Me parece que las series siempre enganchan a algunos y cansan a otros, por eso no subo todo lo que escribo, ya que a algunos le gusto, y hay finde largo, va otro.
Y realmente no sabía como seguir, la indiferencia actuada de mi esposa hacia el tipo como si no lo conociera, me provocaba una marea de sensaciones, pero a la vez me calentaba un montón, esa noche, lo hicimos bien duro, ella me montaba en un momento llevé uno de mis dedos a su culo, me golpeó la mano, me dijo.
-Sacá el dedo de ahí… sabes que no me gusta por ahí…
Mi pija se puso más dura todavía y seguí cogiéndola, la puse de perrito, le daba bien duro, me mojé el dedo gordo y le acaricie el culito por fuera, se salió de mi, se giro de frente a mi acostada en la cama
-Te dije que no me gusta por ahí… porque tenes que arruinar los mejores momentos… -se giró en la cama para dormir. Fui al baño y terminé masturbándome recordando las imágenes del video. Varias veces intenté jugar con su culito pero la reacción era siempre la misma, la única vez que pude meterlo un poco fue un día que habíamos salido a cenar, visto una película caliente en el cine y tomado bastante vino, por primera vez le pude meter un dedo en el culo mientras ella me montaba, gemía como una loca, pero cuando terminamos me dijo una vez más que no le gustaba que le metiera el dedo ahí. En quince días otra vez recibí un video, esperé el momento de mi ceremonia, ella había ido a la casa de sus padres, se quedaba a cenar ahí, después tenía yo que pasar a buscarla. Me serví una cerveza, algo para picar y me senté a ver, me sentí un enfermo otra vez, como si fuera a ver una película de un extraño.
En la imagen, mi esposa con unas medias de red, abiertas en el culo, culo arriba en la cama, un corset, en la parte de arriba, el de rodillas a ambos lados de sus piernas, se veía su pija dura sobre el culito de ella, la toma era desde arriba. Ella movía el culito para ambos lados. Le separó un poco los cachetes, mostrando el agujero de su culito, la acarició un rato, su respiración era muy agitada, se notaba que estaba muy excitado. Se la metió de una en su conchita y empezó a cogerla, con una mano apoyada en la cintura de ella, que solo se la escuchaba gemir. Ella tenía las manos estiradas hacia arriba, en la cama, sobre el cubrecama que habíamos elegido juntos hacía unos meses. Ella giro la cabeza para mirarlo.
-Que linda sos… -le dijo mientras seguía dándole. Se quedó quieto y ella empezó a mover el culito en círculos. Ella levó sus dos manos hacia atrás, me acordé el día que se había hecho las uñas, debía ser después de ese día, obviamente, veía como separaba sus glúteos con ambas manos, mientras él ahora era el que marcaba el ritmo. Veía su culito delicioso, ella volvió a llevar sus manos hacia arriba, los dos se movían, se escuchaba la respiración agitada de él, los gemidos de ella y el crujido de la cama, otra vez llevó sus manos a sus glúteos separándolos, se veía hermoso su ogete, después las llevó detrás de los muslos de él, atrayéndolo hacia ella. Le acomodó una de sus piernas, poniéndola más recogida y siguió dándole bien duro, sacándole profundos gemidos. Ella tenía una mano estirada hacia arriba, ahora sostenía la cámara que se movía, se enfoco su cara, su boca entreabierta, los ojos y labios pintados, nunca la había visto pintada de esa manera, estaba realmente deliciosa. Ella estaba ahora más de costado todavía, con la pierna de arriba recogida, y el dándole más duro, ella enfocaba su culo ahora que estaba cada vez más delicioso. Otra toma, la cámara frente a la cara de ella, que estaba acostada de nuevo culo arriba, mirando a la cámara, mientras él seguía dándole bien duro, me impresionaba su pintura, la cara de puta que ponía. Y desde ese ángulo se veían las montañas de su culo desafiantes, le seguía dando duro y con una mano, le aplastó la cabeza contra la cama, la cámara se había desviado un poco, veía mi ropa tirada en el piso, ella la enfocó en su cara, y después en las manos de él que se apoyaban en su culo mientras la cogía. Las puso a ambos costados de ella y siguió.
-Te cojo puta… -otra vez enfoco su cara y se veía también como sacudía su culito cogiéndolo a él, era tan caliente la escena que acabe sin poder evitarlo, me limpié un poco y seguí, seguía caliente. Ella se mordía el labio inferior, ese corset que tenía puesto, marcaba más lo impresionante de su culazo. Nunca lo había visto, sería de ella? lo habría traído él? Otra toma el sostenía la cámara, otra vez la pierna recogida, enfocaba todo el cuerpo de ella, la cara de ella era un poema. Así de costado, llevó una de sus manos hacia atrás separando su cachete, otro enfoque desde atrás en la misma posición, su culo estaba delicioso, con cada sacudida que la cogida le provocaba, la siguiente escena, sin situación de continuidad, ella estaba otra vez culo arriba con las piernas estiradas, él ambas rodillas a su lado y su pija entrando y saliendo de su culo,
-De quien es este culo puta…?
