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morbo de pareja

Me preparé desde muy temprano; me bañe, me perfume por todos y cada unos de mis rincones, me depile todita. Me puse una tanga , una falda de vuelo, tipo mimi, un bra calado, del mismo color de la tanga, una blusa muy ajustada 
Cuando mi marido llego a casa me veía de pies a cabeza y decía que me veía preciosa. Salimos de casa, tomamos un taxi y nos fuimos a comer. Terminando de comer nos fuimos al shoping  que está cerca de casa y ahí nos pasamos toda la tarde. Eran casi las 8 de la noche y en un bar Mi esposo me dice,  entramos un rato? Le dije, va, ya estamos aquí, porque no hacerlo.
Comenzamos a tomar tequila y él bien sabe que esa bebida, después de varios shots, me prendo porque me prendo. Estábamos sentados en una mesa cercana al centro del bar, junto a donde cantaban
Mientras escuchábamos la música y tomábamos, me decía cosas que me iban calentando mucho; me pedía que cruzara las piernas, que las abriera un poco más, él no dejaba de acariciarme por debajo de la mesa. Sentía que por momentos me subía mucho la falda, y no sólo el cantante veía lo que mi marido me hacía, sino también otras personas que estaban sentadas muy cerca de nosotros. Cuando ya sentía muy arriba la falda, trataba de bajarla un poco, pero él me la volvía a subir. Así estuvimos jugando por un buen rato.
Daban casi la una de la mañana cuando estaban a punto de cerrar el bar, mi esposo decidió pedir un Uber para que nos llevara a casa y sí, llegó como en 20 minutos. Mientras llegaba el Uber, mi esposo no dejaba de alzarme la falda, tocarme las piernas, tocarme las nalgas y las tetas, y me decía, que dices si vamos a un hotel y nos llevamos al chofer, quiero ver como te cogen, va? Yo sólo reía, pensaba que solo sería parte de la fantasía para calentarme. Aunque lo veía muy decidido a hacerlo. Insistió tanto que para no seguir con lo mismo, le dije que sí, pero que si se iba a aguantar después, que porque yo no quería escuchar reclamaciones; él solo decía que sí.
Llegó el Uber, manejaba un tipo joven, como de unos 30 años de edad, bien perfumado; quizás no tan guapo, pero muy amable. Salió del auto par abrirnos la puerta y saludo, pero cuando me vio, me miró de arriba hacia abajo, deteniendo su mirada en mis piernas. Tomó nuevamente su lugar 
Mientras íbamos hacia casa, mi marido seguía acariciándome las piernas y no dejaba de subirme la falda. Parece que no, pero estando cerca de un extraño, media borracha, bien caliente y en esa atmósfera, permití que me subiera la falda hasta donde él la quería ver, abriendo más las piernas y esperando que el tipo volteara a verme; por cierto, no tardó mucho, ya que vi como de forma muy discreta acomodó su espejo retrovisor para ver lo que mi esposo me venía haciendo. Eso me calentó mucho mas.
Llegando serca de nuestra casa  hay un hotel, mi esposo le dijo, por favor, ve más lento, quiero que te metas al hotel, por favor. Wow, yo miré a mi esposo, algo asustada y muy discreta le pregunté, que? vamos a entrar?,  Él solo reía.
Entró al hotel,  en seguida, llegó el encargado y mi esposo pagó la estancia. Salimos del coche y diciéndole al tipo que si nos quería acompañar, muy feliz bajó del coche y nos siguió. Entramos a la habitación, mi esposo tomó el teléfono y pidió unas cervezas. Yo estaba , bien caliente. No le solté la mano durante todo el tiempo. El tipo del Uber se llama Leonel.
, mi esposo fue directo y le dijo a Leo, . No quiero que haya desnudos, ni besos ni nada, sólo sexo. Leo, sin perder oportunidad aceptó. Yo estaba sudando de las manos, mi esposo para tranquilizarme comenzó a besarme y a acariciarme frente a Leo, subió toda mi minifalda por detrás, para permitirle a Leo que apreciara mi culo. Después, me llevó mi esposo a un sillón, me pidió que me pusiera en cuatro, yo accedí sin chistar.
Sin quitarme la ropa me quedé puesta y lista en el sillón, llegó Leo por detrás y comenzó a acariciarme las nalgas y a besarme el culo; así estuvo durante unos instantes, después se bajó el pantalón, sacó un condón y después de ponérselo se acercó a mi; con mucha ternura me bajó las pantimedias, me bajó también la tanga, todo a medio muslo; y después puso su verga entre mis nalgas. Yo estaba muy caliente y excitada, me sentía bien mojada y aunque no decía nada, por dentro estaba gritando que me penetrara.
Poco a poco metió su verga en mi y de repente,

morbo de pareja

 me la ensartó toda; no se sentía muy larga, pero si algo gruesa, un poco más que la de mi esposo. Me sujetó de la cintura y haciendo unos movimientos de cadera muy lentos comenzó a meter y a sacar su verga de mi. Poco a poco fue incrementando la velocidad y la fuerza se sentía en las embestidas que me estaba dando; comencé a gemir y mi esposo que estaba frente a mi, al principio me daba pena verlo a la cara, pero él era el que me preguntaba, que si sentía rico; solo movía la cabeza como asintiendo la acción. No aguante mucho y le dije a mi esposo, amor, me estoy viniendo, en ese momento Leo incrementó la velocidad; se salió de repente, se quitó el condón y me dijo, pon tu boquita, quiero que te los comas. Rápidamente me senté en el sillón, abrí la boca y sentí un torrente de semen hirviendo en mi boca y sentí como iba pasando por mi garganta, hasta dejar vacía esa hermosa verga. La chupe como si nunca hubiera mamado una de ese tipo.
Se acomodó el pantalón y me ayudó a subirme la tanga y a acomodarme las pantimedias. Salimos de la habitación y nos llevó a casa. Llegando, mi esposo me cogió tres veces, recordando lo sucedido esa noche.
Espero que una velada así se vuelva a repetir, nunca fui tan feliz como ese día y al parecer, mi esposo es más feliz que antes. Adoro a mi cuernudo

3 comentarios - morbo de pareja

Bartolomeo1111
Es un viaje de ida. Va a ser siempre tu cornudo. Disfruten
usernotfound008
Me encantan sus relatos, si les interesa un intercambio soy hombre con pareja tengo 29 y ella 27 cerca de Bogotá