Mi follamiga Tamara me acompaño a una fiesta en una discoteca, donde me habían contratado para hacer fotos y me habían dado un pase para acompañante. Iba muy guapa, con un vestido blanco roto, largo hasta los tobillos, con una raja central gracias a que la falda era cruzada, sin mangas y con unos rotos en la cintura dejando ver su cuerpo.
Mientras yo hacía fotos, se la veía pasarlo bien pues no paraba de reír y bailar con la gente. La vi que no estaba quieta en un sitio y me dijo que era para confirmar que no había nadie conocido. Cada vez que estábamos juntos, nos besábamos y nos metíamos un poco mano. Bien avanzada la noche, con bastantes fotos hechas, y con mucha gente ya muy borracha, me dedique más a Tamara que a hacer fotos. Tamara me estaba poniendo cachondísimo, metiéndome mano, restregándome su culo ancho y besándome apasionadamente. Me coloque tras ella, bailando, y le agarre de la cintura, en los rotos del vestido. No me pude contener y metí mis manos por los rotos, subiendo hasta llegar a sus pechos. Los acaricie, notando su sujetador de aro, con encaje. Saque mis manos pues se nos iba a ir la situación de las manos y, aun, tenía que hacer algunas fotos más.
Cuando termino la fiesta, estábamos tan cachondos que Tamara me propuso irnos a un hotelito por horas, discreto de los de entrar con el coche hasta la habitación, que conocíamos. De camino, no pude resistirme a meter mi mano por la raja de su vestido. Comencé a acariciar sus piernas, subiendo hasta llegar a su coño. Acaricie su tanga notando que también era de encaje. Acabe metiendo mi mano por él, masturbándola, cada vez que parábamos el coche.
Cuando aparcamos en el garaje privado, nos volvimos a besar un poco y nos metimos mano. Entramos a la habitación, sin parar de besarnos, y le acaricie el culo. Fuimos al sillón tantra, donde me senté y Tamara lo hizo sobre mí. Mi mano volvió a meterse por la raja y por el tanga, volviendo a masturbarla, mientras nos besábamos muy calurosamente y mi otra mano acariciaba sus pechos. La hice levantarse, colocándose frente a mí. La pedí que se abriera el vestido y comencé a besar su coño tapado y a acariciar sus muslos. Aparte su precioso tanga, y comencé a lamer su clítoris, metiendo mi dedo pulgar en su coño, masturbándola nuevamente. Acabe apartando su bonito tanga y comiéndola el coño. Mis manos, siguieron dentro del vestido, acariciando su culo.
Cuando Tamara se corrió, me levante y nos besamos. La gire, colocándole, dándome la espalda. Empecé a besarla el cuello, a restregar mi paquete por su culo y mis manos subieron de su cintura hasta los pechos. Desabroche la cremallera de la espalda y Tamara se bajó el vestido, mientras seguía besando su cuello y boca. Estaba deliciosa con el tanga y el suje de aro, blancos y con encaje ambos.
Tamara desabrocho mi pantalón, saco mi polla y comenzó a masturbarme. La volví a poner mirándome y acaricié y mordí sus tetas, con el sujetador puesto, mientras seguía masturbándome. Tamara se arrodillo y comenzó a hacerme un mamadón, con esa boca tan sexy que tenía, con los labios tan pintados de rojo. Acaricie su larga cabellera, hasta que decidí llevar las riendas y se lo agarre fuerte, tirando de él. Comencé a follarla la boca y ella me miraba con cara de gran placer.
Saqué mi polla de su boca y la restregué por su preciosa cara, golpeándola también. La di un condón y me lo coloco con sus gorditos labios. La levanté y la apoyé el pecho contra la parte alta del sofá tantra. Comencé a azotar su culo ancho y golpearlo con mi polla. Abrí sus piernas, aparte el tanga y comencé a follarla el coño. Agarre su melena y tire de ella, mientras subía y bajaba la velocidad de las penetraciones. A veces, dejaba de tirar del pelo para aplastar su cabeza contra el sofá. Cambié de agujero y empecé a follarla, duro todo el rato, su culo.
