Primeros pasos hacia mis cuernos 9
La semana siguiente fue bastante normal, Carlos estaba de viaje así que no fui a verlo, ella obviamente tampoco lo vio, me explicó después que solía viajar a distintos congresos, era toda una eminencia en lo suyo, y había viajado a unas provincias del interior a dar unos cursos. El tema había quedado pendiente, sin resolver, no encontraba una salida al tema, no encontraba dentro de mí, como realmente quería seguir. En toda la semana no lo hicimos ni una vez. El sábado me dijo que quería ir a bailar a ese lugar que le había dicho su amiga, en realidad fuimos a otro lugar al que ellos solían ir, fuimos con Johana y el marido, en una parte del boliche había una pared donde algunas chicas iban pasando por grupos, bailando moviendo bien el culo para que vieran los que estaban en la pista y un par de tipos les levantaban el vestido, exhibiendo sus culos, y apretándolos un poco, mostrando hacia la gente que chiflaba o gritaba, Johana la llevó a Ceci, me quedé con el marido mirando desde la barra, que estaba cerca de la pared, las dos movían el culo generosamente, el tipo de al lado de Ceci le levantó el vestido y le apretó una nalga bien fuerte, se escuchaban chiflidos y gritos. Ninguna de las dos tenía ropa interior, los tipos las hicieron girar y ahora las acariciaron un poco por delante también exhibiéndolas. En las dos oportunidades las dos se bajaron el vestido que los tipos le habían levantado enseguida, como si les diera vergüenza, después vinieron junto a nosotros en la barra y nos besaron. Johana se llevó a Ceci hacia la pista, empezaron a bailar sensualmente y enseguida muchos de los que habían estado mirando el show se acercaron y las rodearon, veía entre medio del gentío como ellas mostraban un poco, se exhibían de a ratos, ninguno se acercaba solo las dejaban bailar y las observaban. Vinieron de nuevo por un trago, después estuvimos besándonos con Ceci, le metí mano y sentí lo mojada que estaba. Volvió a bailar sensualmente delante de mi, varios de los tipos que habían hecho la ronda, seguían mirándola.
-Que te gustaría que pase… papi… -me dijo mirándome con cara de puta. Yo no le conteste. Ella me miraba divertida, pero notaba también lo caliente que estaba. Empezó a bailar más sensualmente mirando a uno de los muchachos que le habían hecho la ronda, era un morocho musculoso, movía el culo muy sensualmente mirándolo a él.
-Me dijo Jo… que hay unos reservados donde uno puede ir a hacerlo… te parece que lo invite al muchacho… -tenía la pija como una piedra, sentía que el corazón me iba a reventar, no le contesté pero ella bailaba ahora totalmente para él. Le sonreía mientras movía el culo hacia donde él estaba y se levantaba levemente el vestido por atrás, yo estaba mudo y cada vez más caliente. Se acercó hacia donde él estaba y empezó a mover su culo sensualmente delante de él. Lo invitó a la barra a tomar un trago, le dijo a él
-Él es mi marido… que querés tomar… él nos invita… -pidió su bebida su mano estaba en la cintura de mi esposa y en un momento la beso. Fuimos hacia uno de los reservados, ella estaba de pie contra la pared, la giró la hizo apoyarse, saco su herramienta, se puso un preservativo, le levantó el vestido y la penetró empezando a darle mientras la tomaba de la cintura, yo veía como entraba esa gruesa herramienta y salía, y veía el culazo de mi mujer, la dureza de ese culo delicioso, me sentía al borde de llegar por eso cerraba los ojos de a ratos o trataba de no mirar. Ella gemía cada vez más fuerte, se escuchaba el ruido de la música bien fuerte, los silbidos de la multitud hacia otras chicas que estaban ahora exhibiéndose. No cambiaban de posición en ningún momento, el flaco estaba embobado con la vista de las caderas de mi esposa, Ceci entrecerraba los ojos de a ratos, no paraba de gemir, el flaco la sacaba de a ratos para mirarle el culazo y volver a penetrarla y supongo que para hacer una pausa para no acabar y prolongar el momento. Le empezó a dar bien duro después y en un momento la sacó y cuando estaba por acabar se sacó el forro y le tiro toda la leche en el culazo de Ceci, el flaco seguía re duro después de acabar, ella se giro y lo beso, tomé un papel de un rollo que había ahí y le limpié la corrida, le bajé el vestido, ella me beso, salimos los tres del reservado, fuimos a la barra a tomar algo. Se llamaba Franco, era estudiante, vivía en el interior, no hablamos demasiado, nos preguntó si estábamos con auto, le dijimos que no, nos propuso seguirla en un hotel, nos llevaba en su auto, los dos accedimos, ella se sentó a su lado y se fueron metiendo mano, en un momento liberó su miembro y empezó a chupársela mientras manejaba, hasta que él la paro, no quería llegar de nuevo así. Fuimos a un hotel de lujo, nosotros no lo conocíamos, el insistió en pagar él, entramos en la habitación, había una barra de pole y Ceci totalmente desinhibida, se sacó el vestido y empezó a darnos un show totalmente desnuda, solo con los zapatos puestos.