-Tuyo papi… todo tuyo… -ella levantó un poco las rodillas ahora, el hizo un primer plano de como su miembro entraba y salía de su culito acompañado por los fuertes gemidos de ella. Él apoyo un pie en la cama y siguió en eso, los gemidos de ella crecían en intensidad, estuvieron un montón de tiempo haciéndolo, cuando él se quedaba quieto ella se movía, la imagen se fue desvaneciendo, otra vez la incertidumbre si terminaba ahí, enseguida volvió otra toma, ella totalmente apoyada en la cama, separando sus cachetes con ambas manos, el con ambas rodillas a los costados de ella dándole bien duro por su culo. La sacó un poco.
-Abrilo bien… -ella tomó sus glúteos muy cerca de su culito separándolos bien, se la metió de una y estuvo un montón dándole, ella gimiendo y separando sus cachetes, hice una pausa, no quería llegar de nuevo, la llamé a mi esposa a donde la madre, la madre me dijo que se había ido, hacía un par de horas, que tenía unas cosas que hacer, eso me calentó más, supuse que lo había ido a ver a él. Volví al video, le dio bien duro, ella seguía separando sus glúteos, la sacó cuando acababa tirando toda su leche sobre su culito, terminando de acabar se la volvió a meter, ella me pareció que también estaba llegando, al final del video, había un mensaje escrito, decía
Estimado Gerardo, nos venimos entendiendo bastante bien… no queremos tener problemas… trata de no molestarla a tu esposa… hay zonas de su cuerpo que convendría que no las toques… no tomes esto como una amenaza… por favor… abrazo…
Después de ver el video, empecé a revisar en su armario, en un estante de la parte de arriba había una valija, llena de ropa sexy que yo nunca había visto, incluido el corset ese que tenía puesto, me excite un montón, lo guarde como estaba y seguí manteniendo silencio.
Cuando finalmente la fui a buscar a la casa de mis suegros, noté que estaba relajada, con ese estado de relajación que uno tiene después de una buena cogida, cuando volvíamos en el auto, le pregunté cómo había estado su día, me dijo que bien, que había ido con su amiga Mariana a un spa, que la habían pasado bárbaro, realmente no sabía que pensar, sabía que el pibe solía ir a la cancha esos días. Seguí dudando, igual, no había diferencia.
Y realmente no sabía como seguir, la indiferencia actuada de mi esposa hacia el tipo como si no lo conociera, me provocaba una marea de sensaciones, pero a la vez me calentaba un montón, esa noche, lo hicimos bien duro, ella me montaba en un momento llevé uno de mis dedos a su culo, me golpeó la mano, me dijo.
-Sacá el dedo de ahí… sabes que no me gusta por ahí…
Mi pija se puso más dura todavía y seguí cogiéndola, la puse de perrito, le daba bien duro, me mojé el dedo gordo y le acaricie el culito por fuera, se salió de mi, se giro de frente a mi acostada en la cama
-Te dije que no me gusta por ahí… porque tenes que arruinar los mejores momentos… -se giró en la cama para dormir. Fui al baño y terminé masturbándome recordando las imágenes del video. Varias veces intenté jugar con su culito pero la reacción era siempre la misma, la única vez que pude meterlo un poco fue un día que habíamos salido a cenar, visto una película caliente en el cine y tomado bastante vino, por primera vez le pude meter un dedo en el culo mientras ella me montaba, gemía como una loca, pero cuando terminamos me dijo una vez más que no le gustaba que le metiera el dedo ahí. En quince días otra vez recibí un video, esperé el momento de mi ceremonia, ella había ido a la casa de sus padres, se quedaba a cenar ahí, después tenía yo que pasar a buscarla. Me serví una cerveza, algo para picar y me senté a ver, me sentí un enfermo otra vez, como si fuera a ver una película de un extraño.
En la imagen, mi esposa con unas medias de red, abiertas en el culo, culo arriba en la cama, un corset, en la parte de arriba, el de rodillas a ambos lados de sus piernas, se veía su pija dura sobre el culito de ella, la toma era desde arriba. Ella movía el culito para ambos lados. Le separó un poco los cachetes, mostrando el agujero de su culito, la acarició un rato, su respiración era muy agitada, se notaba que estaba muy excitado. Se la metió de una en su conchita y empezó a cogerla, con una mano apoyada en la cintura de ella, que solo se la escuchaba gemir. Ella tenía las manos estiradas hacia arriba, en la cama, sobre el cubrecama que habíamos elegido juntos hacía unos meses. Ella giro la cabeza para mirarlo.