Me senté en la curva del sofá tantra y Tamara lo hizo sobre mí, mirándome. Se metió mi polla en el coño y volvimos a follar. Nos besábamos y acariciaba sus muslos. Una de mis manos subió, acariciando sus tapados pechos, acabando en su cuello, agarrándolo fuerte. La eche algo hacia atrás, ahogándola un poco. Mi mano acabo bajando de su cuello, volviendo a los pechos. Los acaricie un poco más, antes de sacarlos del sujetador. Sus pezones gorditos, estaban bien duros y no pude contenerme a comérselos. Tamara se inclinó bastante hacia atrás, apoyando sus pies y sus manos en el sofá, clavándose mi polla más adentro. Mis manos acariciaban sus muslos y pechos.
Coloque a Tamara de rodillas en la curva y me coloque de pie, con los pies en el suelo, tras ella. Metí mi polla en su coño y seguimos follando. Lo metí en su culo, un rato después, follándolo a fondo. En esta posición acariciaba sus pechos y tiraba de su melena. Me senté en el sofá, en el lado sin reposa espaldas, y Tamara se echó sobre el sofá con sus piernas apoyadas en el suelo. Seguí follándola el culo, tirando de su melena. Tamara acabo echándose hacia mí, colocando su espalda contra mi pecho. Nos besamos y acariciaba sus pechos, mientras la follaba el coño.
Me tumbe en el sofá tantra y Tamara se sentó sobre mí, de lado. Mi polla estaba en su coño y esta fue botando para clavársela bien rico y a fondo. Tamara fue girándose, para estar en la misma posición, pero al otro lado y acabar sentada sobre mí, dándome la espalda. Todo esto sin dejar de botar.
Cuando me iba a correr, Tamara se arrodillo en el suelo y yo me quede tumbado. Me quito el condón y me hizo otro mamadón, hasta que me corrí. Tamara trago todo bien rico, y lamio mi polla, dejándome bien seco y limpio. Se tumbo sobre mí y nos besamos un rato, mientras acariciaba su culo.
Tamara ponía música, mientras yo pedía unas copas al servicio de habitaciones. Cuando colgué, Tamara estaba bailando sexy, solo con la ropa interior puesta. Los pechos los había vuelto a colocar dentro del sujetador y se la veía maravillosamente sexy. Me senté en el borde de la cama y comencé a masturbarme, mirándola bailar. Cuando llegaron las bebidas, las cogí y me acerqué a ella. Me coloque detrás de ella, poniendo mi polla dura, contra su culo. En cuanto la notó, giro su cabeza, mientras hacia un gemidito de gusto, y me miro con cara de pícara. Nos besamos, mientras cogía su copa. Brindamos, bebimos y volvimos a besarnos.
Comenzamos a bailar, con el culo ancho de Tamara restregándose bien en mi polla. Una de mis manos agarraba su cintura y seguíamos besándonos de vez en cuando. También besaba y mordía su cuello y orejas. Tamara se giró, agarro mi polla y seguimos bailando. Bebíamos, nos besábamos y ella comenzó a masturbarme. Tamara, poco a poco, me fue llevando hasta la cama redonda que había en la habitación. Se sentó en el borde, siguió masturbándome y comenzó a comerme los huevos. Luego comenzó a acariciar mis huevos, para hacerme un mamadón con sus gorditos labios. Yo acariciaba su cabeza y ella de vez en cuando se la metía a fondo y jugaba con su lengua en ella.
Tamara cogió un condón y me lo volvió a poner con su boca. Se levanto, me dio un buen beso y se colocó a gatas en medio de la cama. Me puse de rodillas detrás de ella, aparte su tanga y comencé a follarla. Mis huevos golpeaban fuerte contra ella y Tamara gemía fuerte. Agarre su melena y tire de él, sin parar de follarla fuerte. Metí mi polla por su culo y seguí follando duro, haciendo que gimiera más fuerte. Me eché sobre su espalda y seguí follando su culo. Tamara giro la cabeza y nos besamos, mientras una de mis manos acariciaba sus pechos.
