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El jinete y mi esposa

Hola amigos, hace tiempo, yo estaba ya 99 por ciento seguro que mi esposa me era infiel, y yo quería que ella se sincerara conmigo de sus andanzas pero ella seguía asegurándome que no, que solo conmigo tenia sexo, por mas que yo le decía que me calentaba imaginarla con otros, pero ella no cedía. Despues de darle mil vueltas al asunto, se me ocurrió contactar alguien que la conquistara pero que me tuviera al tanto de todo. Yo estaba supertentado de que se la cogieran, tiene unas tetas redonditas muy lindas y duritas que, cada que la veía desnuda, o se vestía sexy para alguna fiesta, me prendía solo de imaginar a otros deseando su cuerpo, y me ponia tan caliente, asi que busqué en los clasificados a alguien que la enamorara y se la cogiera, siempre y cuando aceptara contarme todo y que ella no supiera que yo estaba de acuerdo. Así que escribí el anuncio: "Cornudo busca corneador, busco algún macho que se atreva a seducir a mi esposa y se la lleve a la cama". Casi de inmediato empecé a recibir cientos de mensajes, perocasi todos la querían facilita, casi casi que la acostara y le abriera las piernas para que se la cogieran. Entre tantos me llamó la atención uno, de platica amena fácil de tratar, trabajaba en un rancho y tenía la facilidad de montar caballos, entonces recordé hace tiempo, cuando, viendo una movie, mi esposa me mencionó que le gustaría andar a caballo, así que mi mente hizo rápidamente un plan, haríamos pasar a Rodolfo "Rodo" como un conocido mío del trabajo, que nos invitaba a montar en el rancho que cuidaba, mientras los patrones estaban de viaje. El plan era sencillo pero Rodo aun estaba un tanto incrédulo, asi que quedamos que yo olvidaría mi celular mientras me daba un baño, para que él me llamara y Maggie contestara, así podría platicarun poco con ella para saber que era cierto. Ese día, al salir de bañarme, ella me dijo que Rodo había llamado y me preguntó quién era, yo le dije lo que habíamos acordado y ella me dijo que no le había caído bien, que se oía muy confianzudo, a lo cual me reí, ¿"te dijo algo malo?" pregunté,"no, pero suena algo atrevido", me reí otra vez, "figuraciones tuyas, es a todo dar, aparte tu dijiste que te gustaría montar a caballo".
Así quedaron las cosas y me puse de acuerdo con Rodo, me dijo que solo estaría él y sus dos ayudantes, pero que cuando sus patrones no estaban, ellos se ponían a ver TV dentro de la casa. Fantaseando, le dije que solo sacara un caballo sin silla para que ella se subiera con Rodo detrás y pudiera sujetarla por la cintura y calentarla con roses. Se llegó el día esperado, convencí a mi esposa de llevarse solo una minifalda tipo escolar y una blusa y Rodo nos recibió en la puerta del rancho, era de mediana estatura, algo grueso y moreno, me decepcioné un poco pensando que, al no ser agraciado, a ella no le iba a gustar, con su sombrero y playera negra, se veía bien vaquero. Nos saludó muy atento y acariciando a Maggie con la mirada, ella se notaba seria un tanto incómoda. Nos dio un paseo por el rancho hasta llegar al establo, no era gran cosa, había tres caballos, pero nos dijo que solo podíamos montar uno, porque los otros les acababan de dar una proteína que los hacía broncos. Ella se lo creyó así que la ayudó a subir al caballo y Maggie trató de no mostrar nada con la mini, pero como le daba miedo el potro, Rodo se subió con ella, se fueron a dar una vuelta al racho, detrás de una arboleda, al cabo de quince minutos regresaron por el otro lado,ella se veía más relajada, incluso sonriente, era mi turno, así que me subí al caballo y en bromas le dije que no se subiera detrás, que se fuera caminando jalando las riendas, mientras Maggie se sentó en una banca de madera. Ahí, Rodo me dijo que la agarraba fuerte de la cintura y le repegaba el miembro en sus nalgas, que ella le comentó "¿Traes pistola?" mientras acomodaba su trasero y se rió, él disimuló no entender el comentario “no traigo, ¿por qué?”, “porque se siente” dijo ella riendo, ya comenzaban a agarrar más confianza, así que Rodo bajó sus manos a la cadera de ella y ella no se quejó, todo el paseo él le restregaba el pito, que con el movimiento del caballo se hacía mas marcado y ella ya no decía nada, sino al contrario, se inclinaba hacia adelante a acariciar la cabeza del animal, parando las nalgas. En una de esas, Rodo levantó con cuidado la faldita para verle el culo entangado y