Ruth, Una Mujer sin Tabúes 2

Shakur era un joven mulato latino que había llegado migrando desde Cuba (que en realidad su nombre era Benito, pero ese nombre no le molaba mucho y decidió que en Estados Unidos todos le llamaran Shakur, que se le hacía mas buena onda), se había hecho amigo de su difunto padre en algún bar de los que visitaba muy frecuentemente, era para ella el mas guapo de todos, puesto que se parecía a un actor famoso negro de ojos claros, y estaba naturalmente fornido, con 28 años de edad el dejó a su esposa e hijos en Cuba, mandándoles dinero cada semana, era de los pocos que estaban fuera de esa secta que seguía en contacto con su padre, la última vez que lo vio fue en el funeral de su padre y le había dado su número de teléfono anotado en un papelito, pensó inmediatamente en el, porque con el había soñado mamándole la pija, y con el había incluso bailado y cachondeado cuando ocurrían las farras de su padre, y por mucho es el que ella sentía mas dotado a través de sus prendas, llegando incluso a palparle el bulto ligeramente.

Tan solo dejó pasar al menos un mes desde que se fue su marido y dos meses desde que pario y ella lo llamó, ya que las cosas en casa de ella y su padre dejaban de funcionar, especialmente en las tuberías, su padre no le dejó mucho dinero, pero ella tenía ahorros, y tenía el fondo de su esposo, el que tenía por vender tantos libros e historietas, entre otras cosas, finalmente un día de tantos lo llamó.

Ruth: ¿Hola?

Shak: si, dígame.

Ruth: ¿te acuerdas de mi?

Shak: no lo sé, ¿Quién es?

Ruth: Soy Ruth, Ruth Moses.

Shak: oh si, la hija del finado señor Moses, si ya te recuerdo.

Ruth: si, esa misma, me diste tu numero en el funeral de mi papá.

Shak: si, así es, ¿Qué milagro que me llamas, que te acuerdas de los pobres?

Ruth: pues ya ves, me acuerdo de los amigos.

Shak: ¿si verdad?, ¿y como sigues? ¿Cómo ha estado todo? ¿Cómo está la familia?

Ruth: pues mis hijos bien, pero si extrañan a su abuelo a pesar de todo, el los quería más que mi marido.

Shak: si, se veía que los quería mucho, tu marido nunca ha sido tan cariñoso, ¿verdad?

Ruth: si lo era, cuando nos conocimos, y un poco después con sus hijos, pero tal parece que eso de ser
padre no le va, y de ser esposo pues tampoco.

Shak: ¿Cómo? ¿no van las cosas bien entre ustedes?

Ruth: no, me dejó desde hace un mes, si está al pendiente con los gastos, estamos en contacto, pero hasta ahí.


Shak: ¿pero así simplemente te dejó?

Ruth: pues su pretexto fue que por el trabajo tenía que irse, y se fue a vagar por el mundo.

Shak, oh ya, ¿y desde entonces has estado sola?

Ruth: así es, y si me he sentido así desde que el no está, pero bueno, pasemos de mi y mi triste situación, el hecho es que te llamaba para preguntarte como estabas, y si aun trabajabas en la construcción.

Shak: ah si, yo no dejo de trabajar chula, ¿Qué ocupas?

Ruth: que me vengas a destapar las tuberías en casa de mi padre, ¿crees que puedas venir un día de estos?

Shak: claro que si Ruth, yo te aviso cuando pueda.

Ruth: muy bien Shak, y así recordamos también las anécdotas con mi viejo, digo, si no te molesta que te platique mientras trabajas.

Shak: claro que no, será un placer atenderte.

Ruth: vale Shak, muchas gracias, espero tu llamada eh, para quedar y prepararte todo (ella pensaba en seguir la plática con el, pero su bebé se despertó y tuvo que despedirse)

Shak: si, yo te aviso chula, no tardaré mucho en avisarte.

Ruth: bueno, esperaré tu llamada, te tengo que dejar, se despertó mi bebé.

Shak: si Ruth, yo te llamo, ve a verla que ya oí que es tan escandalosa como su mamá.

Ruth: jajajaja, ok ok, bye.

Shak: bye.

Fue a amamantar a su hija y se puso a pensar en su marido, al que se le había arraigado un poco la lactofilia, sin embargo ni esa perversión y las demás que Ruth hizo por el fueron suficientes para que el se quedara, aun le dolía que la dejara a ella, con los niños, siendo tan joven, tan cachonda, es por eso que ella le advirtió que iban a haber muchas cosas que iban a cambiar, así que, teniendo los medios y las ganas, ella tenía que volver a ser como era antes, como se conocieron cuando el alien la alimentó con su sabiduría y ella empezó a conocer los placeres de la vida con ambos ojos, con las manos, la boca, el oído, el olfato, con el tacto, el coño y hasta con su culo.