Me tumbe bajo ella y Tamara se tumbó sobre mí, con mi polla nuevamente en su coño. Se movía en círculos y nos besábamos. Mis manos acariciaban su ancho culo. Tamara se puso recta y se la veía preciosa, moviéndose en círculos. Mis manos subieron a sus pechos, acariciándolos con el sujetador puesto. La empuje para que volviera a tumbarse sobre mí y la mordí los pechos. Sus pezones se notaban bien duros y ricos bajo el sujetador. Tamara se desabrocho y quito el sujetador y la devoré los pechos, mordiéndoselos varias veces, para que gritara de dolor.
Tamara volvió a sentarse sobre mí y se metió mi polla en el culo. Cabalgó con una loca gimiendo sin parar. Yo acariciaba sus muslos y pechos, estirándolos de vez en cuando. Tamara se giró, siguiendo con mi polla en su culo y cabalgo más fuerte aún. Luego se cambió mi polla a su coño, pero no bajo la intensidad de sus movimientos. Sus gemidos no paraban de ponerme cachondísimo. Cuando se iba a correr, coloco su coño en mi boca y se lo comí hasta que paso.
Tumbé lateralmente a Tamara y me puse de rodillas, para golpear su cara con mi polla. Me tumbe detrás de ella, levante su pierna y metí mi polla por su culo. Follamos y nos besamos. Lo hacía suave, pero profundo. Mi mano volvía a jugar con sus pechos. La volví a meter en su mojadísimo coño y subí algo la velocidad de las penetraciones, sin parar ya hasta que me corrí dentro. Me tumbe y Tamara se puso a gatas. Me quito el condón y me hizo una riquísima limpieza de polla con sus gorditos labios y su juguetona lengua.
Tamara se tumbó conmigo y nos besamos y metimos mano, mientras jugábamos y nos reíamos. Tamara se acordó que la habitación tenía jacuzzi y me dijo de ir a probarla en el rato que nos quedaba. Al llegar al baño, me metí en el jacuzzi, Tamara se quito el tanga y se metió conmigo. Me rodeo con sus piernas y nos besamos, mientras acariciaba sus muslos. Tamara agarro mi polla y comenzó a masturbarme. Cuando me la puso dura, me levanté y comencé a golpear su cara. Pasé mi polla por sus labios y la metí de golpe y a fondo en su boca, provocándola una arcada. Comencé a follarla la boca y la tiré del pelo, para hacerlo varias veces con fuerza, llegando a su garganta.
Cogí un condón y Tamara me lo coloco con sus gruesos labios. Me senté y, nuevamente, me rodeo con sus piernas. Metió mi polla en su coño y comenzamos a follar suave. Nos besamos y acaricie sus piernas y pechos. Estos fueron también comidos, varias veces. Poco a poco subimos la velocidad de los movimientos de ambos. Tamara se metió mi polla en el culo y seguimos con los movimientos fuertes y duros. Tamara se dio la vuelta y se sentó, con mi polla en el culo. Seguimos moviéndonos, con mis manos acariciando sus pechos y besándonos. Una de mis manos bajo y la empezó a masturbar, mientras mi polla seguía dentro de su culo. Tamara metió mi polla en su coño y ahora la masturbaba el clítoris. Nuestros besos eran cada vez mas calientes y largos y mi mano apretaba mas sus pechos, tirando fuerte de sus pezones.
Hice a Tamara ponerse de rodillas, apoyando sus manos en el borde del jacuzzi. Me puse de pie tras ella, me incliné lo necesario y metí mi polla en su jugoso coño. Se lo folle bien duro, mientras tiraba de su melena, sin descanso hasta que se corrió. Entonces la metí en su culo y seguí igual, follando duro y tirando de su pelo, hasta que yo fui quien se corrió. Me quite el condón, Tamara se sentó y me limpio la polla con buenos lametones.
