Los peores amantes: Capítulo VIII

Capítulo VIII: Control de tanque lleno
 
Escuchar ese “te quiero” retumbó un poco en mi cabeza. En primer lugar porque si hay algo que la caracteriza es lo orgullosa que es para algunas cosas, y por otro lado, porque más allá de que nos demostrábamos cariño y un gran “aprecio” por decirlo de cierta manera, no solíamos hablar de sentimientos, hasta ahora nunca, o quizás en realidad ninguno se animaba. Pero es cierto que ahora pensándolo, había sentimientos, no solo deseo. En fin, me fui de ahí pensando un poco en eso.
 
En esos cuatro días donde viaje con amigos, no estuve muy pendiente del teléfono, pero si en algún momento donde estaba tranquilo revisaba los mensajes y tenía conversación con ella.
 
- Como va tu finde? Todo bien? La están pasando bien? –pregunto al segundo día.
- Hola hermosa! Cómo estás? Todo bien acá, muy bueno, vos bien? Haces algo el finde?
- Que bueno, me alegro que la pases bien. No, de momento nada, aún no sé igualmente.
- Ahhh, viste, si te hubieras decidido a venir conmigo… Tendrías plan de fin de semana.
- Si, claro! Como si pudiera! Ojala!
- Imaginate… cuatro días… la de cosas que haríamos.
- Seeee como me gustaría! Igual vos por más que quieras tampoco podes! Si estás con tus amigos jajaja
- Bueno que importa! De última que miren!
- Que miren??? Dejarías que tus amigos miren?
- En el peor de los casos si, osea, no estarían interrumpiendo, no son desubicados ni nada, si me vieran con vos se tomarían el palo, pero digo hipotéticamente, si fuera que estamos todos en una habitación, y tengo ganas de cogerte, no me frenaría el que haya gente –yo la verdad le hablaba un poco en joda, un poco en serio, ya que eran situaciones que difícilmente se den naturalmente, y tenía ganas de joder sobre todo.
- Jajajajaja no te importa nada ya! Me queres coger a toda costa!
- Obvioooooo!!! Me calienta la idea de cogerte y que miren la bomba que me cojo. Que te deseen pero no puedan hacer más que eso, desearte –subí un escalón para ver su reacción.
- Vos me compartirías?? –pregunto, intrigada por lo que decía.
- No, de momento no, por? A vos te gustaría que te comparta?
- La verdad que nunca pensé en eso.
- Yo puntualmente en eso tampoco, si en situaciones como te dije, cogerte y que se mueran por participar, pero que se queden con esa calentura jajajaja
- Que malito que sos, egoísta! Jajaja
- Es que yo no fui a jardín, no me enseñaron a compartir, ahora… si algún día vos queres un trío, primero me vas a tener que enseñar… jajaja
- Naaa trío de momento no quiero, pero me agrada la idea de que miren… crees que lo podemos hacer algún día? –se la notaba con ganas.
- Ni idea, con los horarios y momentos que tenemos nosotros, es difícil, pero nunca digas nunca –le deje la puerta abierta.
- Sabes una cosa? –me dijo para que yo le pregunte.
- No lo sé pero quiero saber. Que cosa mi vida?
- Siento que con vos no tengo límites, todo lo que me propones o me decís, me dan ganas, no sé cómo explicarlo –y se veía que escribía y paraba, escribía y paraba. Para luego continuar.
- Antes por ahí si, como toda mujer y persona tenemos nuestras fantasías, pero que se yo… Cosas super normales, incluso mi marido, sus fantasías me las ha dicho y nada, normal, calientes sí, pero ni jugar a lo putita, ni mucho menos coger en un lugar al aire libre y sobre todo totalmente concurrido!!! Jajaja
- Bueno, no tiene nada de malo tampoco, tienen una relación tradicional, no es malo, simplemente distinto, tampoco es que yo te digo cosas locas, como lo de putita, el hombre a veces tiene ganas de eso, a veces no, en mi caso, tengo mis momentos, fijate que no siempre te trato así, sino es caer siempre en el mismo juego y termina aburriendo.
- Si, si, lo sé y me gusta eso. Estaba acostumbrada al trato más bien clásico, soy la esposa y él el marido. Lo más jugado que cogimos fue en la terraza de casa pero sin riesgo a que nos vean jajaja
- Bueno, ahora le vas a pedir que te coja donde los vean! Jaaaa
- No, eso me lo guardo para hacer con vos!
- Ahhh pero que lindo gesto! Se comporta como mujer ejemplar con el marido, pero es bien putita con el amante…
- Vos me emputeces, vos me llevas a eso.
- Pero yo no hice nada!
- No sé, ya no sé porque! Pero por eso me dan tantas ganas de verte, me haces emputecer en serio! Me generas cosas que antes no sentía, las ganas de todo, me das confianza y me suelto, como que ahora siento que cada vez que nos vemos soy yo misma y antes no lo era. No sé cómo explicarlo.
- Se entiende, no te preocupes que entiendo lo que decís, y me alegro que así sea, es mutuo, uno no siempre es de la misma manera con todos creo, porque si de la otra parte no tenes la misma respuesta, seguramente no actuaría o no haría las cosas como las hago.
- Claro, es eso! Entre los dos nos complementamos, a vos te gusta que sea bien puta, y a mí me gusta ser bien puta. Cosa que hasta hace poco no lo sabía jajaja
- Que lindo, me haces parar la pija hablando así… Pero que te quede claro, sos mi puta.
- Obvio, y cuando vuelvas…
- Cuando vuelva qué? –le pregunte queriendo respuesta aunque tardo en llegar.
- Te vas a coger bien a esta putita? –me dijo y acompaño con una foto que me voló la cabeza.
 
Estaba parada de espaldas a la cámara, en la cocina de su casa, con una remerita corta que le cubría hasta media espalda, la cola en casi primer plano, donde se veía hermosamente la separación de sus nalgas que apenas te dejaba ver como una sombra su rico culo, pero invitaba a jugar con mi imaginación. Eso finalizaba con su conchita que se mostraba cerrada y con una visible humedad en la línea que separaba sus labios. Pero no solo eso, como siempre digo, la lencería le queda hermosa, y lo que más me gustaba de la foto fue que debajo de esa manzana y justo por debajo de donde comenzaban sus piernas perfectas, se encontraba su tanga dándole el toque final de sensualidad.
 