Estaba decidida a pintarle los cuernos a su marido que seguramente estaba en las convenciones de fantasía, contratando a una de las putillas cosplay para complacerlo como lo hacía antes ella, y es que ella también le espantaba a las admiradoras, que de haber sido el de mente abierta y dejado de ser tan machista, ella sin ningún problema le había dejado liarse con alguna hasta en su presencia, pero solo si el aceptaba las mismas condiciones con ella que le sobraban los pretendientes. Pero no, su marido era abierto para muchas cosas, pero no para la sexualidad, y es que era el único que no había tenido el vínculo con el alien, porque ya hasta su amigo Clive había experimentado muchas cosas sexualmente, P. le había abierto la mente, pero su marido decía que también le dio luz roja para que abriera el culo, y eso a su marido no le molaba, fuera de eso, su marido parecía preferir la compañía de su amigo que de alguna otra persona, y esa era otra de las cosas que a ella le molestaba, el tener que asimilar que ni ella, ni sus hijos eran suficientes para que el sentara cabeza.

Ruth se la pasó ese día y el día después cachonda perdida pensando en Shakur, el cómo sería tocar su cuerpo fibroso, besar su labios gruesos, sentir esas manos con las suyas, sentirlas así de grandes y callosas por su cuerpo, el cómo se sentiría ser cargada por ese portento de hombre, pero sobre todo le daba curiosidad su pollón que le sintió e incluso le toco, ella había visto tantas vergas morenas en el porno y se preguntó a si misma si así como se le sentía por arriba, la experiencia habría de ser mas grata teniendo esa polla en vivo y a todo color, en sus manos, en su cara, en su boca, en su coño, y por qué no, hasta en su culo, aunque en este último no había entrado alguna polla de carne mas grande que la polla de su marido, que no era pequeña, tampoco grande, mas o menos estándar, pero para eso podía practicar y de eso se iba a encargar en acostumbrarle lo mas que pudiera su amiguita mas especial, una chica unicornio, digamos que la mas especial de todas con las que se había enrollado el matrimonio, no tardó en llamar esa tarde de la llamada con Shakur, a Keyla, una hermosa joven bisexual negra tipo Rihanna, que no se negaba a sus aventuras sexuales, claro que esta chica le pagaban, pero Ruth y su marido podían contratar a casi cualquier puta de lujo que se les pudiera antojar, esa noche estuvieron duro que te dale con el pito cinturón en el culo de Ruth, y al otro día también, en la tarde de ese día descansaron su culo de Ruth, esa noche Ruth recibió la tan ansiada llamada de Shakur.

Ruth: ¡Alooo!

Shakur: hola Ruth.

Ruth: hola Shakur, ¿Qué tal, ¿cómo estás?

Shak: bien gracias.

Ruth: muy bien Shak, ¿ya tienes tiempo para atenderme?

Shak: claro que si, mañana mismo si gustas.

Ruth: claro que si Shak, mas o menos ¿a que hora puedes venir? Para prepararte todo.

Shak: A medio día si puedes atenderme.

Ruth: por supuesto maestro, acá en la casa de mi papá te esperamos, espero y tampoco te moleste que nos acompañen mis hijos, es que mi niño aun está chirris y la bebé pues a cada rato quiere pecho.

Shak: por mi no te preocupes, yo hago mi trabajo como sea.

Ruth: vale, no me vayas a fallar eh, que te voy a preparar comida y mandaré a comprar unas cervezas de las que tanto te gustan.

Shak: ah no pues así menos te quiero fallar linda, es un hecho que a las doce estaré ahí.

Ruth: Ok, Shak, te dejo porque estoy bañando a mis niños y se les enfría su agüita.

Shak: cuídate Ruth, hasta mañana.

Ruth: hasta mañana Shak.

Al colgarle, minutos después su marido le llamo interrogándole sobre Shakur, y ella molesta tuvo que aclararle todas sus dudas y hasta tuvo que inventarle que era gay, porque quizás ya estaba sintiendo los cuernotes en la frente que tanto se había buscado. Esa noche se durmió pensando y poniéndose nerviosa cachonda, con lo que sucedería al otro día, no pudo aguantar las ganas y se masturbó el coño, cayendo rendida tras unos cuantos orgasmos con su polla de goma mas grande que tenía.

