Cielo Yamile River-os mis aventuras sexuales con viejos 27

Cielo Yamile River-os mis aventuras sexuales con viejos 27
Aquella semana comenzó muy mal para Cielo Riveros  , en su soledad y tristeza no había una solahora en que no recordara lo demencial y prohibido que sintió al momento en quevio a su madre casi desnuda y de la mano de un viejo que también se encontrabaen las mismas condiciones que ella, pero lo más terrorífico para la angustiadamamasota era que el viejo con el cual su madre ahora se revolcaba también se lohabía hecho a ella, situación que la hacían odiarlo más terriblemente todavía,el muy miserable no se había conformado con habérselo hecho a ella casi a lafuerza, sino que también osó a engatusar a su progenitora la cual había caídoredondita, ya que recordaba clarito como la señora Isabel aquel día domingo ledecía desde afuera de su habitación que la perdonara, que debían hablar de lasituación, que el señor Eustaquio era un hombre muy bueno, que le habíaprometido que él se ocuparía de las dos juntas (… y claro que el viejo sinvergüenza deseaba ocuparse de las dos juntas), y así muchas cosas más, peroella siempre preocupada de su orgullo y el que dirán de sus vecinos cuandoestos se enteraran que su madre había metido un hombre extraño al hogar noquiso hablar con ella, hasta que la dolida señora Isabel entre sollozos seretiró a su habitación.
Y como dije antes a la colegiala le llovía sobremojado, aparte de lo anterior Rodrigo se había negado rotundamente a hablar conella, incluso Cielo Riveros  una tarde dela semana fue a verlo a la farmacia en donde el chamaco de la forma más fría delo que podamos imaginar simplemente le dijo que ahorita estaba ocupado, que élla llamaría cuando tuviese tiempo.
Aunque la verdad era una sola, Rodrigo después dehaber aguantado una torrencial lluvia de burlas y humillaciones en el momentoen que su padrastro lo vio llegar a la casa derrotado y con los ojos llorososla noche en que su novia no se había aparecido, y en donde también le sacaba encara la muy zorra y descarada que era la potranca que tenia por novia (esto elviejo Severiano lo hacía con una malsana y rabiosa alegría). Y después de habersuperado lo doloroso que fue haberse quedado plantado en el cine, no dio más dedicha cuando al encender su teléfono luego de haberlo tenido apagado por tresdías seguidos ver más de 30 llamadas perdidas de su amada Cielo Riveros  .
Y para que les cuento lo que sintió cuando él alcontinuar con su cruzada de no contestarle el teléfono verla llegar a lafarmacia vestida de colegiala y con su mochila al hombro, lógicamente la nenaquería darle una explicación y hacer las paces se decía en el momento en que seencontraba ubicando unos remedios en un estante.
Ese día el chamaco sintió la sed de la venganza correrpor sus venas, por un momento quiso decirle unas cuantas verdades, cosashorribles que le nacían desde lo más profundo de su alma debido a su mal heridoego de macho por culpa de una mala mujer.
Pero al verla ahí paradita y modosita al interior dela farmacia se le fue a la mismísima verga su despecho masculino, sin embargono le haría ver que ella podía llegar y venir a arreglar las cosas así como asíy nada más, su novia le debía una muy buena explicación.
Fue ahí que el sin siquiera darse la vuelta por elmesón interior de la farmacia de aquel día jueves le dijo que sería él quien leavisaría el día y la hora en que se juntaran para hablar.
El joven había decidido castigarla por lo menos otrasemana entera, además ahora ya más tranquilo pensaba que si Cielo Riveros  le tenía el celular lleno de llamadas y quemas encima llegaba a la necesidad de ir a buscarlo ella misma a su trabajo eraporque realmente algo le había sucedido y que por eso no se presentó en ellugar y a la hora que habían acordado, sí, eso era lo más seguro de lo que lehabía podido ocurrir a su novia se aseguraba para el mismo el pobre chamaco.
Así pues amigos míos, así de traicionero y confuso esel amor verdadero, pero sigamos.
