Cambio en una vida poco común

Cambio en una vida poco común



Una nueva etapa de mi vida había empezado había terminado la secundaria y era toda una señorita el sexo con mi hermano era más abundante porque a medida que yo iba creciendo, él también lo hacía.
Haber terminado la secundaria y no tener que asistir más al colegio en cierto punto había disminuido mi actividad sexual con desconocidos, me refiero a que mi intimidad con mi hermano se incrementaba pero obviamente ya no tenía sexo con otros hombres al mismo nivel cómo lo hacía en el colegio pues ya no era esa dulce muñequita encerrada entre lobos.
Como bien especifiqué en el último relato, mantuve contacto con los que mejor me habían tratado porque obviamente mi hermano quería como mujer a una puta con un cuerpo pervertido que se sometiera a la voluntad de machos desconocidos y obviamente en todos esos años había aprendido a estimar a esos pocos profesores y en el fondo sentía que se lo merecían por haberme tratado también.
Así que a medida que iba creciendo me daba cuenta como ellos dependían más de mi cuerpo, muchos incluso decidieron divorciarse de sus mujeres solamente para poder estar libres de tener sexo conmigo... Así que ahí estaba yo toda joven adolescente teniendo sexo anal con esos profesores mientras mordía las sábanas o los besaba en la boca diciéndoles que era su puta y que mi culo había aprendido a quererlos 🤭
puta



Entre el tiempo que estuve sin asistir al colegio y me preparaba para asistir a la academia pues siempre fui una chica inteligente pero igual quería asegurar el ingreso a la universidad ya que por obvias razones no había podido estudiar en la secundaria... Estuve prostituyéndome en una esquina cuando mis padres salían de casa o se iban por las famosas "giras de predicación"
Así aprendí la antigua labor de la prostitución atendiendo hombres en un callejón sin siquiera saber su nombre los cuales me daban sexo anal contra la pared o sobre algunas bolsas de desperdicios diciendo que era deliciosa, que era como encontrar una joya entre la basura y todos siempre terminaban fascinados con y lo apretado que era mi culo pues siempre al terminar y sacarlo de mi ano era como destapar una botella de champán por el sonidito que hacía que los volvía locos por mí.
Obviamente sin olvidar ni descuidar el sexo oral, estar siempre en cuclillas en aquel callejón dándole sexo oral a los clientes, a los taxistas y de vez en cuando a algún policía corrupto y pervertido al que llamaban para arrestarme pues le estaba dando mala imagen a la zona pero luego de alguna manera lograba convencerlo para dejarme ir a cambio de satisfacer su sexo 🤫
hermosa



Fuera de todas las perversiones que hacía con extraños para satisfacer y complacer el morbo de mi hermano y por qué no admitirlo también mi propio amor pues me gustaba sentirme así de sucia y vulnerable siendo manoseada y dominada por hombres que no conocía los cuales me daban sexo de diferentes maneras algunos con intensidad pero con cuidado pues decían que era una princesita y otros eran extremadamente salvajes tratándome como una sucia puta promiscua y definitivamente no podría escoger cuál de los dos tratos me gustaba pues siento que no podría vivir sin uno o sin el otro.
De igual forma mi intimidad con mi hermano se iba incrementando, cada vez descubríamos más cosas y hacíamos más perversiones desde azotarme con un cinturón por ser una hermana muy pervertida y con un cuerpo muy caliente que se prostituía.... hasta encender una vela y dejar la cera caliente caer sobre mis nalgas incluso a veces sobre mi ano hasta crear una especie de costra o sello hecho de cera y luego intentar romperlo mientras mi hermano presionaba su pene contra mi ano pues yo era su mujer, su sexy y pervertida hermanita.
A pesar de todas las perversiones que hacía con otros hombres jamás llegué a disfrutar el sexo tanto como lo disfrutaba con mi propio hermano después de todo él era alguien muy especial pues no solamente era hacerlo con el amor de mi vida sino con mi propio hermano, tener la satisfacción y el morbo de hacerlo con alguien de mi familia, con alguien extremadamente prohibido, alguien que sabía todo lo que me gustaba, alguien que lo hacía al ritmo que yo quería, alguien que me hacía babear mientras me montaba y me besaba para no ensuciar las sábanas pero al mismo tiempo beberse mi saliva mientras yo hacía lo posible para atrapar su lengua con mi boca y succionarla a medida que lo sentía hundirse dentro de mi recto y hacer aplaudir mis nalgas 🤤 
anal



Definitivamente este era el tipo de vida que yo quería, estaba viviendo en el paraíso, estaba teniendo sexo con el amor de mi vida y pervirtiendo mi cuerpo por él... ambas cosas las disfrutaba como ninguna otra después de todo creo que nací para ser una prostituta pero no cualquier prostituta sino la prostituta de mi propio hermano y tener sexo con él siempre me llevaba a la gloria y al clímax hasta el punto que era capaz de correrme a chorros solamente con sentir la cabeza de su pene rozando la entrada de mi ano mientras decía que él había nacido para mí y yo para él.

3 comentarios - Cambio en una vida poco común

Murrah8282 +1
Impresionante, sublime, como siempre anonadado con tu historia, me parece un amor hermoso, pervertidamente singular, mis respetos a tu hermano, y que sigan siendo felices.
Melonsita30
Gracias ❤️
Enculador007
como se nota la exitacion y placer que te produce contar tus mas dulces y perversas aventuras que tuviste antes de contarle lo putita que fuiste solo para tu hermano
Luisgram
Qué putita tan caliente