Ella centraba su atención en él, le mostraba su culazo, separaba los glúteos, en un momento le dijo que le encantaba hacerlo por atrás, tuve un orgasmo increíble cuando se lo escuché decir, ella estaba tan caliente, me venían las palabras de Carlos a la cabeza, le encanta que se la den por atrás… se puso de perrito en la cama el flaco terminó de desnudarse, estaba con bóxer todavía y la fue penetrando lentamente por atrás, hasta que su pelvis golpeó contra su culo, Ceci no paraba de gemir y pedirle que le diera duro, mi pija estaba dura de nuevo, me había manchado todo pero no me importaba, el la hizo sacar las manos, apoyar el pecho sobre la cama, su culazo se veía más ofrecido todavía, ella giro su cabeza apoyada sobre la cama y me miraba fijo gimiendo cada vez más fuerte, más caliente al ritmo de la cogida que el flaco le daba, no se había puesto forro esta vez
-Que culo delicioso tenes… te encanta que te lo hagan eh…? –dijo el flaco, ella no contestaba solo gemía, mientras el aceleraba el ritmo de la cogida, después cayeron en la cama de costado, el la agarraba de los pechos desde atrás, ella levantó su pierna pasándola por arriba de la de él, veía claramente como esa herramienta le taladraba el culo, como si recién hubiera reaccionado ella dijo
-Si me encanta que me hagan el orto… es lo que más me gusta… me siento tan cerda… tan puta… dame duro… lléname de tu lechita…
El flaco aceleró su bombeo hasta que la clavó bien fuerte, bien a fondo, supe que la estaba llenando, se quedó un largo rato todavía moviéndose suavemente dentro de ella que giro su cabeza para besarlo,
-Que rico me cogiste… necesitaba que me den por atrás… -dijo mirándome con cara de puta. Después se fueron a bañar, se estuvieron besando y toqueteando, ella se vistió, lo hacía lentamente, sensualmente, se acercó al caño y se movió sensualmente contra él, el flaco que debía andar por los veintipocos estaba caliente de nuevo, y así de pie contra el caño, le levantó el vestido y volvió a clavarla por atrás. Le hablaba al oído, le tiraba del pelo, ella giraba la cara para besarlo, a pesar de lo que pensaba, no duró demasiado, enseguida acabó, duro mucho menos que la vez anterior. Ella fue de nuevo al baño, pedimos un auto por aplicación no queríamos que él nos llevara, el salió de la habitación, dejándonos solos, nos besamos, cuando llegó el auto salimos, pasé yo primero, ella se sentó haciendo que se levantara bien su vestido, era un muchacho joven el que manejaba, tenía uno de esos espejos, que permiten ver casi todo lo que pasa atrás, ella tomó mi mano y la puso sobre su muslo, me daba suaves besos mientras el muchacho se deleitaba con el espectáculo de mi esposa abierta de piernas. En casa hicimos el amor un largo rato.