Y así iban pasando los días para nuestra inigualablemamasota, con todo lo sucedido anteriormente su alterado estado sicológico senegaba a serenarse, y hubo otro hecho que terminó por ya descolocarla, ya que amediados de esa misma semana y estando en el colegio la nena intentó en variasoportunidades hablar con Claudia, sabía que podía contar en ella para confiarlesus últimas aflicciones, pero la rubia cada vez que tenían un momento paraellas se ponía a wazzapear con sus amistades y muerta de la risa.
--Claudia por favor ponme atención necesito quehablemos…, -ambas chamacas estaban en hora libre y en un solitario banco queestaba ubicado en un rincón del patio del colegio.
--Jijiji… Ahhh…!, si espera… déjame mandarle un últimomensaje…, -la rubia movía rápidamente sus dedos en el teclado del celular,siempre sonriente y también mordiéndose el labio inferior mientras escribía.
--Y con quien te envías tantos mensajes?, -quiso saberla chamaca .
--Ahhh… es con un chico nuevo que conocí…
--Y de donde es?
--Tu no lo conoces, así que ya no preguntes mas… ymejor dime eso que quieres hablar conmigo…
--Resulta que la semana pasada cuando iba llegando ami casa…
--Ahí está de nuevo…jiji discúlpame Cielo Riveros  es que es muy insistente…, -le interrumpióotra vez Claudia sin dejar que la nena se explayara en sus pesares.
--Clau…!, así no podremos hablar… que tal si a lasalida del colegio vamos al centro comercial para que hablemos tranquilasmientras nos servimos helados…, -le propuso Cielo Riveros  , ya que sabía que Claudia dependíaimpulsivamente de su teléfono.
--Ay no Cielo Riveros , hoy  no puedo…!, resulta que me vienen a buscar porque meinvitaron a una parte…
--Pero adonde te invitaron…?
--Hay no amiga, es secreto, además que tu nunca te hasinteresado para donde yo voy cuando me invitan…
--Bueno tienes razón, entonces cuando podremos hablar?
--A lo mejor el finde… este chico quiere salir conmigotambién el viernes, y el sábado lo tengo reservado con mi novio, jijiji…
--Pero Clau recuerda que el próximo lunes empiezan losexámenes finales… debes estudiar…
--Ay no amiga eso no es para mí, ya te dije que yo melas arreglo con los resultados…
--Entonces hablamos la próxima semana?
--Claro que si amiga…! Ehhhh… Cielo Riveros  cúbreme en la ultima hora de clases… ya queme arrancaré del colegio, este chico está desesperado por salir conmigo,jijiji…
--Descuida Claudia tu sabes que siempre lo he hecho…,-le respondió la nena algo decepcionada al darse cuenta que a su rubia amigapor ahora le interesaba más hacer de las suyas con este nuevo chavo que hablarcon ella.
--Ay… esa es mi Cielo Riveros  …!, -la rubia junto con exclamarle loanterior le estampó un efusivo beso en la frente, para luego decirle, --Ahhhh…y no olvides que tenemos pendiente el viaje a la playa, lo pasaremos del unoamiga, nos comeremos a todos los chicos que queramos, jijiji…
--Clauuuu…! No hables así…!
--Ahhh… si, si descuida… les haremos el amorentonces…jijiji…
Cielo Riveros  nopudo evitar reírse con las ocurrencias de su salida amiga, desde el banco delpatio la vio alejarse siempre sonriente y wazapeando con el famoso chico quehabía conocido ahora, seguramente se estaban poniendo de acuerdo para algo.
Un no sé qué hiso quedar curiosa a la portentosachamaca, ella conocía a su amiga y Claudia por muy mala fama que tuviera en elcolegio no era de escaparse con chicos antes de la hora reglamentaria, si lohacía para irse al Mall con sus amigas para ver ropa y esas cosas, pero estabasegura que esta era la primera vez que lo haría para escaparse con un chavo.
Así que apenas se percató que la rubia no llegó a suúltima clase pidió permiso para ir al baño. Cielo Riveros  corrió rápidamente por el pasillo del segundopiso del pabellón escolar, sabía que desde uno de sus extremos se podía ver lapuerta chica que era por donde se daban las deserciones, y justo cuando llegó aese extremo la vio parada con su mochila, la rubia no se percataba que CieloRiveros  la estaba espiando desde elsegundo piso, solo estaba preocupada de mirar en toda direcciones, seguramenteoteaba el vehículo en el cual la pasarían a buscar.