- Que hija de puta que sos… me estás matando… las ganas que tengo de cogerte ahora más por verte!
- Mejor! Así cuando volves me coges con ganas! –le encanta provocar.
- Te la vas a tener que aguantar, no le voy a tener compasión a nada –se lo decía en clara alusión a su culo.
- Mmmmm… ojitooooo… no todo está a la venta en este cuerpito…
- No busco comprar, lo que es mío, es mío, no tengo porque pedir permiso.
- Vos decís?
- Tenes alguna duda? –no se lo pregunte, solo le avisaba.
- La verdad… con vos ya no tengo dudas.
- Me parece bien. Ahora te dejo que me voy a cenar, nos vamos hablando. Te mando un beso.
- Dale, besito. Hablamos, cuídate.
 
El resto de los días transcurrieron normales, algún que otro mensaje cuando podíamos hablar pero no más que eso. Yo volví el lunes del viaje y ya por la noche volvimos a mensajearnos.
 
- Mañana vamos a hacer doble turno, así compensamos… Así que salí antes del trabajo –le informe, no tenía intención de que se fije si podía o no. Igual sabía que no se iba a oponer.
- Me gusta la idea, mucho. Viene con ganas mi amante?
- Con muchas, ya te vas a dar cuenta.
- Dale, nos encontramos donde siempre pero a las 14:30. Igual mañana vamos hablando –me dijo.
 
El martes salí con tiempo de la oficina, tome la ruta y fui tranquilo, por suerte que tenía tiempo, tuve que hacer una parada técnica porque pinche una cubierta. Así que si bien suponía que no me iba a provocar llegar tarde al encuentro, le pegue un aviso por si eso ocurría.
 
- Tuve que parar a cambiar una cubierta pero seguro llego bien –le avise.
- Ahh, ok, dale, intenta llegar antes que yo, sabes que no me puedo quedar parada en esa esquina, si me ven es muy obvio.
- Hija de puta… Te aplaudió todo un grupo de running por estar cogiendo y te preocupa que te vean en una esquina y encima sola?? No tenes cara! Jajajaja
- Es verdad, no lo había pensado! Que puta soy… jajajaja –se reía de ella misma, se la notaba contenta– pero igual, es una hora que debería estar en el trabajo, sería igual obvio. Pero bueno, termina y veni, que quiero pija.
- Ya me paraste la pija forra. Ya estoy en viaje de nuevo, en 20 llego seguro.
- Daleeee…
 
Creo que hasta acá, era una de las veces que con más ganas se la notaba a Bea, y también más suelta. Quizás por cómo se dieron las últimas charlas, o por haber hecho esa exhibición de sexo al aire libre ahora se sentía con menos prejuicios a la hora de también hablarme a mí de esa manera… Pero que mejor? A mí me gustaba eso, que las cosas se digan por su nombre y no estar careteandola con decir algo sin decirlo con las palabras que corresponden por pudor.
 
Ni bien llegue, no pasaron ni dos minutos que vi que paraba una combi y ella bajaba, estaba a media cuadra de esa esquina y vi que una vez que cruzó la calle, levanto la mirada buscándome, enseguida identificó el auto y automáticamente una sonrisa se le dibujó en la cara, y aún más, venía caminando como mordiéndose el labio inferior, pero no esa mordida sensual de “oh, sí, que caliente que estoy”, sino que era la manera de ocultar o disimular una gran sonrisa.
 
- Al final llegaste antes –dijo ni bien subió al auto, acercándose a mí para besarme.
- Si, hace 10 minutos que te estoy esperando –mentí yo– porque tardaste tanto? –la increpé mientras comencé a manejar.
- Mentira! Imposible que hayas llegado hace tanto! –igual se reía, me miraba y sabía que no se lo decía en serio.
- Me hiciste esperar mucho, tenía que llegar y que mi puta suba rápido, no me podes hacer esperar a mí.
- Ayyy perdón señor! No sabía que no le gustaba esperar… –dijo y cambió su cara por completo, y haciendo labios de pucherito continuó– me perdona porfi? Le prometo que no lo voy a hacer más! Por favor, no quiero que se enoje…
- Si no queres que me enoje, baja a chuparme la pija putita… –esta vez le dije más serio mirándola a la cara.
- Pero ya vamos para el telo, no se aguanta señor? –dijo intentando ganar algo de tiempo.
- Te dije que me la chupes, desabrochame todo y comete la pija ahora –se lo ordené, no se lo esperó eso, pensó que iba a seguir su jueguito, pero yo tenía otra cosa en mente.
- Extraño mucho a su putita este señor? –quería mantener el beboteo.
- No vine hasta acá a perder tiempo, si queres hablar en vez de chupar, bajate del auto –atine a disminuir la velocidad, ella se sorprendió– vos dijiste que querías pija, acá te traje pija, hace lo que sabes hacer.
 
Ella agarró rápido la onda, la verdad que mi morocha se prende en todo y bien, se puede sorprender, sobresaltar quizás en alguna situación, o lo que fuere, pero le pone toda la garra y se engancha enseguida con la onda y participa muy entusiasmada. Enseguida puso cara de diablita, se quitó el cinturón de seguridad, estiro su mano y me desabrocho el cinturón, quito el botón del pantalón y bajo mi cierre. Inmediatamente por instinto empezó a mirar para todos lados por las ventanillas, mientras su mano estiró el elástico de mi bóxer para manotear mi verga que ya estaba al cien.
 
- Qué pasa que miras tanto para afuera? –le dije– Estas perdiendo tiempo, dale, deja de mirar y chupa.
- Uffff… ya está muy durita como me gusta a mí… –inmediatamente se inclinó hacia mí y se la trago toda de una.
- Querías pija no? Chupa bien… –sabía que eso la motivaba y no me equivocaba, empezó a tragar cada vez más– Si, así, vos sabes cómo me gusta…
 
Sentí que me chorreo saliva por la verga y enseguida se encargó de chuparla otra vez. Yo estuve a punto de dar un par de vueltas más con el auto, para que ella sigua su tarea y que me descargue el primer polvo, obvio que se lo iba a dar todo en la boquita, la sola idea de imaginarlo ya me daban ganas de acabar, pero decidí ir directo al telo. Ella por su posición no sabía por qué parte del camino estábamos.
 
- Ya llegamos, no te levantes, seguí chupando que voy a pagar.
- Como no me vas a avisar! –dijo apenas soltándose de la pija pero sin levantarse– me van a ver que te la estoy chupando Fede!
- Por eso mismo no te avise, para que vean lo putita que sos que no te aguantas a llegar al telo y venís chupando, y para no tener que taparte como hago siempre, así menos te van a reconocer.
- Sos un hijo de puta, cómo te gusta mostrarme…
- Dale, seguí que pago y entramos
 
Ella no tuvo dudas, incluso era obvio que le gusto. En lugar de quedarse ahí abajo quieta, intensifico el cabeceo notoriamente a propósito, para que se visualice bien que había una persona chupando pija. Me encanto que lo haga de esa forma.
 