Cuando estaba por acabar me dijo…
-Ya sabes lo que tiene que pasar ahora… cuando vuelva Carlos lo vas a ver…
La semana siguiente fue bastante normal, Carlos estaba de viaje así que no fui a verlo, ella obviamente tampoco lo vio, me explicó después que solía viajar a distintos congresos, era toda una eminencia en lo suyo, y había viajado a unas provincias del interior a dar unos cursos. El tema había quedado pendiente, sin resolver, no encontraba una salida al tema, no encontraba dentro de mí, como realmente quería seguir. En toda la semana no lo hicimos ni una vez. El sábado me dijo que quería ir a bailar a ese lugar que le había dicho su amiga, en realidad fuimos a otro lugar al que ellos solían ir, fuimos con Johana y el marido, en una parte del boliche había una pared donde algunas chicas iban pasando por grupos, bailando moviendo bien el culo para que vieran los que estaban en la pista y un par de tipos les levantaban el vestido, exhibiendo sus culos, y apretándolos un poco, mostrando hacia la gente que chiflaba o gritaba, Johana la llevó a Ceci, me quedé con el marido mirando desde la barra, que estaba cerca de la pared, las dos movían el culo generosamente, el tipo de al lado de Ceci le levantó el vestido y le apretó una nalga bien fuerte, se escuchaban chiflidos y gritos. Ninguna de las dos tenía ropa interior, los tipos las hicieron girar y ahora las acariciaron un poco por delante también exhibiéndolas. En las dos oportunidades las dos se bajaron el vestido que los tipos le habían levantado enseguida, como si les diera vergüenza, después vinieron junto a nosotros en la barra y nos besaron. Johana se llevó a Ceci hacia la pista, empezaron a bailar sensualmente y enseguida muchos de los que habían estado mirando el show se acercaron y las rodearon, veía entre medio del gentío como ellas mostraban un poco, se exhibían de a ratos, ninguno se acercaba solo las dejaban bailar y las observaban. Vinieron de nuevo por un trago, después estuvimos besándonos con Ceci, le metí mano y sentí lo mojada que estaba. Volvió a bailar sensualmente delante de mi, varios de los tipos que habían hecho la ronda, seguían mirándola.
-Que te gustaría que pase… papi… -me dijo mirándome con cara de puta. Yo no le conteste. Ella me miraba divertida, pero notaba también lo caliente que estaba. Empezó a bailar más sensualmente mirando a uno de los muchachos que le habían hecho la ronda, era un morocho musculoso, movía el culo muy sensualmente mirándolo a él.
-Me dijo Jo… que hay unos reservados donde uno puede ir a hacerlo… te parece que lo invite al muchacho… -tenía la pija como una piedra, sentía que el corazón me iba a reventar, no le contesté pero ella bailaba ahora totalmente para él. Le sonreía mientras movía el culo hacia donde él estaba y se levantaba levemente el vestido por atrás, yo estaba mudo y cada vez más caliente. Se acercó hacia donde él estaba y empezó a mover su culo sensualmente delante de él. Lo invitó a la barra a tomar un trago, le dijo a él
-Él es mi marido… que querés tomar… él nos invita… -pidió su bebida su mano estaba en la cintura de mi esposa y en un momento la beso. Fuimos hacia uno de los reservados, ella estaba de pie contra la pared, la giró la hizo apoyarse, saco su herramienta, se puso un preservativo, le levantó el vestido y la penetró empezando a darle mientras la tomaba de la cintura, yo veía como entraba esa gruesa herramienta y salía, y veía el culazo de mi mujer, la dureza de ese culo delicioso, me sentía al borde de llegar por eso cerraba los ojos de a ratos o trataba de no mirar. Ella gemía cada vez más fuerte, se escuchaba el ruido de la música bien fuerte, los silbidos de la multitud hacia otras chicas que estaban ahora exhibiéndose. No cambiaban de posición en ningún momento, el flaco estaba embobado con la vista de las caderas de mi esposa, Ceci entrecerraba los ojos de a ratos, no paraba de gemir, el flaco la sacaba de a ratos para mirarle el culazo y volver a penetrarla y supongo que para hacer una pausa para no acabar y prolongar el momento. Le empezó a dar bien duro después y en un momento la sacó y cuando estaba por acabar se sacó el forro y le tiro toda la leche en el culazo de Ceci, el flaco seguía re duro después de acabar, ella se giro y lo beso, tomé un papel de un rollo que había ahí y le limpié la corrida, le bajé el vestido, ella me beso, salimos los tres del reservado, fuimos a la barra a tomar algo. Se llamaba Franco, era estudiante, vivía en el interior, no hablamos demasiado, nos preguntó si estábamos con auto, le dijimos que no, nos propuso seguirla en un hotel, nos llevaba en su auto, los dos accedimos, ella se sentó a su lado y se fueron metiendo mano, en un momento liberó su miembro y empezó a chupársela mientras manejaba, hasta que él la paro, no quería llegar de nuevo así. Fuimos a un hotel de lujo, nosotros no lo conocíamos, el insistió en pagar él, entramos en la habitación, había una barra de pole y Ceci totalmente desinhibida, se sacó el vestido y empezó a darnos un show totalmente desnuda, solo con los zapatos puestos.
