Una cita

“¡L-Leia!” gimió Luke, con la respiración agitada. ¡Por la Fuerza nunca había sentido algo tan bueno!

Leia Organa, líder de la Alianza Rebelde, Princesa de Alderaan, y una excelente tiradora de la que no quería estar en el lado equivocado, lo había invitado a su cabaña para lo que ella llamó una "cita".

No sabía con certeza lo que eso significaba, pero la mirada en sus ojos le había dado algo de esperanza. ¡Y vaya que eso fue lo que se cumplió!

Ella tampoco había perdido el tiempo. En el momento en que se cerró la puerta, ella lo presionó contra la pared, besándolo más fuerte de lo que jamás lo habían besado, lo cual no fue una tarea difícil. Demonios, ella había sido su primer beso de todos modos, allá en la Estrella de la Muerte.

Y ahora estaba mirando a la hermosa morena, que tenía sus labios alrededor de su polla. No había pensado que su día iba a ser así, eso era seguro.

Ella gimió a su alrededor, enviando agradables vibraciones a través de su miembro. Ella meneó la cabeza hacia arriba y hacia abajo, deslizándose el vestido hasta los hombros.

Sus labios encontraron su pelvis y se mantuvo allí. Luke podía sentirse palpitando en su garganta apretada. Ella retrocedió con un grito ahogado.

"¿Te gusta eso?" preguntó ella, acariciándolo.

"S-sí", dijo. "No para-" su respiración se cortó cuando ella lo degolló de nuevo, conteniéndolo por un momento antes de volver a levantarse. "No quiero sonar desagradecido, pero... quiero decir, me gustas, pero..."

"Solo dilo", dijo ella, bajando para lamer una de sus bolas. Él gimió de nuevo.

"¿Por qué?" preguntó. “Quiero decir, ¿por qué yo? ¿Porqué ahora? ¡Podrías tener a cualquiera!

"Eres dulce", dijo, sonriendo. Ella lo lamió desde la base hasta la punta. “Mira, viniste y me sacaste de esa estación. Te involucraste en todo esto cuando no era necesario”.

"Sin embargo, tuve que hacerlo", dijo Luke. "Ellos-"

"Lo sé", dijo Leia, interrumpiéndolo. Ella volvió a chuparlo, como para decirle mejor que no volviera a interrumpirla. “Eres un buen tipo, Luke, y creo que eres lindo. Decidí que merecías una recompensa por todos tus actos heroicos”.

“Me diste una medalla”, dijo. Ella se rió, un sonido que a él le gustaba escuchar.

"Sí", dijo, "pero decidí que quería hacer esto también". Ella lo tomó nuevamente en su boca, tocando y rozando ligeramente sus pelotas mientras lo hacía.

No sabía dónde había aprendido ella a hacer esto y, sinceramente, no le importaba. Si le hubieras preguntado hace un par de meses, habría dicho que probablemente no vería ninguna acción con una chica aparte de una bailarina, y eso le habría costado un par de meses de ganancias. Esto fue mucho mejor.

Ella seguía moviendo la cabeza hacia arriba y hacia abajo, sólo sacándolo ocasionalmente para tomar aire, e incluso entonces aprovechaba la oportunidad para atender sus bolas con la lengua. Empezó a sentirse un poco culpable.

“¿No debería hacer algo por ti?” preguntó. Ella lo miró, una vez más hasta su pelvis, y sonrió.

"Estaba esperando que me lo preguntaras", dijo. Se levantó y dejó caer el vestido hasta el suelo. Luke se quedó sin palabras.

Leia era la chica más hermosa que había visto en su vida, pero nunca se había imaginado del todo cómo se vería desnuda. Y ahora no tenía por qué hacerlo.

Era preciosa de pies a cabeza, ágil y atlética. Sabía que ella podía luchar y había visto un atisbo de su figura cuando la rescató por primera vez, pero aun así. Parecía fuerte y suave en todos los lugares correctos.

"¿Vas a seguir mirando?" ella preguntó. "¿O te vas a quitar esos pantalones?" Luke no perdió tiempo en desvestirse. En el momento en que su camisa cayó al suelo, ella lo empujó hacia la cama y se sentó a horcajadas sobre él. "¿Alguna vez has estado con alguien antes?"

“No”, admitió. "Yo, uh... había este... este twi'lek en uno de los-"

"¿Bailarín?" preguntó ella, apretándose contra él. Se sintió mojada. "Eres de Tatooine, ¿verdad?"

"Sí", dijo. "Sí, para ambos".

"Bueno", dijo, "te garantizo que esto será mejor". No tenía forma de saber si eso era cierto o no, pero no iba a cuestionarlo.

