Cielo Yamile River-os mis aventuras sexuales con viejos 16

Cielo Yamile River-os mis aventuras sexuales con viejos 16


Cielo Riveros luego deunos buenos minutos de chupadas y acaloradas succiones se sacó la verga de laboca, el vejete no le dijo nada ya que su nueva mujercita lo tenía en elparaíso del placer, para luego ella solita proceder a pasarse la dura ygoteante tranca por toda su linda carita, besando y lamiendo desde el pulsantee hinchado glande, pasando por el tronco venoso y llegar hasta sus testículoslos cuales fueron lamidos y lengüeteados por todas partes y por unos buenosminutos, Cielo Riveros notaba como la verga del viejo se envaraba aún más enlos momentos en que ella paseaba su lengua por debajo de las bolas, el viejohabía subido una de sus piernas al sillón por la tanto la nena podía verclaramente aquellas partes más que intimas que poseía el viejo detrás de sustestículos, y por mas asco que ella sentía al estar pasando su lengua en aquelsector inmundo no podía separarse de ahí, con su corazón latiendo a mil y enforma delicada pero muy envalentonada fue acercando su lengua a aquella parteprohibida para cualquier chica del calibre de ella.
Don Severiano estabacon sus ojos en blanco sintiendo como la chamaca le lamia y le chupaba una yotra vez la parte baja de sus testículos, por su parte Cielo Riveros ya noaguantando mas tanto vicio en los labios simplemente corrió su dulce boquita ysin ni siquiera en que nadie se lo solicitara comenzó a lamerle el culo a donSeveriano, que ya estaba que se desmallaba de calentura por lo que le estabahaciendo la novia de su hijastro, la chamaca poseída casi por el demonio nocesaba en las lamidas anales que le estaba dando al viejo, este se había puestocasi en 4 patas en el sillón mientras la chica ahora puesta de rodillas lepajeaba la verga colgante, a la misma vez que lo premiaba con la mejor lamidaanal que jamás en su vida le había dado a nadie.
La nena pasaba una yotra vez su lengüita haciendo círculos con la punta de esta, para  de aratos separarse y volver a abrir su labios y llevarlos hacia el peludo ojeteque se estaba comiendo, hasta daba la impresión de que ella lo hacía hasta casicon agrado, ya que en veces mantenía sus labios abiertos y bien pegados en todaaquella zona en  donde lo único que se movía era su lengua y sus mejillasque hacían movimientos de succión, en fin Cielo Riveros estuvo varios minutos pasandosu lengua y sus labios por todo el orto del viejo quien se estremecía por cadacontacto bucal que hacía la chica con su circunferencia posterior.
Hasta que nuevamentela depravada mente de Cielo Riveros la hacían volver a ocuparse de lostestículos y de la verga del viejo, comenzando a mamársela como unaendemoniada, casi se la trago de un solo bocado, succionándola con dedicación,para luego avanzar un poco más y de otro tarascón termino por tragárselaentera,  su naricita rozaba con los gruesos pelos crespos de la pelvis delviejo, prácticamente la tenía totalmente embutida en su boca hasta la mismaraíz de esta, quedándose así por unos buenos segundos, siendo su único contactocon el vejete la gruesa verga de este dentro del fondo de su cavidad oral, paraluego y así mismo sacar como pudo su lengua e intentar lamerle las bolas sinretirar un centímetro de su boca la grotesca verga que se estaba tragando.
El viejo quien yahabía vuelto a su posición la miraba a sus hermosos ojos verdes que también lomiraban a él desde abajo, y en deleitosa conmemoración a la recientelengüeteada anal que le había obsequiado aquella hermosa ninfa de vestido azul,la tomo de su oscura cabellera y se la empezó a follar por su boquita conmovimientos firmes y desquiciados, su verga se deslizaba fácil en su cavidadoral, se la ensartaba en lo mas profundo de la faringe, la detenía ahí unmomento para luego sacársela a la altura del glande y de nuevo incrustárselahasta el final de su garganta, el feliz vejete casi se infarto ahí mismo cuandovio que la nena había subido su vestido y abierto sus muslos, sencillamente lachamaca se estaba masturbando arrodillada mientras le mamaba la verga, por loque iracundo de don Severiano comenzó a culearle la boca con más rapidez aun.
Fue en ese momento queal tener su enrojecida y viciosa mirada puesta en la ventana se pudo dar cuantaque a lo lejos venia nuevamente de vuelta su cabizbajo hijastro, situación quelo llevo al desenfreno absoluto,
--Ahora zorraaaaa!!!Estoy a punto de correrme… Oooohhh!!!, ya me vienen los mocos putaaaaaaaaahhhhhhh!!!, aquí te vannnnn!!!!, toma mi semen puta aaaahhhhhhhhh…!!!!!
