Les comparto un relato que tenÃa guardado y olvidado.
Un incesto Madre e Hijo.
🔥
Capitulo 1
Eran las 8 de la mañana de un miércoles y mamá y yo estábamos haciendo ejercicio en el sótano. Trabajaba religiosamente cinco mañanas a la semana, y ella siempre estaba allà conmigo. Empezamos con una carrera en nuestras dos cintas de correr. El sostén deportivo de resistencia industrial de mamá no restringió por completo el rebote de sus senos de copa D, que me encantaba ver. Ella no pareció darse cuenta.
Las grandes tetas de mamá fueron un regalo de papá por su trigésimo cumpleaños. Ella le dijo que no querÃa pasar toda su vida con pequeños senos de copa A, y él estaba feliz de pagar por una cirugÃa de senos. En ese momento también estaba teniendo sobrepeso, como suele ocurrir con las mujeres de treinta años. Entonces ella se unió a mà en mis entrenamientos matutinos. Dice que soy su inspiración.
Cuatro años de ejercicios esculpieron a mamá en un espécimen elegante y fuerte de perfección femenina con cabello rubio platino. 34D-24-34. 5'6 "de altura. Piernas largas. Trasero redondo y alegre. Las tetas falsas eran anormalmente altas y firmes, no es que haya nada de malo en eso. Se parece mucho a April Cheryse, una modelo. Búscala en Google y entenderás la idea.
Después de correr en las caminadoras, levantamos pesas libres y terminamos con treinta minutos de yoga. El yoga fue idea de mamá. Estoy de acuerdo porque me mantiene flexible y es entretenido verla contorsionarse en todas esas poses.
Cuando terminamos, nos refrescamos durante unos minutos en un viejo sofá en el sótano. "Entonces, ¿cómo van las clases?" Yo pregunté.
Mamá es una estudiante de primer año de la universidad a los 34 años. No fue a la universidad a la edad normal porque me tenÃa que cuidar. Mi papá la dejó embarazada cuando ella tenÃa solo 16 años y él 20. Ahora tengo 18 y estoy en el último año de la escuela secundaria.
A papá no le importaba que mamá fuera a la universidad. De hecho, le divertÃa. Verás, mamá es una especie de rubia con cabeza de burbuja. No exactamente del tipo académico. Ni papá ni yo podÃamos imaginarnos a mamá en un salón de clases de la universidad, pero ella lo querÃa, asà que la apoyamos al 100%. Es una gran persona a pesar de ser un poco tonta.
Mamá heredó dinero de su familia adinerada, pero papá es banquero y puede permitirse el lujo de mantenernos sin recurrir a los fondos de mamá. TenÃamos una vida buena y próspera vida.
De todos modos, volviendo a la historia... El rostro de mamá se iluminó y respondió: "La universidad es genial, Gary. ¡Me estoy divirtiendo mucho!".
"Bien. ¿Estás encajando?" Yo pregunté. Le preocupaba encajar con los otros estudiantes de primer año de la universidad porque era mucho mayor.
Mamá se rió. "SÃ. ¡Les dije que tengo 22 años y me creen! ¡Piensan que tu vieja mamá es apenas mayor que tú! No está mal, ¿eh?"
No estaba realmente sorprendido. TenÃa un lindo rostro de aspecto joven con pómulos altos y hoyuelos, y su cuerpo era probablemente la envidia de todas las chicas de su clase. "Es porque te mantienes en buena forma", la felicité.
"Y tengo que agradecerte por eso, cariño. Eres mi inspiración", respondió y me besó en la mejilla. "Me gustarÃa que tu papá hiciera ejercicio con nosotros".
Papá era un poco mayor que mamá, 40 años, y tenÃa sobrepeso. Como oficial de préstamos en el banco, pasaba demasiado tiempo sentado detrás de un escritorio. "Buena suerte haciendo que haga ejercicio", le dije. Papá era un tipo sedentario.
Mamá suspiró. "Lo sé, pero me preocupa su salud". Luego se animó y agregó: "Hablando de tu papá, ayer sucedió algo gracioso".
"¿Qué?"
Mamá se rió. "Le dije a Jessica que eres mi esposo", dijo. Jessica era la mejor amiga de mamá en la universidad.
"¡¿Qué?! ¿Por qué harÃas eso?"
"No fue mi intención. Fue un accidente", respondió ella y se rió de nuevo. "Jess sabe que estoy casada, y cuando vio tu foto en mi teléfono, supuso que eras mi esposo".
"¿Por qué no la corrigiste?" Yo pregunté.
Mamá me miró como si fuera un tonto. "¡Tu papá no es muy creÃble como el esposo de una joven universitaria, Gary!"
Eso era cierto. Los hombres de 40 años con sobrepeso y entradas de cabello rara vez se casan con estudiantes universitarios de primer año. "¿Asà que la dejaste pensar que tu hijo de 18 años es tu esposo?" Yo pregunté.
Mamá sonrió y asintió. "¿No es genial? Realmente me ayuda a encajar. Por cierto, Jess cree que eres sexy".
"¿Está buena? PodrÃas concertarme una cita con ella", bromeé.
Mamá frunció el ceño. "Se supone que eres mi esposo, Gary".
"Oh, sÃ", me reÃ.
Mamá parecÃa estar molesta con mi broma, pero un par de minutos después dijo vacilante: "Jessica nos invitó a ir a las vacaciones de primavera con ella y su novio Brad".
Me quedé boquiabierto. "¿Qué? ¿Tú y yo? Mamá, no puedo ir a las vacaciones de primavera contigo".
Ella hizo un puchero y se quejó, "¿Por qué no? Tengo muchas ganas de ir. No te avergonzaré, lo prometo".
"No, mamá. Es demasiado raro".
"¿Por favor?" ella rogó. "Nunca llegué a hacer cosas como esta cuando tenÃa tu edad".
No dijo que no hacÃa cosas asà porque me estaba cuidando. Sentà el peso de la culpa aplastándome. Tal vez esto no era mucho pedir. Ir de vacaciones con ella no era demasiado raro, ¿verdad? Y la harÃa feliz. Mamá merecÃa ser feliz. "Está bien", estuve de acuerdo. Estaba seguro de que me arrepentirÃa.
Mamá chilló de alegrÃa y saltó a mis brazos. "¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Eres el mejor hijo, Gary!" Me besó en ambas mejillas y en la punta de mi nariz.
