You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

La Mamá Violada en la Carretera Olvidada

La Mamá Violada en la Carretera Olvidada
Primer relato de fantasía de mi mama inspirado en esta foto

Me llamo Maria, tengo 42 años, soy madre de dos hijos ya mayores y vivo en un pequeño pueblo costero. Ese día había salido a pasear en mi viejo Auto. Llevaba mi top favorito sin ropa interior debajo, uno con colores vibrantes que me hace sentir sexy, y unos shorts cortos que abrazaban mis caderas anchas y mis nalgas redondas. El sol calentaba mi piel, y me sentía libre, con el viento revolviendo mi cabello .La carretera estaba solitaria, rodeada de colinas verdes.
De repente, el auto empezó a fallar. Me orillé, bajé frustrada y abrí el capó. No entendía nada de mecánica. Estaba allí, inclinada, con mis tetas apretadas contra el auto, cuando escuché un motor acercándose.Era un camión grande. Se detuvo detrás de mí. Bajó un hombre alto, moreno, de unos 55 años, un poco obeso pero con músculos marcados. Llevaba una camiseta sudada y jeans sucios. "Problemas, señora?", preguntó con una sonrisa que me puso nerviosa.Intenté ser amable: "Sí, el auto no arranca. ¿Sabe de motores?"Se acercó demasiado. Olía a sudor masculino, fuerte y excitante a pesar del miedo. "Puedo ayudarte... pero todo tiene un precio", dijo, mirándome de arriba abajo, deteniéndose en mis piernas bronceadas y en el escote donde mis pezones se marcaban bajo la tela fina.Intenté retroceder, pero él me agarró del brazo.
"¡Suéltame!", grité, pero la carretera estaba vacía. Me empujó contra el auto, mi espalda contra la puerta caliente. "Cállate, mamá rica. Llevo horas conduciendo y necesito desahogarme con una perra como tú".Me besó con fuerza, su lengua invadiendo mi boca mientras una mano subía por mi muslo, metiéndose bajo los shorts. Luché, pero él era más fuerte. Me levantó el top, exponiendo mis tetas pesadas, con pezones oscuros ya endurecidos por el miedo y traicionada por mi cuerpo."¡No, por favor!", supliqué, pensando en mis hijos, en mi vida.
Pero él no escuchaba. Me bajó los shorts de un tirón, dejando mis nalgas al aire. Me giró, apoyándome en el capó del auto, como en la foto pero ahora expuesta, vulnerable.Sentí su polla dura contra mi culo. Era gruesa, venosa, palpitante. "Vas a ser mi puta hoy", dijo, escupiendo en su mano para untarla en mi coño. Estaba húmeda a pesar de todo, mi cuerpo respondiendo al dominio.Me penetró de un empujón brutal. Grité de dolor y placer mezclado. Sus embestidas eran salvajes, sus manos amasando mis tetas, pellizcando mis pezones. "¡Qué coño tan apretado para una mamá como tú! ¿Tu marido no te folla ?"Lloraba, pero mis caderas empezaron a moverse solas, traicionándome.
Él me follaba como un animal, profundo, rápido, el sonido de sus huevos golpeando mi culo resonando en la carretera desierta.Me corrí primero, avergonzada, un orgasmo violento que me hizo temblar. "¡Sí, córrete en mi polla, zorra!", grito él, y luego se vació dentro de mí, chorros calientes llenándome.Me dejó allí, jadeante, con la ropa desarreglada, semen goteando por mis muslos y mi cara llena de lágrimas.
Subió a su camión y se fue. Yo me subí al auto... que misteriosamente ahora arrancaba.Desde ese día, cada vez que paso por esa carretera, me mojo recordándolo. Mi secreto prohibido: la mamá violada que terminó amando ser tomada por la fuerza.
Si les gustó dejen sus comentarios

0 comentarios - La Mamá Violada en la Carretera Olvidada