Yo pague como corresponde, me abrieron el portón e ingresamos. Cuando pare el auto en la cochera privada, ella por instinto dejo de chuparla y se levantó. Ahí mismo la agarre de la cabeza y la volví a hundir para que vuelva a su trabajo.
 
- Yo te voy a decir cuando salir, no tenemos apuro… Chupala… Así… –la morocha se prendía a la pija como ninguna, era la verdad.
 
Luego de unos minutos que aproveche de su exquisita mamada, le dije que ya era momento de entrar, que primero se iba a bañar y luego seguíamos. Y así lo hicimos, entramos, se quito sus anillos y pulseras como de costumbre, pero cuando yo casi ya me había quitado la ropa para darme una ducha, ella así vestida y todo como estaba y con toalla en mano, entra al baño y me dice desde la puerta:
 
- Ahora voy yo a ducharme, vos no tenes que entrar. Igual voy a cerrar.
- Yo también me voy a bañar –le dije, aunque seguía extrañado de que esté con toda su ropa puesta.
- Si, pero después de que yo me bañe, ahora quédate ahí, enfria esa pija hermosa un ratito, yo me baño rápido y luego entras vos –quise protestar un poco pero no me dio oportunidad, cerró rápido la puerta y escuche un ruido como que algo la trabó.
 
Espere un rato, la verdad que mal no me venía, la chupada de pija que Bea me había dado me había dejado casi al borde, así que me puse a boludear con el celular y no me percaté de que se estaba tardando. Cuando salió la vi envuelta en la toalla, ya me daban ganas de agarrarla ahí nomás y cogerla, me encantaba verla con la toalla, la hacía super sexy, esas piernas… uffff. De solo pensarlo… Bueno, en realidad, todo le quedaba bien y me calentaba. Cuando me acerco, me pone su mano en el pecho para que no avance, me da un rico beso.
 
- Anda a bañarte, apurate… –solo eso me dijo y me evitó.
 
Me fui a bañar, obvio como un trueno, pero quede impecable claro. Mientras me secaba pensaba que en esta ocasión teníamos tiempo de sobra, aunque igual siempre nos quedamos con ganas de más, pero tener la posibilidad de estar casi 2 turnos de telo, no se nos daba nunca. Me relaje, sabía que podíamos tomar las cosas con calma. Ya listo salí del baño.
 
Al salir casi que me caigo de culo. Fue un impacto hermoso el que me golpeó. Estaba ella, en el medio de la cama, recostada muy sexy esperándome y entendí porque no quiso que entrara con ella al baño. Tenía puesto un conjunto de lencería de encaje blanco con unos vivos negros, que cobraba vida fundiéndose en su piel apenas trigueña. Cuando la veía desde sus pies, mi mirada hizo un reconocimiento de cada centímetro de su piel a medida que avanzaba. Observé cada parte mientras comencé a caminar hacia ella.
 
Su mirada estaba fija en lo que yo hacía o como me comportaba. Estaba atenta a mis reacciones y también a mis acciones. Claro, en realidad, yo estaba embobado, esa era mi reacción, y la única acción que podía tener era caminar hacia ella, mucho más que eso aún no me salía.
 
Para que puedan imaginarse y verla desde mis ojos, hasta que me puse justo al borde de la cama en sus pies, su postura era la de modelo de catálogo, esas que te venden los carteles de publicidad. Así, solo que la tenía en carne y hueso frente a mí y para mí. Ella se percató de que yo estaba tardando un poco en reaccionar.
 
- Te estaba esperando, te gusta cómo me puse para vos? –me dice con vos suave.
 
Yo no le respondí. Me quede de pie observándola, en serio, esa lencería, ese color, como estaba recostada y su voz, era un ángel, dejo de lado por completo al demonio que solía mostrar, hoy no, era un ángel que cayo justo en ese lugar donde yo estaba.
 
Tengo que decir que eso me sacó un poco de la situación que habíamos generado desde que nos encontramos hasta que entramos al telo. Todo se había transformado en un clima mas bien relajado, sensual, hasta diría romántico.
 
- No te gusto? –me dijo y recién ahí pude reaccionar.
- Cómo no me va a gustar? –le respondí.
- No sé, me miraste y no dijiste nada más… supuse que no te había gustado –buscaba mi aprobación.
- Me encanta, te queda hermoso, sos hermosa –me fui sentando al borde de la cama del lado donde miraba ella y comencé a acariciar sus piernas. Ella instantáneamente sonrió de manera muy tierna.
- Quería que me veas con un conjunto lindo, me quería producir para vos así te ponías contento.
- Lo lograste –dije sonriendo– me encanta, no puedo dejar de admirarte… sos demasiado hermosa. Es impresionante como te queda este conjunto.
- Si? Queres verlo mejor? –me dijo ofreciéndose a mostrarlo.
- Obvio, me encantaría.
 
Ella se movió lentamente para acercarse más a donde yo estaba, pero sin cambiar esa posición de piernas. Mantenía la misma postura, solo elevó su cuerpo para acercar su cara a la mía y darme un muy lindo beso, cariñoso, mientras su mano derecha tomo mi mejilla, sellando la ternura. Lo mantuvimos un momento hasta que sin alejar su boca y bajando de la cama, se paró justo delante de mí y recién en ese momento que se irguió separo sus labio.
 
- Me lo compre para vos –me dijo sin dejar de hacer poses lentas dignas de una modelo.
- En serio? Es un estreno exclusivo? –le dije con una sonrisa.
- Sipi… quería regalarte algo, y como sé que te gusta cómo me queda la lencería, se me ocurrió elegir algo lindo para vos.
- No podrías haber elegido mejor regalo para hoy, es hermoso, de verdad, me encanta –ella estaba bien cerca de mí, la quise tomar por la cintura y le llegue a dar unos besos en su abdomen pero me saco.
- Pero no viste todo –me dice divertida.
- No? Que me falto?
- No me pediste que de una vueltita para vos! –decía exaltante, divertida y contenta.
- Da una vueltita mi vida, quiero ver cómo te queda de todos lados –le pedí.
 