La colegiala por su parte desde su puesto deobservación en las alturas también esperaba con mas curiosidad que antes lainminente llegada del nuevo chico de Claudia, hasta que con expectación vio quedesde la esquina más arriba de donde estaba la rubia estudiante se veníaacercando lentamente el cacharriento automóvil nada más ni nada menos que dedon Pedro.
Un extraño nerviosismo invadió el escultural cuerpo denuestra Cielo Riveros  que por más queabría sus hermosos ojos verdes mas no lo creía, hasta que cuando ella misma fuetestigo de cómo don Pedro se bajaba del vehículo para saludar a la rubia con unefusivo beso en la boca, y para luego de ver hacerla subir a su carrosimplemente se la llevó en dirección desconocida y quizás para donde.
Cielo Riveros  mientrasveía el carro de don Pedro desaparecer se sentía en un extraño estado tantosíquico como físico y muy difícil de definir, su carita mientras había idomirando la escena estaba inexpresiva y con sus mandíbulas muy tensas yapretadas, ni ella misma se daba cuenta como sus puños se iban cerrandofuertemente a ambos lados de su cuerpo.
Su mente no acostumbrada a pensar mal de las personasahora si le decía lo contrario, ya que se preguntaba el porqué Claudia no quisodecirle con quien se iba a juntar para salir, ahora ya no le extrañaba tantoque don Pedro en los últimos días a parte de ciertos mensajes no la habíallamado para citarla ni para molestarla, estaba claro se dijo de pronto paraella misma, esos dos se acababan de juntar para irse a culear pensó guarramentey con la ira de los celos en cada uno de sus poros.
Nuestra nena ni ella misma sabía que estaba celosa desu mejor amiga, por lo que caminando como un verdadero zombi por los pasillosdel plantel escolar fue a retirar su mochila del salón y pidió permiso pararetirarse a su domicilio aduciendo sentirse indispuesta.
Ya era la tarde del día viernes y había sido unasemana para los mil demonios para la mamasota. Aun estaba dolida con Claudia yaque la muy putilla al siguiente día de lo sucedido anteriormente le había dichoque no se  pudo juntar con el chico ese del cual le había hablado porqueeste no se apareció y que finalmente se tuvo que ir muy aburrida para su casa.
Con su mente totalmente atormentada por todos estospensamientos impuros la nena con miles de mariposas revoloteando furiosamenteen su estomago, y que no eran precisamente de amor al prójimo, se decía queesos dos aun se debían estar juntando para ir a revolcarse ya que en los dosdías posteriores por cada vez que llamaba al celu de su rubia amiga este estabaapagado y cuando la llamaba a la casa le decían que había salido con susamigas, y con don Pedro brillando por su ausencia, hasta que finalmente y yaqueriendo pensar en otra cosa se decía en forma enrabiada:
--Bueno si ellos querían seguir acostándose… alláellos…
Por otro lado, y que era más importante que lo otro(según ella) se consolaba que si Rodrigo le dijo que él sería quien le avisaríael día en que hablarían de su situación eso así sería, solo esperaba que ahorasí que nadie ni nada se interpusiera entre ellos.
Y fue como si los designios del destino estuviesen asu favor ya que en esos mismos momentos en que ella estando ya un poco masrecuperada de sus pesares, y  al estar casi terminando de hacer susdeberes escolares para luego ponerse a estudiar unas materias sintió quealguien tocaba insistentemente la puerta de su casa.
No eran golpes fuertes ni brutos, pero si eranconstantes y se notaba que la persona quien tocaba debía estar apurada, para susorpresa y en el momento en que se levantó de su escritorio para ir a ver quienllamaba tan insistentemente vio que al otro lado del umbral de la puerta era lamismita señora María (la madre de Rodrigo) en persona quien había estadotocando tan apremiantemente.
--Señora María…! que gusto…! Pase…! pase…! le sirvo unrefresco?, -la nena se puso muy nerviosa, esta era la primera vez que su suegraiba para su casa y quería que ella se llevara una muy buena impresión.
--No mija… no te preocupes… estas solita?, -la señoraya estaba al interior de la sala en la casa de Evelin.
--Si, mi mamá no llega hasta mañana, Usted sabe queella trabaja en el hospital público verdad?