Ella centraba su atención en él, le mostraba su culazo, separaba los glúteos, en un momento le dijo que le encantaba hacerlo por atrás, tuve un orgasmo increíble cuando se lo escuché decir, ella estaba tan caliente, me venían las palabras de Carlos a la cabeza, le encanta que se la den por atrás… se puso de perrito en la cama el flaco terminó de desnudarse, estaba con bóxer todavía y la fue penetrando lentamente por atrás, hasta que su pelvis golpeó contra su culo, Ceci no paraba de gemir y pedirle que le diera duro, mi pija estaba dura de nuevo, me había manchado todo pero no me importaba, el la hizo sacar las manos, apoyar el pecho sobre la cama, su culazo se veía más ofrecido todavía, ella giro su cabeza apoyada sobre la cama y me miraba fijo gimiendo cada vez más fuerte, más caliente al ritmo de la cogida que el flaco le daba, no se había puesto forro esta vez
-Que culo delicioso tenes… te encanta que te lo hagan eh…? –dijo el flaco, ella no contestaba solo gemía, mientras el aceleraba el ritmo de la cogida, después cayeron en la cama de costado, el la agarraba de los pechos desde atrás, ella levantó su pierna pasándola por arriba de la de él, veía claramente como esa herramienta le taladraba el culo, como si recién hubiera reaccionado ella dijo
-Si me encanta que me hagan el orto… es lo que más me gusta… me siento tan cerda… tan puta… dame duro… lléname de tu lechita…
El flaco aceleró su bombeo hasta que la clavó bien fuerte, bien a fondo, supe que la estaba llenando, se quedó un largo rato todavía moviéndose suavemente dentro de ella que giro su cabeza para besarlo,
-Que rico me cogiste… necesitaba que me den por atrás… -dijo mirándome con cara de puta. Después se fueron a bañar, se estuvieron besando y toqueteando, ella se vistió, lo hacía lentamente, sensualmente, se acercó al caño y se movió sensualmente contra él, el flaco que debía andar por los veintipocos estaba caliente de nuevo, y así de pie contra el caño, le levantó el vestido y volvió a clavarla por atrás. Le hablaba al oído, le tiraba del pelo, ella giraba la cara para besarlo, a pesar de lo que pensaba, no duró demasiado, enseguida acabó, duro mucho menos que la vez anterior. Ella fue de nuevo al baño, pedimos un auto por aplicación no queríamos que él nos llevara, el salió de la habitación, dejándonos solos, nos besamos, cuando llegó el auto salimos, pasé yo primero, ella se sentó haciendo que se levantara bien su vestido, era un muchacho joven el que manejaba, tenía uno de esos espejos, que permiten ver casi todo lo que pasa atrás, ella tomó mi mano y la puso sobre su muslo, me daba suaves besos mientras el muchacho se deleitaba con el espectáculo de mi esposa abierta de piernas. En casa hicimos el amor un largo rato.
Cuando estaba por acabar me dijo…
-Ya sabes lo que tiene que pasar ahora… cuando vuelva Carlos lo vas a ver…
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