Para que lo dije, ella súper emocionada da una vuelta lenta, giraba un poco y volvía otro poquito, pero siempre continuando un solo movimiento. Cuando llego a ponerse de espaldas a mí, sentí que me agarraba un bobazo… por dios, no podía ser… entre el encaje que era divino, su cola perfecta y el color de su piel en contraste confirmaba que se trataba de una obra de arte. Ella siguió con su movimiento, yo tenía ganas de comerle el culo ahí nomás, pero la deje seguir, quería que siga, hasta que nuevamente quedo frente a mí con su abdomen chato delante de mi cara. La agarre de la cola, manteniendo la delicadeza con el que nos encontró ahora ese momento, la traje un poco más y comencé a besala. Besos suaves también, nada brusco, disfrutaba de la delicada piel y ese aroma característico de ella, acariciaba su cola al mismo tiempo, bajaba mis manos por sus piernas y las subía por su espalda, para que nada pierda atención, todo de manera armoniosa.
 
Mis besos fueron direccionándose a su conchita, cada tanto pasaba la yema de mis dedos y notaba el calor y lo húmeda que ya se encontraba, pero no iba a atacar de lleno, la situación ameritaba que las cosas se hagan a su tiempo… Y esta vez por suerte teníamos tiempo de sobra. Pero claro, así como besaba su vientre también quería besar su cola, la di vuelta, siempre yo sentado y ella parada, su cola se ofreció sin problemas y la recorrí por completo con besos y caricias. Pase una mano por delante y comencé a masturbarla, sus jugos estaban por donde toques, y cuando empecé a besar su espalda siguiendo el recorrido de su columna tiró la cabeza para atrás en señal de que lo disfrutaba.
 
La di vuelta y la hice sentarse arriba mío, ella puso sus piernas a cada lado y quedo sentada por completo sobre mi verga. La tela de su tanga era lo único que impedía que mi pija no esté dentro suyo. Entrelazó sus brazos por detrás de mi nuca, me empezó a comer la boca y comenzó el movimiento pélvico para sentir el frote de ambos sexos.
 
- Te extrañé –fue lo que dijo– necesitaba cogerte…
- Ya me tenes acá… cógeme entonces… –y nos fundimos nuevamente en otro beso.
 
Yo me agarre fuerte con las dos manos de su cola, acompañaba su vaivén pero respetando su ritmo, de a poco acercando mis manos más a su interior, en el punto donde divide la cola y la concha… ella hacía un poco más de presión, buscaba sentir más, su movimiento era más largo, abarcaba toda la longitud de mi pija. Sin darle muchos indicios de lo que iba a hacer, pero que claramente ella esperaba que lo haga, justo en el momento en que ella hace el movimiento para adelante, le corrí hábilmente la tela y la momento que se tira para atrás queda totalmente penetrada lo que le provocó separar sus labios y cerrar los ojos levantando la cabeza más aún.
 
- Aahhhh siiiii… Ahhhhh… que lindo! –dijo fuerte– Lo que necesitaba esta pija! Cómo la extrañaba!
 
Volvió rápidamente a mi boca y empezó ahora a darle la mayor presión posible a la penetración, su concha y clítoris al completo rozaban fuerte sobre mí, por detrás mis dedos la tocaban y su miel ya había empapado por completo todo. Sus piernas hacían fuerza apretando mi cintura, el ritmo era parejo y constante.
 
- Agggg… Aggggggg… –ahogaba sus gemidos en mi boca… no se quería despegar.
 
Por momentos se separaba apenas solo para mirarme y sonreír un poco, cuanto mucho decía algo.
 
- Tenías ganas de mí? –me preguntaba.
- Muchas, lo notas?
- Si, me encanta, yo quería que me cojas, no aguantaba más las ganas… Aahhhhhh…
 
Después de un rato y con la calentura cada vez más notoria, movió sus piernas para que en lugar de quedar flexionadas a mis costados, las paso por detrás de mi cintura y las cerró, quedando bien pegada a mí, yo la tome ya más fuerte de la cola, no hizo falta interpretar nada, ambos marcamos el mismo ritmo, teníamos una conexión implacable. Nuestros besos acompañaban el mismo ritmo que tanto su sexo como el mío sentían. Todo estaba conectado, todos los sentidos al máximo.
 
- Me encanta Fede… Te siento mucho…
- No hables, disfruta del momento…
- Ahhh… si, así… te extrañaba… Seguí… Quiero acabar… no voy a aguantar mucho…
- Acabame hermosa… Quiero sentirte…
- Uhhhh… Uhhhh… Ayyyy…
- Te siento mucho mi vida… Estoy a punto de acabar… –le avise para salir.
- Adentro! Adentro! Hoy podes! Acabame adentro! Llename toda, dámela! Quiero sentirte!
- No aguanto más Bea… No aguanto… –la tome más fuerte aún con mis manos y la movía para adelante y para atrás con más fuerza y ella más presión para abajo hacía…
- Aaaaahhhhhhh…. Así Fede!!! Me vengo mi amor!!! Dale… Acabo! Lléname!
- Toma mi vida! Sentime! –casi que hasta me hizo gritar a mí de lo caliente que sentí su concha y lo que me puso a mí.
- Dame si, así, así… Aahhhhhhh!!! Aaaaaayyyy…
 
Ambos acabamos juntos, desde la primera vez que lo hicimos ya hace un tiempo que no había vuelto a acabar dentro de ella y la verdad se sintió único. Fue un momento perfecto, éramos dos pero nos convertimos en uno solo. Todo encajaba perfecto, la sincronización, el erotismo que nos invadió fue hasta más fuerte que el sexo más salvaje. Efectivamente habíamos hecho el amor, sin lugar a dudas fue eso.
 
Nos pegó fuerte a ambos, los dos lo sentimos y lo estábamos asimilando, recién acabábamos y estábamos agitados, muy, pero nos mirábamos como preguntándonos “que fue eso?”… Y en nuestras miradas teníamos la respuesta, y no la disimulábamos. Para que caretearla no? Si igual la única realidad es que eso no cambiaba nada, bah, si, cambiaba pero para mejor. Ambos sin tener que mencionarlo lo sabía.
 
- Fue hermoso –comenzó diciendo– sentirte explotar adentro de esa manera, me voló la cabeza, me hiciste tener un orgasmo muy fuerte.
- Y a mí me hizo acabar así sentir como tenías hirviendo la conchita, como apretabas.
- Es que no aguantaba más, se sentía muy grande y te palpitaba mucho…
- Yo sentía cada partecita de tu concha…
- Que lástima que no podemos hacer esto más seguido –se lamentaba.
- Que cosa? Que te acabe adentro? –le pregunte.
- Si, no me quejo, pero es lindo sentirlo así, dan ganas.
- Y sí, eso es verdad. Estás segura que podía acabarte adentro no?
- Si, quédate tranquilo que no me vas a embarazar. Tenes miedo?
- Miedo no, pero tampoco para hacer cagadas, no estamos en una situación cómoda, ya lo sabes.
- Lo sé, por eso no me arriesgaría, los dos tenemos mucho que perder si nos mandamos alguna. Ya con esto que hacemos nos arriesgamos, imagínate un pibe… se pudre mal.
- Olvidate, se nos arma tremendo quilombo jajaja
 
Mi verga ya había perdido erección y por gravedad salió de su concha, inmediatamente ella sintió como salía semen y yo como ese semen cayó sobre mí.
 