--Si, si lo sé…, -le contestaba nerviosamente la viejamirando en todas direcciones de la casa.
--Y a que se debe su visita?, -quería saber lachamaca, --No me va a decir que a Rodrigo le ocurrió algo malo… Ohhh Dios quehorror…!
--No mija…! Rodrigo está bien… es solo que te venía abuscar para que fueras a la casa…, -le dijo finalmente y mirándola a la cara.
--A su casa?, -ahora sí que la nena no entendía nada,si Rodrigo quería verla bastaba con que él fuera para su casa, o llamarlasencillamente.
--Si mija, a mi casa…?, -volvió a afirmar la buenaseñora.
--Es que no entiendo… si con Rodrigo quedamos en queel me ub…
--El quiere cenar contigo… y me envió a buscarte…!,-le interrumpió su casi suegra.
--Ahhh ya veo, pero es que me tomó por sorpresa,ahorita mismo tenía pensado ponerme a estudiar…
--Por favor Cielo Riveros  …!, -seguía insistiendo la doña, --Ven acenar con nosotros mija…, si de verdad quieres a Rodrigo por favor vámonos lomás pronto posible, como te digo él quiere cenar contigo esta noche…
--Bien… si es así creo que me podré hacer un tiempo…,-la nena pensó que por haber dejado tantas veces plantado a su novio esteestaba tomando medidas precautorias para no quedar traumado nuevamente, así quele contestó finalmente: --Pero me tendrá que esperar un ratito.
--Gracias… confío en ti mija…
--No se preocupe, ahorita me doy una ducha, me cambioy nos vamos para su casa…
La nena no daba más de gozo, su Rodrigo extrañamentehabía enviado a su madre a buscarla para cenar, la más seguro que esa era laforma en que ambos retomarían su noviazgo.
La colegiala tras bañarse rápidamente se vistió conuna exquisita falda blanca, sus pantaletas y sujetador también eran albos comola nieve.
El ocaso de la tarde se mostraba algo caluroso por loque se decidió solo por una ajustada polera  blanca con tirantes en sushombros, para finalmente calzarse unos pequeñitos zapatitos del mismo color ycon el taco un poco altos, estos le calzaban perfectamente.
Una vez listas, suegra y nuera se pusieron en camino ala casa de la primera en donde Cielo Riveros se mostró muy conversadora, y en donde la vieja solo le contestaba casicon monosílabos:
--Y Rodrigo nos está esperando…?, -la chamaca iba tanemocionada que casi ni se acordaba de las traiciones de su madre, de Claudia yde don Pedro.
--Claro…!
--Uy que emocionante… Usted sabía que tuvimos unpequeño problema el fin de semana pasado verdad?
--Algo me dijo mija…
--Pero no le dijo los detalles…?
--No… no me los dijo…
--Oiga y su esposo va a estar en la casa…?
--No lo sé…
En eso ya iban llegando a la casa de Rodrigo, y fue enesa instancia en que la nena recién se dio cuenta que la señora María aparte decontestarle en forma muy fría tenía también los ojos muy hinchados si comohubiese estado llorando por algo, además de verle que un lado de su cara estabaalgo enrojecido e inflamado, en su momento quiso preguntarle si le había pasadoalgo malo, pero prefirió optar por la discreción, en este momento la señoraMaría ya cerraba la puerta de la casa tras ellas, mientras Cielo Riveros  cadenciosamente y algo preocupada por quiensabe qué cosa se dirigía a tomar asiento en uno de los sillones de la sala.
(2 horas antes en la casa de Rodrigo)
--Tu hijo es un bueno para nada… como no es capaz dedominar a esa potranca que tiene por novia?, Cualquier macho hecho y derecho escapaz de domarla, menos él, jajajaja…!!!!, -el odioso viejo otra vez se estababurlando del pobre chamaco, lo bueno era que este aun no llegaba del trabajo.
--Severianooo…!, eso a ti no debe porque importarte…solo te digo que ya no lo molestes mas, no hay un solo día en que no le digascosas, -le señora María defendía a su hijo mientras guardaba en el closet unaropa recién planchada.
--Pues se lo merece por estúpido…!, -el viejo lecontestaba con un vaso de cerveza en la mano y con la otra rascándose la guata.