"¿No querrás decir mejor esposo?" bromeé.
Ella se rió. "SÃ. El mejor esposo de las vacaciones de primavera". Volvió a besar la punta de mi nariz.
"¿Papá ha aceptado este viaje?"
"TodavÃa no. Esperaba que me ayudaras a convencerlo esta noche".
Esa noche, durante la cena, mamá le dijo a papá: "Cariño, quiero ir a las vacaciones de primavera con Jessica. Ella y Brad van a Fort Lauderdale".
Papá hizo una mueca. "Amy, no quiero pasar mis vacaciones con un grupo de universitarios salvajes".
"Sé que no", respondió mamá con una sonrisa. "Iremos a nuestras vacaciones habituales en el verano. Las vacaciones de primavera son solo para mÃ".
Las cejas de papá se levantaron. "¿Quieres ir sola a las vacaciones de primavera?"
Mamá negó con la cabeza. "No sola. Con mi amiga Jessica y su novio Brad. Y con Gary".
"¿Gary?" Papá me miró. "¿Quieres ir a las vacaciones de primavera?" Pensó en su pregunta por un momento y luego dijo: "Pregunta estúpida. Todos los chicos de 18 años quieren ir a las vacaciones de primavera". Papá miró de un lado a otro entre mamá y yo por un minuto y luego dijo: "Está bien. No veo ninguna razón por la que no. Los dos pueden cuidarse el uno al otro y asegurarse de no meterse en problemas".
Mamá chilló, saltó y abrazó a papá. "¡Gracias, Mark! Gary y yo nos cuidaremos bien".
Ella no le dijo que sus amigas pensaban que yo era su marido, y seguro que no iba a decir nada. Era demasiado extraño para mencionarlo.
DOMINGO
La mañana en que nos Ãbamos a ir a las vacaciones de primavera, mamá le dio un beso de despedida a papá en la puerta. Iba a jugar al golf con sus amigos. "Gracias de nuevo por dejarme ir", dijo mamá.
"De nada. Diviértete, pero no bebas demasiado ni te drogues", instó.
"No lo haremos", le aseguró. Un beso más y se fue. Cerró la puerta y se volvió hacia mÃ. "¿Listo para una semana divertida, Gary?"
"SÃ, mamá. Esto deberÃa ser genial".
Me abrazó y me miró a los ojos. Yo era cerca de 4 pulgadas más alto. "Ya no me llames 'mamá', tonto", lo regañó. "Soy tu esposa esta semana, ¿recuerdas? Tienes que llamarme Amy. Dilo. Amy".
"Amy".
"Bien", respondió, y luego me besó en los labios.
Me aparté de ella. "¡¿Qué fue eso?!" grité.
"Practica", me dijo. "Y fallaste. Se supone que debemos estar casados. Si actúas asà cuando nos besamos, ¡Jessica sabrá que algo está pasando!"
"¿Por qué tenemos que besarnos?"
"Estamos casados. Las parejas casadas se besan. Particularmente las parejas casadas jóvenes. Intentémoslo de nuevo". Ella plantó otro beso en mis labios. Me mantuve rÃgida por un minuto, luego finalmente cedà y devolvà el beso un poco.
Mamá rompió el beso e hizo un puchero. "No te asustaste esa vez, pero aun asà no fue bueno, Gary. Esto es importante para mÃ, cariño. Por favor, no arruines las vacaciones de primavera para mÃ. Esfuérzate un poco más, ¿de acuerdo?". ella suplicó.
SabÃa que harÃa cualquier cosa por ella cuando hizo eso de los ojos de cachorrito. La sumergà y le di un gran beso dramático. "¿Mejor?" Yo pregunté.
Mamá se acercó riéndose. "Tal vez un poco demasiado". Ella me abrazó fuerte. "Gracias por ayudarme a encajar con mis amigos de la universidad, cariño".
"No hay problema." Me dio otro beso rápido en los labios antes de que Jessica y Brad entraran en nuestra entrada.
Jessica era una linda morena, más baja que mamá y un poco fornida. Pero ella tenÃa una personalidad burbujeante como la de mamá y podÃa ver por qué eran amigas. Brad era un tipo grande y fuerte. Un par de pulgadas más alto que yo y más musculoso. Era un tipo genial y nos llevamos bien de inmediato.
"¿Son dueños de esa casa?" preguntó Jessica, mirando nuestra impresionante casa familiar. "¿Cómo puedes permitÃrtelo?"
"Tengo una herencia de mi abuelo", explicó mamá.
"Guau", se maravilló Jessica. "¿Asà que compraste este lugar para ti y Gary?"
"SÃ", respondió mamá. "Tan pronto como Gary cumplió 18 años, nos casamos y lo mudé conmigo. Su madre no estaba muy contenta con eso. Es una especie de perra". Ella me guiñó un ojo.
"¿Asà que estás casado y tienes una casa y todavÃa estás en la escuela secundaria?" Brad me preguntó.
"SÃ, me gradúo en mayo", respondÃ.
"Genial", respondió con admiración.
Era el todoterreno de Brad y se sentÃa más cómodo conduciendo. Asà que condujo durante 3 horas, luego se tomó un descanso mientras Jess conducÃa durante una hora más o menos. Luego condujo de nuevo. estuvo bien conmigo Creo que conducir es aburrido.
Me quedé dormido en el asiento trasero y, cuando desperté, mamá estaba tendida en el asiento con la cabeza en mi regazo. Jessica se dio cuenta de que estaba despierto y dijo en voz baja: "Ustedes dos son tan lindos juntos. Es obvio cuánto los ama".
Me sonrojé. "Gracias. Realmente la amo también".
Mamá debe haber estado despierta porque alegremente dijo: "Eso es tan dulce, cariño". Levantó la mano y tiró de mi cabeza hacia la suya. Sus labios se encontraron con los mÃos en un beso abrasador que duró al menos un minuto y me dejó sin aliento.
Jessica se rió. "Creo que lo aturdiste con eso, Amy".
Mamá también se rió y se deslizó para sentarse en mi regazo. "Asà es como más me gusta, aturdido y confundido, y trabajo duro para mantenerlo asÃ", bromeó. Su cabeza descansaba en mi hombro.
Una chica linda en tu regazo siempre se siente bien, incluso si es tu mamá. Envolvà holgadamente mis brazos alrededor de su cintura y nos acurrucamos.
"Aww, qué lindo", arrulló Jess desde el asiento delantero.
