Les contaré unahistoria que no es mi relato si no de una persona, especÃficamente de una mujercon la estuve unos años de encuentro en encuentro a espaldas de su marido. Unamujer que hoy debe tener unos 65 o 66 años pero que cuando yo la conocà tenÃa50. Una historia de hace 15 años pero que merece ser contada.
No voy a decir dequé ciudad soy porque serÃa una falta de respeto decirlo, la mujer era conocidaen esta ciudad, periodista ella. Estuvimos varios años juntos, creo que cincosi no me falla la memoria, hasta que me cansé porque eran llamados a cada hora.La mujer querÃa coger a toda hora, obviamente que yo no era el único amante quetenÃa, a mà no me importaba pero me jodÃa que a veces eran las 3 de la mañana yme llamaba, me buscaba, cogÃamos y me llevaba de vuelta a mi casa. Asà fueroncinco años hasta que decidimos no continuar porque era una locura.
La mujer en esemomento tenÃa un cuerpo espectacular, debÃa cuidarse mucho porque trabajaba entelevisión. No tenÃa tantas tetas pero sà un culo que partÃa la tierra, rubia,gringa, no habÃa nacido en la ciudad, era del campo (acá también hay otrashistorias).
Entre encuentro yencuentro, hablábamos mucho después de coger, ella me contaba su dÃa, yo el mioy asà hasta tenÃamos charlas muy profundas de amor, desamor y esas cosas.Cuando tuvimos un poco más de confianza nos contábamos anécdotas de todo tipo,sabiendo que ninguno dirÃa nada y fue asà que me contó algo que al dÃa de hoyme sigue excitando.
Resulta quesiendo periodista le tocó ir a EEUU a hacer una serie de entrevistas, visitarinstalaciones de canales de televisión, conocer un poco con el fin de traerideas para el canal donde trabajaba. Ella sabÃa muy bien ingles, sabÃacomunicarse pero cuando viajas se complica entonces le pusieron un traductor.Viaja y en el aeropuerto se encuentra con un chico que la estaba esperando,este chico iba a ser su asistente mientras ella estuviera trabajando allá. Elpibe era de todo, desde camarógrafo, traductor, la llevaba a todos lados yproductor, un multiuso.
La mujer en sutrabajo era espectacular, el viaje eran 20 dÃas y ella en 5 ya habÃa hecho todolo que estaba programado, le quedaban 15 dÃas para seguir trabajando ydisfrutar de la ciudad de Houston donde fue a trabajar.
El chico trabajóa la par de ella pero cuando no tuvo más actividades, preguntó si podÃa noseguir trabajando. Ella le dijo que no porque no sabÃa de la ciudad, querÃaconocer otras ciudades también y conocer otras realidades. El chico dijo quepodÃa armar algo para el dÃa siguiente y asà fue.
Ella se interesópor otra realidad, que es la que no cuentan las pelÃculas y entonces se fuerona a las afueras de la ciudad, barrios en muy mal estado y bastante pobreza. AhÃconocen a un grupo de chicos y ella comienza a hacerles la entrevista, loschicos comenzaron a tocarla, entraron en confianza muy rápido. El asistente nosabÃa qué hacer y la entrevista seguÃa, en un momento uno de los chicos sacó suverga en tono de broma y fue ahà cuando el asistente decidió levantar la notasubirse al auto e irse. Ella no habló en el viaje pero al llegar al hotelrecordó esa verga y comenzó a calentarse, de tal manera que comenzó amasturbarse, pasaron unas horas y no aguantó llamó a su asistente para ir a unbar o algo asà para conocer gente. Este le dio algunas opciones y otras las encontróen el hotel. Se vistió, una manera de decir, ella querÃa coger y no leimportaba nada. HacÃa frio, no era invierno, asà que tomó un tapado que usabapara las entrevistas, un vestido corto sin corpiño y una tanga roja que hacÃajuego con su cuerpo blanco y rubio.
Fue a un bar, nole gustó, fue a otro y asà pasaba de bar en bar. Pensó que era mejor noalejarse de la zona del hotel pero tomaba un trago tras otro y ese criterio lodejó de lado. Se alejó bastante del hotel y entró a un último bar, bebió unacopa y se le acercan dos tipos, negros ellos. Comienzan a hablar, ella entendÃay ellos también, asà que fue fácil. La llevaron a otra habitación, donde habÃados más. Los tipos se sentaron en grandes sillones y ella comenzó a desnudarse,era parte del trato que habÃan creado unos minutos antes. Los tipos se bajaronlos pantalones, dejando ver sus enormes vergas, ella se excitó y fue a buscarlosuno por uno. Al ser la primera vez se la cogieron de a uno. Volvió a su hotel,a la noche siguiente volvió por más tenÃa sed de más, probó con dos al mismotiempo. Al dÃa siguiente volvió por más y ya eran tres al mismo tiempo. Eralunes, al dÃa siguiente ya se volvÃa a Argentina y el bar no abrÃa ese dÃaentonces se volvió al hotel, la estaban esperando en la puerta para su alegrÃa.La subieron en un auto, en la parte de atrás eran besos y toqueteos, chupaba lapija de los que podÃa, estaba desnuda. La bajaron y la llevaron a una habitaciónde una casa, entre los cuatro la cogieron de tal manera que se excitaba cadavez más. No podÃa parar con las cuatro vergas en su cuerpo. Estuvieron toda lanoche.
