Noche agitada

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Un One shot con trama, no afecta


Disfruten


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Un azul nocturno ambientaba toda la habitación, en la que se sentía el gélido viento generado por la noche.

El silencio profundo y cómodo era lo único que se percibía en toda la habitación, la cual contrastaba enormemente al ligero alboroto que no tenía mucho de haber sido interrumpido.

La puerta del cuarto se había cerrado lentamente, cortando toda luz proveniente de la sala de estar, mientras poco a poco la luz amarilla era consumida por el azul oscuro de la noche ganaban territorio.

Y, a su vez... cubrían con su manto a dos jóvenes, los cuales estaban unidos por un beso largo.

Cabello verde y carmín unidos cara a cara, en un beso torpe pero profundo y lleno de seguridad, contrastante de la personalidad tímida e insegura de ambos chicos.

Ella abría sus ojos con un enorme impacto, todo había sucedido demasiado rápido, primero se encontraban discutiendo por una confusión, y ahora se estaban besándose.

Para Miku, era mucho que procesar, y aún así, su cuerpo no reaccionaba, estaba roja como tomate.

Por lado de Izuku, el la sostenía de las mejillas, pegando sus labios uno con el otro.

Hacía tiempo que el llevaba queriendo hacer eso, más específicamente desde que se graduó de la U.A, deseaba mostrar todo lo que el sentía por ella de esta manera, pero durante 3 años nunca había tenido la iniciativa de hacerlo, pero finalmente lo que sentía no se pudo ocultar más.

Tenía miedo, no iba a mentirse, aún con todo lo que le decían, el tenía mucha incertidumbre de los sentimientos de Miku, y debido a eso mismo, corto el beso, alejándose de ella unos pasos.

-Miku...-tartamudeo, y como si se tratase de su viejo yo, los nervios le invadieron. Y-Yo, ah, yo...

Miraba preocupado a la chica la cual había quedado estática, su cabello cubría sus ojos, y la tenue oscuridad del cuarto no ayudaba nada para la situación.

Un montón de los nervios lo estaban carcomiendo, mientras un solo pensamiento cruzaba su mente. Lo había arruinado.

Trato de encontrar las palabras, o al menos, la más estúpida excusa para explicar lo que había hecho, pero no se le venía a nada a la cabeza.

Pero mientras el pecoso estaba ensimismado en su desastre, no noto como, poco a poco, la tercera hermana Nakano se acerco hasta ponerse enfrente de el.

-Izuku... susurro levemente, sacando del trance a su mejor amigo-. Acércate.

-¿Eh?, ¿Para qu-? ¡AH!.

Tomando del cuello de su camisa blanca, la pelirroja lo jalo hasta la altura de su cabeza y una vez ahí, conecto otro beso.

Ahora fue el turno de Izuku de abrir los ojos de la impresión, mirando como ella cerraba los ojos, con un ligero tono rojo adornando sus mejillas, a su vez que está lo soltaba del cuello.

El sentía los suaves labios de Miku cruzándose con los suyos, los cuales tenían un sabor a té de matcha, no era lo más delicioso, pero en ese momento, empezó a ser exquisito para el.

Como se tratase del más suave y lento baile, la chica de ojos azules paso sus brazos alrededor de su cuello, cruzando estos y sosteniéndose de el, haciendo que el joven héroe entendiera la situación.

Los nervios de Deku poco a poco se extinguían y siguiendo los pasos de la muchacha, con sus manos y cuidado de no lastimarla, la tomo firme de la cintura, y la apego a el, pegando su pecho con el de ella.

El beso fue largo, tonto e ingenuo por su inexperiencia, pero por un momento, ambos sintieron que sus corazones, que latían rápidamente, se sincronizaban, haciendo un ritmo único entre ambos.

Se separaron tras unos momentos, debido a la falta de aire.

Sus vistas se fijaron en los ojos del otro, observándose por un segundo.

Zafiro y esmeralda chocaban entre ellos, y sin decir una solo palabra, pudieron entender lo que sentía el otro.

La morena solto con cierta diversión una pequeña risilla, lo cual al muchacho confundido, hablo.

-¿Y-Y eso?

-Nada, solo pensaba que te habías tardado...-respondio con simpleza-. Te estuve dando señales, una, y otra, y otra, y otra...

-¿E-En serio?-ella asintio.

-Si, tu madre, tus maestros, mis hermanas, Iida, Uraraka, Todoroki, y hasta ese enano de la uvas se daban cuenta, ¿pero tú?, Bien gracias.

-Ay, perdón...-bajo la cabeza, sonriendo con cierta vergüenza-. Es solo que... no estaba del todo seguro de que sentías, y temía malinterpretar las cosas, intentar algo, arruinarlo y que te molestaras conmigo, para después alejarte de mí y entonces...