Era cerca de la medianoche cuando finalmente llegamos a Fort Lauderdale. Cuando nos registramos, me sorprendió saber que todos compartÃamos una habitación. "¿No tenemos nuestra propia habitación?" Le pregunté a mamá.
"No, tonto. Esa es la razón por la que Jessica nos invitó. Para dividir el costo de la habitación para que ella y Brad pudieran permitirse venir. No hay nada de malo en que un hombre y una mujer compartan una habitación con otra pareja", descartó mis preocupaciones.
Mis ojos se sobresaltaron. "¿No te importarÃa compartir una cama conmigo?" Susurré.
Mamá me miró desconcertada, luego extendió la mano y me alborotó el cabello. "Deja de hacer tonterÃas. Esta semana nos casamos, asà que todo está bien. Ahora continúa con el programa, Gary. Si no comienzas a actuar como un esposo amoroso, Jessica y Brad sabrán que algo anda mal".
Mientras Jessica y Brad estaban ocupados, mamá salió para llamar a casa y decirle a papá que llegamos a salvo.
Fuimos a la habitación y traté de actuar con naturalidad. Todos estábamos exhaustos, asà que nos preparamos para dormir. Mamá usó una camiseta de gran tamaño para ir a la cama y yo usé una camiseta y calzoncillos.
Nos metimos en nuestras camas y apagamos la luz. No pasó mucho tiempo antes de que escuché ruidos de la otra cama. Supongo que Brad y Jessica no podÃan quitarse las manos de encima, a pesar de que estábamos allÃ. Brad resoplaba como una locomotora y Jessica emitÃa extraños chirridos.
Mamá y yo nos pusimos de costado, de espaldas a Jessica y Brad. "¡Eep, eep, eep!" Los chirridos divertidos de Jessica continuaron mientras Brad la follaba.
Mamá comenzó a reÃrse de la loca situación, y luego Jessica también comenzó a reÃrse. "No puedo evitarlo", se rió la rubia, todavÃa en medio de follar. "Esos ruidos simplemente salen". Eso hizo reÃr a Brad, y luego a mà también. Quitó la tensión de la habitación.
Cuando terminaron de follar, Jessica dijo: "Perdón por avergonzarlos, pero realmente necesitaba eso".
"No tienes que disculparte, Jess", respondió mamá. "Estás de vacaciones y todos somos adultos. Diviértete".
"Gracias, Amy. Si tú y Gary también queréis hacerlo, adelante", dijo con una risita.
"Creo que solo dormiremos, Jess. Buenas noches".
LUNES
Cuando me desperté, estaba pegado a la espalda de mamá. TodavÃa estábamos de lado, pero debo haberme acurrucado junto a ella en la noche. Mi brazo estaba sobre su estómago, asà que lo levanté avergonzado. Mamá lo agarró y lo puso de nuevo alrededor de ella. "No te muevas", giró la cabeza hacia mà y susurró. "Es reconfortante estar contigo asÃ. ¿Dormiste bien?"
"Dormà muy bien", susurré. Y lo hice. Dormà toda la noche como un tronco.
Mamá sonrió. "Yo también."
Brad y Jessica se levantaron y fueron juntos al baño para ducharse. Mamá se dio la vuelta para mirarme. "Esto es mucho menos incómodo de lo que pensé que serÃa", dijo mamá en voz baja. "Me gusta acurrucarme con mi hijo".
"A mà también me gusta", le confié. Luché para evitar que mi erección matutina presionara contra el culo perfecto de mamá.
Cuando Brad y Jessica terminaron en el baño, mamá me dijo que lo usara a continuación. Me cagué, me duché, me afeité y me puse mi bañador rojo.
Mamá fue la última en ir al baño y salió con un biquini nuevo. "¿Qué opinas?" preguntó y movió sus caderas de una manera descarada hacia mÃ.
"¡Jesús, Amy! ¡Qué caliente!" exclamé. Pequeños triángulos sostenÃan sus redondas tetas falsas y la parte inferior del bikini estaba muy corta. Se dio la vuelta y vi que la espalda solo cubrÃa una fracción de su pequeño trasero apretado.
"Es sexy", coincidió Jessica.
Brad volvió a poner los ojos en la cabeza y volvió a meter la lengua en la boca. "SÃ.", dijo simplemente.
Ambas niñas se rieron y mamá me abrazó. La playa estaba llena de lindas chicas universitarias, pero en ese bikini, mamá atrajo mucha atención. Los chicos la miraron con lujuria mientras paseaba hasta que encontramos un pedazo de arena vacÃo para nuestras mantas.
Un gran grupo de universitarios estaba jugando en el océano. Los cuatro nos unimos rápidamente.
La batalla de salpicaduras se intensificó cuando Jessica y otra chica saltaron sobre Brad y lo empujaron bajo el agua. Salió farfullando y todos se rieron. En represalia, varios chicos abordaron a sus novias y las sumergieron.
Avancé hacia mamá y ella parecÃa preocupada, pero aún sonriendo. "Gary, no lo hagas", suplicó y se rió mientras intentaba retroceder. Salté, la derribé limpiamente y la sumergà con un gran chapoteo.
La ayudé a ponerse de pie y mantuve mis manos en su cintura para estabilizarla. Se apartó el pelo mojado de la cara. "Lo siento", me disculpé. "No me pude resistir".
"Está bien. Esto es divertido", respondió ella con una sonrisa. Se apoyó contra mà para susurrarme al oÃdo: "Me alegro de que estés aquÃ, Gary. No podÃa relajarme y disfrutar con nadie más que contigo".
"Yo también me alegro", respondÃ. Traté de no pervertirme con la sensación de sus suaves tetas comprimidas contra mi pecho desnudo, o la vista del agua goteando por su rostro. Hay algo acerca de una chica empapada que acelera mi motor.
La batalla de salpicaduras terminó y los demás se dirigieron a la playa. Solté a mamá y la seguimos.
Pasamos la mayor parte de ese dÃa haciendo las cosas habituales de la playa. Tomar el sol, leer, intentar montar las pequeñas olas, lanzar un frisbee, dar paseos. Mamá jugó y se divirtió tanto como cualquiera de los jóvenes universitarios. Ella realmente encajaba con ellos. Me hizo sentir orgulloso de ella.
