Sexo con mi suegra (2)

 
Como ya les contaba antes, desde hace un tiempo me estoy culiando a mi suegra, es una especie de vicio carnal. Ester es dueña de un sabroso culo que trabaja muy bien, cuando empezamos esta relación clandestina, culiabamos todas las semanas pero atender a su marido enfermo, hacerse cargo de las tareas de la casa y mas encima trabajar, atendiendo propiedades que tiene en arriendo, le quita tiempo y son pocas las veces al mes en que logro darle una cachita.
Planificamos una salida, clandestina, llena de mentirillas, como todas nuestras citas. Después de estar en casa con mi esposa (su hija) yo la iría a dejar a su casa y después me pasaría por unos tragos con unos amigos. Pues bien, llegue a mi casa y ahí estaba Ester, mi esposa charlando, cada cual mas rica. Mi mujercita a quien ya le había dado su ración la noche anterior, estaba exquisita, y mi suegrita mostraba sus muslotes calientes, agachándose sin piedad para dejarme la sopa bien caliente, sabiendo la recompensa que recibiría. No hallaba las horas de llevármela y dejarla bien culeada. Dejé a mi esposa en casa y me llevé a su mamá. En el camino al fin pude tocar los muslos calientes de  Ester y ella la muy sucia se inclinó para mamarmela camino al hotel. Luego besé y lami todo su cuerpo exquisito, su chucha jugosa y peluda (con algunas canas) estilaba sexo y su olor a culo me tenia loco. Lami el agujero anal y la vagina y prepare la embestida, me senté en el borde de la cama y Ester se me montó para cabalgarme logrando que la verga quedara enterrada a tope, nos movimos como poseídos, sus tetas me quedaban a la altura de mi cara así mientras penetraba, mamaba y mordía amorosamente esas tetas abundantes. Un dedo logré meterle en su culo, el que me chupé varias veces para sentir el sabor amargo de su raja. Ester se gira, y se vuelve a sentar esta vez el hoyo del ano recibe su relleno. Mirar la escena es fascinante, mi verga se hunde hasta desaparecer entre las nalgas de Ester: gruesas, blancas, bien formadas, turgentes. Unos movimientos lentos y con ritmo hacen que Ester comience a gozar de un largo orgasmo. Grita, me dice groserías, me insulta jime y se menea yo siento que voy a eyacular, me agito….y suena su teléfono. Era su marido, preguntándole donde estaba pues necesitaba unos medicamentos que le tocaba tomar y que se habían acabado. Mi suegra hablaba por teléfono con su marido, desnuda y con una verga en el ano meneandose suavemente. Se despidió con un “te quiero, voy pronto amorcito”. Ya no pudimos seguir. Nos vestimos, yo con un dolor de huevos tremendo. Ver como se viste Ester es otro espectáculo, que dejaré para otro relato. Ester me trató de calmar el dolor de bolas con su boca, pero no pude concentrarme en manejar con su cabeza entre las piernas, soportando el dolor.
Ustedes imaginarán como quedó mi esposa esa noche…
 

2 comentarios - Sexo con mi suegra (2)

buenaondaw
Muy lindo relato, si podés pasar fotos d tu suegra