Doble vida III

Y acá estábamos las dos, con Liliana (Victoria), a punto de iniciar la aventura más importante y caliente de su vida, su carrera como puta.

Se dió todo tan rápido que la verdad quedé en shock. es como dice Martín, todas tenemos una puta adentro. El momento, un empujón, y sale desbocada nuestra trolita interna.

No podía bajo ningún punto de vista desperdiciar la oportunidad de hacer debutar bajo mi control a Lily. Con el teléfono a full hablé con Silvia para avisarle de la nueva "mercancía" y que tuviera preparado un brazalete de esclava (el ritual de sometimiento es vital para este tipo de chicas en esta actividad. Que rápido aprende una todo esto...); con Sofía, la chica del clima, para que esa noche preste servicios(con el  brazalete puesto), y Lily constate que nuestro ambiente se surte con mujeres de la mejor calidad.

Paula, la hija de Liliana, esos días estaba con su papá, y Agustina, la mía, en casa con su nana. Hablé con mi marido para avisarle que esta noche me quedaba en el estudio terminando algunos balances.

Resuelto el tema familiar, nos dirigimos al departamento de la calle Duarte Quirós en su auto, conmigo machacándole permanentemente los temas de la sumisión, docilidad y obediencia,(manipulándola para dejarla sin escapatoria y en condiciones de ser rápidamente sometida, que es lo que tanto Lily como Silvia necesitan), que YA era una puta y tiene que estar orgullosa de eso, porque  es la profesión mas eterna del mundo; que a partir de ahora su cuerpo tendría dueños, que podrían hacer con ella lo que hubieran pactado (la esclavitud es otra cosa, pero eso no se lo dije, y es lo que espero que le espere...), que no ser complaciente con los clientes podría significar algún correctivo (yo ya estaba imaginando a nuestro chulo aplicándoselo, como las que yo recibo ocasionalmente, más para el disfrute de él que por otra cosa, lo que a mí no me jode aunque duela, pero el sostiene que las mujeres que somos  prostituidas(más si somos "nenas de mamá") tenemos que conocer el peso de la mano de nuestros proxenetas para ser rentables y que no olvidemos quien manda, así hayamos entrado por gusto a este mundo...); es más, lo estoy deseando intensamente.... Le voy a pedir a Martín que me deje asistir y consolarla. Y que sea muy duro. Verle la carita de sorpresa y sufrimiento va a ser un golazo; habrá que filmarla. Liliana, preparate. O mejor no. Te voy a hacer pisar el palito. Y pronto, No muy pronto, pero pronto...), pero que no tiene porque preocuparse, si lo que va a hacer es algo que nos gusta a todas: ¡Coger! (entre otras cosas un poco más humillantes que va a tener que escuchar o hacer, pero eso tampoco se lo dije...)

Y llegamos. Estacionamos el coche a media cuadra del Palacio de Justicia, le pedí que me dejara pagar la estadía, y cruzamos al edificio (por mitad de cuadra. Eso no se hace).Como era de esperar, y hablando en cordobés, en ese momento, la Lily se cagó. "Hay Melisa, esto no es para mí. Me arrepiento de hacerte caso y haber venido, tengo mucha vergüenza, mucho miedo, me asusta esto..."
Agarrándola fuerte del brazo, sin detenernos y con mi mejor cara de hija de puta, jugué fuerte: "tarde, VICTORIA. Ya estás jugada, no hay vuelta atrás. Te están esperando para hacer de vos una puta, como lo hacen conmigo. Y AHORA.Lo van a hacer por las buenas, entonces entrás al paraíso, o por las malas, y te espera el infierno .Ya te conocen, saben quien sos. Vos elegís. Estabas destinada a este departamento desde que naciste, demasiado tardaste... Dejate de joder, boluda. Estás hecha para ser puteada ,como yo, y vos lo sabés, lo sentís; tu cuerpo se eriza cuando te imaginás puta. Aparte, Con esta gente no se juega, te aviso".
Como esperaba, la veta sumisa apareció, y también su sonrisa. Me pidió parar para tomar aire, y después la palabra mágica: "vamos"

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