Las chicas querÃan arreglarse esa noche. Brad y yo solo vestÃamos pantalones de color caqui y polos, pero nos enteramos de que las chicas compraban juntas antes del viaje. TenÃan pequeños vestidos negros a juego. No tenÃan mangas y el escote era bajo, mostrando el escote perfecto entre las tetas falsas de mamá. Los vestidos también eran ajustados y cortos, terminando solo unas pocas pulgadas en sus muslos. muy sexy silbé. "Wow. Ustedes son preciosas", las felicité.
"SÃ, chicas, se ven genial", asintió Brad. Jessica le dio un beso, asà que mamá me sonrió y plantó uno en mis labios también. No me estremecà ni nada. Ella es una buena besadora.
Mamá felizmente me tomó del brazo y fuimos a cenar a un buen restaurante. Después fuimos a un club nocturno.
El club era de lujo. Tocaban música de "estándares estadounidenses", como Sinatra, y todo era baile lento. Brad y Jessica fueron directamente a la pista a bailar, pero yo no confiaba en mi habilidad, asà que no le pregunté a mamá. SeguÃa mirándome, esperando que le preguntara, pero yo solo miraba a los demás.
Un tipo grande y pesado que parecÃa un liniero ofensivo se acercó a mamá y le dijo: "Vamos, nena. Vamos a bailar". Él tomó su mano y tiró de ella hacia la pista de baile. Ella me miró, pero yo no sabÃa qué hacer. No querÃa que dejara de bailar y pasar un buen rato si asà lo deseaba.
El tipo la atrajo a sus brazos y los hizo bailar entre la multitud. Traté de mantener un ojo en ella, pero los otros bailarines se interpusieron en el camino. Pasaron dos, luego tres canciones y mamá no volvió. Empecé a enojarme. Enojado conmigo misma por no invitarla a bailar y con ella por dejarme aquà sola y bailar con ese chico.
Mamá volvió a aparecer y vi que el gilipollas tenÃa una gran mano en su trasero. Corrà hacia ella. "Es suficiente", le dije al chico.
Se burló de mÃ. "Vete, cobarde. La chica está conmigo".
"Si no le quitas las manos de encima a mi mujer, te voy a romper tu maldita nariz", le amenacé.
Al idiota parecÃa que no le importarÃa pelear, pero mamá le dijo: "Gracias por el baile, Frank, pero mi esposo se hará cargo ahora". Para su crédito, retrocedió sin pelear.
Mamá tenÃa una pequeña sonrisa en sus labios que me molestó. La tomé en mis brazos y bailé con ella. Se inclinó, presionando toda la longitud de su cuerpo curvilÃneo contra el mÃo, y me susurró al oÃdo: "¿Por qué tardaste tanto?".
"¿Qué?" Pregunté, confundido y aún enojado.
"¿Por qué tardaste tanto en alejarme de ese tipo? Soy tu esposa esta semana, cariño. No deberÃas dejar que otros hombres bailen conmigo".
La miré a los ojos, pero no pude darme cuenta si se estaba burlando de mÃ. "Pensé que querÃas bailar con él".
Ella se encogió de hombros pero sus ojos brillaban alegremente. Ella estaba disfrutando esto, pero no tenÃa idea de lo que estaba pasando. "QuerÃa bailar contigo, pero él lo pidió y tú no", explicó. "Y sabes cuánto me gusta bailar. No deberÃas haberme dejado ir con él".
"¿No deberÃa?"
Ella sacudió su cabeza. "Soy tu esposa. Necesitas reafirmarte. TenÃa sus manos sobre mÃ". Ella todavÃa estaba sonriendo.
"Lo sé", me quejé. "No puedo creer que lo dejaras hacer eso".
"Esperaba que lo detuvieras", respondió ella inocentemente. "Eres mi marido grande y fuerte. Se supone que debes protegerme".
Me sonrojé, avergonzado por mi inacción. "Lo siento", me disculpé.
Ella se rió y me mordisqueó el lóbulo de la oreja con los dientes. "Está bien. Creo que aprendiste la lección".
Nos quedamos en la discoteca durante horas. La música no era mi favorita, pero tengo que admitir que bailar lento fue muy divertido después de que mamá me enseñó algunos pasos básicos. Mamá se quedó en mis brazos el resto de la noche, balanceándose sobre todo en la pista de baile pero también con mi brazo alrededor de ella mientras estaba en nuestra mesa.
Usé el baño una vez, y maldita sea si algún tipo no estaba charlando con mamá cuando regresé. Posesivamente puse mi brazo alrededor de su cintura y miré al chico. Mamá me besó en la mejilla y le dijo: "Este es mi esposo y vamos a bailar de nuevo".
En la pista de baile me quejé: "¿Qué diablos, mamá? Me fui por un minuto y estás coqueteando con un chico otra vez".
Ella me dio esa sonrisa. "QuerÃa ver lo que harÃas, y pasaste con éxito, cariño". Ella me besó suavemente. "No te preocupes, no iba a bailar con él".
"A mà no me lo pareció". Verla coquetear con hombres realmente me molestó. Ella estaba casada y mi mamá!
"No te enfurruñes, Gary", lo regañó. "Si vas a actuar como un niño petulante, entonces deberÃas volver al hotel y encontraré un hombre de verdad con quien bailar. SerÃa fácil. La mitad de los hombres aquà me miran como un pedazo de carne."
Eso era cierto. Era una nena bonita y en forma, su pequeño vestido negro no escondÃa mucho. Los hombres en el club estaban ansiosos por apresurarse. "Lo siento, mamá", suspiré. "Es un poco confuso ser tu cita".
"Lo sé, cariño", me susurró y rápidamente me besó. "Pero trata de relajarte y dejarte llevar, ¿de acuerdo? Te prometo que te divertirás".
"Voy a tratar ."
"Bien. Y prometo no coquetear con ningún otro hombre, ¿de acuerdo? El primero fue culpa tuya, pero debà haber despedido al segundo de inmediato. ¿Me perdonas?"
Asentà y sonreÃ. "Perdonado."
Para cambiar el tema de conversación, mamá me enseñó otro paso de baile para acompañar la canción actual.

Continuará... 🔥
Amy, es lo que se conoce comúnmente como una rubia hueca, es bastante tonta la mayor parte del tiempo.
Gary, en éste primer capÃtulo ésta confundido por la situación y no sabe como actuar al respecto. Después de todo, tiene que fingir que es pareja de su propia madre y en muchas ocasiones no sabe como abordarlo, nunca antes tuvo pensamiento fuera de sitio respecto a ella.