Volvimos a sentarnos, rodeándonos con los pies, y nos besamos un rato, antes de salir, secarnos y vestirnos, para irnos a casa.
Mientras yo hacía fotos, se la veía pasarlo bien pues no paraba de reír y bailar con la gente. La vi que no estaba quieta en un sitio y me dijo que era para confirmar que no había nadie conocido. Cada vez que estábamos juntos, nos besábamos y nos metíamos un poco mano. Bien avanzada la noche, con bastantes fotos hechas, y con mucha gente ya muy borracha, me dedique más a Tamara que a hacer fotos. Tamara me estaba poniendo cachondísimo, metiéndome mano, restregándome su culo ancho y besándome apasionadamente. Me coloque tras ella, bailando, y le agarre de la cintura, en los rotos del vestido. No me pude contener y metí mis manos por los rotos, subiendo hasta llegar a sus pechos. Los acaricie, notando su sujetador de aro, con encaje. Saque mis manos pues se nos iba a ir la situación de las manos y, aun, tenía que hacer algunas fotos más.
Cuando termino la fiesta, estábamos tan cachondos que Tamara me propuso irnos a un hotelito por horas, discreto de los de entrar con el coche hasta la habitación, que conocíamos. De camino, no pude resistirme a meter mi mano por la raja de su vestido. Comencé a acariciar sus piernas, subiendo hasta llegar a su coño. Acaricie su tanga notando que también era de encaje. Acabe metiendo mi mano por él, masturbándola, cada vez que parábamos el coche.
Cuando aparcamos en el garaje privado, nos volvimos a besar un poco y nos metimos mano. Entramos a la habitación, sin parar de besarnos, y le acaricie el culo. Fuimos al sillón tantra, donde me senté y Tamara lo hizo sobre mí. Mi mano volvió a meterse por la raja y por el tanga, volviendo a masturbarla, mientras nos besábamos muy calurosamente y mi otra mano acariciaba sus pechos. La hice levantarse, colocándose frente a mí. La pedí que se abriera el vestido y comencé a besar su coño tapado y a acariciar sus muslos. Aparte su precioso tanga, y comencé a lamer su clítoris, metiendo mi dedo pulgar en su coño, masturbándola nuevamente. Acabe apartando su bonito tanga y comiéndola el coño. Mis manos, siguieron dentro del vestido, acariciando su culo.
Cuando Tamara se corrió, me levante y nos besamos. La gire, colocándole, dándome la espalda. Empecé a besarla el cuello, a restregar mi paquete por su culo y mis manos subieron de su cintura hasta los pechos. Desabroche la cremallera de la espalda y Tamara se bajó el vestido, mientras seguía besando su cuello y boca. Estaba deliciosa con el tanga y el suje de aro, blancos y con encaje ambos.
Tamara desabrocho mi pantalón, saco mi polla y comenzó a masturbarme. La volví a poner mirándome y acaricié y mordí sus tetas, con el sujetador puesto, mientras seguía masturbándome. Tamara se arrodillo y comenzó a hacerme un mamadón, con esa boca tan sexy que tenía, con los labios tan pintados de rojo. Acaricie su larga cabellera, hasta que decidí llevar las riendas y se lo agarre fuerte, tirando de él. Comencé a follarla la boca y ella me miraba con cara de gran placer.
Saqué mi polla de su boca y la restregué por su preciosa cara, golpeándola también. La di un condón y me lo coloco con sus gorditos labios. La levanté y la apoyé el pecho contra la parte alta del sofá tantra. Comencé a azotar su culo ancho y golpearlo con mi polla. Abrí sus piernas, aparte el tanga y comencé a follarla el coño. Agarre su melena y tire de ella, mientras subía y bajaba la velocidad de las penetraciones. A veces, dejaba de tirar del pelo para aplastar su cabeza contra el sofá. Cambié de agujero y empecé a follarla, duro todo el rato, su culo.
