Relato gay: mis primeras incursiones y aventuras en Grindr

Antes que nada, debo avisar que estoy recontra fumado ahora mismo mientras escribo esto, así que desde ya pido disculpas por cualquier error ortográfico o de coherencia.


Desde que tengo memoria que fantaseo con tener sexo con un hombre. Se me desarrolló casi al mismo tiempo que la heterosexualidad así que supongo que en realidad siempre fui un bisexual, aunque a decir verdad nunca encontré a ningún hombre atractivo, pero soñaba con comer pija.

Bueno, me fui de tema, la cuestión es que desde que tengo dicha fantasía, recién en este momento de mi vida (tengo 20 y algo, no muy lejos de los 30) que me estoy animando a explorar esa fantasía, y así comenzaron mis primeras excursiones en Grindr.

Empezaré diciendo que yo ya había tenido una experiencia homosexual antes, pero quedará para otro relato. Sin embargo, esa primera vez no lo disfruté tanto así que andaba con ganas de darle otra oportunidad. Me bajé Grindr. Al principio fue una suerte de chiste, como para saciar mi curiosidad. Me divertía pensando si me encontraría a algún conocido que no sepa que era gay (y sorpresa, si los encontré!!!). Por supuesto, como yo soy recontra tapado, no ponía fotos mías, ni siquiera de mi cuerpo. Esto dificultaba "matchear" con otros, porque muchos quieren ver foto de la cara y es entendible, pero yo no me animaba a pasar, así que cada vez que alguien me pedía foto de cara, era cortar la conversación. Y si, ya se que soy el estereotipo de hombre que odian los gays, porque parecía que solo les daba vueltas, pero yo soy extremadamente tímido al respecto.

Otra cosa que debo aclarar es que mi biografía solo decía "chupo pija, si tenés en tu auto". El auto me parecía un lugar fácil y relativamente sutil de hacer algo rápido como un pete. Por supuesto, los encuentros debían ser de madrugada. La cosa era: venis, paras, te pasas al asiento de atrás, me avisas, me subo, chupo, trago y me voy. Nada más ni nada menos.

Una noche me habla uno. Al principio pide foto así que ni contesté. Al rato me pregunta si lo quiero petear, y manda foto de una pija. Le pregunto si tiene auto y me dice que si, y arreglamos en una calle oscurita. No volvió a pedir foto.

Así que hice el trámite. La experiencia? Regular, tirando a mala. No me gustó como me imaginé que lo haría. El tenia una camioneta y lo hicimos en la parte de atrás, me comí su pija, al principio tuve que hacerla crecer con la mano y pasaditas de lengua. Después parecía como una banana, dura y curva, y aunque no disfrutaba su sabor, me daba morbo lo que estaba haciendo. Mientras le comía la pija, empecé a sentir algo caliente en la boca. Leche ya? SI, y la tenía en la boca, así empecé a tragar, y me ahogué. No pude tragarle la segunda mitad de su orgsamo, pero algo es algo. Antes de irme me dijo que la próxima me haría la cola, pero desde entonces no lo volví a encontrar en Grindr.

La segunda experiencia la resumo porque es la parte aburrida. Mismo procedimiento que con el anterior, solo que esta vez era un auto. Había fumado porro y creo que me había caído medio raro, porque en medio del pete empecé a pensar en ets y como me estaba exponiendo. Tuve que parar, le ofrecí pajearlo pero no quiso. Le pedí perdón y me fui.

Que si me arrepiento? La verdad, si. Ahora pienso que si estuviese en ese momento, me comería esa pija como un plato delcioso, pero en ese momento no se que me pasó.

Y bueno gente, eso es todo. Podría haberles dicho que la segunda vez me hicieron la cola, o que me comí las vergas como un profesional pero no, decidí mantener la historia 100% verídica. Espero que les haya gustado.

0 comentarios - Relato gay: mis primeras incursiones y aventuras en Grindr