Ahí iba de nuevo, aún con el pasar del tiempo y de ser ahora un Izuku Midoriya nuevo, el hábito de susurrar cómo maniático no sé iba.

Miku veía todo con una sonrisa, si bien le parecía extraña esa manía, no le molestaba en lo absoluto.

Al contrario, la adoraba, ya que eso era de las cosas que lo hacían especial.

Pero eso estaba matando el momento, por lo que colocó un pequeño beso en la nariz del chico, interrumpiendolo y llevando su mano cicatrizada a su mejilla.

-Izuku, deja de pensar en eso, ya no importa ahora... cerro lentamente sus ojos, disfrutando del calor de su amado-. Estoy aquí, estamos aquí, y eso me hace muy feliz, espere tres años para esto, y a decir verdad, valió totalmente la pena.

Las palabras que le dijo, hicieron que su corazón nuevamente danzará rodeado de un calor acogedor y reconfortante, sonriendo ante las reacciones que ella generaba en el.

En verdad, estaba loco por ella.

-De acuerdo...-el portador del One For All. ¿Y ahora que hacemos?-cuestiono, mirándola a los ojos.

-Facil, solo disfruta el momento...

-Bien eso haré...

Quedaron en silencio por unos momentos, cosa por lo cual ella hizo un pequeño puchero.

-¿No se te olvida algo?

-¿Que?, ¿Que cosa?

-...¿El beso?

-¡Oh, verdad, verdad!.

-Has sido muy descuidado en estos momentos, ¿no?

-Bu-Bueno, estoy tan feliz que me pierdo en mis pensamientos, perdón.

-Bien, perdonado-sonrio, dándole un pequeño beso en los labios. Tonto.

Una sonrisa más se poso en el, había estado muy risueño últimamente.

Pero dejo de pensar sobre eso, y simplemente, decidió continuar con lo que había sido interrumpido por el aire.

Y una vez más, se conectaron en un apasionado beso; en el cual no luchaban por controlar uno al otro, si no simplemente, disfrutar el momento...

La situación había... avanzado demasiado rápido para ser sinceros.

El calor hacia acto de presencia en el cuarto, constrantando enormemente con el viento gélido de la noche que entraba por su ventanal.

Un pantalón azul de pijama, una camiseta grande blanca y finalmente unas pantis junto a un bra se encontraban tiradas en el suelo.

Con los enamorados, ahora mismo Miku estaba recostada en su cama, con la camisa desabotonada, dejando al aire su pecho, el cual recibía un poco del aire frío de la noche.

Sus suspiros eran tibios, saliendo de forma profunda y pesada, mientras ponía su mano encima del rizado cabello de su héroe favorito.

Deku, por su lado se encontraba de rodillas enfrente de la cama, en medio de las piernas desnudas y tersas de la castaña, mientras está reaccionaba de una manera "tierna" ante las acciones de su boca.

Ella se tenia una sensación de escalofrió por cada vez que Deku la jugaba con ella, suspiro tras suspiro, un gemido ligero se escapaba ocasionalmente, tratando de evitar alzar la voz lo máximo posible, para que sus hermana Nino no la escuchara, ya que compartía hogar con ella.

Al notar esto, una sonrisa pícara se mostró en el chico de las pecas, tomando como un reto está ocasión.

Puso más empeño en sus movimientos los cuales pasaron a ser más un poco mas rudos y constantes, pero lentos al mismo tiempo, buscando no incomodarla.

-¡I-Izu...! apenas podía articular palabras, siendo para el, su música favorita -. ¡Izuku!

Encontrando aquel gemido sonoro salir de la boca de Miku, el mencionado solo sonrió, mientras continuaba en su labor.

Era la primera vez que ella sentía algo así de intenso, y nunca pensó que lo haría tan pronto, menos con el que es su mejor amigo y ahora mismo, amante.

Pero eso mismo ya no le importaba, el placer que estaba sintiendo empezó a juntarse en su vientre, sintiendo como poco a poco algo fuese a salir de ella, acercando más a Deku hacía su entrepierna.

Grito su nombre nuevamente con fuerza y placer, mientras rodeaba la cabeza del joven con sus muslos, encerrándolo ella mientras tenía su orgasmo.

Su cuerpo temblaba, el calor era increíble, como si se tratase de una corriente eléctrica, el placer viajo por cada nervio de su ser.

Pasado unos 20 segundos, finalmente sus fuerzas cedieron, soltando la cabeza del chico y desplomando sus brazos sobre su cama, la cual ahora era un desastre por lo que acababa de pasar.

Mientras ella recuperaba el aliento, el esmeraldino se dió a la tarea de acomodarla mejor en su cama, colocando la nuca de su amiga en la almohada.

