Bienvenidos a mi primer relato, espero que les guste.
En este primer post publicaré solo el texto. Con el tiempo lo Republicaré con imágenes para hacerlo más entretenido.
Sin más preámbulos, espero que les guste
Relato:
Nunca me imaginé que llegaría este día, me sentía la más hermosa del mundo. Era el primer día del resto de mi vida, y estaba vestida para la ocasión. Tenía mi tanguita blanca, con medias largas, portaligas, ligas y zapatos del mismo color haciendo juego con mis largos guantes y el babydoll que hacia las veces de vestido extremadamente corto, solo cubría la mitad de mis nalgas y por delante se veía mi tanga.
Un corto velo blanco sobre mi pelo largo completaba mi ropa. Estaba muy nerviosa. Había mucha gente en el salón, amigos en común y gente que compartía nuestros gustos. Me acerqué caminando por el pasillo del centro hacía la mesita que hacía de altar. Allí me esperaban. Un alto hombre vestido de negro y por otro lado mi macho, tan hermoso y masculino en su traje.
Cuando llegué, me sonrió y me dijo: "tomaste la decisión correcta"
Le sonreí ruborizada.
El apretó con fuerzas mis nalgas para marcar pertenencia y yo pegué un gritito que arrancó una risa a más de uno.
El hombre de negro comenzó a hablar:
"Estamos aquí reunidos para celebrar este contrato entre un amo y su nueva esclava" mi corazón aceleraba su ritmo.
"¿Renuncias a todo atisbo de masculinidad para ser siempre mujercita y esclava de tu amo o de cualquier otro?"
"Si" respondí con seguridad
"¿Cuál será el nombre por el que serás conocida a partir de ahora"
"Micaela" fue mi respuesta.
"Micaela, a partir de ahora ese será tu nombre, pero también te podrán llamar puta, estúpida, esclava, perra, depósito de semen y cualquier nombre degradante que tu amo te asigne"
"Si, acepto"
"Aceptas ser degradada a esclava, renunciando a la dignidad humana y renunciando a todo derecho"
"Si!" respondí.
"Acerquése a firmar el contrato de esclavitud"
Me acerqué y firmé las tres copias del contrato, mi amo hizo lo mismo.
"A partir de ahora, Román será tu amo"
Continuando con el rito mi amo rompió mi tanga de un tirón y me la dió en la máno, yo, sin mirar la arrojé hacia la gente, quien la atrapé puede ser la próxima esclava. No me fijé quien la tomó, solo estaba muy avergonzada de estar tan expuesta frente a todos.
Mi pequeño pene que contenía una cinta rosada, atada en un moño le causo gracia a mi amo. En señal de total sumisión me arrodillé ante él, y comencé a desabrochar su cinturón y su pantalón, y enfrente de todos comencé a besar su enorme pene que dejaba en gran vergüenza el mío. Pues mientras el mío no alcanzaba los 4 cm, el presentaba unos poderosos 16 cm dormido que se convertían en 24 cm erecto, una verdadera bestia que me hacía sentir muy inferior. Lamí esa bestia con devoción pasando la lengua por todas sus bolas,luego subiendo por el tronco y finalmente comencé a metermela en la boca.
Él me demostró su dominio sobre mi tomando mi cabeza con sus manos y marcando el ritmo, me sentía totalmente de su propiedad, un objeto hecho solo para su placer. Sentía toda su enorme pija dentro de mi garganta, latiendo y eso me excitaba, pero mi pitito tenía el mismo tamaño erecto o dormido. Finalmente sentí una gran inundación de semen en mi boca y procuré tragar todo sin derramar ni una gota. Luego mi amo me liberó.
"Excelente trabajo esclava, no has derramado ni una gota. El semen de tu amo es sagrado y nunca debe derramarse en vano." explicó el guía.
"Ahora que el descargó su semilla en tu boca, esta le pertenece a él y no podrás volver a hablar sin que te lo ordenen. No podrás comer sin que te lo permitan y no podrás hacer uso de ella sin que te lo indiquen."
