me encontre con mi ex en poringa

Estaba subiendo otra de mis fotos, distraída, cuando de repente me llegó un mensaje privado.
Lo abrí y mis ojos se congelaron: alguien me llamaba por mi nombre de pila.... Mi corazón se paralizó.
Un fan… ¿o no? Porque había algo en el tono, algo que me resultaba demasiado familiar.


Era un ex de la juventud jaja,. El que compartió conmigo pasiones y secretos en nuestra adolescencia, en aquellos años donde todo parecía eterno y prohibido. Nunca imaginé que lo volvería a ver así, después de todo el tiempo, después de todo lo que había vivido.
no puedo creer que seas vos? quiero verte me suplicó


yo tenia miedo porque desde que tuve debilidad por postear en poringa he publicado mucho mi culo roto, mi concha abierta y mis experiencias como putita encubierta.
la verdad es que yo solo tenia buenos recuerdos de el, sobre todo que fue la primera pija grande que vi en mi vida.. super potente a nuestra corta edad. fue el primero que me chupo la concha tan rico cuando todavia no me depilaba por primera vez.. 
me prometio que seria discreto y que no le contaria a nadie a lo que me dedicaba.. yo le crei y decidi verlo. 
aquella noche empece a sangrar.. dios mio mi conchita sumergida en sangre, la puta madre pense, pensara que soy una boluda si no cogemos, pero se me ocurriría una cosa mejor. ...


Ese día lo encontré con la seguridad que había adquirido con los años. No era la misma de antes: hablaba, caminaba, me movía con la certeza de alguien que sabe lo que quiere.


—Quiero que veas algo —susurré, provocativa.


Se acercó, temblando apenas, fascinado y desconcertado. Cada gesto mío estaba medido: un roce aquí, un susurro allá. Sus ojos no podían despegarse de mí. Yo disfrutaba su desconcierto, su fascinación.


—Quiero ir más allá —dije finalmente, con voz baja y segura—. No por el pasado, sino porque ambos queremos explorar esto ahora.
le digo estoy con la regla pero he pensado darte el culo


Él respiró hondo, incapaz de apartar la mirada.  la emocion en su rostro era palpable, los ojitos le brillaban como aquel nino cuando le dije que queria que me chupe la concha aquella vez. le di la espalda y no dudo, me levanto la minifalda y me bajo la bombacha a media asta... 
parecia un arbolito de navidad apunto de que le coloquen las bolas..


Y entonces lo escuché:
tu culo es hermoso, pensar que nunca lo habia probado,  me empujo un dedo y se le hundio . mi ojete ya sabe que cuando eso pasa lo van a penetrar y se abrio como una boca que quiere su caramelo... estaba lista para el lenguetazo y empezo a dilatarme... sentia como la lengua me enjuagaba, me restregaba me abria y me limpiaba de mis jugos anales...
de pronto me pidio penetrarme y le dije que si, no sin antes darle una mamada como en los viejos tiempos.. 
la pija hermosa le iba a estallar en mi boca pero la queria en el culo, asi que despues de unas lengueteadas me di vuelta, me apunto y se hundio toda.... empezo a las embestidas y se eyaculo dentro de mi ojete.


—No puedo creer que me hayas dejado experimentar esto… gratis —dijo, entre asombro y gratitud—. Lo que otros pagan… vos me lo das de una manera que no esperaba.


Sonreí, jugando con su tensión, su curiosidad y su deseo:


—Es un privilegio compartirlo con alguien que sabe apreciarlo —le respondí—. Y vos… sabes muy bien cómo hacerlo.


Nos quedamos en silencio, respirando, mirándonos. La electricidad entre nosotros era casi tangible. No hacía falta nada más que nuestras miradas, los gestos medidos, la provocación contenida. Todo era tensión, morbo y curiosidad: un reencuentro que superaba los recuerdos, que prometía exploración y juego, sin reglas, sin culpa, solo nosotros.



Cuando finalmente nos separamos, nuestras sonrisas decían lo mismo: algo había cambiado para siempre. Lo que empezó como sorpresa se transformó en un recuerdo imposible de borrar, un choque de mundos que solo nosotros dos podíamos entender.