Los peores amantes: Capítulo XI

Capítulo XI: Y nos dieron las doce y la una…
 
Recién estaba pasando la mañana, al final ese desayuno quedo frío así que luego de pedirle a Connie que nos deje solos, nos duchamos y decidimos salir a almorzar algo, aprovechando un poco que lo último que había pasado había sido algo fuerte –al menos para nosotros– y si bien no nos generó ningún tipo de dudas ni nada, no por eso no sería algo que teníamos que procesar estando ya un poco más fríos. Fuimos a un restaurant tranquilo, sencillo, lo que queríamos era comer y apurarnos en volver a la cama, pero mientras estábamos ahí lo pasamos bien y de la nada le dije…
 
- Siempre fuiste así? Mira que no tenes que decir que es la primera vez que haces tal o cual cosa –ella se me quedo mirando.
- Así como?
- Abierta, morbosa, exhibicionista… y algunas cosas más, osea, como yo!
- Abierta no soy, no me gustan las minas, no me calientan, me salió jugarle así a esta pendeja, pero es porque vos me pusiste así a mí. El resto… –dijo haciendo una pausa– lo estoy descubriendo a medida que lo estamos haciendo.
- Ahhh… y te gusta?
- Lo disfruto según surge… –dijo pensando y agachando un poco la cabeza, como con vergüenza– bah, a quién le miento… me encanta jajaja
- Jajajaja que hija de puta… no lo querías reconocer! –le dije jodiéndola.
- Es que me resulta raro, me hace sentir que soy re puta nene!
- Y que tiene, no sos prosti, el que seas puta es disfrutar de tu sexualidad, es el buen uso de la palabra, no a modo despectivo.
- Es que me está gustando ser tan puta! –se tapó la cara con las dos manos y se reía.
- Entonces vamos a poder seguir jugando y fantaseando cosas nuevas… –le tire a ver que decía.
- Y nunca se sabe, hasta ahora todo me viene gustando, vos propone, vamos probando –como siempre les digo, no se achica y encima te acompaña. La mejor.
 
Seguimos hablando y riéndonos del tema, nos relajamos y nos distendimos un montón. Terminamos y volvimos al hotel. Justo al llegar nos acercamos a la recepción y estaba Connie que nos recibió con una sonrisa indescriptible.
 
- Hola Bea, comiste? –esta pendeja no me registra ni siquiera un poco pensé yo, pero caí rápido, el almuerzo me dejo algo lento.
- Si, ya sabes que como bien –le respondió Bea rápida.
- Si, lo vi –y largo una risita– yo ya me voy, no es por ponerte presión o incomodarte, pero si queres me puedo quedar…
- No, gracias hermosa, la pase bien, pero se dio justo en el momento y listo, paso, pero no es algo que pensando lo volvería hacer, simplemente algo que se da sin pensarlo.
- Claro, te entiendo –dijo con cara de resignación pero buscando en mí mirada algún indicio que le renueve la esperanza.
- Si te gusto lo que paso, quédate con eso, son cosas que surgen, forzadas no salen a veces. Nos gustó compartirlo con vos, pero ya está –agregue yo.
 
Nos fuimos con Bea para la habitación y ni bien entramos al ascensor Bea me come la boca mal.
 
- Epaaa… no podes aguantarte!  –le digo entre besos y siento como me manotea la pija.
- Esa pendeja trola quería enfiestarse con nosotros… –me decía visiblemente caliente por la situación y casi sin despegarse de mi boca.
- Mmmm… con nosotros? O con vos? –le  dije y la puse contra el espejo del ascensor, tome sus manos por atrás, agarrando sus muñecas y le encaje un fuerte chirlo– Me parece que a vos te gusto jugar con esa pendejita… no?
- Ahhh… no me gustan las minas… –plafff! Le di otro chirlo.
- Yo no dije eso, dije que te gusto jugar con otra putita como vos… –plafff…– no me esquives y contesta!
- Ayyyy… Si, se puso caliente la pendeja…
 
Se abrió la puerta del ascensor y tuvimos que bajar, la lleve agarrada por detrás de las muñecas hasta la puerta de la habitación, ahí la apoye y me quede sin hacer nada.
 
