(Cuento) ¡Encuentro swinger que termina en cuckold!

¡¡Encuentro swinger que termina en cuckold!!
Todo comenzóaquel día en que Lila y Juan conversaban y discutían nuevamente sobre laposibilidad de tener relaciones swingers para salir de la rutina. Lila,siempre sensible y cautelosa, expresó sus miedos y dudas sobre cómo podríanmanejar los posibles celos que pudieran surgir durante estas experiencias.Juan, decidido a encontrar una solución, propuso un acuerdo: él no participaríaen ninguna actividad sexual hasta que Lila le otorgara su permiso explícito. Lila se sintió más persuadida que nunca,y reboleando los ojos esbozó una disimulada sonrisa y frunciendo su boca haciaun costado le dijo: “bueno”.
Ya habiendochusmeado en sitios de encuentros swingers vuelven al ataque y terminansintiéndose cómodos con Eva y Gerardo, una pareja swinger con buenasexperiencias. Luego de varias charlas, entre los horarios de unos y loshorarios de los otros, quedan de acuerdo en un hueco que tienen entre dosturnos del trabajo de Eva y Gerardo, que son pareja profesional y trabajanjuntos.
Dia delencuentro:
Finalmente seencuentran los cuatro, Lila, que fue sencilla, pero es muy sensual, y Juan unhombre atractivo pero normal, llegaron con el corazón palpitante y sonrisasnerviosas; y para calmarlos Eva y Gerardo comenzaron a hablar sobre susexperiencias anteriores con swinging, compartiendo consejos y trucos parahacerlas más placenteras y seguras. Su confianza y sabiduría parecíandescongelar la tensión en la sala. Juan y Lila se sintieron algo más aliviadosy empezaron a relajarse un poco.
Luego de unostragos, Eva, mujer de muy buenas curvas, y Gerardo, hombre muy guapo y decuerpo firme, comenzaron a ponerse cariñosos. Lila y Juan quedan expectantes dela situación, y entre abrazos, besos, y las sombras proyectadas por las velas,Eva comienza a quitarle la ropa a Gerardo, exponiendo su torso. Mientras Juanesta inmóvil Lila se va acariciando un brazo. Eva, luego de quitarse elbrasier, baja de a poco mientras le besa el pecho a Gerardo, luego sus marcadasabdominales, hasta llegar a su área genital, y luego de frotar bien suentrepierna por encima de la ropa, mirándolo directo a los ojos, mete la manoen su pantalón y saca un rígido pene, que comienza a masturbar con las dosmanos. Lila emitió un suspiro que Juan no escuchó, al quedar mudo ante unhombre que siente claramente es más viril que él.
Eva ve de reojo aLila y nota su excitación, también su timidez, se para y mientras masturba conuna mano a Gerardo toma el brazo de Lila y la acerca mirándola a los ojos. Lilaperpleja, se deja quitar la ropa de a poco por ellos, mientras, Eva le besa elcuello. Lila se ve muy excitada, con una mano en el hombro de Gerardo y la otraen el hombro de Eva. Gerardo no pierde el tiempo y la besa profundamente en laboca. Lila, como si perdiese el equilibrio se agarra bruscamente de él, ya sinbrasier, pegada a su cuerpo, Gerardo la toma del pelo desde la nuca y lapresiona fuertemente hacia él, mientras le come la boca.
Juan quedapetrificado, expectante y con una notable erección en su pantalón, observando aLila, que parece completamente entregada a una situación tan ruda, que él nosabía que a ella podía gustarle.
Gerardo deja debesarla y sin soltarla del pelo, la conduce hacia abajo, y la hace arrodillarseante él. Le pone su miembro en frente de la cara, y Lila, mirándolo fijamente alos ojos, lo toma en sus manos y comienza a deslizarlo por sus húmedos labios. Todoel largo, de la punta a la base, lo llena de besos pasionales, casi condesesperación.  Luego abre su boca, y loengulle por completo, como con hambre. Gerardo sonriente, toma a Eva del pelo yla besa, mientras ellos dos se tocan, Lila le practica un excelente sexo oral aGerardo.