ella en un movimiento sin pensar, se enderezó y le dió una manotada para hacerlo soltar la falda, "¿que haces?" Le reclamó riendo de una manera divertida, no molesta, "nada" dijo él, "perdón, es que me dió tentación, "cuidado, no te vayas a arrepentir después" le advirtió ella y rieron juntos. En medio del bosquecito, se abre un claro, donde hay un quiosco con banquitas y no se ve desde la casa, le dije a Rodo:"en el otro viaje, le dices que se sienten un rato para no cansar el caballo y a ver qué pasa", "ya verás" me dijo él "pero te vienes corriendo para ver desde los árboles", "excelente" le dije "si se deja, cógetela". Llegamos de vuelta a donde ella nos esperaba, se notaba inquieta, así que le dije "tu turno". Rodo la ayudó a subirse al caballo y esta vez ella no se importó que al subir enseñó las nalgas, yo me hice que no me di cuenta mirando mi celular, mi amigo se subió detrás de ella y taconeó el caballo para que echara a andar, esperé unos minutos para que no oyeran mis pasos y eché a correr justo cuando se perdieron de vista entre los árboles, Rodo me dijo que en ese trayecto bajó sus manos a las piernas de mi esposa y se las acariciaba muy cerca de la panocha, y que Maggie ya no dijo nada y se notaba excitada. Sabiendo lo que había pasado antes, Maggie se agachó a acariciar la cabeza del caballo parando el culo y Rodo volvió a levantarle la falda, pero ella ya no dijo nada, asi que el ranchero pudo apreciar las nalgas y el culo de mi esposa, "¡ssssssss!" Dijo al ver semejante trasero, ella solo volteó a mirarlo y le sonrió sin dejar lo que estaba haciendo, asi queRodo levantó su cadera y le restregaba su erección en la panocha de mi esposa cubierta solo por el hilo de la tanga, "eres medio confianzudo, ¿no?" Le dijo sin siquiera tratar de detenerlo, "es la tentación, ya sabes" le dijo él. Sin hacer ruido me acerqué lo más que pude y entre los arbustos los vi llegar al claro, estaban a unos diez metros de mi cuando Rodo le dijo "¿sabe? tenemos que bajarnos un momento, no quiero que el caballo se canse mucho y mis patrones se den cuenta" ella accedió y para mi sorpresa, al bajar del caballo abrió las piernas ya sin recato, mostrándole a Rodo la tanga blanca, el amigo se aprovechó y la ayudó a bajar de la cintura y se le repegó al cuerpo. Ella sacó su cell para mandarme un mensaje, así que rápidamente saqué el mío para apagarlo justo a tiempo y que no me oyeran. "Vamos a dejar descansar al caballito" me escribió, "no te preocupes, aquí los espero". Rodo la agarró de la cintura y la jaló suavemente a la banquita, ella se dejó e incluso pasó su brazo a la cintura de él así que los pocos pasos hacia la banca fueron abrazados como dos novios. "Mi amigo tiene mucha suerte de tener una esposa tan linda" le dijo, "no seas coqueto" le dijo ella tuteándolo y riendo. "De veras" dijo él " cuando los vi llegar se me cayó la baba de verte", "si, me di cuenta" dijo ella, "y cuando subes y bajas del caballo, aún más" dijo él riendo."Que queeé, que es lo que ves???" preguntó ella. "Todo, todito, hasta se me despertó mi amiguito" dijo Rodo apretándose descaradamente el miembro, ella rió y estiró la mano para acariciarle sobre el pantalón “se siente bien despierto, ja ja ja, por eso pensé que traías pistola. Él ya no se detuvo y le plantó un beso en la boca, se besaron largo y caliente, ella sin dejar de apretar el miembro y él sobándole los pechos sobre la blusa blanca. Se separaron un momento y ella preguntó mirando a todos lados: "nadie nos ve aquí verdad?", "para nada, el racho tiene barda y nadie puede entrar, estamos solitos los tres, y tu esposo no va a venir para acá, ¿porque preguntas?"ella no contestó, se puso de pie justo en medio de las piernas de él y se quitó la blusa y el bra, dejando a la vista sus hermosas tetas de las cuales se siente orgullosa, Rodo se las acarició con sus manos toscas y acercando su cara se las mamaba con gusto chupándole un pezón y luego el otro, luego las juntaba con sus manos y les pasaba la lengua de una a otra, ella solo alzaba la cabeza dejándose hacer, sintiendo el placer. Rodo se puso de pie también y bajándose los pantalones sacó su pito duro. Ella se lo acarició con la mano, subiendo y bajando el cuero, haciendo que se le pusiera mas duro. Después de acariciárselo un poco, ella se agachó y se la empezó a mamar, no se puso de rodillas porque el terreno era tierra grabosa, yo la veía de espaldas agachada y su culito asomaba debajo de la