- Abrí… –me dice bajito.
- Te chupo bien la conchita la pendeja?
- Mmm… Abrí que estamos en el pasillo… Dale… –volvió a insistir.
- Respondeme primero… Te chupo bien la concha o no? Responde putita…
- Ahhhh.. –largo cuando le mordí el cuello– Mmm… Si… bastante bien… Me gustó…
 
Recién ahí abrí la puerta y la lance dentro de la habitación, ella algo sorprendida por la brusquedad, pero no se quejaba, se sonreía un poco, era obvio que el haber visto a la pendeja abajo y que le haya mencionado que quería seguir con ella la había calentado, y por supuesto que todo esto a mí me puso al palo.
 
- Desnudate –le ordene– quiero verte.
- Toda? –imagino que pregunto por si quería que se quede en lencería.
- Toda, y sentate en la cama.
 
Ella no perdió tiempo y rápidamente quedó totalmente desnuda y se sentó casi al borde de la cama como yo le pedí. Yo me acerque y le abrí las piernas, se las acariciaba por el interior de los muslos, ella alzó la cabeza con un suspiro, entrando en calor con sus ojos entrecerrados hasta que logro mirarme a los ojos.
 
- Cogeme amor… –me dijo bajito.
- No… Todavía no vas a tener pija… –pase muy suave mis dedos por su concha y como siempre estaba toda llena de miel– Tocate… tocate para mí –le dije.
 
Ella no pierde tiempo y sin quitarme la vista pasa su mano pos su lengua y la lleva directo a su concha –como si necesitara lubricar algo, pensé yo– pero lo hizo más para calentarme que por necesidad.
 
- Así?... –me dijo con vos de bebota– Te gusta ver cómo me toco?
- Si, mostrame –le dije yo mientras me iba desprendiendo el pantalón y quitándome el resto de la ropa.
- Se te puso la pija dura de verme? –dijo intentando manotearme con la otra mano pero se lo impedí.
- No toques, todavía no te toca… Seguí putita, mostrame… hace de cuenta que tenes la lengua de Connie ahí… Chupandote bien…
- Ahh… –suspiro fuerte, le calentaba la idea– Esa putita… De la nada apareció…
- Viste, enloqueces a todos vos con ese culo…
- Si? Tengo linda cola? A vos te gusta mucho no? –intenta agarrarme otra vez.
- La más linda, lejos… ponete de costado, seguí tocándote –un poco la guie en la posición que quería, paralela al borde de la cama con una pierna sobre el colchón y otra que bajaba al piso.
- Así me queres… – mirando para arriba y ya tenía mi pija cerca de su cara– Te gusta cómo me toco? Me mojo toda… –saca su mano y se la lleva nuevamente a la boca.
- Dame un poco –le pedí, ella no demora en juntar miel y acercar sus dedos a mi boca.
- Te gusta? Esta rica o queres probar la de la otra putita ya?
- Rica, la más rica como siempre… no quiero de otra, seguí –le acerque la pija a la cara y ella instintivamente abrió la boca y saco su lengua.
- Dame, quiero darle besos –e intento lamerla.
- Nada de besos… seguí putita… cuando yo te diga vas a chupar… Ahora no –y me empecé a pajear en su cara pero cada vez que ella intentaba chuparme con la misma mano que me pajeaba le sacaba la cara.
- Dammeeeee!!! Quieroooo!!!
 
Le seguí jugando así un rato, solo logro pasarle la lengua apenas dos veces cuando yo me incliné a tocarle la concha para juntar de su miel. Ella ya se empezaba a desesperar cada vez más. Yo le corté abruptamente el juego y salí de su lado para ir hasta mi mochila y agarrar dos paquetitos y volví donde estaba ella.
 
- Que es eso? –me pregunta con mucha intriga.
- Anda al baño, cerra la puerta y ponetelo –le dije.
- Pero que es?
- Anda al baño, ponetelo, y te vas a dar cuenta que es, no preguntes, hacelo!
 