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Un incesto Madre e Hijo.
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Capitulo 1
Eran las 8 de la mañana de un miércoles y mamá y yo estábamos haciendo ejercicio en el sótano. Trabajaba religiosamente cinco mañanas a la semana, y ella siempre estaba allà conmigo. Empezamos con una carrera en nuestras dos cintas de correr. El sostén deportivo de resistencia industrial de mamá no restringió por completo el rebote de sus senos de copa D, que me encantaba ver. Ella no pareció darse cuenta.
Las grandes tetas de mamá fueron un regalo de papá por su trigésimo cumpleaños. Ella le dijo que no querÃa pasar toda su vida con pequeños senos de copa A, y él estaba feliz de pagar por una cirugÃa de senos. En ese momento también estaba teniendo sobrepeso, como suele ocurrir con las mujeres de treinta años. Entonces ella se unió a mà en mis entrenamientos matutinos. Dice que soy su inspiración.
Cuatro años de ejercicios esculpieron a mamá en un espécimen elegante y fuerte de perfección femenina con cabello rubio platino. 34D-24-34. 5'6 "de altura. Piernas largas. Trasero redondo y alegre. Las tetas falsas eran anormalmente altas y firmes, no es que haya nada de malo en eso. Se parece mucho a April Cheryse, una modelo. Búscala en Google y entenderás la idea.
Después de correr en las caminadoras, levantamos pesas libres y terminamos con treinta minutos de yoga. El yoga fue idea de mamá. Estoy de acuerdo porque me mantiene flexible y es entretenido verla contorsionarse en todas esas poses.
Cuando terminamos, nos refrescamos durante unos minutos en un viejo sofá en el sótano. "Entonces, ¿cómo van las clases?" Yo pregunté.
Mamá es una estudiante de primer año de la universidad a los 34 años. No fue a la universidad a la edad normal porque me tenÃa que cuidar. Mi papá la dejó embarazada cuando ella tenÃa solo 16 años y él 20. Ahora tengo 18 y estoy en el último año de la escuela secundaria.
A papá no le importaba que mamá fuera a la universidad. De hecho, le divertÃa. Verás, mamá es una especie de rubia con cabeza de burbuja. No exactamente del tipo académico. Ni papá ni yo podÃamos imaginarnos a mamá en un salón de clases de la universidad, pero ella lo querÃa, asà que la apoyamos al 100%. Es una gran persona a pesar de ser un poco tonta.
Mamá heredó dinero de su familia adinerada, pero papá es banquero y puede permitirse el lujo de mantenernos sin recurrir a los fondos de mamá. TenÃamos una vida buena y próspera vida.
De todos modos, volviendo a la historia... El rostro de mamá se iluminó y respondió: "La universidad es genial, Gary. ¡Me estoy divirtiendo mucho!".
"Bien. ¿Estás encajando?" Yo pregunté. Le preocupaba encajar con los otros estudiantes de primer año de la universidad porque era mucho mayor.
Mamá se rió. "SÃ. ¡Les dije que tengo 22 años y me creen! ¡Piensan que tu vieja mamá es apenas mayor que tú! No está mal, ¿eh?"
No estaba realmente sorprendido. TenÃa un lindo rostro de aspecto joven con pómulos altos y hoyuelos, y su cuerpo era probablemente la envidia de todas las chicas de su clase. "Es porque te mantienes en buena forma", la felicité.
"Y tengo que agradecerte por eso, cariño. Eres mi inspiración", respondió y me besó en la mejilla. "Me gustarÃa que tu papá hiciera ejercicio con nosotros".
Papá era un poco mayor que mamá, 40 años, y tenÃa sobrepeso. Como oficial de préstamos en el banco, pasaba demasiado tiempo sentado detrás de un escritorio. "Buena suerte haciendo que haga ejercicio", le dije. Papá era un tipo sedentario.
Mamá suspiró. "Lo sé, pero me preocupa su salud". Luego se animó y agregó: "Hablando de tu papá, ayer sucedió algo gracioso".
"¿Qué?"
Mamá se rió. "Le dije a Jessica que eres mi esposo", dijo. Jessica era la mejor amiga de mamá en la universidad.
"¡¿Qué?! ¿Por qué harÃas eso?"
"No fue mi intención. Fue un accidente", respondió ella y se rió de nuevo. "Jess sabe que estoy casada, y cuando vio tu foto en mi teléfono, supuso que eras mi esposo".
"¿Por qué no la corrigiste?" Yo pregunté.
Mamá me miró como si fuera un tonto. "¡Tu papá no es muy creÃble como el esposo de una joven universitaria, Gary!"
Eso era cierto. Los hombres de 40 años con sobrepeso y entradas de cabello rara vez se casan con estudiantes universitarios de primer año. "¿Asà que la dejaste pensar que tu hijo de 18 años es tu esposo?" Yo pregunté.
Mamá sonrió y asintió. "¿No es genial? Realmente me ayuda a encajar. Por cierto, Jess cree que eres sexy".
"¿Está buena? PodrÃas concertarme una cita con ella", bromeé.
Mamá frunció el ceño. "Se supone que eres mi esposo, Gary".
"Oh, sÃ", me reÃ.
Mamá parecÃa estar molesta con mi broma, pero un par de minutos después dijo vacilante: "Jessica nos invitó a ir a las vacaciones de primavera con ella y su novio Brad".
Me quedé boquiabierto. "¿Qué? ¿Tú y yo? Mamá, no puedo ir a las vacaciones de primavera contigo".
Ella hizo un puchero y se quejó, "¿Por qué no? Tengo muchas ganas de ir. No te avergonzaré, lo prometo".
"No, mamá. Es demasiado raro".
"¿Por favor?" ella rogó. "Nunca llegué a hacer cosas como esta cuando tenÃa tu edad".
No dijo que no hacÃa cosas asà porque me estaba cuidando. Sentà el peso de la culpa aplastándome. Tal vez esto no era mucho pedir. Ir de vacaciones con ella no era demasiado raro, ¿verdad? Y la harÃa feliz. Mamá merecÃa ser feliz. "Está bien", estuve de acuerdo. Estaba seguro de que me arrepentirÃa.
Mamá chilló de alegrÃa y saltó a mis brazos. "¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Eres el mejor hijo, Gary!" Me besó en ambas mejillas y en la punta de mi nariz.
"¿No querrás decir mejor esposo?" bromeé.