falda, Rodo la agarró de la cabeza y buscaba con la mirada en mi dirección, yo moví la mano para hacerle saber dónde estaba y él solo sonrió, estiró sus brazos por detrás de ella y levantó la falda para acariciarle las nalgas, abrirlas y mostrarme el hilito de la tanga que apenas podía tapar el agujerito del culo y su depilada rajada; después de unos chupetones a la cabeza del miembro, él la ayudo a enderezarse y la acomodó empinadita en la banca con una pierna en el suelo y la otra de rodilla en la madera, y subiéndole la falda a la espalda, hizo a un lado la tanga y se le pegó a mamarle el culo y la panocha, ella casi grita de placer al sentir la lengua de él, le dio unas chupadotas de campeonato, luego le pasaba la lengua desde el inicio de lasnalgas, hasta la panocha húmeda donde se detenía para lengüetearle el clítoris y los labios vaginales. En ese punto yo ya estaba con los pantalones en el suelo dándo me unos jalones. Luego él se enderezó y apuntando con su mano la cabeza de la verga, se la fue metiendo poco a poco, sujetándola de las caderas hasta que la tuvo toda adentro de su panocha caliente, ella sollozaba como si estuviera llorando, cuando Rodo comenzó a meter y sacar, cerrando los ojos. Yo también me la jalaba con furia, por ver ese espectáculo, era la primera vez que veía a mi esposita siendo cogida por otro y la calentura era indescriptible. Por los gemidos creo que ella alcanzó el orgasmo, y Rodo se quedó quieto con su verga dentro de mi esposa, la dejó descansar unos segundos y luego se movió al frentede ella y le metió la verga en su hermosa boquita, ella recibió el trozo de carne y él se la metía y sacaba, tan fuerte que las chiches se le balanceaban muy sabroso. Luego Rodo sacó con trabajos un pie de su bota y de su pantalón y se acostó en la banquita con una pierna de cada lado para que ella siguiera mamándosela así empinada, yo alcanzaba a verle su panocha abierta brillando de sus jugos y se me antojó en ese momento ir a darle lengua también, pero me contuve. Mi santa esposita se daba gusto mamando y acariciándole los huevos con su manita.Luego Rodo la hizo montarse en él y ella dirigió con su mano el pito hacia su rajada y se sentó hasta sentirla toda dentro, él no perdió tiempo y estrujabalas tetas colgantes de mi esposa y las besaba por turnos y luego la besaba ensu boca. Él pasó sus manos hasta las nalgas de ella y apretándoselas lo mas que podía, la repegaba a su cuerpo con fuerza cuando, entre gemidos y besos,descargó su leche caliente en el fondo de su vagina y yo al mismo tiempo mis chorros bañaron los arbustos. Se quedaron unos momentos así jadeando y besándose. Luego se levantaron se acomodaron la ropa, pero ella no se puso la blusa ni el bra. “¿Te gustó?” le dijo él mientras se acercaban al caballo y la tomaba de la cintura y ella le echaba los brazos al cuello, “huy si, fue muy rico”. Besos. “Dile a tu esposo que vengan a menudo” le dijo él, “ya veras que si” contestó ella” si no me trae, me deja venir sola, le voy a decir que me gustó mucho montar”. “¿Montar o que te monten?” Rieron juntos y mas besos. Esta vez, Rodo la ayudó a subir al caballo sujetándola por las nalgas, y cuando él se subió, todo el camino hasta donde termina el bosque, fue agarrándola por las tetas. Se me hizo sexy y caliente verlos andar a caballo mientras ella desnuda de la cintura para arriba. Otra vez corrí hasta la banquita del establo, y me recosté en ella fingiendo estar revisando mi celular, cuando ellos aparecieron de entre los árboles, ya estaba ella bien vestida y arreglada. “Yo creo que ya nos vamos, ¿no?” le dije a mi esposa mientras Rodo la ayudaba a bajar del caballo, ella corrió y me dio un beso en la boca, “si quieres, si” me dijo” pero después me traes de nuevo… bueno, si Rodo quiere…”volteamos a ver a mi amigo y gustoso dijo: “si, si quiero, ha ha ha, vengan cuando quieran”. Después platiqué con Rodo de la experiencia, los dos quedamos muy contentos, pero me dijo que de plano le gustaría cogérsela con más comodidad, en la cama y si se puede, también en la ducha, y le dije que se pusiera de acuerdo con ella y lo hicieran, siempre y cuando él me tuviera informado con detalles, y él accedió. Ese día fuimos a cenar y en la noche tuvimos sexo muy bueno, de seguro los dos recordando, yo el espectáculo que vi y ella la excelente cogida de Rodo. Ahora ya estaba 100 por ciento seguro de la infidelidad de mi esposa.

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