- Uppssss!!! Algo me dice que nos tenemos que ir a bañar… –dijo graciosa.
- Si, ambos a la ducha.
- Nos vamos a quedar pegados sino –dijo levantándose.
- No tendría problemas por eso jajaja
- Mira el enchastre que tenemos! Mierda que estabas cargado… Se ve que de verdad me guardaste todo para mi solita! Pero bueno, tenía que controlar eso… Vamos a ver si hay reserva.
- Vos me lo pediste, yo te cumplí, no quedamos en eso? –respondí serio.
- Menos mal entonces que me acabaste ahí! Imaginate si me acababas en la boca, me habrías matado con tanta leche! Jaja me ahogabas!
- Peor que hacerte un pibe, muerte en el telo, murió ahogada por sobredosis de leche, ahí sí que se me pudría todo! jajaja
 
Seguimos con algunas risas mientras enfilamos para el baño, nos bañamos juntos pero únicamente intercambiamos besos, jugábamos un poco sí, ella me enjuago la pija, jugaba a que la quería cuidar y cosas así. Nada muy particular. Pero si aproveche al momento en que ella salió de pegarle un buen chirlo… no se me pasa nunca eso…
 
Plaaaffff!!!
 
- Pero que hijo de puta!!! Tan tranquilo que venía todo!!! No me lo esperaba ni un poco!!!
- Eso por desviarte del camino!
- De que camino me desvié? –pregunto sin entender.
- Viniste a ser mi putita y de repente queres zafar de eso? No señora… No me engaña… Bien merecido tiene ese chirlo!
- Pero no me perdonas ni una! Mira como me quedo tu mano marcada!
- Y lo que te espera –le advertí.
 
Ella estaba muy contenta, yo también la verdad, así que volvimos a la cama y nos pusimos a boludear un rato, hablamos un poco de todo hasta que volvió la charla al momento donde ambos acabamos. Creo que ambos sin preguntárnoslo estuvimos de acuerdo en hablarlo.
 
- Te parece seguir con esto? O preferís cortar antes de involucrarnos más? –le dije sin dar vueltas.
- Me gusta lo que tenemos, más allá de esto que pasa.
- A mí también me gusta, y no me molesta que escale en cierto sentido…
- Pero?
- Que no es más que esto, nos vemos, cogemos y cada cual a su casa.
- Yo pienso igual, los dos nos conocimos en esta situación, sabíamos en lo que nos metíamos, no tengo pensado dejar a mi marido, y no creo que vos tengas pensado dejar a tu mujer.
- No, por eso, siempre que eso quede claro, no hay problema, pero no puede haber planteos ni reclamos fuera de lo que hacemos vos y yo en esta cama o donde sea que estemos.
- Yo no voy a hacerte ningún quilombo, porque yo también me la juego, y no tengo ganas de pasarla mal –me dijo con mucha seguridad.
- Yo tampoco te voy a hacer ningún quilombo a vos, si tengo un problema con vos lo vamos a resolver juntos, no metiendo a otros en el medio por un capricho nuestro. Nada de planteos, nada de nada.
- Para… planteos? Mira, te soy clara, no me jode que tengas mujer, que la cojas, y todo eso… pero ojito con andar metiéndola en otro lado más. Y no lo digo por celosa, que obvio que un poco puede joderme, pero no nos cuidamos, cogemos sin forro y me tomo tu leche… no vas a meterla en otro lado y después contagiarme algo a mí.
- No lo haría tampoco, me conoces y no voy queriendo cogerme a las minas que se me cruzan, vos fuiste algo distinto para mí y lo sabes.
- Si, lo sé, solo te aviso, si tenes dudas a partir de ahora nos cuidamos, o si no dejamos esto acá, pero si llegas a andar con otra, me lo decís y punto, y no es por celos, es porque no da arriesgarse y cagarle la vida al otro.
 
No termino de decir eso que se arrodillo entre mis piernas y me agarró la pija con fuerza.
 
- Si queres darme lechita a mí –dijo acercando su boca– no la pones en otro lugar…
 
Inmediatamente empezó a mandarse la pija semi erecta, succionando, generando que en apenas un par de cabeceos tenga la verga como mástil nuevamente. Me la empezó a chupar de una manera tan obscena que así como estaba acostado literalmente me hacía comer las sábanas con el culo!
 
- Igual dudo que después de conocerme a mi quiera andar metiéndola en otro lado… ninguna le va a dar lo que yo te doy… –quería convencerme.
- Ahhh no se… vos te tomas tus tiempos, no sea cosa que te ganen por tardona… –la pinche para que active– No sé qué me das vos que otras no puedan…
- Shhhh… –dijo usando la pija en lugar del dedo en alusión al típico gesto de silencio– ya solito vas a ver… de a poco…
- Entonces cállate y seguí chupándola, comela bien…
 
Cuando le dije así le brillaron los ojitos, largo una sonrisita y sin dejar de mirarme dejo caer un largo y continuo hilo de saliva sobre mi verga, algo que me encanta y que ella disfruta mucho. Paso su lengua recogiendo esa baba pero esta vez escupiendo sobre la pija, y ahora sí hundió su cara para dejar de mirarme y encargarse de darme una buena mamada.
 
- Aggggg… Aggggg… –se sentía desde su garganta cuando hacía fuerza para tragarse todo.
- Seguí, bien al fondo, quiero ver como desaparece toda la pija en tu boca –le decía yo.
- Aggggg.. Aggggg… –seguía queriendo demostrar que podía.
- Así, cómela toda como buena putita, se buena, no pares…
- Aggg Aaaaahhh!!!! –dijo ella saliendo y mirándome– Como me gusta tu pija, me la quiero comer toda! Me encanta como la siento dura y caliente en la boca.
 
Yo me pare en la cama, la agarre de los pelos con fuerza pero sin lastimarla y mientras me apoyaba en el respaldo la puse a comer pija nuevamente, ahora con mis dos manos en su cabeza siguiendo los movimientos, pero que ella ya se daba cuenta para que era. Para ganar un poco de tiempo empezó a lamer el tronco bajando hasta mis huevos, se entretuvo un rato así mientras uno de sus dedos empezó a jugar entre mis huevos y mi culo, algo sumamente excitante –hombre que dice que no le calienta, miente– y que ella se daba cuenta como me ponía.
 
