El viudo y Juliet

Tengo 34 años, hace 3 años quedé viudo y aún no lo supero. Mí esposa murió de cáncer. Unos meses antes volviendo de la clínica, pasando por el hogar de huérfanas que está de camino a casa, me dijo que quería adoptar. "Esas niñas la pasan muy mal allí, me gustaría hacer algo por alguna de ellas". Pocos días después nos dieron las peores noticias. 
Ahora cada vez que paso en el colectivo por enfrente de esa casa hogar, me acuerdo de ella. Por unos segundos veo a las niñas volver de la escuela, jugar, pelearse... quizás hubiera sido todo distinto.
Una tarde un jovencita menuda subió al colectivo en la parada del horfanato y sentó a mí lado. 
La observé de reojo: vestía un equipo deportivo algo sucio y una mochila.
En un momento siento su mano en mí pierna. Entre sus dedos un papel. La miro y me hace un gesto de que lo agarre. Al abrirlo leo: "X 1000 TLA CHUPO" . Si entender del todo lo que decía, me le pare y dije 
V: - Bajo en la próxima
 Ella me dio paso y descendí en mí parada. A los pocos metros, la jovencita se cruzó delante mío: 
J:-ehy, ¿en dónde querés que te la chupe?
Atónito alcance a decir
V:- ¿Perdón?¿Cómo?
Parandose junto a mí con su mano en mí entrepierna y con cara pícara me dice
J:- No entendiste? No te gustaría que te la chupe por mil pesitos?
No lograba reaccionar, por mí cabeza corría la idea perversa de ver mí pija dentro de su boquita, y a la vez me enojaba que esa pequeña estuviera jugando conmigo. Mí reacción fue devolverle la provocación: apoyé mí mano es su cola teniendo mí dedo entre sus nalgas y le dije
V:- te doy 5mil si dejas que te haga todo.
 Instantáneamente se apartó de mí. Yo seguí caminando a mí casa. Unos segundos después me alcanzó y me dijo 
J:-a dónde vas?
V:- A mí casa
J:-¿En serio me darías 5mil?
La mire y solo le sonreí. No tardó de volver a pararse frente a mí: 
J:- ok, ¿me llevas a tu casa entonces?
V:-Ya estamos, es aquí- le contesté señalándome la reja de entrada.
Ni bien entramos, dejo su mochila en el sofá y comenzó a observar todo a su alrededor.
J:- ¿Esa quien es?- preguntó señalando un portaretratos con la foto de mí difunta esposa.
V:- Nadie - contesté volteando el portaretratos. 
Miro mí mano y volvió a preguntar 
J:- -¿Sos casado? 
De inmediato respondí 
V:- viudo
 Algo en sus ojitos cambio. 
La levanté y la dejé sentada en la cómoda junto al portaretratos y comencé a besarla. Baje el cierre de su campera deportiva, mientras su remera blanca gastada dejaba traslucir los pezones de sus pequeñas tetas. Muy exitado desprendi mí cinturón justo o cuando ella me detuvo: 
J:-En serio me vas a pagar 5mil? 
Tomé mí billetera, saque el dinero y mostrándole, lo puse en el bolsillo de su campera. La baje de la comoda y poniéndola de rodillas, le puse mi miembro frente a su rostro. Inmediatamente abrió su boca y comenzó a chuparla con algo de torpeza, tanto que podía sentir sus dientes en mí glande. Allí nomás la detuve, 
V:- Esperá- tomándola del mentón le  dije 
V:- saca la lengua.
Frote mí glande por su lengua y la lleve lentamente dentro se su boca. Ahora sí, era como imaginaba que me la chuparía con esa boquita. Tanto morbo no me pude contenerme de pentrea su garganta. Así que empuje rítmicamente tres veces su cabeza hacia mí. Ni bien liberé su cabeza, saco mí pene de su boca con una arcada babosa. La ayude a pararse y mirando sus ojitos vidriosos, limpie su boca con mí mano y volví a besarla mientras bajaba su pantalón de jogin hasta por encima de su rodilla. Acomode mí verga entre sus piernas de manera que mí tronco frotara su clítoris. Podía ver en el espejo del bargueño como mis manos apretaban su pequeñas nalgas. No tardó en aflojar su cuerpo y en humedecer su vulva. Quite mí verga de entre sus piernas, la alse en brazos y la lleve a la habitación. 