Leia se alineó con él y luego se dejó caer sobre él. Había pensado que su boca era lo mejor que había sentido en su vida. Podría haberse equivocado.

Leia estaba cálida, mojada y apretada. Sus muslos, ahora a ambos lados de él, eran suaves. Pero también podía sentir su fuerza. Ella lo acogió hasta el fondo y luego se sentó allí por un momento. Vio una expresión de sorpresa en su rostro.

"Oh, vaya", dijo. "Encajas incluso mejor de lo que esperaba".

“¿P-pensaste mucho en esto?” preguntó Luke, tratando de no explotar de inmediato.

"Un poco", dijo. “Eres lindo, ¿recuerdas? No todos los días una niña es rescatada por un lindo aspirante a Jedi”. Sabía que no debía ofenderse. Ella comenzó a mover las caderas y Luke estaba en el paraíso.

Ella rebotó arriba y abajo sobre él, dando un pequeño grito ahogado de vez en cuando. Su rostro parecía angelical. Un instinto lo asaltó y alzó la mano y agarró un pecho. Ella jadeó y lo miró.

"Dije que debería hacer algo por ti", dijo, apretando y masajeando la carne acolchada.

"Buen punto", gimió. Ella siguió adelante, incluso cuando él se inclinó para tomar su otro pecho en su boca. Sabía tan bien como se sentía.

Su otra mano encontró su trasero. Nunca antes había tocado el de una chica, pero estaba seguro de que el de ella era perfecto. Él apretó y ella gimió.

"¿Seguro que nunca has hecho esto antes?" preguntó ella, mirándolo con los ojos entrecerrados.

"Shure", dijo, sin soltarle el pecho. Él jugueteó con su pezón con su lengua. Ella se movió más rápido, follándolo más fuerte y aún con más entusiasmo. Sabía que tenía que estar haciendo el bien.

Deslizó una mano por su espalda, sintiendo ligeramente todo lo que pudo de su cuerpo. No sabía si esto sería algo único y quería recordar tanto como fuera posible. Ella se estremeció cuando él le rozó la espalda baja, así que lo hizo de nuevo.

"Estoy cerca", dijo. “¡Estoy tan jodidamente cerca! ¡Encajas jodidamente perfectamente! ¡Es como si estuvieras hecho para mí! Él tomó eso como una invitación a empujarse, moviéndose hacia arriba cada vez que ella bajaba. "¡MIERDA!"

Ella se apretó a su alrededor y él estaba seguro de que podía sentir más humedad que antes.

"Princesa", jadeó. "¡Yo también me estoy acercando!"

"Joder", jadeó Leia, su cuerpo temblando. Sin previo aviso, ella saltó de él y una vez más encontró su polla engullida. La idea de que ahora ella estaba saboreándose a sí misma sobre él era demasiado, y explotó.

“¡Leia!” gritó, sus caderas moviéndose incontrolablemente. Leia aguantó, manteniendo su polla profundamente en su garganta.

Su polla se contrajo una y otra vez, deteniéndose finalmente después de perder la cuenta. Para ser justos, después de las tres ya no podía concentrarse.

Leia lo miró y lentamente arrastró su boca a lo largo de su longitud, apretándolo con su lengua mientras lo hacía, como si estuviera exprimiendo hasta la última gota de él. Cuando finalmente se apartó, abrió la boca para mostrárselo y luego tragó.

"Oh, vaya", dijo Luke.

“¿Eso es todo lo que puedes decir?” ella preguntó.

"Ajá", dijo. Ella rió. No se sintió tan mal por eso.

Leia se levantó y agarró su vestido, inclinándose muy lenta y deliberadamente para recogerlo, y dándole una vista completamente despejada de su reluciente sexo. Ella lo miró mientras lo hacía, asegurándose de que él estuviera mirando, y le guiñó un ojo.

"Estuviste bastante bien, granjero", dijo. "Podríamos volver a hacer esto en algún momento".

"¿Podríamos?" preguntó, tratando de no parecer demasiado ansioso.

"Podríamos", repitió, guiñando un ojo de nuevo.

Ella se vistió, y él también, y luego lo besó larga y profundamente.

"Entonces, ¿cuándo crees-"

"Cuando yo lo diga", dijo Leia. “Vamos a estar ocupados a partir de ahora. Pero cuando haya tiempo y me apetezca... Ella lo besó en la mejilla. Con eso, lo echó de la habitación.

De regreso a su habitación, Luke miró hacia el techo. Hoy había sido increíble. Y Leia tenía razón: se sentían como si encajaran perfectamente. Esperaba que ella tuviera ganas de hacerlo de nuevo pronto. Se preguntó si ella querría más.

Bueno, si lo hizo, él estaría más que feliz de dárselo.