- Comela, cómela –le dije mientras que agarrada de los pelos la guie nuevamente para que se meta la pija en la boca.
- Agggg.. –solo eso podía esgrimir cuando la tuvo adentro otra vez.
- Si, así putita, como te gusta la pija a vos… Tremenda chupa pija resultaste ser… cómela toda… –cuando le decía así ella intentaba esbozar una sonrisa que por lo ocupada que tenía su boquita apenas se divisaba.
 
Ella se tomó de mi culo, bien fuerte, y yo le di un par de estocadas hasta la garganta que si bien la hicieron doblarse un poco por las arcadas que le dieron, se la re banco y empujo luego ella desde mi culo dos veces más. Quería dejar en claro que se la bancaba, y por supuesto yo aproveche eso y se la volví a meter hasta el fondo pero esta vez sin dejarla salir. Ella miró desafiante hacia arriba hasta que su arcada fue más notoria y el brillo de sus ojos daban cuenta de que era momento de largar.
 
- Aaaahhh… que buena pija… me vas a matar así… Cómo me gusta que me cojas la boca…
- Segui Bea, chupala bien.
 
Empecé a cogerle la boca, por momentos más profundo, por otros más lentos y cortos, pero ella siempre buscaba cualquiera sea el movimiento, que su lengua haga una buena paja al mismo tiempo que sus labios recorrían todo el tronco. Yo por momentos se la sacaba de la boca, le golpeaba la cara y los labios con la pija bien dura, para que sienta el efecto de su trabajo, ella sonreía cada vez más orgullosa y pasaba su lengua desde mi culo hasta la punta de la chota. Estaba engolosinada, era una nena con su chupetín favorito, y se tomaba todo el tiempo necesario para saborearlo bien. Yo la tironee del pelo para que largue un poco, me agache y le encaje un beso donde pude comprobar la cantidad de saliva que su boca genero por tamaña chupada.
 
Enseguida ella hizo fuerza tomándome de las piernas para que me siente en la cama, se subió rápido encima de mí y se clavó la pija de un solo movimiento, estaba empapada. Me puso las tetas en la cara, quería que juegue con sus pezones y así lo hice, mientras mis manos fueron directamente a su culo que rebotaba en mis piernas al ritmo de los movimientos. No tarde en llevar algunos dedos a su mojado anillito, que acepto un dedo sin siquiera resistirse.
 
- Cogeme Fede… Así… Sí… –por momentos me besaba y por momentos tiraba su cabeza para atrás.
- Te gusta? Decime cuanto te gusta.
- Me encanta… Siento mucho tu pija –me decía volviendo su mirada hacia mí.
 
La giré rápido quedando yo encima de ella, me arrodillé en la cama y levante sus piernas para pegarlas a su pecho. Ella siempre colaborativa las sujeto por debajo de sus rodillas y yo pude tomarla del culo para levantarla un poco más aún. Mi pija entraba profundo, empecé a acelerar un poco más el ritmo de la cogida y lleve una mano a su clítoris para estimularlo. Sus gemidos no tardaron en aparecer.
 
- Aahhhh… Si… Así… –decía en voz baja.
- Tenes la conchita muy calentita Bea… –mis caricias sobre el clítoris se intensificaban, la ponía a mil eso.
- Vos me pones así… cógeme… seguí… Daleeee…
- Me vas a dar juguito para tomar putita?
- Si… Seguí que acabo… Dale Fede… No pares… Aaaahhh… Cogeme… Así!!!!
 
Sus piernas se separaron y dejaron expuestas sus tetas, con pezones punteagudos y duros, su abdomen daba señales de que ya estaba lista, y su cara se tapó rápidamente con su antebrazo. Yo no deje de frotarla en ningún momento, en alguna ocasión sacaba la pija y se la frotaba fuerte sobre la concha y sus fluidos eran tantos que mojaban todo alrededor.
 
- Me vengo la puta madre… Metemela! No la saques! –gritó con desesperación.
- Te acabo Fede… Toma! Dale! Dale… Acabo!! –levantando un poco el torso y agarrándose fuerte de mis brazos y sacudiéndose sobre la cama en un vaivén que golpeaba mis huevos.
- Aaaaahahhhhh siiiii… Aaaayyyyy… Aaaaaahhhhh…
 
No la dejé ni respirar dos veces que salí, levante desde abajo su culo y puse su concha en mi cara, empecé a tomar todo lo que de ella salía. No había forma de que yo desperdicie eso, tanta miel y con lo que me gustaba, no iba a dejar nada. Ella intentaba recuperarse pero era tal la chupada de concha que le estaba dando que tenía temblores, sus piernas intentaban alejarme para que la deje descansar pero eso no iba a pasar
 
Claramente estaba sensible, me pedía que por favor pare.
 
- Para! Para! Dejame recuperar un toque, si seguís no puedo dejar de temblar… La puta madre! Me estás matando!
- Si queres ser mi putita como decís báncatela… no vinimos a descansar!
 
La deje caer sobre el colchón y volví a penetrarla, esta vez yo sobre ella encajándole un beso donde pudo probar su propio sabor.
 
- Ponete en cuatro… Quiero ver el culito que me voy a comer –le ordene.
- Dejame descansar, porfa! –intentaba bajar un poco.
- Ponete en cuatro, no te lo estoy pidiendo –dándole una penetración bien fuerte.
 
Ella accedió, se arrodilló en la cama y antes de que se incline me coloque detrás de ella apoyándola, le comí el cuello, mis manos acariciaron sus pechos y nuestras bocas y lenguas enseguida se encontraron cuando ella giró su cabeza. Empecé a frotar la pija por toda la raja de su cola, movimientos lentos, dentro estaba todo empapado por lo que deslizaba sin ningún problema. Una de mis manos bajo por su panza hasta su concha y empecé a acariciar, inmediatamente le temblaron un poco las piernas, se le vencían. Entendí que para mi propio beneficio era mejor dejarla descansar un poco pero tampoco del todo. La incline hacia adelante para que quede por completo en cuatro y empuje de su espalda para que apoye el pecho en la cama y sus piernas casi pegadas a su pecho, cosa de que no tenga que resistir ningún tipo de peso ni hacer sostén de nada. Su culo quedo totalmente en pompa y abierto ante mis ojos. Era majestuoso.
 