Juan, el únicocon ropa en la sala, ya con la erección probablemente más firme que ha tenidoen toda su vida, no le queda otra opción que tocarse, presionar su pene comocon la intención de contenerlo. Como si pudiese lograr evitar la brutalerección que está teniendo.
Eva, deja unmomento de besar a Gerardo, y se quita los pendientes. Gira su cabeza y nota aJuan aún vestido, y tocándose. Se arrima a la mesa junto a él para dejar suspendientes, lo mira, se le ríe y le dice: “si quieres, puedes sacar tu pene porfuera, y masturbarte más cómodamente”. Juan, como si de una orden se tratara,le hace caso.
Luego, Eva searrima a Gerardo, él la toma del brazo y hace que ambas le practiquen sexooral, ya que tiene suficiente para ambas, mientras una lame sus bolas, la otrachupa su pene, o mientras una tiene la punta dentro de su boca, la otra puedede costado lamer su tronco. Ellas comparten sin problemas, mientras Gerardo vaestirando su brazo y logra alcanzar las ya mojadas entrepiernas de Lila, hasta quequeda cómodo y puede manosearla como quiere y frotarla donde le place. Entanto, Lila comienza a emitir sonidos como de tímidos gemidos, peroentrecortados por la intermitente obstrucción en su garganta.
De repente, suenaun celular, Eva los deja y va a atender rápidamente, mientras Gerardo y Lila seacomodan para llegar cómodos con la boca a los genitales del otro. Eva luego dehablar un rato corta, pide disculpas y dice que se tiene que ir por unaemergencia en el trabajo, Gerardo, saca su boca de la vagina de Lila y le diceque después la alcanza.
Lila parece nohaberse enterado de nada, como en trance, continúa su labor. Hasta que luego deun rato Gerardo la interrumpe, la acuesta boca arriba y comienza a penetrarla. Cadavez con un ritmo más intenso. De vez en cuando, la toma de la mandíbula y lecome la boca. Y otras, la toma del pelo y la fuerza a mirarlo fijamente a losojos, mientras la penetra fuertemente.
La intensidad desus movimientos aumentaba, haciéndolo cada vez más rudo con ella. La cambió deposición varias veces. Cada vez, parecía que la penetraba más y más profundo.La voz de Lila aparecía de a golpes, con gemidos entrecortados, al ritmo delantojo del pene de Gerardo.
Juan atónito,solo se masturbaba, no pudiendo creer lo que le gustaba ver esto. Se soltaba elpene a cada rato para no acabar tan rápido.
Finalmente, en laposición en que Lila yacía sometida boca abajo, Gerardo la tomaba de lascaderas y apoyaba su peso, y mientras la penetraba fuertemente en su vagina pordetrás, cambiándole el ritmo, con lo que ella parecía enloquecerse. Hasta que Lilaemite un fuerte gemido y su cuerpo se estremece por completo. A su vez, se leoye a Gerardo un enorme suspiro de placer mientras empuja muy dentro de Lilacon todo su cuerpo. Y a Juan, sabiendo lo que estaba pasando en ese momento, yal mismo tiempo que ellos, le explota de semen el pene en su mano.
Gerardo se reponerápidamente, les pide disculpas y se va.
Lila quedó en lamisma posición que la dejo Gerardo, casi desmayada. Juan, se va acercando a lacama, y va pudiendo notar, lo dilatada que quedó Lila.
 Juan le pregunta si está bien, y luego de unossegundos Lila le responde que sí, con una pequeña sonrisa y algo de vergüenza.Ella le pregunta a Juan, por qué no se sumó, a lo que él le responde, que era loque él le había prometido, no sumarse, hasta que ella explícitamente se lopermitiera. Lila le pide perdón por haberse distraído tanto, pero el enseguidale dice que extrañamente, siente que quizá haya disfrutado más que si hubieseparticipado. Ella nota que él está lleno de semen, sonríe agotada, lo besamojada y lentamente. Ambos sabiendo lo que estuvo haciendo hace un rato, conesa boca. Casi a propósito, lo abraza desnuda, con el cuerpo húmedo y cansado. Conella pegada a su cuerpo, Juan siente en su propia pierna, el líquido calienteque va saliendo de las entrepiernas de ella. No dicen nada, pero se ríen, y seabrazan fuertemente.

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