Ella se levantó rápido y se encerró en el baño. Yo abrí el otro paquete y deje las cosas a mano pero ocultándolas para que ella no lo viera aún. Se escuchó desde el baño una risa, y en poco tiempo se abrió la puerta.
 
- La puta madre… –fue lo primero que alcancé a decir cuando la vi.
- Querías una puta? –fue su comentario.
- A la más puta… Uffff… Te queda tremendo… –le dije y ella empezó a acercarse.
- Lo vi hace poco en las redes y pensé en vos…
- Yo lo vi y pensé en vos y que te iba a quedar como te queda… pero verte superó ampliamente lo que pensaba.
 
Para que se entienda, le compre un conjunto de arnés con corpiño tipo cuero que solo cuenta con el armazón, dejando sus tetas libre, una tanga haciendo juego con ganchos a los costados. Y por supuesto, lo que ella no sabía, que a esto lo acompañaban un juego de esposas y una venda de tela negra. Ella alargo su caminata dando pasos por la habitación para lucir su conjunto nuevo, quería seguir impresionándome, mostrando cómo le quedaba.
 
- Me hace sentir muy puta mi amor… –frase que acompaño con cara de trola para coronarla.
- Es que sos puta mi vida, esto solo deja en evidencia que lo sos… –lo que le provocó una linda sonrisa diabólica– Veni conmigo –le dije señalándole que se pare delante de mí.
 
Empece a besar sus tetas, que estaban con muestras de excitación, pezones parados y duros. Mis manos se aferraron a su culo y con firmeza pero delicadamente lo tocaban. Ella se empezó a agarrar de mi cabeza disfrutando de mis besos. De a poco me fui parando, aprovechando su cuello y su boca, fundiéndonos en un beso súper mojado y algún suspiro de ella cuando sentía mi pija totalmente erecta rozándole su concha y pubis. La di vuelta y pase mis manos a su abdomen, acariciándola y jugando con su cuello, ella se relajaba cada vez más, si es que se podía ya. Con una mano agarre la venda y apenas separándome un poco pero dejándole la pija apoyada en la cola tape sus ojos.
 
- Que… –alcanzó a decir.
- Shhhh… no hables… déjate hacer… –sentí que sus hombros descansaron apenas en señal de confianza.
- Que tendrás pensado vos…
- Shhhhhhh… –volví a susurrarle y terminé de vendar sus ojos.
- No sé qué imaginarme… –quiso decir algo más pero no la dejé.
- No te imagines nada, relájate, solo es un juego. Dejate llevar.
 
Ella mi hizo caso, pero tenía una sonrisa constante en su cara, y cada movimiento lento que yo hacía sobre su cuerpo, le generaba sorpresa y se inquietaba. Mis manos comenzaron a jugar con distintas partes de su cuerpo, o por momentos usaba mi respiración, boca, lengua, y siempre le provocaba alguna sonrisa. Cada minuto que pasaba ella se divertía más, empezó a tomar el juego de manera más suelta, intentó buscarme en varias oportunidades, pero yo no la dejaba hacer, solo la dejaba recibir. Ya cuando la note totalmente entregada, la guie de a poco a la cama, ella subió de rodillas y por momentos apoyando las manos sobre el colchón. Por las indicaciones entendió que debía ponerse en cuatro y así lo hizo, siempre de manera lenta, sin tomar las cosas a las apuradas, cuando ya se colocó, fui por detrás y empecé a chuparle esa concha tan hermosa y húmeda.
 
- Cuanto jugo que tenes, te calienta vestirte como putita?
- Mmm… –solo atino a suspirar.
- Si? Te chorrea la conchita amor… tan caliente estás? –le decía y lo acompañe con un lindo chirlo. Plaffff!!!
- Ayyy… Si… Si… Me estoy calentando mucho ya… Seguí…
 
Yo me coloqué detrás de ella y apunte la pija a la entrada de su concha hasta que quedo apoyada, ella tiró la cabeza para tras esperando la embestida, pero baje un poco y roce lentamente toda pija por la superficie de su concha, luego para atrás pero apunte arriba e hice el mismo movimiento pero esta vez rozando toda la verga por la entrada de su culo, dejándolo todo mojado con sus propios jugos.
 