Luego aún de rodilla me postré ante mi amo demostrando aún más mi sumisión y el se sentó colocando su pie sobre mi cabeza.
"Has servido bien a tu amo entregándole total control sobre tu boca. Cómo recompensa te permitiré placer" dijo mi amo
Manteniendome en esa posición, comencé a sentir varias manos tocando me, las tetitas y mi culo. Mi excitación iba en constante aumento. Hasta que una mano enguantada, o mejor dicho dos dedos, comenzaron a acariciar mi pitito. Era muy humillante como con solo unos dedos bastaba mientras mi cabeza era aprisionada contra el piso por el pie de mi amo, pero la calentura superaba cualquier otra emoción y gimiendo descargué un pequeño charco de semen sobre el piso.
Me permitieron incorporarme y el guía dijo: "la semilla de una sissy es inútil y un total desperdicio. Está semilla jamás entrará en ningún agujero ni fecundará a ninguna mujer" y con total desprecio mi amo y yo procedimos a pisar el charco de semen. Luego limpié sus zapatos con una servilleta que arrojé en la basura.
Posteriormente me sentaron sobre el altar, colocaron una bandeja bajo mis genitales ridículamente pequeños y procedí a masturbar a mi amo, apuntando su pene hacia mí.
La segunda descarga de mi amo cayó sobre mi pitito bañandolo completamente en semen de macho.
"A partir de ahora esa cosita se llama clítoris y solo yo decidiré cuando podrás tocarla"
Una vez que buena parte de su semen chorreo la bandeja, el amo tomó una minúscula jaula de castidad rosada y encerró mi clítoris cubierto de su semen en ella. Yo tomé la llave y la entregué a mi amo
"Te entrego el control total de mis orgasmos y placeres" le dije. Y luego tomé la bandeja y me bebí el semen que contenía.
Luego el amo tomó un collar de perro rosado con una medallita en forma de hueso que tenía mi nombre y me la colocó en el cuello diciendo "Te entrego este collar de perro como símbolo de mi dominio total sobre ti"
"Gracias amo" respondí.
Me bajé del altar y me puse de espaldas a todos y apoyándome sobre el mismo, dejando mi culo totalmente expuesto dije: "Amo, le entrego mi anillo de cuero, cómo símbolo de mi total sumisión a usted." Con mis manos abrí las nalgas.
"Bien hecho putita" me respondió y escupió sobre mi culo, luego dirigió su enorme pene a mi agujero y comenzó a meterlo despacio, aún así me dolía.
Luego comenzó un suave mete-saca, hasta que me acostumbre al tamaño y el dolor se empezó a convertir en placer. Su pene acariciaba mi punto g, proporcionandome oleadas de placer y mi clítoris encarcelado en una jaula demasiado chica dolía.
Comencé a gemir como una adolescente enamorada cada vez más fuerte, hasta que terminé gritando "AMO POR FAVOR NO DEJE DE COJERSE A ESTA PUTITA, COJAME POR FAVOR. SOY SU PUTA Y NO VALGO NADA. ACEPTO SU SUPERIORIDAD DE MACHO ALFA. YO SOLO SIRVO COMO HEMBRA ESCLAVA Y PUTA.
Esto excitó mucho a mi amo, ya que sentí como su pijota palpitaba dentro de mi, hasta que finalmente descargó su semen dentro de mi ano.
Mi amo retiró su pene de mi agujero y en su lugar me colocó un frío plug anal, para evitar que el semen se saliera.
La sensación fría del plug me hizo dar un gritito femenino que causó una carcajada general entre los presentes, lo que me hizo recobrar la conciencia de que no estabamos solos. Eso me generó una enorme vergüenza y mi cara estaba totalmente colorada.
" Consumada está ceremonia declaro a Micaela feminizada y totalmente propiedad de Román"
Procedí a arrodillarme en el piso. Román colocó una correa en mi collar y caminé a cuatro patas a su lado, alejándonos del altar mientras los invitados aplaudían.
Continuará
Espero que les haya gustado, comenten que les pareció.