Ella se rió. "SÃ. El mejor esposo de las vacaciones de primavera". Volvió a besar la punta de mi nariz.
"¿Papá ha aceptado este viaje?"
"TodavÃa no. Esperaba que me ayudaras a convencerlo esta noche".
Esa noche, durante la cena, mamá le dijo a papá: "Cariño, quiero ir a las vacaciones de primavera con Jessica. Ella y Brad van a Fort Lauderdale".
Papá hizo una mueca. "Amy, no quiero pasar mis vacaciones con un grupo de universitarios salvajes".
"Sé que no", respondió mamá con una sonrisa. "Iremos a nuestras vacaciones habituales en el verano. Las vacaciones de primavera son solo para mÃ".
Las cejas de papá se levantaron. "¿Quieres ir sola a las vacaciones de primavera?"
Mamá negó con la cabeza. "No sola. Con mi amiga Jessica y su novio Brad. Y con Gary".
"¿Gary?" Papá me miró. "¿Quieres ir a las vacaciones de primavera?" Pensó en su pregunta por un momento y luego dijo: "Pregunta estúpida. Todos los chicos de 18 años quieren ir a las vacaciones de primavera". Papá miró de un lado a otro entre mamá y yo por un minuto y luego dijo: "Está bien. No veo ninguna razón por la que no. Los dos pueden cuidarse el uno al otro y asegurarse de no meterse en problemas".
Mamá chilló, saltó y abrazó a papá. "¡Gracias, Mark! Gary y yo nos cuidaremos bien".
Ella no le dijo que sus amigas pensaban que yo era su marido, y seguro que no iba a decir nada. Era demasiado extraño para mencionarlo.
DOMINGO
La mañana en que nos Ãbamos a ir a las vacaciones de primavera, mamá le dio un beso de despedida a papá en la puerta. Iba a jugar al golf con sus amigos. "Gracias de nuevo por dejarme ir", dijo mamá.
"De nada. Diviértete, pero no bebas demasiado ni te drogues", instó.
"No lo haremos", le aseguró. Un beso más y se fue. Cerró la puerta y se volvió hacia mÃ. "¿Listo para una semana divertida, Gary?"
"SÃ, mamá. Esto deberÃa ser genial".
Me abrazó y me miró a los ojos. Yo era cerca de 4 pulgadas más alto. "Ya no me llames 'mamá', tonto", lo regañó. "Soy tu esposa esta semana, ¿recuerdas? Tienes que llamarme Amy. Dilo. Amy".
"Amy".
"Bien", respondió, y luego me besó en los labios.
Me aparté de ella. "¡¿Qué fue eso?!" grité.
"Practica", me dijo. "Y fallaste. Se supone que debemos estar casados. Si actúas asà cuando nos besamos, ¡Jessica sabrá que algo está pasando!"
"¿Por qué tenemos que besarnos?"
"Estamos casados. Las parejas casadas se besan. Particularmente las parejas casadas jóvenes. Intentémoslo de nuevo". Ella plantó otro beso en mis labios. Me mantuve rÃgida por un minuto, luego finalmente cedà y devolvà el beso un poco.
Mamá rompió el beso e hizo un puchero. "No te asustaste esa vez, pero aun asà no fue bueno, Gary. Esto es importante para mÃ, cariño. Por favor, no arruines las vacaciones de primavera para mÃ. Esfuérzate un poco más, ¿de acuerdo?". ella suplicó.
SabÃa que harÃa cualquier cosa por ella cuando hizo eso de los ojos de cachorrito. La sumergà y le di un gran beso dramático. "¿Mejor?" Yo pregunté.
Mamá se acercó riéndose. "Tal vez un poco demasiado". Ella me abrazó fuerte. "Gracias por ayudarme a encajar con mis amigos de la universidad, cariño".
"No hay problema." Me dio otro beso rápido en los labios antes de que Jessica y Brad entraran en nuestra entrada.
Jessica era una linda morena, más baja que mamá y un poco fornida. Pero ella tenÃa una personalidad burbujeante como la de mamá y podÃa ver por qué eran amigas. Brad era un tipo grande y fuerte. Un par de pulgadas más alto que yo y más musculoso. Era un tipo genial y nos llevamos bien de inmediato.
"¿Son dueños de esa casa?" preguntó Jessica, mirando nuestra impresionante casa familiar. "¿Cómo puedes permitÃrtelo?"
"Tengo una herencia de mi abuelo", explicó mamá.
"Guau", se maravilló Jessica. "¿Asà que compraste este lugar para ti y Gary?"
"SÃ", respondió mamá. "Tan pronto como Gary cumplió 18 años, nos casamos y lo mudé conmigo. Su madre no estaba muy contenta con eso. Es una especie de perra". Ella me guiñó un ojo.
"¿Asà que estás casado y tienes una casa y todavÃa estás en la escuela secundaria?" Brad me preguntó.
"SÃ, me gradúo en mayo", respondÃ.
"Genial", respondió con admiración.
Era el todoterreno de Brad y se sentÃa más cómodo conduciendo. Asà que condujo durante 3 horas, luego se tomó un descanso mientras Jess conducÃa durante una hora más o menos. Luego condujo de nuevo. estuvo bien conmigo Creo que conducir es aburrido.
Me quedé dormido en el asiento trasero y, cuando desperté, mamá estaba tendida en el asiento con la cabeza en mi regazo. Jessica se dio cuenta de que estaba despierto y dijo en voz baja: "Ustedes dos son tan lindos juntos. Es obvio cuánto los ama".
Me sonrojé. "Gracias. Realmente la amo también".
Mamá debe haber estado despierta porque alegremente dijo: "Eso es tan dulce, cariño". Levantó la mano y tiró de mi cabeza hacia la suya. Sus labios se encontraron con los mÃos en un beso abrasador que duró al menos un minuto y me dejó sin aliento.
Jessica se rió. "Creo que lo aturdiste con eso, Amy".
Mamá también se rió y se deslizó para sentarse en mi regazo. "Asà es como más me gusta, aturdido y confundido, y trabajo duro para mantenerlo asÃ", bromeó. Su cabeza descansaba en mi hombro.
Una chica linda en tu regazo siempre se siente bien, incluso si es tu mamá. Envolvà holgadamente mis brazos alrededor de su cintura y nos acurrucamos.
"Aww, qué lindo", arrulló Jess desde el asiento delantero.