Al otro día se levantó temprano a preparar la comida para el medio día, a las once ya había terminado con todo y se apresuró a bañarse y estar presentable para el, se puso una minifalda de vuelo que al ser tan corta y de esa forma, una inclinación de 45 grados haría que se comenzaran a ver sus bien formadas nalgas, nalgas que su esposo nunca le permitió lucir en un gimnasio, sin embargo le regaló unas cuantas máquinas para que en su casa se pusiera mas buenorra, una blusa super escotada sin bra que marcaba sus pezones y si se agachaba casi se salían por el escote sus mamas llenas de leche, y unas sandalias de andar por casa, luciendo sus hermosos pies con sus uñas pintadas del mismo color de sus labios, claro que todo ese atuendo se lo puso en casa de su padre, para que su marido no se enterara por las cámaras, y para la ropa y cosméticos había pedido a Keyla que le consiguiera todo eso y se lo dejara en la casa de su padre.

Justo a las doce con diez minutos ella lo esperaba ansiosa y hambrienta, lo vio venir a lo lejos con su caja de herramientas, su pelo afro recortado tipo césar, ataviado solo con su pantalón de mezclilla, botas de trabajo y solo una camiseta arriba, marcándosele los fuertes pectorales
y mostrando esos brazos largos, morenos y musculosos que hicieron a Ruth mojarse sus labios inferiores y superiores, mordiendo a la vez sus labios superiores.

Ruth: Shaki, hola, ¿Cómo estás? (le saluda con un beso muy húmedo en la mejilla, con un abrazo pegándole las tetas con los pezones empitonados y acariciando sus brazos y pectorales, en lo que ella hace eso él le contesta).

Shak: hola Ruth, muy bien ahora que te veo, te sienta bien la maternidad eh.

Ruth: ay gracias, se hace lo que se puede (ella se sonroja y mueve su torso hacia los lados coquetamente, juntando sus pechos con sus manos unidas en su abdomen, bamboleándose sus grandes mamas libres de sostén, el sonriente la ve de pies a cabeza)

Shak: pues yo veo que se puede hacer mucho eh, que mal que tu marido te tenga tan abandonada.

Ruth: pues te diré que no es que un hombre la abandone a una, es como se toma una el abandono, pero pasa, que la casa también está abandonada.

Shak: gracias gracias, y como no, ya pasaron meses de lo de tu papá.

Entran a la casa, ella cierra la puerta, inclinándose de más.

Ruth: ay si, ya ni me digas.

Se oye un ruido proveniente del estómago de Shakur, señal de que el hambre hace presencia.

Ruth: alguien tiene hambre eh.

Shak: si perdón, no almorcé porque me confié en que ibas a darme de almorzar.

Ruth: claro que si papasote, vamos a darte de comer, ay este niño siempre dejando sus juguetes por doquier (se agacha en frente de el, debido a lo corta de su prenda se dejan ver sus bien formadas nalgas a penas y cubiertas por esas pequeñas braguitas blancas de encaje, se incorpora y le dice) vamos, acompáñanos al comedor (toma la carriola de su niña, por supuesto se va empujándola con cadencia y parando el culo mas de lo normal.

Shak: gracias lindura, ¿hace calor verdad?

Ruth: ay si, yo por eso ni bra me pongo, además de que estoy amamantando, no es cómodo el bra y tengo mas calor de lo normal así.

Shak: si es lo que veo, pero pues todo es para que te sientas cómoda.

Ruth: no te molesta, ¿o sí?

Shak: claro que no, por el contrario, es bueno que las mujeres se liberen, en algunas cosas, y es mas, para nuestros ojos, es como música ver a mujeres tan hermosas con prendas pequeñas y entalladas.

Ruth: oh muy bien, me gusta tu pensamiento, nos vamos a llevar bien en estos días, tal vez semanas que estés acá.

Shak: ah caray, y yo que solo venía a destaparte tus cañerías.

Ruth: uy papi, te aseguro que no solo eso me vas a destapar.

Shak: yo estoy dispuesto a destaparte lo que quieras.

Ruth: ay, no me retes eh, que te voy a poner muchas tareas exhaustivas.

Shak: hasta el momento no ha habido mujer, que no esté satisfecha con los trabajos que les realizo.

Ruth: conste eh, que soy mas demandante que mi padre.

Shak: a tus ordenes mi lady.

Ruth: vale, voy a sacar los platos (se inclinó para sacar los platos de una alacena de abajo, mostrando mas aun que su braguita casi se convertía en tanga, que se le marcaban sus labios y había una ligera humedad en la zona de la entrepierna, ella sabía lo que estaba haciendo, volteo de reojo y vio al mulato lamiéndose los labios y agarrándose vulgarmente el gran bulto, este juego iba para más y Ruth debía jugarlo sin cometer ningún error, hasta ahorita todo iba bien).

Continuará…


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