--El año pasado también tuvo una novia y nada que ledecías cosas desagradables… no entiendo el porqué te entrometes tanto en larelación de Rodrigo y esta otra niña…
El viejo que andaba caliente por Cielo Riveros  desde hace semanas sentía imperiosamente lasganas de decirle miles de cosas a su esposa con respecto a esa niña, aun así semidió por el momento en sus dichos.
--Porque esa niña como tú le dices, es mucha hembrapara un imbécil como el…, satisfecha ahora!?, -le dijo para luego beber de sucerveza siempre mirando a su mujer.
--Ahhh… claro si lo recuerdo… el otro día le decíasque una joven como ella está hecha para hombres como tu verdad?, -ya habíafastidio en las palabras de la señora, y no era por la joven sino por lo frescoy sin vergüenza que era su marido.
--Pus… si y qué?, -fue la desafiante respuesta delhombrón italiano.
--Severiano…! Cielo Riveros  es una buena niña… por favor ya no te metasmás en los asuntos de ellos y déjalos tranquilos…
--Los dejaré tranquilos cuando a mí se me ocurra… ypor ahora no se me ocurre, jajajja…!!!, a propósito a qué horas se supone quedebería llegar este tarado, necesito que se suba al techo y que me repare laantena de la tele, hoy es el capítulo final de la novela nocturna y no quieroperdérmela.
--Hoy la farmacia esta de turno, por lo tanto Rodrigono llega hasta mañana.
--Queeeee…!? Y ahora como le haré para ver el final demi teleserie…!!!. –le consultaba en forma aireada don Severiano a su esposa.
--Pues hazlo tu mismo… así haces un poco de ejercicio,si quieres que una chica joven y buena moza no baje su mirada a la hora que vaspasando por lo menos intenta bajar esa tremenda panza que tienes…
Don Seve se sintió humillado a medias, ya que si biensu propia mujer lo estaba encarando y prácticamente diciéndole que no habíajovencita alguna capaz de mirarlo producto de su tremenda guata solo se dio acontestarle ahora con algo más de mal humor:
--Si que me miran para que sepas…!!!!
--Severiano…!, yo no sé de adonde sacaste que tu eresjoven… mírate al espejo, si ya estas viejo y canoso, además que no me cae engracia la forma en que miras a esa niña cuando viene  a la casa…
--Cual niña?, -el viejo por cada segundo que pasaba seiba aireando mas con la conversación.
-- Cielo Riveros … la novia de Rodrigo quien más…!
--Ahhh la puta esa…! jajajaja…!, -(si supieras que yahasta me la he cogido, pensaba el vejete)
--No le digas así…! esa joven no es como las de poraquí… ni siquiera se compara con tus sobrinas que la mayoría han quedadoembarazadas de puros vagos…
--Así ah…?, -el viejo quien no le aguantaba a nadieque ofendieran a su familia se levantó rápidamente de su sillón y se fueacercando a su esposa para luego en forma desafiante decirle: --Y quien teasegura a ti que esa modosita pendeja de tetas grandes no es buena para laverga…
--Porque no lo es y punto…!, -la señora María ya seestaba comenzando a asustar por lo alterado que estaba su marido.
--Si que lo es vieja estúpida…!, me vas a seguir contradiciendo!?,-un extraño brillo predominaba en los ojos del furioso viejo.
--Por Dios Severiano… es la novia de Rodrigo…!, -laasustada mujer decía lo anterior solo por contestar algo, en el estado en queestaba su marido muy pronto iba a querer golpear a alguien, y ella bien que losabía.
--Jajajajajaja…!!!, claro…!!! y eso es justamente loque más me da risa… jajajaja…!!! Que siendo la novia del estúpido de tu hijo,sea este el único que aun no se la puede encamar mientras otros ya si lo hanhecho…, jajajaja…!!!
--Eres muy mal hablado…! acaso no piensas que hasta podría ser tu hija…?, -la señora estaba desesperada por ponerle pañosfríos a la conversación.
--Pues no lo es…!, además que solo te digo la puritaverdad…!!!, -el viejo casi tenía arrinconada a la pobre mujer contra un rincónen los muros de la casa.
--Bueno tal vez así sea en otros casos, pero no con CieloRiveros  y menos contigo…, -por favordéjame pasar que debo preparar la cena.