Era cerca de la medianoche cuando finalmente llegamos a Fort Lauderdale. Cuando nos registramos, me sorprendió saber que todos compartÃamos una habitación. "¿No tenemos nuestra propia habitación?" Le pregunté a mamá.
"No, tonto. Esa es la razón por la que Jessica nos invitó. Para dividir el costo de la habitación para que ella y Brad pudieran permitirse venir. No hay nada de malo en que un hombre y una mujer compartan una habitación con otra pareja", descartó mis preocupaciones.
Mis ojos se sobresaltaron. "¿No te importarÃa compartir una cama conmigo?" Susurré.
Mamá me miró desconcertada, luego extendió la mano y me alborotó el cabello. "Deja de hacer tonterÃas. Esta semana nos casamos, asà que todo está bien. Ahora continúa con el programa, Gary. Si no comienzas a actuar como un esposo amoroso, Jessica y Brad sabrán que algo anda mal".
Mientras Jessica y Brad estaban ocupados, mamá salió para llamar a casa y decirle a papá que llegamos a salvo.
Fuimos a la habitación y traté de actuar con naturalidad. Todos estábamos exhaustos, asà que nos preparamos para dormir. Mamá usó una camiseta de gran tamaño para ir a la cama y yo usé una camiseta y calzoncillos.
Nos metimos en nuestras camas y apagamos la luz. No pasó mucho tiempo antes de que escuché ruidos de la otra cama. Supongo que Brad y Jessica no podÃan quitarse las manos de encima, a pesar de que estábamos allÃ. Brad resoplaba como una locomotora y Jessica emitÃa extraños chirridos.
Mamá y yo nos pusimos de costado, de espaldas a Jessica y Brad. "¡Eep, eep, eep!" Los chirridos divertidos de Jessica continuaron mientras Brad la follaba.
Mamá comenzó a reÃrse de la loca situación, y luego Jessica también comenzó a reÃrse. "No puedo evitarlo", se rió la rubia, todavÃa en medio de follar. "Esos ruidos simplemente salen". Eso hizo reÃr a Brad, y luego a mà también. Quitó la tensión de la habitación.
Cuando terminaron de follar, Jessica dijo: "Perdón por avergonzarlos, pero realmente necesitaba eso".
"No tienes que disculparte, Jess", respondió mamá. "Estás de vacaciones y todos somos adultos. Diviértete".
"Gracias, Amy. Si tú y Gary también queréis hacerlo, adelante", dijo con una risita.
"Creo que solo dormiremos, Jess. Buenas noches".
LUNES
Cuando me desperté, estaba pegado a la espalda de mamá. TodavÃa estábamos de lado, pero debo haberme acurrucado junto a ella en la noche. Mi brazo estaba sobre su estómago, asà que lo levanté avergonzado. Mamá lo agarró y lo puso de nuevo alrededor de ella. "No te muevas", giró la cabeza hacia mà y susurró. "Es reconfortante estar contigo asÃ. ¿Dormiste bien?"
"Dormà muy bien", susurré. Y lo hice. Dormà toda la noche como un tronco.
Mamá sonrió. "Yo también."
Brad y Jessica se levantaron y fueron juntos al baño para ducharse. Mamá se dio la vuelta para mirarme. "Esto es mucho menos incómodo de lo que pensé que serÃa", dijo mamá en voz baja. "Me gusta acurrucarme con mi hijo".
"A mà también me gusta", le confié. Luché para evitar que mi erección matutina presionara contra el culo perfecto de mamá.
Cuando Brad y Jessica terminaron en el baño, mamá me dijo que lo usara a continuación. Me cagué, me duché, me afeité y me puse mi bañador rojo.
Mamá fue la última en ir al baño y salió con un biquini nuevo. "¿Qué opinas?" preguntó y movió sus caderas de una manera descarada hacia mÃ.
"¡Jesús, Amy! ¡Qué caliente!" exclamé. Pequeños triángulos sostenÃan sus redondas tetas falsas y la parte inferior del bikini estaba muy corta. Se dio la vuelta y vi que la espalda solo cubrÃa una fracción de su pequeño trasero apretado.
"Es sexy", coincidió Jessica.
Brad volvió a poner los ojos en la cabeza y volvió a meter la lengua en la boca. "SÃ.", dijo simplemente.
Ambas niñas se rieron y mamá me abrazó. La playa estaba llena de lindas chicas universitarias, pero en ese bikini, mamá atrajo mucha atención. Los chicos la miraron con lujuria mientras paseaba hasta que encontramos un pedazo de arena vacÃo para nuestras mantas.
Un gran grupo de universitarios estaba jugando en el océano. Los cuatro nos unimos rápidamente.
La batalla de salpicaduras se intensificó cuando Jessica y otra chica saltaron sobre Brad y lo empujaron bajo el agua. Salió farfullando y todos se rieron. En represalia, varios chicos abordaron a sus novias y las sumergieron.
Avancé hacia mamá y ella parecÃa preocupada, pero aún sonriendo. "Gary, no lo hagas", suplicó y se rió mientras intentaba retroceder. Salté, la derribé limpiamente y la sumergà con un gran chapoteo.
La ayudé a ponerse de pie y mantuve mis manos en su cintura para estabilizarla. Se apartó el pelo mojado de la cara. "Lo siento", me disculpé. "No me pude resistir".
"Está bien. Esto es divertido", respondió ella con una sonrisa. Se apoyó contra mà para susurrarme al oÃdo: "Me alegro de que estés aquÃ, Gary. No podÃa relajarme y disfrutar con nadie más que contigo".
"Yo también me alegro", respondÃ. Traté de no pervertirme con la sensación de sus suaves tetas comprimidas contra mi pecho desnudo, o la vista del agua goteando por su rostro. Hay algo acerca de una chica empapada que acelera mi motor.
La batalla de salpicaduras terminó y los demás se dirigieron a la playa. Solté a mamá y la seguimos.
Pasamos la mayor parte de ese dÃa haciendo las cosas habituales de la playa. Tomar el sol, leer, intentar montar las pequeñas olas, lanzar un frisbee, dar paseos. Mamá jugó y se divirtió tanto como cualquiera de los jóvenes universitarios. Ella realmente encajaba con ellos. Me hizo sentir orgulloso de ella.