Pasaron unos minutos, y la chica de los audífonos poco a poco abría los ojos y mirando al pecoso el cual al verla no pudo evitar darle una sonrisa.

Pero está no era una de sus habituales sonrisas, está iba con un sentimiento distinto.

Y solo entonces, cuando vio que el estaba totalmente desnudo, se pudo dar cuenta de cuál era la causa de tan extraña sonrisa.

Noto como tanto la espalda como el pecho del joven adulto estaba llena de cicatrices, hechas por toda la guerra que se había liberado durante su estancia en la U.A.

El se colocó encima de ella, mirándola cara a cara, mientras que con su mano acarició la mejilla de la joven ojiazul, haciendo que la mirada dócil de ella se fijará en el.

Sentía su aliento en su piel desnuda, el cual era lento y pesado.

A leguas se podía notar la urgencia en su rostro, más sin embargo, su autocontrol era lo suficiente como para resistirse.

-Miku, y-yo lo siento mucho, pero... -suspiro, mientras cerraba los ojos-. Crees... que podríamos... ya sabes...

Hablo entrecortado, suspirando una vez más sobre ella, mientras que la castaña rojiza lo miraba con sus mejillas enrojecidas, Midoriya bajo su cabeza hacia el cuello de la castaña, dandole pequeños besos los cuales le robaban perdiera el aliento.

Sintió rozar a Izuku en su vientre, causando que ambos perdieran el aliento por un momento.

Miku lo estaba pensando, ¿estaría bien?, ¿no sería muy pronto?, pero solo basto un roce bastante fugaz entre ambos para disipar sus dudas.

Al carajo, iba a hacerlo.

Jalando el rostro de su chico especial, pegaron sus labios una vez más, forjandoce en un, ahora desesperado y lujurioso beso.

Los pechos desnudos de Miku topaban con los pectorales de Izuku, sintiendo su calor y sus latidos,

-Miku, entonces... con un suspiro profundo, el la miro. ¿Po-Podemos...?

-Cla-Claro, solo... hagamoslo con calma, ¿vale?.

-Bien...

Con cuidado, ambos chicos siguieron en su beso, cubriéndose ambos con una de las manta blancas de la cama.

Su amor siguio floreciendo...

Dejando como única testigo de su unión a la brillante luna nueva de octubre.




La luz del amanecer entraba por el vidrio del ventanal de al lado.

El peliverde muchacho estaba profundamente dormido, roncando y escuchándose un poco congestionado, tal vez por el hecho de haber dormido desnudo y con solo cubierto por una delgada sábana de seda.

Durante su descanso, un dedo empezó a picarle la mejilla, haciendo que hiciera pequeñas muecas de incomodidad.

-Hey, despierta-Miku, la responsable de interrumpir su sueño, sonreía ante la travesura que estaba comentiendo-. Hey, ya es de mañana, despierta~

Al escuchar esto, lentamente el joven de 21 años empezó a abrir sus ojos, teniendo una mirada de apenas saber que es lo que estaba ocurriendo.

-Eh... ¿Que es lo que...?

-A tu lado-la voz de la fémina apareció, ganando la atención del joven héroe que giro a su izquierda, llevándose una grata imagen mental.

Totalmente desnuda, y con un poco de sol iluminando su cabello, se encontro a la castaña, la cual solo recargaba su rostro en una de sus manos y sonreía por la cara del pecoso.




-Buenos días, ¿Descansaste bien?.

Unos segundos de silencio fue lo que siguió de su pregunta, momentos en los cuales Izuku recordaba todo lo que había pasado ayer.

Su mirada perdida regreso a ser la misma mirada animada y alegre de siempre, y con una pequeña sonrisa, contesto:

-El mejor sueño que he tenido en años...

Una pequeña risa salio de sus labios por la respuesta, luego, aquella mujer procedió a acurrucarse al lado del hombre, usando su pecho como almohada y acurrucándose.

Por su lado, el simplemente la tomó con su brazo derecho, mientras alzaba su mirada al techo y analizaba la situación.

El silencio para ella era comodo y reconfortante, en ese momento no pensaba en alguna razón por la que tuviesen que hablar, simplemente, era un momento especial.

Pero, para el, una cosa no dejaba de merodear por su mente, algo que si bien, parecía no ser necesario ahora mismo, aún tenía que hacer.

Por lo que inhalando hondo, decidió hablar.

-Miku...

-¿Si...?

-Tu y yo... bueno...

-Aja...

Esto le estaba costando más de lo que pensaba, por lo que girando su mirada a la pared, soltó su duda.

-¿Que somos ahora mismo?

Abrió los ojos, y confundida se quedó viendo al pecoso, el cual regreso su mirada a ella, notando la sorpresa plasmada en su rostro.

-¿A-A que te refieres? con un poco de dificultad, pregunto, preocupándose.