--Y que te hace pensar que yo no me puedo coger a unahembra joven como esa… como la tal Cielo Riveros  mas precisamente?, -el viejo se habíainterpuesto en su camino no dejándola avanzar cuando la mujer quiso dirigirsehacia la cocina.
--Ya Severiano…!, yo no quiero seguir con estaconversación… por favor déjame pasar…
--Pues yo si quiero seguir con la conversación…! , -laseñora María creía ver como a su marido poco a poco se le iban inyectando losojos en sangre, mientras este mismo ya estaba como un verdadero demente, --Túla iniciaste, así que ahorita mismo la terminamos…, dime desgraciadaaaa…!!!Quien te crees tú para venir a decirme que yo no puedo culear a una pendejacomo esa… Dimeee…!!!!
--Severiano… yo no he dicho esoooo…!!
--Si lo dijiste vaca de mierda…!!! ahora contéstame loque te estoy preguntandooooo…!!!!, -el viejo ahora se mantenía en una posicióndesafiante y con sus puños cerrados, su esposa estaba aterrada.
--Severiano por favor no te pongas así… le hace mal atu ulcera…!, -le decía la vieja intentando calmar a su marido.
--A la verga mi Ulcera vieja desgraciada…!!!! y vamosrespondiendo… que te hace pensar que la pendeja esa no sería capaz de acostarseconmigo?
--Severiano se sensato y mira la edad que tienes…!!!
El viejo sintiéndose otra vez insultado por su mujer yno midiendo consecuencias ni situaciones fue y le soltó la verdad:
--Pues te digo que ya me la culie desgraciada…!!!!,que me dices ahorita de la linda noviecita de tu hijo…!!??
--No, eso no es verdad solo lo dices porque estasenojado…
--Si que lo es… y para que sepas que me la estuveculiando una mañana entera en nuestra propia habitación… tal como me culeo atodas las putas que quiero cuando tú no estás en la casa…!!!!, como te queda elojo viejita?
--Mentira…!!! eso es mentira…!!! tú le darías asco auna joven como ella…!!!
En eso la vieja sintió como su marido la tomabafuriosamente del pelo para jalarla contra su cuerpo.
--Asco??? Pus te voy a demostrar la clase de noviecitaque tiene tu hijo…
--Que vas a hacer Severiano!!??, -decía la pobre mujermientras el viejo la zarandeaba tomada de las mechas.
--Yo no voy a hacer nada… serás tú quien lo hará, asíque ahorita mismo te me arreglas y me la vas a buscar, aprovecharé que eseimbécil no llegará esta noche y me la cogeré en tus propias narices…, -le dijofinalmente y por fin soltándola de sus canoso cabellos.
--Que cosas dices Severiano? Snifssss… yo no le haréeso a esa pobre niña…
--Te me vas a buscarla mierdaaaa…!!!, -el viejo juntocon gritarle apuntaba hacia la puerta de la calle.
--Noooo…!, yo no iré a buscar a nadie…!!, -ahora laseñora María hablaba haciendo ademanes de taparse la cara ya que veía que encualquier momento su marido se la zurraría.
--Si irás…!, -el viejo fue y la tomó fuertemente de unbrazo para el mismo comenzar a arrastrarla hacia la puerta mientras le ibadando conocimiento de sus requerimientos, --E irás porque yo soy el que temantengo a ti y al estúpido de tu hijo…
--Él… él trabajaaaa…!!!, -claramente la señoradefendía a su hijo mientras la arrastraban.
--Si, trabaja solo para comprarse teléfonos, ropa ycuanto mamada que no sirven para nada en este hogar, ni siquiera compra unacoca cola para la hora de almuerzo, y si la compro yo es él quien se la bebetoda viendo televisión o lloriqueando como los maricones, así que como yo losmantengo a los dos ahorita me obedecen…!!!, -el eufórico y salido viejo yaestaba abriendo la puerta de la calle, --Así que si no quieres que te peguevamos moviendo ese culo y me vas a buscar a la pendeja esa para otra vezhacerla mi mujer, cosa que tu hijo no está capacitado para hacerlo, jajajaja…
--No…!!! Severiano tú estás loco…!!!, -chillaba lavieja cuando notó que su marido la estaba empujando para afuera de la casa,ella rápidamente cargó su cuerpo en la puerta volviéndola a cerrar, acto queahora si sacó de las casillas al excitado y enloquecido vejete.