Otra vez volví a rozarle la concha, ella ya se agitaba de la ansiedad que le provocaba quererla adentro y no tenerla, pero esta vez me quede totalmente tirado hacia adelante apoyando mi abdomen en la cola, tome sus dos muñecas lo que provocó que ella quede con el pecho apoyado al colchón y el culo totalmente en pompa… un espectáculo tremendo. Tome las esposas que había dejado ocultas a un lado y se las puse, ella no se lo esperó ni de casualidad al punto que intentó levantar su torso por la sorpresa.
 
- Que haces Fede? –apenas lo dijo sonó PLAAFFFF!!! – Ayyyy… Que malo!!!
- Nada de quejas… antes fuiste la putita de Connie… Ahora sos mi putita… –la termine de empujar y que quedó nuevamente con el pecho y cara en la cama…
- Mmmm… no me puedo ni mover un poco así!! –protestaba.
- No tenes que moverte… ahora no… Ahora soy yo el que se encarga…
 
Terminé de decir eso y con ambas manos recorrí su espalda, desde sus hombros hasta su cintura. Me concentré en acariciar su majestuoso ojete que entre la tanga de cuero y su posición, era digno de alabanza, quite su tanga por los hebillas de los costados y quedo con el culito y concha desnuda. Me acosté boca arriba por debajo de su concha, tomándola fuerte del culo y me dedique a darle una buena dosis de sexo oral a esa concha que, por la posición, me iba a ofrecer todo el jugo para que nada caiga fuera de mi boca.
 
- Mmmmm… Ahhhh… –se la escuchaba muy bajito– Esa lengua… Quiere jugar…
- Mmmm… más arriba… Sí, así… –me pedía donde quería, donde le daba más placer, y yo me dedicaba a seguir sus indicaciones.
- Así… Que rico… Mmmmm… Sí… –movía la cintura para acompañar los movimientos de mi lengua.
- Si amor… Seguí… –siguió diciendo a medida que avanzaba la chupada de concha, siempre coordinados y entendiendo lo que ella buscaba y donde lo buscaba, ella sabía lo que quería y lo decía.
- Amoorrr… Me vas a hacer acabar así… Ponemela un poquito… Quiero que me cojas… –yo no la iba a coger todavía, para eso faltaba.
- Dale amorrr… Cógeme… Porfa… No seas malo! –su tono de voz aumentaba al mismo tiempo que su concha se hacía más agua y el sonido de sus jugos se escuchaban cada vez más con el juego de mi lengua y labios.
- Uyyyy… Ufffff… No… Dale… Cogeme amor que acabo… Dale… Amoooorrr… Aahhhhhhh… –yo no aflojaba y ella movía su cintura de manera eléctrica.
- Ayyy…. Siiiiii… Asiiii… Ahora no pares… Dale que me vengo! Así, así! Seguí! Ahhhhhh…
 
Ella se fue en un lindo y jugoso orgasmo… Ni les cuento todo el jugo que salió de esa conchita y lo rico que estaba, quede súper empachado de tanta miel que salió y que aproveche a tomar. Sus piernas se le aflojaban y se tensionaban una vez tras otra y su conchita daba muestras de contracciones a medida que le iba quitando todo rastro de jugo.
 
- Ahhh… dios… como me haces acabar así… me volves loca de la ansiedad porque me cojas y me haces acabar más rápido!
- Es la idea, si igual sabes que tarde o temprano te voy a coger jajja
- Si! Pero cuando estoy a punto más necesito la pija adentro y no me la das! Sos malo!
- Queres pija? –le dije cuando me puse detrás de ella.
- Sí! Quiero pija… Mucha pija! –dijo casi ya gritando.
 
No hizo falta que lo pida dos veces, se la metí hasta el fondo y me quede quieto.
 