Me senté en la curva del sofá tantra y Tamara lo hizo sobre mí, mirándome. Se metió mi polla en el coño y volvimos a follar. Nos besábamos y acariciaba sus muslos. Una de mis manos subió, acariciando sus tapados pechos, acabando en su cuello, agarrándolo fuerte. La eche algo hacia atrás, ahogándola un poco. Mi mano acabo bajando de su cuello, volviendo a los pechos. Los acaricie un poco más, antes de sacarlos del sujetador. Sus pezones gorditos, estaban bien duros y no pude contenerme a comérselos. Tamara se inclinó bastante hacia atrás, apoyando sus pies y sus manos en el sofá, clavándose mi polla más adentro. Mis manos acariciaban sus muslos y pechos.
Coloque a Tamara de rodillas en la curva y me coloque de pie, con los pies en el suelo, tras ella. Metí mi polla en su coño y seguimos follando. Lo metí en su culo, un rato después, follándolo a fondo. En esta posición acariciaba sus pechos y tiraba de su melena. Me senté en el sofá, en el lado sin reposa espaldas, y Tamara se echó sobre el sofá con sus piernas apoyadas en el suelo. Seguí follándola el culo, tirando de su melena. Tamara acabo echándose hacia mí, colocando su espalda contra mi pecho. Nos besamos y acariciaba sus pechos, mientras la follaba el coño.
Me tumbe en el sofá tantra y Tamara se sentó sobre mí, de lado. Mi polla estaba en su coño y esta fue botando para clavársela bien rico y a fondo. Tamara fue girándose, para estar en la misma posición, pero al otro lado y acabar sentada sobre mí, dándome la espalda. Todo esto sin dejar de botar.
Cuando me iba a correr, Tamara se arrodillo en el suelo y yo me quede tumbado. Me quito el condón y me hizo otro mamadón, hasta que me corrí. Tamara trago todo bien rico, y lamio mi polla, dejándome bien seco y limpio. Se tumbo sobre mí y nos besamos un rato, mientras acariciaba su culo.
Tamara ponía música, mientras yo pedía unas copas al servicio de habitaciones. Cuando colgué, Tamara estaba bailando sexy, solo con la ropa interior puesta. Los pechos los había vuelto a colocar dentro del sujetador y se la veía maravillosamente sexy. Me senté en el borde de la cama y comencé a masturbarme, mirándola bailar. Cuando llegaron las bebidas, las cogí y me acerqué a ella. Me coloque detrás de ella, poniendo mi polla dura, contra su culo. En cuanto la notó, giro su cabeza, mientras hacia un gemidito de gusto, y me miro con cara de pícara. Nos besamos, mientras cogía su copa. Brindamos, bebimos y volvimos a besarnos.
Comenzamos a bailar, con el culo ancho de Tamara restregándose bien en mi polla. Una de mis manos agarraba su cintura y seguíamos besándonos de vez en cuando. También besaba y mordía su cuello y orejas. Tamara se giró, agarro mi polla y seguimos bailando. Bebíamos, nos besábamos y ella comenzó a masturbarme. Tamara, poco a poco, me fue llevando hasta la cama redonda que había en la habitación. Se sentó en el borde, siguió masturbándome y comenzó a comerme los huevos. Luego comenzó a acariciar mis huevos, para hacerme un mamadón con sus gorditos labios. Yo acariciaba su cabeza y ella de vez en cuando se la metía a fondo y jugaba con su lengua en ella.
Tamara cogió un condón y me lo volvió a poner con su boca. Se levanto, me dio un buen beso y se colocó a gatas en medio de la cama. Me puse de rodillas detrás de ella, aparte su tanga y comencé a follarla. Mis huevos golpeaban fuerte contra ella y Tamara gemía fuerte. Agarre su melena y tire de él, sin parar de follarla fuerte. Metí mi polla por su culo y seguí follando duro, haciendo que gimiera más fuerte. Me eché sobre su espalda y seguí follando su culo. Tamara giro la cabeza y nos besamos, mientras una de mis manos acariciaba sus pechos.