--Si, estoy loco…!!!, pero loco de calentura porvolvérmela a coger…!!! así que tomaaaa…!!! --Plafffff…!!!, --Tomadesgraciada…!!! Plaffffff…!!!! --Vas a ir ahora…!!!???, -fueron dos fuertescachamales que el viejo le puso a su esposa para hacerla entender.
--No…! no ireee…!!,
--Plafffffff…!!!!, -retumbo otra bofetada aun másfuerte que las anteriores… --Iras ahora…!!??
--Sniffsss…!!!! Pero si tantas ganas tienes dehacérselo a esa muchacha… ve a buscarla tu mismo, no dices que ya lo hicieron?Sniffsss…!!!, -ahora ya la señora María lloraba desconsoladamente.
--Si…!, si lo hicimos… pero si yo la voy a buscar senegará a salir de su casa, la muy zorra ahora se niega a aceptar que le gustomi verga, o porque razón crees que ahora no viene tan seguido… te lo haspreguntadooo!?
--Severiano por favor…!!!
--Te digo por última vez… ve a buscarme a esa chamacaporque ya no me aguanto las ganas de volvérmela a culear, o ahorita mismo tellevo para el patio y te ahorco… vas a ir…!?
--Si… si… si ireeee…!!!, pero ya no me pegues…!!!!,-aceptó la pobre mujer cuando vio que su marido nuevamente estaba levantando sumano para con toda seguridad dejársela caer por donde fuera.
--Mira vieja… si no estás aquí con ella dentro de unahora te juro que te salgo a buscar para matarte a patadas y después las pagarael baboso de tu hijo… estas clara?
--Si… iré a buscarla Severiano…! pero por favor no lehagas daño a Rodrigo… es mi hijo como no lo entiendes…!, -le suplicaba con lasmanos la sufrida señora María ahora arrodillada a los pies de su marido.
--Si… si lo sé…! –el viejo junto con ir hablándolenuevamente la tomó de sus cabellos jalándola para que se pusiera de pie, --Perocuando yo te pedí tener hijos me saliste con la mamada que estabas operada… asíque ahorita y si Diosito quiere yo mismito me encargaré de hacerme uno para mísolo y será la yegua esa que me irás a buscar quien me lo dará, jajajajaja…!!!!ya verás como chilla de calentura cuando tiene una buena verga adentro de laconcha.
--Está bien…!, está  bien…! ya voy pero ya no mejales del pelo…!
--Entonces apúrate estúpida, y a penas llegues conella prepara la cena y nos sirves, hoy quiero cenar con mi nuera postiza,Jejeje… por lo menos que me sirvas para algo, jajajaja…!!!, -le dijo finalmentey soltándola.
La pobre señora María tras haber caminado un par decuadras muerta de miedo no pudo evitar sentarse en el banco de una plaza paracalmarse un poco y limpiarse las lágrimas maldiciendo el día en que pensandoilusamente decidió casarse con ese demonio que tenía por esposo después dehaber enviudado en su corto y primer matrimonio.
Eran ya más de 15 años en que llevaba mortificándolosa ella y a Rodrigo. Pero esto ya era el colmo, de donde había sacado Severianoque la dulce novia de su hijo iba a querer acostarse con él, a pesar de ellosabía que debía ir a buscarla, o sino las consecuencias serían peores.
La iría a buscar pero solo lo haría para que nada maloles pasara a ella y a Rodrigo, además que estaba segura que eso de que CieloRiveros  y su esposo se habían acostadosegún este ultimo aseguraba eran solo patrañas, aparte de que ella confiabamucho en la integridad de la bella chamaca.
(Hora actual en la casa de don Severiano)
Cielo Riveros  aunestando un poco nerviosa al haberse percatado del estado de su suegra semantenía sentadita en el sofá esperando que en cualquier momento se aparecierasu amado Rodrigo tal como le había entendido a la señora María.
Desde su ubicación en el living de la casa veía comola callada señora solo se mantenía en silencio haciendo los quehaceres de lacocina y ubicando los cubiertos en la mesa, la nena notaba que la doña de lacasa estaba alterada por algo.