- Ahhhh… Siiii… Esto quería –dijo satisfecha por lograr tenerla adentro.
- Sí? Así querías, bien al fondo? –empecé a moverme despacio y agarre lo que faltaba de la sorpresa.
 
Tome el lubricante anal que había llevado y deje caer unas cuantas gotas sobre su asterisco, ella inclino la cabeza rápido sintiendo el gel frío de golpe, pero entendió enseguida de que se trataba.
 
- Aaaahhh que me trajiste!??? Siguen los regalos??? –dijo contenta.
- Siiii… siguen los regalos, te gusta? –empecé a pasar un dedo haciendo círculos con el gel sobre su ano y haciendo leve presión.
- Mmmmmm siiiii… Se siente frio pero suave, lindo… patina jajajajaja –se divertía más de lo que yo pensaba.
- Y… hay que darle amor a tu culito también, un día como hoy no lo íbamos a dejar de lado no?
- Nooo, dale amor, que se lo merece y vos también… Ahhh… Ayyyy… Uffff… –gemía cuando sintió que el dedo entraba apretado pero sin problema.
- Si? Me merezco el culito hoy? Por eso dejas entrar tan fácil el dedo???
- Ayyy siiii amor… Hoy todo te mereces.
 
Ella pensó que yo le iba a hacer el culo ya mismo, estaba entregada y dispuesta a disfrutarlo como yo, pero no pensó que yo iba a jugar aún más. Tome el que sería por fin el último regalo del día y que ella no sabía ni podía verme desde su posición, le puse algo más de lubricante y quitando mi dedo del culo, empecé a frotarle el frio metal lubricado del plug anal, ella ahí sí que no entendía nada, tampoco podía ver nada y estaba totalmente sorprendida.
 
- Que es eso? Que más trajiste!? –decía sin salir de la sorpresa.
- Un chiche para vos, y para mí, obvio… Espero que te guste…
- Pero que es??? Decíme! –volvío a insistir.
 
Quite mi pija de su conchita, estaba súper babeada, me agache a darle un lindo beso en la concha y empecé a jugar con el plug en su cola, lo frotaba, lo empapaba de gel, y ella seguía preguntando que chiche era el que le había comprado. Puse el plug en punta directamente en la entrada de su culo e hice un poco de presión.
 
- Ahhh… Mmmmm… –exhaló profundo cuando sintió la punzada del acero que buscaba introducirse, pero movía un poco la cola ofreciéndose a más.
- Shhh… relájate… disfruta… –le dije en un tono suave y cariñoso contrario al ambiente generado hace minutos y seguí moviendo y presionando muy de a poco el plug.
- Mmmm… –cuando presione un poco más y una mano la lleve a su clítoris.
 
Hermoso era ver en primer plano como a medida que presionaba el rico asterisco de mi morocha iba cediendo, se empezaba a hundir al mismo tiempo que el plug se hundía dentro de él. Tire unas gotas más de gel para que sienta el contraste frío y como de a poco ese frío se convertía en algo que generaba cada vez más calor. De a poco fue cediendo y cediendo, se acercaba cada vez más al punto más ancho de esa circunferencia.
 
- Aayyyyy… Amor… Cómo se siente… Que me haces? –decía entre gemidos que no contenían queja alguna.
- Abro de a poquito tu culito hermosa… Te gusta?
- Mmmm… Sí… Así sí… De a poquito me gusta… –yo lo veía y era digno de ser filmado, hermoso momento se formaba cuando la parte de mayor grosor llego al anillo que oficiaba de barrera divisoria
- Ahhh… Ayyyyy… –su voz salía relajada pese a tener lo más ancho queriendo penetrarla.
- Es la parte más grande amor… ya está casi… Aguanta… –le decía y deje de presionar, quería que sienta el chiche.
- Mmmmmmm… Mmmmmggggg… –se excitó un poco más cuando en ese momento le di presión a su clítoris.
 