Al ver que había hecho preocupar a Miku, el se levantó rápidamente, quedando sentado al lado de ella mientras sacudia sus manos de un lado al otro.

-¡Ay, no no no! ¡Perdóname, no fue mi intención el asustarte!, E-Es solo que, bueno, creo que me di a entender mal jejeje...

Un suspiro de alivio se escuchó por parte de la fémina, haciendo que Izuku se calmara un poco.

-Ya veo...-hablo, mientras colocaba una mano en su pecho-. Bueno, entonces, ¿que es lo que me querías preguntar?

-Ah, cierto, sobre eso... salio de las sábanas, caminando unos pasos hasta estar enfrente de Miku-. Ah, bueno, cre-creo que debí hacer hecho esto ayer antes de... pues... todo jaja...

Alzo una ceja ante lo dicho por el varón, ¿a qué se refería?, no lograba captarlo.

-¿Que estás tramando Izuku Midoriya? -pregunto ella, apegándose a la orilla de la cama para sentarse correctamente.

El mencionado tomo aire, y exhaló profundamente, tomando la determinación para hablar.

-Miku Nakano...-comenzo, manteniendo su mirada con la de ella-. Eres una chica maravillosa, que no necesita ser parte de una familia de quintillizas para ser alguien especial para mí... una sonrisita salió de ella ante esas palabras-. Eres una fanática a muerte de la historia, y por eso mismo tenías problemas en la escuela, más sin embargo, con esfuerzo lograste regular tus calificaciones junto a tus hermanas, y estoy muy orgulloso de haber sido el tutor de tus hermanas, y sobre todo, ser el tuyo.

-No lo habría logrado sin tí Izuku, te lo debo a ti.

-Para nada Miku, tu misma pusiste tu empeño y dedicación a mejorar, y demostrarte a ti misma que eras alguien capaz, valiente y determinada cuando se necesita, y a demás, sin ti y los demás, yo...



















Posiblemente me hubiera perdido entre las cenizas hace mucho tiempo...







-En ese momento, supe que tú, te habías robado un lugar importante en mi corazón, y creo que desde ese mismo instante y después de todo lo que pasamos después, pasaste de gustarme, a tener totalmente loco por ti...

-Izuku...

-Estuviste ahí cuando perdí mi rumbo, tambien cuando el miedo me cegó y casi pierdo todo lo que amaba, cuando Kacchan murió... cuando... All Might murió... tu siempre estuviste ahí...- pequeñas lágrimas salieron de sus ojos al recordar esos momentos aún frescos en su memoria.

Miku paso sus dedos por sus ojos, limpiando las gotas amargas de tristeza que resbalaban por sus mejillas pecosas.

-Esta bien Izuku, está bien...

-B-Bueno, creo que ya empecé a divagar jajaja...-rasco su nuca con pena, mientras se limpiaba las lágrimas y se recomponía -. E-El punto de todo esto Miku, es que hay algo importante que debo decirte...

-Claro, di-dime...-respondio, mientras aguantaba la respiración.

Después de todo esto, había una cosa, y solo una cosa en la que podía pensar, y lo cual deseaba escuchar ansiosamente.

Miku...

Puedes seguir a mi lado...

¿Como mi pareja...?

"Reproduce: Tomatsu Haruka - Yume Sekai".







Finalmente esas palabras habían llegado a ella, la cual bajo la mirada un momento.

Finalmente esas palabras habían llegado a ella, la cual bajo la mirada un momento.

-Tienes razón, debiste empezar con eso ayer... Hablo, en un tono neutro que preocupo a Izuku.

Pero toda esa preocupación desapareció en segundos, cuando de un solo brinco la castaña salto de la cama hacia el peliverde, el cual por la sorpresa y el querer atraparla no pudo sostenerse correctamente, cayendo de espalda al piso.

La tercera de las Nakano abrazaba fuertemente al Midoriya, mientras sollozaba, no de tristeza, no.

Si no de una inigualable felicidad...

-¿¡Miku!?, ¿¡Estás bien!?, ¿¡Dije algo malo!?

-¡No!, No has dicho nada malo Izuku, es solo que... estoy feliz, muy feliz...

Aún con lágrimas en sus ojos, ella alzo la mirada, con la intención de responder su pregunta...
























Claro que sí...

Ahí estaré para ti siempre que lo necesites...

Y... ¡Cuento contigo...!

















Claro!

¡Estaré confiando en ti entonces Miku...!






















Dos jóvenes adultos, habían abierto sus corazones uno al otro, confesandose y uniendose como uno solo...

Aquí termina esta historia, una de las tantas miles que puede haber día con día en el mundo...

Pero que sirve de ejemplo para demostrar que si uno quiere acercarse aún más con alguien especial para ellos...

Solo se necesita una cosa...





























Una noche agitada...