Fue en eso que desde la habitación matrimonial conprofundo estupor vio aparecer a ese tremendo viejo panzón, de pelos canosamenteencrespados y de bigotes espesos que ya en una ocasión se la había violado.
El vejete mientras había estado esperando que suesposa le trajera a la chica que pensaba violar nuevamente se había estadoengalanando para ella, vistiéndose con pantalones y camisa de color negro, yataviado en su regordete cuello su gruesa cadena de oro, dándole un aspecto másde maligno narcotraficante que de un típico amante latino como él deseabafigurar ante nuestra mamasota.
--Jejejeje… pero si no es mi nuera postiza la que estasentadita esperándome?, -fue lo primero que dijo el indeseable hombre al iracercándose lentamente al sofá en donde esperaba la colegiala.
Una ahora si muy asustada Cielo Riveros  puso atención a las palabras del viejoSeveriano, ella no estaba esperándolo a él sino que a Rodrigo, así querápidamente se quedó mirando a su suegra quien en esos momentos estaba poniendofuentes con ensaladas en la mesa, notando que la señora María por algunaextraña razón rehuía su mirada.
--Señora María…!, -le habló de pronto, --y donde estaRodrigo?, Usted me dijo que él estaría esperándome…!!, –pero fue su casi suegroquien le contestó antes de que la vieja le dijera algún tipo de mamada a esaexquisita potranca que otra vez el tenía a su disposición.
--Tu novio llegará en un rato mas chamaca, así quemientras llega seré yo quien te atienda en esta casa, jejejeje…, -Severiano semostraba muy dicharachero y sonriente, pero por dentro y mirando el alboatuendo en que se presentaba el femenino objeto de su obsesión sentía que sucalentura iba aumentando peligrosamente, debido a que desde el día en que lahabía probado sexualmente decidió no aparearse con su mujer ni con las putasque comúnmente introducía a su casa o al restorán del que era propietario, enesa oportunidad el vejete había pensado equivocadamente que se le daría másfácil volver a acostarse con ella.
El asunto era que el viejo estaba desesperado porcogérsela, si hasta se imaginaba que toda la leche que se le había ido acumulandoen las pelotas en todo este último tiempo esta ya debiese estar añejada al notener a la hembra indicada para que se la ordeñase, como también temía que sise prolongaba esta situación todo aquel espeso semen descompuesto se le podríair al cerebro y adquirir una enfermedad siquiátrica.
En tanto Cielo Riveros al ver que se le venía aproximando aquel grotesco vejete que desde yacasi un mes atrás se lo había hecho a la fuerza rápidamente intentó ponerse depie para en último caso ir a ayudarle a su suegra mientras su novio llegaba,pero fue detenida rápidamente por don Severiano quien tomándola de un brazo laobligó a volver a tomar asiento.
--Tranquila mi Reina… si aquí sentadita no te va aocurrir nada malo… deseas algo para beber…?, -le dijo entre cordial yamenazante a la misma vez que tomaba ubicación al lado de ella.
--No, gracias…! No tengo sed…!. –la asustada colegialaveía muy de cerca como le colgaban los cachetes de su cara adornados por eseespeso bigote plomizo que los cruzaba por debajo de su ancha nariz. Rápidamentey en forma inevitable a su mente vinieron esas asquerosas imágenes de cuandoese repulsivo hombre obeso había estado encima de ella y moviéndose sobre sucuerpo con su cara desfigurada por un inmundo placer, a la nena le dieron ganasde ponerse a vomitar.
--Creo que insistiré…, -volvió a decir el viejo quienestaba ajeno a los pensamientos de la bella colegiala, --Quieres beber algoconmigo mientras esperamos la llegada de tu novio?
--Le dije que no…!, -le volvió a repetir CieloRiveros  cruzándose de brazos a la alturade sus tetas y mirando en sentido contrario y con cara de fastidio.
--Pues entonces beberás al gusto mío…! Viejaaaaa…!,-gritó desde el sillón claramente dirigiéndose a su esposa. --Trae una botellade vino tinto y dos copas…! y apúrate…!!
La señora María al minuto llego con la botella de vinoy las dos copas que le había pedido su esposo.

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