Mi Maestra Cachonda

Yo era un estudiante en la uni de mi ciudad, era algo popular y le gustaba a mas de una chica, aunque realmente no era como que me encantaran mucho las chicas de mi escuela, sentía que realmente no eran muy interesantes ni de me hacían muy guapas, siempre buscaba opciones fuera de ahí aunque se me hacía algo complicado salir por los deportes.

Era un lunes, llegaba a la escuela algo cansado y me sentaba listo para empezar clases como siempre, aunque al llegar después de un rato, noté que no nos había tocado la maestra que siempre nos toca comúnmente, supuse que era nueva, aunque sus ojos me cautivaron por un rato, y después empecé a admirar su bello cuerpo que tenía. Me quede distraído por ella un buen rato sin que se diera cuenta, hasta que todos llegaron al salón y empezaba la clase, ella se presentaba con todos y nos decía que nuestra maestra nos había dejado un examen que nosotros tendríamos que hacer mientras ella los vigilaba, esto me desconcentro mucho, ya que no era muy bueno en esta materia, se me daba algo mal todo este tema.

Mi Maestra Cachonda

Empezaba respondiendo, aunque no tenía mucha confianza, avanzaba muy rápido entre preguntas ya que simplemente no sabía que responder y las saltaba. Después de un rato, fui el primero que acabo del salón, aunque sabía que no tendría muy buenos resultados, ya que se me había hecho muy complicado, y andaba muy desconcentrado después de ver a la maestra.

Al entregar mi examen, veía como ella lentamente lo checaba, aunque no le puse mucha atención a como me iba, ya que mis ojos solo tenían espacio para ella, y solo ella, aunque al final, escuchaba como me empezaba a hablar.

S- Bueno, veo que te apuraste mucho por acabar esto, o no le pusiste mucho esfuerzo, porque reprobaste, que te sacaste 40, tendremos que hacer algo con esto no crees, siento que necesitarás tutorías o algo.

Y- Si! Tutorías esta bien maestra, solo no le diga nada a mi madre que me saca del fútbol.

S- Bueno, es un trato, empezarán tus tutorías el Martes en la noche en la librería de la escuela, no vayas a llegar tarde, que en ese caso tendría que avisarle a tus padres.

Y- Si profesora no se preocupe, el martes acá la veo entonces!

Aunque no estaba completamente feliz de tener tutorías, ya que sería algo cansado estar aquí tan tarde, tenia alegria de que podría volver a verla otra vez, y tener varios días a solas con ella, donde podría admirar su belleza a solas, sin nadie para interrumpirme.

Llegaba el martes, esperaba con ansias que se acabaran las clases y llegara la noche para al fin ver a la maestra. Yo llegaba algo temprano a la librería, ya que no aguantaba la ganas de verla al fin otra vez, me estaba enamorando muy rápido de ella sin realmente conocerla muy bien.

Veia como ella llegaba después de un rato, aunque me sorprendió como venía vestida, tenía una falda pequeña y una camisa blanca que se le veían perfectas, estaba hermosa, no podía dejar de verla, y de tanto pensamiento en ella sentí como lentamente mi pene se iba parando.

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S- Hola, perdona que llegue algo tarde a comparación de ti que tuve unos pendientes que acabar.

Y- No se preocupe maestra, al cabo que no tengo problema con esperar.

Ella empezaba a explicarme los temas que no entendía, aunque realmente nunca le puse atención a lo que decía, simplemente me quedaba viéndole a la cara y a su hermoso cuerpo, que con el tiempo me notaba viéndola.

S- Perdona, pasa algo? Que noto que me ves mucho a los ojos.

Y- N-no todo bien maestra perdon, no se preocupe.

Yo ignoraba eso y la seguía viendo fijamente a sus hermosos ojos que tenía, esto lo hacía sin darme cuenta que mi pene se había puesto bastante duro, y de marcaba demasiado.