Besitos dónde más les guste
En este primer post publicaré solo el texto. Con el tiempo lo Republicaré con imágenes para hacerlo más entretenido.
Sin más preámbulos, espero que les guste
Relato:
Nunca me imaginé que llegaría este día, me sentía la más hermosa del mundo. Era el primer día del resto de mi vida, y estaba vestida para la ocasión. Tenía mi tanguita blanca, con medias largas, portaligas, ligas y zapatos del mismo color haciendo juego con mis largos guantes y el babydoll que hacia las veces de vestido extremadamente corto, solo cubría la mitad de mis nalgas y por delante se veía mi tanga.
Un corto velo blanco sobre mi pelo largo completaba mi ropa. Estaba muy nerviosa. Había mucha gente en el salón, amigos en común y gente que compartía nuestros gustos. Me acerqué caminando por el pasillo del centro hacía la mesita que hacía de altar. Allí me esperaban. Un alto hombre vestido de negro y por otro lado mi macho, tan hermoso y masculino en su traje.
Cuando llegué, me sonrió y me dijo: "tomaste la decisión correcta"
Le sonreí ruborizada.
El apretó con fuerzas mis nalgas para marcar pertenencia y yo pegué un gritito que arrancó una risa a más de uno.
El hombre de negro comenzó a hablar:
"Estamos aquí reunidos para celebrar este contrato entre un amo y su nueva esclava" mi corazón aceleraba su ritmo.
"¿Renuncias a todo atisbo de masculinidad para ser siempre mujercita y esclava de tu amo o de cualquier otro?"
"Si" respondí con seguridad
"¿Cuál será el nombre por el que serás conocida a partir de ahora"
"Micaela" fue mi respuesta.
"Micaela, a partir de ahora ese será tu nombre, pero también te podrán llamar puta, estúpida, esclava, perra, depósito de semen y cualquier nombre degradante que tu amo te asigne"
"Si, acepto"
"Aceptas ser degradada a esclava, renunciando a la dignidad humana y renunciando a todo derecho"
"Si!" respondí.
"Acerquése a firmar el contrato de esclavitud"
Me acerqué y firmé las tres copias del contrato, mi amo hizo lo mismo.
"A partir de ahora, Román será tu amo"
Continuando con el rito mi amo rompió mi tanga de un tirón y me la dió en la máno, yo, sin mirar la arrojé hacia la gente, quien la atrapé puede ser la próxima esclava. No me fijé quien la tomó, solo estaba muy avergonzada de estar tan expuesta frente a todos.
Mi pequeño pene que contenía una cinta rosada, atada en un moño le causo gracia a mi amo. En señal de total sumisión me arrodillé ante él, y comencé a desabrochar su cinturón y su pantalón, y enfrente de todos comencé a besar su enorme pene que dejaba en gran vergüenza el mío. Pues mientras el mío no alcanzaba los 4 cm, el presentaba unos poderosos 16 cm dormido que se convertían en 24 cm erecto, una verdadera bestia que me hacía sentir muy inferior. Lamí esa bestia con devoción pasando la lengua por todas sus bolas,luego subiendo por el tronco y finalmente comencé a metermela en la boca.
Él me demostró su dominio sobre mi tomando mi cabeza con sus manos y marcando el ritmo, me sentía totalmente de su propiedad, un objeto hecho solo para su placer. Sentía toda su enorme pija dentro de mi garganta, latiendo y eso me excitaba, pero mi pitito tenía el mismo tamaño erecto o dormido. Finalmente sentí una gran inundación de semen en mi boca y procuré tragar todo sin derramar ni una gota. Luego mi amo me liberó.
"Excelente trabajo esclava, no has derramado ni una gota. El semen de tu amo es sagrado y nunca debe derramarse en vano." explicó el guía.
"Ahora que el descargó su semilla en tu boca, esta le pertenece a él y no podrás volver a hablar sin que te lo ordenen. No podrás comer sin que te lo permitan y no podrás hacer uso de ella sin que te lo indiquen."
Luego aún de rodilla me postré ante mi amo demostrando aún más mi sumisión y el se sentó colocando su pie sobre mi cabeza.
