de excursión - dice Pablo
Ellas se ríen una al lado de la otra. Daniela saca de la mochila una petaca. La acerca a la boca de Pamela que toma sin preguntar. Algunas gotas caen por su boca. Las recoge con la mano y las vuelve a poner en su boca. Daniela abre la boca y saca su lengua. Ahora Pamela tira de la petaca desde arriba. Yo miraba el espectáculo mientras Pablo armaba todo. Ambas me miraban.
-¿Vos también queres? - me dice Daniela
Pamela se ríe. Le golpea el culo por arriba. Me acerco unos pasos un poco excitado por lo que vi. Yo estaba muy caliente desde mi casa. Daniela vuelca algunas gotas en mi boca. Era Vodka. Toso un poco. Las chicas se ríen.
-No es para tanto che, es un poco de alcohol. Estamos de vacaciones. - dice Daniela
-Si, no estoy acostumbrado a tomar tanto - le respondo
-Pero tu mujer si está acostumbrada a tomar - dice Daniela
Se ríen entre ella. Yo también lo hago.
-Vengan para acá que yo quiero probar eso - dice Pablo
La miro a mi ir hacia Pablo. Siento esa tensión sexual entre ellos. Ella arrima la petaca a su boca. Vierte el líquido en su lengua. Queda un poco por fuera. Ella con su dedo ayuda para que tome todo. El le chupa el dedo. Se le queda mirando. Es en ese momento que entendí que es lo que estaba pasando. Miro para al costado y estaba Daniela revisando el bolso. Saca del mismo el traje de estudiante.
-Que bien que lo trajiste bebé, podemos mostrarle algo a nuestros maridos. Yo traje el mismo. - dice mientras la mira a ella.
Yo no podía creerlo. Mi mujer corre hacia dónde está Daniela. Cuchichean y se van al baño ambas. Lo miro a Pablo que está con la camisa hacia la mitad al costado de la cama matrimonial más grande.
-¿Qué onda con esto? - le digo
-No tengo idea, pero disfrutemos - me mira y se ríe
En ese momento mi preocupación se transformó en disfrute. Ya estaba ahi y tenia que hacer lo posible para pasarla bien.
-Me dijo Daiana con el novio si queríamos comer con ellos.
La verdad no me acordaba de Daiana, menos del novio, pero más allá de eso me gustó la propuesta. Estábamos en una ciudad tan grande y con tanto movimiento para no movernos del departamento.
-Deciles que si, hace mucho no salimos.
Ella asintió con la cabeza y se rió. Una risa risueña mientras metía bocados en su boca. Ese día tuvimos relaciones en el sillón como hace mucho no teníamos. La veía bastante suelta y provocadora. Me pidió que la acabe la boca y que la mire mientras se escupía las tetas. Hacía mucho tiempo que no la veía así. Después nos quedamos acostados desnudos mientras fumamos porro y reímos de cualquier cosa. Fue una linda noche.
Ese viernes me levanté con dolor de cabeza. El trabajo fue arduo y duradero. Ella llegó del trabajo bastante animada. Me dió un beso mientras estaba en la computadora. Se metió a bañarse. Yo lo había hecho hace un rato. Me puse una camisa y un pantalón chupín negro. Ella salió del baño desnuda, toda mojada. Se puso unas medias de red, una falda de cuero que le marcaba el culo y un top que dejaba ver bastante sus tetas. Nos damos unos besos mientras me muerde el labio. Me lleva hacia la puerta. Bajamos las escaleras y fuimos al encuentro.
Nos encontramos a eso de las 21:30hs en el bar junto con Pablo y Daiana. Él con una camisa abierta, pelo rubio y una barba. Bastante trabado. Daiana, por su parte, con un top bordó. Me sorprendió su lengua. Cuando nos saludamos y dirigimos las primeras palabras, me di cuenta que tenía una lengua más grande de lo habitual. Pedimos una cerveza para cada uno para arrancar. La ronda se quedó corta. Las risas volaban y pedimos otra ronda más. Notaba como mi mujer los miraba. Se quedaba anonadada ante cada palabra que ellos decían. Me apretaba la pierna por abajo. Conducía mi mano por debajo de la mesa para sienta lo mojada que estaba. Daiana rompe el hielo despues de una hora de conversación:
-Tienen ganas de este finde ir para la costa? Nosotros vamos a arrancar después de acá.
Pamela me mira. Asiente con la cabeza. Yo no estaba tan decidido pero acepté para darle el gusto a mi mujer.