A la maestra se le caía su lápiz y ella se agachaba lentamente, aunque cuando lo hacía, ella notaba como mi pene se había parado bastante, y lo veía con mucha admiración diría, se quedó un rato abajo de la mesa cuando repentinamente sentí su mano subiendo entre mis piernas.

Y- M-maestra todo bien? Que está haciendo?

S- N-nada, sigue leyendo el libro, dame un segundo

Sentia como cada vez su mano iba subiendo mis pantalones, y se acercaba a mi pene. Al voltear hacia abajo, veía como la maestra estaba a punto de bajarme mis pantalones, y veía como sus ojos solo buscaban una cosa: mi pene. Ella bajaba mi pantalón y me quitaba los calzones revelando mi enorme pene duro que tenía (22 cm.)

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S- Wow! Que se veía mucho más pequeña abajo de tu ps talón, como le haré para comérmela?

Yo no sabía que responder, aún no me lo podía creer, que la tenía a ella haciendo eso, nunca pensé que me llegara a suceder esto a mi.

Sentia como ella lentamente tocaba mi pene dejándomelo lo más duro posible, y ese fue el momento cuando ella se repente se levantaba y se quitaba su ropa dejando a la vista su bello cuerpo.

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S- te gusta? Te gusta mi bello cuerpo?

Ella diría mientras se tocaba sus tetas, acariciandolas de una forma muy sexy y no podía dejar de verlas. Ella al no ver mi respuesta se ponía en el suelo, levantando sus pies y diciéndome algo.

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S- Bueno, veo que tienes mucha pena, haber si ahora si se te quita la pena, que si no me dejas muy aburrida.

Yo al escuchar sus palabras me ponía de rodillas, seguía sin creer lo que estaba pasando, pero intente quitármelo de la mente y finalmente concentrarme en lo que tenia que hacer. Al acercarme lo suficiente, ponía mi pene dentro de su hermosa vagina e iba metiéndola algo lento en ella, intentando que primero sintiera lo grande que era mi pene.

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Ella empezaba a gemir un poco, mientras se iba adaptando al tamaño que tenía mi pene, ya que parecía que nunca había sido follada por uno de ese tamaño

Y- L-le puedo dar más rápido?

S- Siii, por favor dale más rápido, que me encanta como se siente en mi tu pene.

Empezaba a subirle cada vez más la velocidad, empezábamos a hacer algo de ruido, y ella seguía gimiendo con unos hermosos ruidos que me prendían mucho.

Yo empezaba a calentarme mucho, aunque quería que ella pudiera jugar más, que moviera su cuerpo hermoso en mi verga, así que después de metérsela un poco ondo por última vez, me acostaba en el suelo.

Y- Dale para que tú juegues, móntalo porfavor!

S- Al fin, que ya se te está quitando la pena para ya follarme con todo papi!

Ella inmediatamente iba directo a mi pene, sentía como otra vez mi pene entraba a su vagina, y veía como ella movía su trasero en el y empezaba a lentamente montarlo.

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Mientras la veía montar mi pene, empezaba a tocarle su culo y a darle unas buenas nalgadas, que con el tiempo le dejaban mis manos marcadas y haciendo que gimiera mucho mientras montaba mi pene.

S- Ayyy si papi! Que rico se siente tu pene en mi, me encanta!

Y- Igual a mi me encanta como se siente, sigue rebotando mas rápido en el, que me voy a correr en ti!

S- Lo que tú me digas papi!

Ella empezaba a montarlo cada vez más rapido, sentía como su culo tocaba mis piernas cada vez que bajaba y soltaba esos hermosos gemidos, era demasiado el placer que tenía, que no pude durar mucho después de que le empezara a subir la velocidad, corriéndome en su hermosa y mojada vagina.

S- Ay Dios si papi! Que rica se siente tu leche caliente en mi Vagina.

Y- Es toda tuya, sólo tuya y siempre tuya.

Intentare subir ahorita más tarde la 2da parte. Se viene una serie que intentaré hacerla de muchas partes!!

Dijanme mas recomendaciones para hacer en el futuro.

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