La senté al borde de la cama. Me arrodille, le quite sus zapatillas y el pantalón: mis sospechas se confirmaban al ver qué no tenía ropa interior. Abrí su delgadas piernas, la recosté en la cama y me deleite con su suave y tierna vulva. Su ralo bello púbico adolescente olía a jabon barato y su clítoris a un sube sabor acre que al momento se volvió dulce por sus fluidos. Ella se retorcía y apretaba el acolchado con sus puños. 
Al bajar mí lengua hasta la entrada de si vagina estallo mí sorpresa: aún su himen estaba allí. Pase mí lengua un par de veces y sentía mí pene ponerse más duro, como pidiendo romper esa membrana que la convertiría en mujer. Termine de quitarme los pantalones y sin pensarlo más empuje mí miembro dentro suyo. Su ojo se abrieron, un grito ahogado salió de su boca, mientras que con su manos empujaba mí vientre queriendo sacarme. No hice caso y la penetre más profundo. Se quejo un par de veces más y la alce sobre mí. Se aferró a mí cuello y la oía jadear en mi oído. En un momento sentí como su conchita se contraía y su gemidos se convertían en quejidos. Le pedí que se quitará la remera y sin quitarle mí verga, la recosté en la cama para besar sus pequeñas tetas. En la siguiente tanda de contracciones, mí verga estallo de semen dentro suyo a gorgotones.
Nos quedamos un momento así y luego se la saque lentamente. Se recostó junto a mí un instante, y me preguntó 
J:- te gustó?
V:-Si mucho, pero aún no terminamos.
Haciendo cara me dijo
J:-  Uff, está bien. pero se suave
Se puso boca abajo y comencé a mojar su ano con la mezcla de sus fluidos y mí semen. Por momentos mordía su labio como demostrando placer. Su culito turgente no cedía demasiado a mis masajes. Yo no podía más con mí erección. Me subí sobre sus piernas, tomándola de las caderas, movía mí verga entra sus nalguitas. Más dura se me ponía. Acomode la punta de pene contra su ano y empecé a pujar. Sentía como su esfinter apenas cedía, y comenzó a gritar y llorar. Increíblemente más me exitaba. Me cargue sobre sus muñecas y dejé caer mi peso. Su ano se abrió de golpe y mí miembro le entró hasta la mitad. Abrío su boquita en una mezcla de asombro y dolor, sin poder emitir un sonido. Retrocedí un centímetro y empuje el resto dentro de ella. Todo el morbo hizo que acabara en un par de movimientos. Por un instante crei que no iba a poder sacárselas de su culito. Cuando se la saque, su ano aún palpitaba abierto. Se puso costado y levantó el torso como queriendo ver qué había pasado en su cola. 
V:- "Perdón me exedi por completo" dije.
Su rostro cubierto de lágrimas y mocos no daban respuesta. Llevo sus dedos a su culo y vio como mí semen le brotaba mezclado con hilos de sangre. Le acerqué una toalla del baño y con un poco de algodón limpié su culito desgarrado.
V:- Si quieres puedes quedarte a dormir.
Enterró su cara en la almohada y no se movió en toda la noche. La cubrí con el acolchado y me recosté a su lado.
A la mañana siguiente sonó la alarma. Su rostro reposaba en mí pecho. Me levanté y prepare el desayuno. Ella se levanto y vino al comedor con su ropa puesta. Se sentó y comió lo que le había preparado. Me preguntó 
J:- ¿vivís sólo?
V:- Sí
J:- ¿hace mucho que no cojias?
 V:- Hace más de tres año- contesté. 
J:- ¿Que hora es? 
V:- Siete y 10
J:- ¡¡Uhy llego tarde al colegio!! 
V:- ¡¿Cómo?!
J:- ¡ Qué!¿ Cuántos años crees que tengo?
V:- No sé -, no podía salir mí asombro. 
J:- Tengo 18. Los cumplí hace una semana. ¿No viste que subí en la parada del horfanato? Bueno ya no puedo estar más allá, pero quiero terminar la escuela.
Quedé azorado.
J:-¿No querés que venga esta noche a dormir a tu casa? tan bruto prometo no cobrarte nada.

Desde entonces somos pareja. Ella es mi consentida. Le compro ropa de la mejor y soy mas suave con ella. Ella me lo compensa con los mejores y más perversos momentos de sexo.

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