Su cola pedía, no retrocedía, ya estaba bien el momento que tuvo el mayor ancho haciendo fuerza en su anillito, empecé a presionar apenas un poco más y ese culito empezó a tragar muy de a poco el resto que quedaba de acero, donde por su forma generaba que la tragada se haga abrupta, sin embargo, quería ver como lo comía así que lo sujete para que todo entre de a poco. Finalmente el trabajo estaba listo. Me aleje apenas un poco para apreciar la mayor obra de arte creada por la naturaleza y culminada por el hombre. Ese culito yacía en pompa, casi mirando al techo, abierto y con una gran joya que brillaba en el centro.
 
- Uffff… –largo cuando termino de entrar todo y solo quedo el brillito que adornaba.
- Te queda hermoso mi vida… Sos una diosa realmente… –le dije mientras la masturbaba y mi otra mano acariciaba ambas nalgas.
- Si? Te gusta? Yo no veo nada! –protesto.
- Si, ahora te muestro –me acerque hasta la mesita de luz, tome el celular y le saque una foto– Mira! –le dije quitándole la venda que aún tenía puesta.
- Ayyy… Qué lindo! –exclamo al ver su culo abierto y adornado con esa joya de juguete– Queda bien no? Te gusta pajerito?
- Me encanta, a nadie le podría quedar tan lindo como a vos mi vida… Te gusta el color?
- Si, me gusta, creo que se luce el rosado… pega con mi cola jajaja
- Lo sentís bien? Te molesta? –le toque el brillo para ver su reacción según la presión que ejercía.
- Mmmmm… si, se siente re bien… nunca use uno… está bueno… me encantó el regalo… –decía con una carita de trola que no me voy a olvidar nunca más.
 
Ahora que estaba con el culo ocupado, le quite las esposas y la hice levantar con sus brazos, pero quedándose en cuatro sobre la cama, puse mi verga directo en su cara y se la ofrecí para chupar.
 
- Mmm… tiene lechita… está babeando… anda muy caliente me parece… –me dijo y paso su lengua por el glande juntando cada gota.
- Y si… desde hace un rato viene estimulándose con el show que dio tu culito comiendo el plug… no es fácil de aguantar eso…
- Si? Te gusto? –preguntó ella inocentemente pasando de nuevo su lengua sobre la cabeza cerrando con un beso.
- Así… Viste que dura me la pones? Cometela toda… –ella lentamente avanzó desde la cabeza tragándose de a poco todo hasta chocar su nariz con mi pelvis.
 
Poco a poco fue acelerando su mamada, luego uso sus manos para acompañar a su boca en el trabajo que estaba haciendo. Con todo lo que había generado la lencería, el juego y el plug, sumado a lo que ya la estuve penetrando, no quería dejar todo en una mamada, aunque no es para nada despreciable, todo lo contrario, pero quería que hubiera algo más… Si, ya saben que es ese algo más.
 
La deje erguida pero de rodillas, junte sus manos por delante y volví a ponerle las esposas, esta vez para que pueda actuar con ellas en caso de que tuviera ganas. Apoyo sus codos en el colchón y yo me ubiqué detrás. Con la pija bien dura se la apoye en la entrada de su concha y avancé, primero entro bien la cabeza, pero enseguida encontró una cavidad que se reducía y que para entrar más había que empujar con más fuerza, y así lo hice.
 
- Uyyyy mi vida… como aprieta ahora con el chiche en la cola… no me deja pasar…
- Ahhhh… entra más… Cómo se siente… Vos entra… Metela más…
 
Era hermosa la sensación de cogerla y que el plug haga tan estrecha la conchita, cuando empecé a bombearla era realmente una doble estimulación, para ambos, claro. Ella no tardó en apoyarse nuevamente con su pecho y llevo sus manos esposadas a su conchita y se empezó a frotar, eso la terminó de desatar, le faltaba una pija en la boca y estaba completa la muy putita.
 