- Hija de puta, que orto que tenes, no puede ser más perfecto! –dije sin disimulo alguno de mi fascinación.
- Te gusta mucho? No es feo? –siempre queriendo que le confirme lo que ya sabe.
- Me vuelve loco, me dan ganas de comerlo todo y cogértelo –no termine de decir eso que me tire de cabeza a chupar el culo de mi putita.
- Mmmmm… Que lindos besos… –hizo un movimiento final, llevo sus brazos reposándolos por sobre su cabeza y acomodando su cuerpo para que descanse por completo, se entregó totalmente al disfrute.
- Las ganas que tenía de volver a saborear este culito…
- Mmmm que lindo… Te gusta? –su cara estaba de costado, sus ojos cerrados gozando y su voz era suave, relajada.
- Es demasiado rico, igual que tu conchita –realmente disfrutaba de eso, se lo escupí notoriamente y ella lo sintió.
- Mmmmm… alguien quiere jugar mucho con mi agujerito me parece! Jajaja.
- Obvio… hoy lo disfruto todo.
 
Si bien ya lo tenía bien abierto frente a mi cara, puse mis manos para abrirlo al máximo, lo quería totalmente a disposición para no dejar ni un centímetro de cola sin besar ni lamer. Pose mi lengua por unos breves segundos haciendo contacto y presión en su clítoris algo hinchado y lentamente fui subiendo jugando con cada parte de su concha, recogí cada gota de jugo que largaba y hasta que me aproxime a su cola. Jugue, y jugué, se lo besaba y lamia por alrededor y mi mano comenzó a acariciar su concha, siempre suave.
 
- Mmmm… Que bien se siente –seguía relajada– Dale muchos mimos… Así…
 
Yo de a poco le besaba más al centro, sin ir directo, pero ya estaba casi llegando. Ella quería que por fin mi boca haga contacto y empezó a hacer unos leves movimientos con su cola buscando que justo le dé el beso en el lugar indicado, pero yo un poco la esquivaba. Su deseo se intensificó y los movimientos se hacían más notorios.
 
Plaaafffff!!! Retumbó en el ambiente y se sobresaltó.
 
- Ayyyy!!! –exclamó pero sin moverse siquiera de su lugar ni atinando a levantar su cuerpo.
- Que haces moviendo el culito?
- Quiero sentir tu lengua!
- Si queres entonces pedilo putita, o no sabes pedir las cosas?
- Chupame el culo Fede… Quiero que me cojas el culo con la boca! –ya su voz dejo de ser suave, sus palabras salían por momentos entrecortadas y cargadas de excitación.
 
Plaffff! Volví a darle un chirlo pero esta vez más leve y ahora sí ataque con ganas ese asterisco. Le di primero un buen chupón y luego lo lamí, mi lengua recorría toda la circunferencia y terminaba justo en el centro. Mis dedos empezaron a atacar un poco más rápido su concha hasta que se encontraron con sus dedos que aparecieron en ese momento por ahí. No los quite, ambos le dábamos la atención necesaria y coordinada para no entorpecer nada.
 
- Ahhh… Dale mi vida… chúpalo… Disfrutalo…
- Que rico culo que tenes Bea, sos toda rica –yo estaba extasiado, realmente era demasiado sabrosa, me calentó demasiado y empecé a cogerle el culo con la lengua, metía un dedo, lo sacaba y metía la lengua.
- Chupalo bien amor, mete bien la lengua… cogetelo con la lengua… Si, así…
- Todo te lo voy a coger… –se lo decía para ver si reaccionaba o decía algo– escuchaste? Te vas a volver a tu casa con el culo bien roto por puta –le escupí fuerte y le metí dos dedos.
- Si? Pero me va a doler con esa pija… –se hacía la inocente.
- No te preocupes, primero hacemos que se acostumbre… –y me zambullí nuevamente.
 
Seguí chupando y metiendo dedos un buen rato, no la quería apurar, no tenía sentido cuando podíamos hacer las cosas tranquilos. Pero tranquilos de tiempo no es tranquilos de acciones… le deje el culo bien ensalivado, me arrodille detrás de ella y se la enterré en la concha de un golpe.
 
- Aaaayyyy sí!!! Así!! Cogeme!! Qué lindo! –empezó ya con algunos gritos.
- Movete, move el culo, cógeme putita, dale… –le di un pequeño chirlo y lleve mis dedos a su boca– escupilos putita, dale que son para tu cola.
- Mmmm… No me digas así… Me calentas más… –y se llevó los dedos a la boca, primero le dio unas buenas chupadas como si fueran otra pija, lo cual me encendió más aún y luego los escupió con abundante saliva para dejarlos bien lubricados.
- Sentí como entran… Que apretadito está –le dije metiendo los dos dedos mientras seguía bombeándole la concha.
- Ayyy si… Como se siente tu pija apretada… cógeme… –empezó a mover también el culo en clara señal de que quería que le dé sin parar.
- Queres pija Bea? –le daba cada vez más fuerte y mis dedos en su culo empezaron también a cogerla.
- Sí, quiero! Dame más pija!
- Donde queres pija? Decimelo!
- Seguí mi amor… No pares… Cogeme! Cogeme así! –ella evitaba decir lo que quería.
- Que queres que te coja? –mis dedos la estaba cogiendo ya bastante fuerte por el culo.
- Cogeme el culo! Quiero tu pija, probar tu pija en el culo! Hacémelo amor! Cogete bien a esta putita!
 
No hizo falta más. Salí de su conchita que chorreaba, junte todo el jugo posible y le embadurne el orto. Apenas agachándome un poco le escupí otra vez el culo y tome la verga que ya la tenía a mil y se la apoye en la entrada. Ella puso su cabeza para adelante y sus manos también, como preparándolas para lo que venía, quería tenerlas listas para aferrarse a algo.
 
Empecé a hacer presión colocándola por encima de su ano bajándola bien presionada para que entre un poco, no costo mucho, su culo estaba bien dilatado y sin problemas el glande encontró lugar apuntando directo a su interior. Solo hacía falta empezar a empujar de a poco.
 
- Se nota que quería pija este culo…
- Mmmmm… de a poquito amor… la tenes muy hinchada… Metela de a poquito… –pedía pero convencida de que quería que siga.
- Tocate mi vida… tocate y relájate… Afloja el culito que entra sola… –le dije a medida que empuje un poco más pero con cuidado.
- Mmmmm… –vi que cerró sus manos agarrando las sábanas.
- Así… de a poquito entra… Te la queres comer toda con el culo también?
- Ahhhhhh… no me digas así que me pones muy puta… Seguí…
 
Apenas había entrado mitad de la cabeza así que avancé un poco más, ella seguía aferrada a las sábanas pero se la notaba bien, relajada, dispuesta. La sensación de empujar y ese momento donde entra por completo la cabeza y sentís que el culito te traga, te acepta, fue hermoso. Ahí ella tiro su cabeza para atrás y curvo su espalda tensionándose, yo me quede quieto un momento, quería que vuelva a relajarse.
 