Al dÃa siguientela llevaron al hotel y de ahà al aeropuerto, nunca más los volvió a ver peroella se quedó con una anécdota que, creo, nunca más pudo revivir. Â
No voy a decir dequé ciudad soy porque serÃa una falta de respeto decirlo, la mujer era conocidaen esta ciudad, periodista ella. Estuvimos varios años juntos, creo que cincosi no me falla la memoria, hasta que me cansé porque eran llamados a cada hora.La mujer querÃa coger a toda hora, obviamente que yo no era el único amante quetenÃa, a mà no me importaba pero me jodÃa que a veces eran las 3 de la mañana yme llamaba, me buscaba, cogÃamos y me llevaba de vuelta a mi casa. Asà fueroncinco años hasta que decidimos no continuar porque era una locura.
La mujer en esemomento tenÃa un cuerpo espectacular, debÃa cuidarse mucho porque trabajaba entelevisión. No tenÃa tantas tetas pero sà un culo que partÃa la tierra, rubia,gringa, no habÃa nacido en la ciudad, era del campo (acá también hay otrashistorias).
Entre encuentro yencuentro, hablábamos mucho después de coger, ella me contaba su dÃa, yo el mioy asà hasta tenÃamos charlas muy profundas de amor, desamor y esas cosas.Cuando tuvimos un poco más de confianza nos contábamos anécdotas de todo tipo,sabiendo que ninguno dirÃa nada y fue asà que me contó algo que al dÃa de hoyme sigue excitando.
Resulta quesiendo periodista le tocó ir a EEUU a hacer una serie de entrevistas, visitarinstalaciones de canales de televisión, conocer un poco con el fin de traerideas para el canal donde trabajaba. Ella sabÃa muy bien ingles, sabÃacomunicarse pero cuando viajas se complica entonces le pusieron un traductor.Viaja y en el aeropuerto se encuentra con un chico que la estaba esperando,este chico iba a ser su asistente mientras ella estuviera trabajando allá. Elpibe era de todo, desde camarógrafo, traductor, la llevaba a todos lados yproductor, un multiuso.
La mujer en sutrabajo era espectacular, el viaje eran 20 dÃas y ella en 5 ya habÃa hecho todolo que estaba programado, le quedaban 15 dÃas para seguir trabajando ydisfrutar de la ciudad de Houston donde fue a trabajar.
El chico trabajóa la par de ella pero cuando no tuvo más actividades, preguntó si podÃa noseguir trabajando. Ella le dijo que no porque no sabÃa de la ciudad, querÃaconocer otras ciudades también y conocer otras realidades. El chico dijo quepodÃa armar algo para el dÃa siguiente y asà fue.
Ella se interesópor otra realidad, que es la que no cuentan las pelÃculas y entonces se fuerona a las afueras de la ciudad, barrios en muy mal estado y bastante pobreza. AhÃconocen a un grupo de chicos y ella comienza a hacerles la entrevista, loschicos comenzaron a tocarla, entraron en confianza muy rápido. El asistente nosabÃa qué hacer y la entrevista seguÃa, en un momento uno de los chicos sacó suverga en tono de broma y fue ahà cuando el asistente decidió levantar la notasubirse al auto e irse. Ella no habló en el viaje pero al llegar al hotelrecordó esa verga y comenzó a calentarse, de tal manera que comenzó amasturbarse, pasaron unas horas y no aguantó llamó a su asistente para ir a unbar o algo asà para conocer gente. Este le dio algunas opciones y otras las encontróen el hotel. Se vistió, una manera de decir, ella querÃa coger y no leimportaba nada. HacÃa frio, no era invierno, asà que tomó un tapado que usabapara las entrevistas, un vestido corto sin corpiño y una tanga roja que hacÃajuego con su cuerpo blanco y rubio.
Fue a un bar, nole gustó, fue a otro y asà pasaba de bar en bar. Pensó que era mejor noalejarse de la zona del hotel pero tomaba un trago tras otro y ese criterio lodejó de lado. Se alejó bastante del hotel y entró a un último bar, bebió unacopa y se le acercan dos tipos, negros ellos. Comienzan a hablar, ella entendÃay ellos también, asà que fue fácil. La llevaron a otra habitación, donde habÃados más. Los tipos se sentaron en grandes sillones y ella comenzó a desnudarse,era parte del trato que habÃan creado unos minutos antes. Los tipos se bajaronlos pantalones, dejando ver sus enormes vergas, ella se excitó y fue a buscarlosuno por uno. Al ser la primera vez se la cogieron de a uno. Volvió a su hotel,a la noche siguiente volvió por más tenÃa sed de más, probó con dos al mismotiempo. Al dÃa siguiente volvió por más y ya eran tres al mismo tiempo. Eralunes, al dÃa siguiente ya se volvÃa a Argentina y el bar no abrÃa ese dÃaentonces se volvió al hotel, la estaban esperando en la puerta para su alegrÃa.La subieron en un auto, en la parte de atrás eran besos y toqueteos, chupaba lapija de los que podÃa, estaba desnuda. La bajaron y la llevaron a una habitaciónde una casa, entre los cuatro la cogieron de tal manera que se excitaba cadavez más. No podÃa parar con las cuatro vergas en su cuerpo. Estuvieron toda lanoche.
Al dÃa siguientela llevaron al hotel y de ahà al aeropuerto, nunca más los volvió a ver peroella se quedó con una anécdota que, creo, nunca más pudo revivir. Â
0 comentarios - Mujer sedienta de sexo