- Ayyyy que lindo Fede… me tenes toda cogida…
- Te falta algo en la boquita mi amor… y ahí si estás toda cogida… ya te voy a traer… –eso se ve que la puso más caliente todavía.
- No me digas así… Ayyy amor… Ahhh… –aceleró la paja al mismo tiempo que su respiración.
- Que putita hermosa que sos, golosa, siempre queres más…
- Con vos quiero más, quiero todo… Cogeme Fede… no pares. Ahhhh!!! Seguí… –largo cuando le di profundo y fuerte.
 
Le seguí bombeando si parar pero modificando el ritmo, no siempre igual, en algún momento se la sacaba y le pasaba la pija por la concha para que sus manos froten pija y concha juntas, eso le gustaba, si llegaba a tiempo intentaba agarrala. En alguna que otra vez me puse delante de ella para que me la chupe y pruebe sus jugos, ella lo disfrutaba realmente mucho. Ya bien cogida empecé por fin a jugar con el plug otra vez. Mientras le daba lento le quitaba un poquito el plug, y ella lo sentía mucho, sentía el anillito estirarse y mi pija que entraba y salía le provocaba ciertos espasmos, de su conchita salía más jugo y su mano aceleraba la paja, le empecé a jugar con eso, la cogía con el plug ya, sin cesar la cogida le fui sacando y poniendo el juguete en el culo como cuando la cogía con los dedos. Ya no aguantó más, empezó a sentir placer realmente por el culo.
 
- No me podes coger así… Me estás matando Fede… Ahhhh… Siiiii…
- Te gusta el chiche que te traje?
- Uffff… Ahhhh… –se le entrecortaba la voz– Si… Me encanta… Te siento mucho… Dale… –decía como le salía.
- Tenes el culo hermoso putita… Está a punto para comerse la pija entera… –le dije cuando quite el plug por completo y le quedo el culito muy dilatado.
- Ayyyy… No lo saques! Ponelo y cógeme! –dijo con un grito que le salió de las entrañas.
- Queres la cola llena? Pedilo…
- Metemelo en la cola, quiero acabar así! –ni bien dice eso se la saque de la concha y le metí la cabeza de la chota en el culo, ella pego un saltito con las piernas pero se quejo cuando se la saque– No, dale!
- Todavía no puta, aguanta! –le meti el plug y la pija en la concha a la vez, eso la detono del todo.
- Ahhh Fede! Así! Cógeme más. Dame, rómpeme dale! Más rápido! Te acabo! Amor te acabo! Asiiii… Siiiii… Ayyyy… Siiiii… Mmmm… Mmmm….
 
Ella quería echarse para adelante rendida, yo la sujete de la cintura y no la deje, todavía no estaba todo terminado. Le seguí bombeando pero como animal, el choque de nuestros cuerpos se sentía y ella empezó frotarse la concha otra vez. De un saque aunque con cuidado le quite el plug y apunte la verga directamente, no le di tiempo ni aviso de nada. Apoye la cabeza y de un golpe se la enterré, no con violencia, pero si en continuado, sin parar.
 
- Ufffff… Ayyy… –lanzó y luego se mordió con fuerza el labio y empezó a meterse dos dedos en la concha.
- Como entra hermosa… entro todo sin problema mi amor… Que rico culo que tenes hija de puta… Como come pija…
- Uffff… No sabes cómo te siento… Que bien se siente… Cógeme… –decía totalmente entregada.
 
Cuando escuche eso supe que estaba preparada para lo que sea, tenía el culo a mi disposición y así lo tome. Le agarre la cintura con más fuerza y empecé a salir hasta casi la punta de la pija y entre con todo hasta chocar con su culo, ella solo gemía y se pajeaba. Estaba totalmente dispuesta a recibir la mayor culeada de su vida, y yo dispuesto a dársela. Si bien siempre se la sacaba casi toda e iba hasta el fondo, fui de menos a más, aumentando el ritmo y la fuerza con la que la cogía… y ella no hacía más que motivarme con gemidos y sin ni una queja de dolor ni molestia alguna.
 