- Estás bien mi vida? Relajate, ya entro la cabeza… tranquila –diciendo eso apoye mi mano sobre su espalda, para que vuelva a apoyarse sobre la cama.
- Si, si… quédate quietito… un ratito…, dejame así… –hablaba entre cortado pero no se quejaba para nada– Dejala así… no salgas…
- No pienso salir, te dije que te ibas con el culo roto… No te mentí…
- Ayyy.. jajajaja que malo que sos, me tenes con el culo así y te burlas? –estaba bien, le gustó distender el momento. Bajo una mano y enseguida note que se empezó a frotar la concha, se estaba estimulando, ella quería disfrutarlo.
- Bueno, es para que te olvides un poco y te relajes! Jajaja
- Para que queres que me relaje? Acaso queres hacer algo más? –no termino de decir eso que ella solita apenas empujo para atrás.
- Parece que la que quiere más sos vos… ya que los dos queremos… –y empuje yo un poquito más también.
- Ah! –largo cortado, lo sintió– Un poquito más… De a poquito… –si bien no empujo ella, se notó que se preparó para que yo avance.
- De a poco, tranquila… –deje caer un poco más de saliva justo por entre la pija y el culo y con mi mano la esparcí– queres un poquito más? Vos decime cuando quieras que frene…
- Si, ponela un poquito más… Aaammm… –decía cuando avanzaba apenas– Se siente bien… Un poquito…
 
Yo fui bien despacio, no quería que se eche atrás por ser bruto o descuidado, después conociéndola iba a haber tiempo para eso. Avance de a poco y dándole pausas, la verdad que si bien entraba bien y estaba dilatado, ella por momentos lo cerraba y ahí es donde yo paraba.
 
- Falta mucho? –me pregunto intrigada.
- No entro ni la mitad todavía amor… estás bien?
- Yo pense que ya había entrado toda y hasta tu brazo! Como que falta más de la mitad jajaja
- Si te reís es porque mal no la estás pasando me parece… –le di un chirlo suave y le enterré la pija algo más ya con un movimiento levemente más rápido.
- Ayyy… hijo de puta… me vas a romper así…
- Ahí ya tenes la mitad de la pija… aguantas?
- Si, si… dale, un poco más quiero…
- Relajate amor, relaja la cola que va a entrar toda… –volví apenas un poco para atrás, volví a escupir sobre mi pija y avancé ya con más decisión.
- Aaaaaahhhhh… mi cola!!! –dijo pero sin gritar ni moverse, estaba convencida a seguir.
- Aguanta putita… Que este culito tiene hambre… sentí como come pija… –yo me empecé a calentar por demás, ya tenía casi tres cuartos de pija adentro, y le iba con calma y le di tiempo– Estás bien? Queres seguir?
- Aaaayyy… si te digo que no vas a salir? –pregunto pero solo para joder un poco.
- No, no… Te dije que hoy este culo es mío y se va roto.
- Entonces seguí… Cogelo!
 
Volví a retroceder, y empecé a cogerla con movimientos cortos y suaves, pero sin parar, cada tanto escupía un poco en su cola para lubricar, y no había ningún tipo de fricción que molestara. Ella no tardó mucho en adaptarse, en que su cola se acostumbre. Se la noto más relajada y su respiración cambió por completo. Su mano por debajo seguía masturbando su clítoris.
 
- Cogeme un poco más… Dale… Ahora si… –me pidió.
- Si? Aguantas hermosa? –le dije tomándola de la cadera y el siguiente avance fue más profundo.
- Ayyy si… si… así está bien… seguí… –los ruidos a flujo que se escuchaban por debajo de su concha era notorio de que estaba chorreándole la concha a full mientras se masturbaba.
- Te gusta putita? Querías que te rompa el culo? –mi embestida se hizo notar más, sumado a que cada vez iba más adentro, el movimiento se hacía más rápido cuando notaba que ella se pajeaba más rápido.
- Si, cógeme toda… Rompeme el culo amor… Por puta! Rompeme por putita! –empezó ella a cogerme a mí. Tiraba su culo cada vez más contra mi abdomen.
- Te vas a ir con el cornudo toda rota, no vas a poder sentarte a cenar de cómo vas a tener el culo.
- No me hables así que acabo! Como me emputeces! Si, así! Rompeme… No pares!!! Cogeme el culo! Que buena pija que me estoy comiendo la puta madre!
- Vas a volver con el culo lleno de leche putita, quiero que tu marido sienta que tenes olor a leche en el culo.
- Sos un hijo de puta! Te voy a acabar!! –su mano debajo estaba frenética, tenía dos dedos metidos en la concha y su pulgar dándole duro a su clítoris, sus jugos caían por sus piernas.
- Acaba! Acaba que yo te dejo el culo lleno de leche mi vida! Toma! –yo le empecé a romper el culo literalmente, le daba con todo, desde la cabeza de la verga apenas en su entrada empujaba hasta que chocaba con su culo, ella se lo aguantaba sin problemas.
- Aaaaahhhh… Aaaahhh… siiiii, toma mi amor! Te acabo! –ella ya se estaba matando con su mano y su boca no podía cerrarse de tanto que estaba gimiendo.
- Que culo que tenes hija de puta… Las ganas que tenía de hacértelo! Queres la leche mi vida…? No aguanto más… –yo casi que le gritaba también, estaba sacado.
- Aaaahhhh…. Ayyyyy… Tomaaaaaaa… Sentime! Mira como me pones Fede –grito ella mientras tenía un tremendo orgasmo, su culo empezó a apretar mi pija de tal manera que yo ya no pude contener ni un segundo más, se la estaba comiendo toda– Ayyy siiiiii… Así!!! Dameeee…
- Toma la leche… Te lleno amor… Aaahhh… Aaahh… toma! Acabo… –yo explote y sentí como salían chorros dentro de ese culo que era majestuoso, era el sueño del pibe.
- Mmmmm… como se siente tu pija… Siento tu leche… –decía ella cuando yo tuve que frenar porque mis piernas me temblaban, pero ella se encargó de cogerme con ese culo un poco más para exprimir todo lo que quedaba.
 
Luego de un momento, ella llevó sus piernas atrás estirándolas, yo me recosté sobre ella sin salir aún del culo y nos recostamos de costado. Mi pija empezó a perder erección lógicamente, hasta que salió sola. Recién ahí ella se dio vuelta y se puso frente a mí.
 
- Ahora que también me rompiste el culo, tengo que confesar algo –dijo
- Que cosa?
- Ahora sí creo que soy totalmente adicta a tu pija.

1 comentario - Los peores amantes: Capítulo VIII