-Que linda sos… -le dijo mientras seguía dándole. Se quedó quieto y ella empezó a mover el culito en círculos. Ella levó sus dos manos hacia atrás, me acordé el día que se había hecho las uñas, debía ser después de ese día, obviamente, veía como separaba sus glúteos con ambas manos, mientras él ahora era el que marcaba el ritmo. Veía su culito delicioso, ella volvió a llevar sus manos hacia arriba, los dos se movían, se escuchaba la respiración agitada de él, los gemidos de ella y el crujido de la cama, otra vez llevó sus manos a sus glúteos separándolos, se veía hermoso su ogete, después las llevó detrás de los muslos de él, atrayéndolo hacia ella. Le acomodó una de sus piernas, poniéndola más recogida y siguió dándole bien duro, sacándole profundos gemidos. Ella tenía una mano estirada hacia arriba, ahora sostenía la cámara que se movía, se enfoco su cara, su boca entreabierta, los ojos y labios pintados, nunca la había visto pintada de esa manera, estaba realmente deliciosa. Ella estaba ahora más de costado todavía, con la pierna de arriba recogida, y el dándole más duro, ella enfocaba su culo ahora que estaba cada vez más delicioso. Otra toma, la cámara frente a la cara de ella, que estaba acostada de nuevo culo arriba, mirando a la cámara, mientras él seguía dándole bien duro, me impresionaba su pintura, la cara de puta que ponía. Y desde ese ángulo se veían las montañas de su culo desafiantes, le seguía dando duro y con una mano, le aplastó la cabeza contra la cama, la cámara se había desviado un poco, veía mi ropa tirada en el piso, ella la enfocó en su cara, y después en las manos de él que se apoyaban en su culo mientras la cogía. Las puso a ambos costados de ella y siguió.
-Te cojo puta… -otra vez enfoco su cara y se veía también como sacudía su culito cogiéndolo a él, era tan caliente la escena que acabe sin poder evitarlo, me limpié un poco y seguí, seguía caliente. Ella se mordía el labio inferior, ese corset que tenía puesto, marcaba más lo impresionante de su culazo. Nunca lo había visto, sería de ella? lo habría traído él? Otra toma el sostenía la cámara, otra vez la pierna recogida, enfocaba todo el cuerpo de ella, la cara de ella era un poema. Así de costado, llevó una de sus manos hacia atrás separando su cachete, otro enfoque desde atrás en la misma posición, su culo estaba delicioso, con cada sacudida que la cogida le provocaba, la siguiente escena, sin situación de continuidad, ella estaba otra vez culo arriba con las piernas estiradas, él ambas rodillas a su lado y su pija entrando y saliendo de su culo,
-De quien es este culo puta…?
-Tuyo papi… todo tuyo… -ella levantó un poco las rodillas ahora, el hizo un primer plano de como su miembro entraba y salía de su culito acompañado por los fuertes gemidos de ella. Él apoyo un pie en la cama y siguió en eso, los gemidos de ella crecían en intensidad, estuvieron un montón de tiempo haciéndolo, cuando él se quedaba quieto ella se movía, la imagen se fue desvaneciendo, otra vez la incertidumbre si terminaba ahí, enseguida volvió otra toma, ella totalmente apoyada en la cama, separando sus cachetes con ambas manos, el con ambas rodillas a los costados de ella dándole bien duro por su culo. La sacó un poco.
-Abrilo bien… -ella tomó sus glúteos muy cerca de su culito separándolos bien, se la metió de una y estuvo un montón dándole, ella gimiendo y separando sus cachetes, hice una pausa, no quería llegar de nuevo, la llamé a mi esposa a donde la madre, la madre me dijo que se había ido, hacía un par de horas, que tenía unas cosas que hacer, eso me calentó más, supuse que lo había ido a ver a él. Volví al video, le dio bien duro, ella seguía separando sus glúteos, la sacó cuando acababa tirando toda su leche sobre su culito, terminando de acabar se la volvió a meter, ella me pareció que también estaba llegando, al final del video, había un mensaje escrito, decía
Estimado Gerardo, nos venimos entendiendo bastante bien… no queremos tener problemas… trata de no molestarla a tu esposa… hay zonas de su cuerpo que convendría que no las toques… no tomes esto como una amenaza… por favor… abrazo…
Después de ver el video, empecé a revisar en su armario, en un estante de la parte de arriba había una valija, llena de ropa sexy que yo nunca había visto, incluido el corset ese que tenía puesto, me excite un montón, lo guarde como estaba y seguí manteniendo silencio.
Cuando finalmente la fui a buscar a la casa de mis suegros, noté que estaba relajada, con ese estado de relajación que uno tiene después de una buena cogida, cuando volvíamos en el auto, le pregunté cómo había estado su día, me dijo que bien, que había ido con su amiga Mariana a un spa, que la habían pasado bárbaro, realmente no sabía que pensar, sabía que el pibe solía ir a la cancha esos días. Seguí dudando, igual, no había diferencia.
4 comentarios - El matón del barrio se coge a mi esposa 4