- Ufff así… Qué lindo amor… Rompeme la cola, hacela tuya, cógeme… –me alentaba, quizás para hacerme acabar más rápido, me era indistinto, el placer sea por una cosa u otra era el mismo.
- Queres la leche?
- Si, dámela!
- Queres que te llene la cola putita? O donde la queres?
- Donde vos quieras dámela! Pero quiero sentirte en la cola, quiero sentir como explotas en mi cola!
- Uhhh que culito que tenes, se come todo sin problemas… te voy a acabar mi vida…
- Si, dámela, lléname la cola amorrrrr… Daleeeee…
- Toma mi vida, no aguanto más, toma la leche… Ahhhh… Ahhhh…
 
Sentía que la pija se llenaba de leche apretada por el culo de mi putita, y una vez que no pudo contener la presión, toda la leche reventó dentro de ella. La sensación fue la que pocas veces sentí, porque ni bien empecé a explotar ella empezó a apretar el culo para comerse la pija con fuerza, se tiraba adelante y atrás para hacer más bruta e intensa la penetración final, era una fiera la morocha, era bestial, si vos no la cogías estate seguro de que ella te iba a coger. Nunca defraudaba.
 
Se siguió moviendo un poco más hasta que sintió que mis manos aflojaron un poco el agarre de su cintura, ahí la muy puta empieza a moverse más despacio pero sin parar, giró su cara para mirarme de manera muy perra, quería ver mi cara, ya sea de satisfacción o de lo que fuera, pero sabía bien lo que había provocado.
 
- Como me llenaste el culo de leche… se ve que genero bastante este culito… –y me lo seguía moviendo.
- Este culo genera todo… No hay nada ni nadie que pueda resistirse… –de a poco empecé a salir, aún no se me había bajado del todo, ella quiso echarse adelante pero no la deje.
 
Cuando salí, su culito estaba muy dilatado, hermoso, no esa clásica imagen donde se ve abierto y las entrañas en su interior, era su culo simplemente dilatado y los restos de semen que empezaban a asomarse. No tuve ganas, no me interesaba, pero hubiera sido lindo sacarle una foto.
 
- Me rompiste el culo mal no? –dijo dándose cuenta que eso estaba viendo.
- Te dolió? –le pregunte.
- No, la verdad que nada, lo pude re disfrutar desde el principio
- Entonces la respuesta es que te rompí el culo sí, pero bien jajajaja –y me moví para recostarme al lado suyo y quitarle las esposas.
- Se darán cuenta si me ven que me cogiste el culo como un animal? Decía mientras se recostaba pero de forma tal de que yo vea todo.
- Y… si te pones en cuatro delante del cornudo, si, seguro se da cuenta… de última que te lo chupe, así te limpia lo que queda de leche jaja
- jajaja que malo que sos! –me dijo mientras se llevó los dedos a la cola– Uyyyy esta re abierto! Me entraron los dos dedos sin problema! –ella saco sus dedos y me esparció los restos de leche por mi abdomen.
 
Por suerte, aún nos quedaba resto de la tarde, y una oportunidad así sabiendo que era incierto que se vuelva a repetir no la íbamos a desperdiciar. No voy a entrar en el detalle del cuarto y último polvo del día, pero si les voy a decir que después de refrescarnos, bañarnos y hasta dormir un ratito, me desperté sintiendo movimientos de una boca en mi pija. Y sí, es una putita, la más putita de todas, mi morocha me despertó con una hermosa mamada. No tarde en reincorporarme y también darle mimos a ella, se los re merecía, ambos nos merecíamos cerrar el día de una manera especial, esta última revolcada no fue desenfrenada, no fue alocada ni nada de lo que fue el resto del día, fue amor, únicamente amor, hicimos el amor por un largo rato, con mucha delicadeza, con mucho silencio, lleno de miradas y sonrisas, caricias por todos lados y sobre todo, amor cargado de pasión. No lo cuento porque de todo lo que llevamos hasta el momento, no fue ni el mejor ni el peor, quizás puede ser el más aburrido para el lector, pero sin lugar a dudas fue el garche más íntimo que tuvimos hasta este momento, y prefiero guardármelo para mí.

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