Me tumbe bajo ella y Tamara se tumbó sobre mí, con mi polla nuevamente en su coño. Se movía en círculos y nos besábamos. Mis manos acariciaban su ancho culo. Tamara se puso recta y se la veía preciosa, moviéndose en círculos. Mis manos subieron a sus pechos, acariciándolos con el sujetador puesto. La empuje para que volviera a tumbarse sobre mí y la mordí los pechos. Sus pezones se notaban bien duros y ricos bajo el sujetador. Tamara se desabrocho y quito el sujetador y la devoré los pechos, mordiéndoselos varias veces, para que gritara de dolor.
Tamara volvió a sentarse sobre mí y se metió mi polla en el culo. Cabalgó con una loca gimiendo sin parar. Yo acariciaba sus muslos y pechos, estirándolos de vez en cuando. Tamara se giró, siguiendo con mi polla en su culo y cabalgo más fuerte aún. Luego se cambió mi polla a su coño, pero no bajo la intensidad de sus movimientos. Sus gemidos no paraban de ponerme cachondísimo. Cuando se iba a correr, coloco su coño en mi boca y se lo comí hasta que paso.
Tumbé lateralmente a Tamara y me puse de rodillas, para golpear su cara con mi polla. Me tumbe detrás de ella, levante su pierna y metí mi polla por su culo. Follamos y nos besamos. Lo hacía suave, pero profundo. Mi mano volvía a jugar con sus pechos. La volví a meter en su mojadísimo coño y subí algo la velocidad de las penetraciones, sin parar ya hasta que me corrí dentro. Me tumbe y Tamara se puso a gatas. Me quito el condón y me hizo una riquísima limpieza de polla con sus gorditos labios y su juguetona lengua.
Tamara se tumbó conmigo y nos besamos y metimos mano, mientras jugábamos y nos reíamos. Tamara se acordó que la habitación tenía jacuzzi y me dijo de ir a probarla en el rato que nos quedaba. Al llegar al baño, me metí en el jacuzzi, Tamara se quito el tanga y se metió conmigo. Me rodeo con sus piernas y nos besamos, mientras acariciaba sus muslos. Tamara agarro mi polla y comenzó a masturbarme. Cuando me la puso dura, me levanté y comencé a golpear su cara. Pasé mi polla por sus labios y la metí de golpe y a fondo en su boca, provocándola una arcada. Comencé a follarla la boca y la tiré del pelo, para hacerlo varias veces con fuerza, llegando a su garganta.
Cogí un condón y Tamara me lo coloco con sus gruesos labios. Me senté y, nuevamente, me rodeo con sus piernas. Metió mi polla en su coño y comenzamos a follar suave. Nos besamos y acaricie sus piernas y pechos. Estos fueron también comidos, varias veces. Poco a poco subimos la velocidad de los movimientos de ambos. Tamara se metió mi polla en el culo y seguimos con los movimientos fuertes y duros. Tamara se dio la vuelta y se sentó, con mi polla en el culo. Seguimos moviéndonos, con mis manos acariciando sus pechos y besándonos. Una de mis manos bajo y la empezó a masturbar, mientras mi polla seguía dentro de su culo. Tamara metió mi polla en su coño y ahora la masturbaba el clítoris. Nuestros besos eran cada vez mas calientes y largos y mi mano apretaba mas sus pechos, tirando fuerte de sus pezones.
Hice a Tamara ponerse de rodillas, apoyando sus manos en el borde del jacuzzi. Me puse de pie tras ella, me incliné lo necesario y metí mi polla en su jugoso coño. Se lo folle bien duro, mientras tiraba de su melena, sin descanso hasta que se corrió. Entonces la metí en su culo y seguí igual, follando duro y tirando de su pelo, hasta que yo fui quien se corrió. Me quite el condón, Tamara se sentó y me limpio la polla con buenos lametones.
Volvimos a sentarnos, rodeándonos con los pies, y nos besamos un rato, antes de salir, secarnos y vestirnos, para irnos a casa.
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