Las chicas querÃan arreglarse esa noche. Brad y yo solo vestÃamos pantalones de color caqui y polos, pero nos enteramos de que las chicas compraban juntas antes del viaje. TenÃan pequeños vestidos negros a juego. No tenÃan mangas y el escote era bajo, mostrando el escote perfecto entre las tetas falsas de mamá. Los vestidos también eran ajustados y cortos, terminando solo unas pocas pulgadas en sus muslos. muy sexy silbé. "Wow. Ustedes son preciosas", las felicité.
"SÃ, chicas, se ven genial", asintió Brad. Jessica le dio un beso, asà que mamá me sonrió y plantó uno en mis labios también. No me estremecà ni nada. Ella es una buena besadora.
Mamá felizmente me tomó del brazo y fuimos a cenar a un buen restaurante. Después fuimos a un club nocturno.
El club era de lujo. Tocaban música de "estándares estadounidenses", como Sinatra, y todo era baile lento. Brad y Jessica fueron directamente a la pista a bailar, pero yo no confiaba en mi habilidad, asà que no le pregunté a mamá. SeguÃa mirándome, esperando que le preguntara, pero yo solo miraba a los demás.
Un tipo grande y pesado que parecÃa un liniero ofensivo se acercó a mamá y le dijo: "Vamos, nena. Vamos a bailar". Él tomó su mano y tiró de ella hacia la pista de baile. Ella me miró, pero yo no sabÃa qué hacer. No querÃa que dejara de bailar y pasar un buen rato si asà lo deseaba.
El tipo la atrajo a sus brazos y los hizo bailar entre la multitud. Traté de mantener un ojo en ella, pero los otros bailarines se interpusieron en el camino. Pasaron dos, luego tres canciones y mamá no volvió. Empecé a enojarme. Enojado conmigo misma por no invitarla a bailar y con ella por dejarme aquà sola y bailar con ese chico.
Mamá volvió a aparecer y vi que el gilipollas tenÃa una gran mano en su trasero. Corrà hacia ella. "Es suficiente", le dije al chico.
Se burló de mÃ. "Vete, cobarde. La chica está conmigo".
"Si no le quitas las manos de encima a mi mujer, te voy a romper tu maldita nariz", le amenacé.
Al idiota parecÃa que no le importarÃa pelear, pero mamá le dijo: "Gracias por el baile, Frank, pero mi esposo se hará cargo ahora". Para su crédito, retrocedió sin pelear.
Mamá tenÃa una pequeña sonrisa en sus labios que me molestó. La tomé en mis brazos y bailé con ella. Se inclinó, presionando toda la longitud de su cuerpo curvilÃneo contra el mÃo, y me susurró al oÃdo: "¿Por qué tardaste tanto?".
"¿Qué?" Pregunté, confundido y aún enojado.
"¿Por qué tardaste tanto en alejarme de ese tipo? Soy tu esposa esta semana, cariño. No deberÃas dejar que otros hombres bailen conmigo".
La miré a los ojos, pero no pude darme cuenta si se estaba burlando de mÃ. "Pensé que querÃas bailar con él".
Ella se encogió de hombros pero sus ojos brillaban alegremente. Ella estaba disfrutando esto, pero no tenÃa idea de lo que estaba pasando. "QuerÃa bailar contigo, pero él lo pidió y tú no", explicó. "Y sabes cuánto me gusta bailar. No deberÃas haberme dejado ir con él".
"¿No deberÃa?"
Ella sacudió su cabeza. "Soy tu esposa. Necesitas reafirmarte. TenÃa sus manos sobre mÃ". Ella todavÃa estaba sonriendo.
"Lo sé", me quejé. "No puedo creer que lo dejaras hacer eso".
"Esperaba que lo detuvieras", respondió ella inocentemente. "Eres mi marido grande y fuerte. Se supone que debes protegerme".
Me sonrojé, avergonzado por mi inacción. "Lo siento", me disculpé.
Ella se rió y me mordisqueó el lóbulo de la oreja con los dientes. "Está bien. Creo que aprendiste la lección".
Nos quedamos en la discoteca durante horas. La música no era mi favorita, pero tengo que admitir que bailar lento fue muy divertido después de que mamá me enseñó algunos pasos básicos. Mamá se quedó en mis brazos el resto de la noche, balanceándose sobre todo en la pista de baile pero también con mi brazo alrededor de ella mientras estaba en nuestra mesa.
Usé el baño una vez, y maldita sea si algún tipo no estaba charlando con mamá cuando regresé. Posesivamente puse mi brazo alrededor de su cintura y miré al chico. Mamá me besó en la mejilla y le dijo: "Este es mi esposo y vamos a bailar de nuevo".
En la pista de baile me quejé: "¿Qué diablos, mamá? Me fui por un minuto y estás coqueteando con un chico otra vez".
Ella me dio esa sonrisa. "QuerÃa ver lo que harÃas, y pasaste con éxito, cariño". Ella me besó suavemente. "No te preocupes, no iba a bailar con él".
"A mà no me lo pareció". Verla coquetear con hombres realmente me molestó. Ella estaba casada y mi mamá!
"No te enfurruñes, Gary", lo regañó. "Si vas a actuar como un niño petulante, entonces deberÃas volver al hotel y encontraré un hombre de verdad con quien bailar. SerÃa fácil. La mitad de los hombres aquà me miran como un pedazo de carne."
Eso era cierto. Era una nena bonita y en forma, su pequeño vestido negro no escondÃa mucho. Los hombres en el club estaban ansiosos por apresurarse. "Lo siento, mamá", suspiré. "Es un poco confuso ser tu cita".
"Lo sé, cariño", me susurró y rápidamente me besó. "Pero trata de relajarte y dejarte llevar, ¿de acuerdo? Te prometo que te divertirás".
"Voy a tratar ."
"Bien. Y prometo no coquetear con ningún otro hombre, ¿de acuerdo? El primero fue culpa tuya, pero debà haber despedido al segundo de inmediato. ¿Me perdonas?"
Asentà y sonreÃ. "Perdonado."
Para cambiar el tema de conversación, mamá me enseñó otro paso de baile para acompañar la canción actual.

Continuará... 🔥
Amy, es lo que se conoce comúnmente como una rubia hueca, es bastante tonta la mayor parte del tiempo.
Gary, en éste primer capÃtulo ésta confundido por la situación y no sabe como actuar al respecto. Después de todo, tiene que fingir que es pareja de su propia madre y en muchas ocasiones no sabe como abordarlo, nunca antes tuvo pensamiento fuera de sitio respecto a ella.
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2 comentarios - Esposa por unas vacaciones #1