"Has servido bien a tu amo entregándole total control sobre tu boca. Cómo recompensa te permitiré placer" dijo mi amo
Manteniendome en esa posición, comencé a sentir varias manos tocando me, las tetitas y mi culo. Mi excitación iba en constante aumento. Hasta que una mano enguantada, o mejor dicho dos dedos, comenzaron a acariciar mi pitito. Era muy humillante como con solo unos dedos bastaba mientras mi cabeza era aprisionada contra el piso por el pie de mi amo, pero la calentura superaba cualquier otra emoción y gimiendo descargué un pequeño charco de semen sobre el piso.
Me permitieron incorporarme y el guía dijo: "la semilla de una sissy es inútil y un total desperdicio. Está semilla jamás entrará en ningún agujero ni fecundará a ninguna mujer" y con total desprecio mi amo y yo procedimos a pisar el charco de semen. Luego limpié sus zapatos con una servilleta que arrojé en la basura.
Posteriormente me sentaron sobre el altar, colocaron una bandeja bajo mis genitales ridículamente pequeños y procedí a masturbar a mi amo, apuntando su pene hacia mí.
La segunda descarga de mi amo cayó sobre mi pitito bañandolo completamente en semen de macho.
"A partir de ahora esa cosita se llama clítoris y solo yo decidiré cuando podrás tocarla"
Una vez que buena parte de su semen chorreo la bandeja, el amo tomó una minúscula jaula de castidad rosada y encerró mi clítoris cubierto de su semen en ella. Yo tomé la llave y la entregué a mi amo
"Te entrego el control total de mis orgasmos y placeres" le dije. Y luego tomé la bandeja y me bebí el semen que contenía.
Luego el amo tomó un collar de perro rosado con una medallita en forma de hueso que tenía mi nombre y me la colocó en el cuello diciendo "Te entrego este collar de perro como símbolo de mi dominio total sobre ti"
"Gracias amo" respondí.
Me bajé del altar y me puse de espaldas a todos y apoyándome sobre el mismo, dejando mi culo totalmente expuesto dije: "Amo, le entrego mi anillo de cuero, cómo símbolo de mi total sumisión a usted." Con mis manos abrí las nalgas.
"Bien hecho putita" me respondió y escupió sobre mi culo, luego dirigió su enorme pene a mi agujero y comenzó a meterlo despacio, aún así me dolía.
Luego comenzó un suave mete-saca, hasta que me acostumbre al tamaño y el dolor se empezó a convertir en placer. Su pene acariciaba mi punto g, proporcionandome oleadas de placer y mi clítoris encarcelado en una jaula demasiado chica dolía.
Comencé a gemir como una adolescente enamorada cada vez más fuerte, hasta que terminé gritando "AMO POR FAVOR NO DEJE DE COJERSE A ESTA PUTITA, COJAME POR FAVOR. SOY SU PUTA Y NO VALGO NADA. ACEPTO SU SUPERIORIDAD DE MACHO ALFA. YO SOLO SIRVO COMO HEMBRA ESCLAVA Y PUTA.
Esto excitó mucho a mi amo, ya que sentí como su pijota palpitaba dentro de mi, hasta que finalmente descargó su semen dentro de mi ano.
Mi amo retiró su pene de mi agujero y en su lugar me colocó un frío plug anal, para evitar que el semen se saliera.
La sensación fría del plug me hizo dar un gritito femenino que causó una carcajada general entre los presentes, lo que me hizo recobrar la conciencia de que no estabamos solos. Eso me generó una enorme vergüenza y mi cara estaba totalmente colorada.
" Consumada está ceremonia declaro a Micaela feminizada y totalmente propiedad de Román"
Procedí a arrodillarme en el piso. Román colocó una correa en mi collar y caminé a cuatro patas a su lado, alejándonos del altar mientras los invitados aplaudían.
Continuará
Espero que les haya gustado, comenten que les pareció.
Besitos dónde más les guste
4 comentarios - Nueva vida sissy I: La ceremonia (s/T)