-Bueno vamos - dije
Ellos se miraron. Se rieron. Daiana se levanta para abrazar a mi mujer. En ese mismo instante fuimos al departamento a agarrar las cosas. Ellos nos esperaban abajo. Al llegar mi mujer me tiro contra la pared. Bajo mi pantalón, mi boxer y se metió mi pija en su boca. Primero la chupaba mientras me miraba fijo. De a poco se la fue metiendo mas en la boca hasta hacerla desaparecer. La baba caía al piso y ella me movia el orto por encima de la falda. Deja de chuparme la pija. La guarda y se ríe. Armamos el bolso. Ella guardó su consolador y un traje de estudiante que tenia guardado.
-Che pero estas re entusiasmada - le digo
-Me gusta irme de viaje con mis amigos - me dice mientras guarda su ropa
La miro. Nos retiramos rumbo al auto que nos esperaba. Dejamos el bolso en la parte de atrás. Pablo maneja y Daiana está en el asiento del acompañante. No me sentía tan cómodo realmente, y más, teniendo en cuenta que él miraba por el espejo retrovisor donde mi mujer estaba. Ella llevaba puesto el mismo top. Hicimos km de ruta. Yo me empecé a dormitar en el camino. Mi mujer dormía al lado mio. Mi visión se iba de vez en cuando. En la nitidez del camino pude ver a Daiana recostada sobre el regazo de Pablo. Le chupaba la pija de a poco sin hacer ruido. Miraba hacia atrás para que no nos demos cuenta. De mi lado quería ver pero tampoco quería que se dieran cuenta. Me hice el boludo mientras me iba calentando. Empecé a mover mi mano por encima del pantalón. La situación continuó hasta que me dormí. Al llegar, nos encontramos con una cabaña estupenda. Era todavía de noche.
-¿Dónde vamos nosotros?
-Dormimos todos acá - dijo Daniela
-No pasa nada amor, nos acostumbramos - dijo mi mujer
La miré a Daniela. Se rió mientras me miraba de arriba a abajo. Pablo acomodó algunas cosas en el lugar de las dos camas matrimoniales que había en el espacio.
-Parece una cabaña cuando te vas de excursión - dice Pablo
Ellas se ríen una al lado de la otra. Daniela saca de la mochila una petaca. La acerca a la boca de Pamela que toma sin preguntar. Algunas gotas caen por su boca. Las recoge con la mano y las vuelve a poner en su boca. Daniela abre la boca y saca su lengua. Ahora Pamela tira de la petaca desde arriba. Yo miraba el espectáculo mientras Pablo armaba todo. Ambas me miraban.
-¿Vos también queres? - me dice Daniela
Pamela se ríe. Le golpea el culo por arriba. Me acerco unos pasos un poco excitado por lo que vi. Yo estaba muy caliente desde mi casa. Daniela vuelca algunas gotas en mi boca. Era Vodka. Toso un poco. Las chicas se ríen.
-No es para tanto che, es un poco de alcohol. Estamos de vacaciones. - dice Daniela
-Si, no estoy acostumbrado a tomar tanto - le respondo
-Pero tu mujer si está acostumbrada a tomar - dice Daniela
Se ríen entre ella. Yo también lo hago.
-Vengan para acá que yo quiero probar eso - dice Pablo
La miro a mi ir hacia Pablo. Siento esa tensión sexual entre ellos. Ella arrima la petaca a su boca. Vierte el líquido en su lengua. Queda un poco por fuera. Ella con su dedo ayuda para que tome todo. El le chupa el dedo. Se le queda mirando. Es en ese momento que entendí que es lo que estaba pasando. Miro para al costado y estaba Daniela revisando el bolso. Saca del mismo el traje de estudiante.
-Que bien que lo trajiste bebé, podemos mostrarle algo a nuestros maridos. Yo traje el mismo. - dice mientras la mira a ella.
Yo no podía creerlo. Mi mujer corre hacia dónde está Daniela. Cuchichean y se van al baño ambas. Lo miro a Pablo que está con la camisa hacia la mitad al costado de la cama matrimonial más grande.
-¿Qué onda con esto? - le digo
-No tengo idea, pero disfrutemos - me mira y se ríe
En ese momento mi preocupación se transformó en disfrute. Ya estaba ahi y tenia que hacer lo posible para pasarla bien.
2 comentarios - Nos fuimos de vacaciones con los amigos de mi mujer (Pt 1)