El primer chorro salióexpulsado con fuerza, este fue directo a su garganta en donde Cielo Riveros lotrago sin ningún tipo de asco o inconveniente, otros tres dieron en su paladar,y los siguientes disparos iban llenando la cavidad bucal de la perversajovencita, y por cada disparo de hirviente y nutritivo semen este ibaacompañado de un lujurioso estremecimiento de placer por parte del viejo.
Cielo Riveros con susensual boquita abierta recibió una sustanciosa y no menor cantidad de losespermios de don Severiano los cuales no dudo en tragárselos en forma golosa yhambrienta, en su vestido azul habían numerosas muestras del líquido blanco ybrillante que cayeron desparramados en el instante último de la eyaculación,
--Jajajajaja… te loscomiste todos putaaaaa!!!, ya te premiare en otro momento por eso que mehiciste atrás hace un rato, jajaja!!!... ahora levántate y sale por la puertade atrás, ahí viene tu novio…
La cara de viciosa quetenía la atractiva muchachita en esos momentos desapareció en el acto cuandosus oídos escucharon que Rodrigo venia aproximándose,
--¿¡Que es lo quedice!?, le consultaba mientras que con una de sus manitas intentaba quitarserestos de semen que había quedado desperdigados por su barbilla y por su cara,
--Jajajaja… ahí en laesquina viene el maricon de tu novio… así que arranca por la puerta de atrásdel patio…, mientras se ´ponía un pantalón deportivo que había traído desde lahabitación cuando la nena se había estado bañando, la desequilibrada mente delviejo ya había maquinado una humillación aun mayor para el inocente muchacho--Pero quiero que cuando te des la vuelta hagas como que vienes a visitarlo ylo saludes con un prolongado beso con lengua, jajaja…
--Noooo don Seve…!Usted está loco… yo no hare eso…!!
--Lo harassss!!!, oquieres que te mantenga aquí y le diga que tú eras la puta que estuvo cogiendoconmigo durante toda la mañana, jajajajaja…
Cielo Riveros yapuesta de pie vio que Rodrigo ya estaba muy cerca de la casa, el viejo la teníasujeta por unos de sus brazos,
--Está bien… lo harepero déjeme arrancar…
--Jjajajjaja vete… yrecuerda… quiero que le metas la lengua bien adentro, jajaja… y mañana tequiero tempranito y bien bañadita, jajajaja ahora largoooo!!, que el chamaco yaestá que llega, jajajjaa!!!!
Cielo Riveros saliócomo pudo de la casa de don Severiano por la puerta trasera, mientras caminabamirando en todas las direcciones como comprobando que no hubiera ningúnconocido que la viera salir de la casa de su novio cuando este no estaba y quesolo había estado ella con su padrastro, pero se calmó al darse cuenta que nohabía sido vista por nadie, pero ahora venía lo más espeluznante de toda lasituación, ella tendría que besar a su novio después de haberle mamado yhaberle hecho esa otra cosa al viejo ese que solo disfrutaba haciéndolospadecer a él y a su madre.
Viéndose ya al frentede la puerta intento calmarse y trato de adoptar la forma más natural posible,hasta que haciéndose la que ahí no pasaba nada, toco la puerta de Rodrigo,
--Híjole… pero miraquien te ha venido a visitar chamaco, le dijo el viejo a su hijastro en elmomento que el mismo le abrió la puerta a Cielo Riveros,
Rodrigo quien saliódesde el interior de su habitación no pudo dejar de expresar en su rostro lainmensa alegría de que su Cielo Riveros por fin hubiera aparecido, como si nadala tomo y la llevo para el lado de afuera de la puerta de su casa, ya que no legustaba que su novia estuviera tan cerca de su padrastro, y menos que ahora noestaba su madre en el hogar, ya que sabía lo muy confianzudo que era este concualquier mujer que tuviera cerca.
Ya afuera de la casael joven por fin le pudo hablar más tranquilo,
--Donde estabas CieloRiveros?… he ido dos veces a tu casa y no había nadie,
-Es que como tudijiste que llegarías temprano… yo solo…
--Si, le corto elchamaco, --Ya me lo dijo tu abuelito… te fuiste al colegio pensando que yo noiba a llegar…
Cuando Cielo Riveros estabalista para decirle algo a su novio, vio que desde la ventana le hacía señas donSeveriano, la chica solamente llevo sus manos a los hombros de su “amado”, ycomenzó a besarlo en forma efusiva, batía su lengua con la de él casi con dulzura,como a su vez miraba con sus ojos verdes hacia donde estaba el vejete quienmiraba con cara de satisfacción y que este le hacía señas con su mano y elpulgar levantado, notificándole que por ahora todo estaba bien.
Luego de ir a dar unavuelta a la plaza, en donde el chamaco encontraba algo extraña su novia, sesentaron en un banco para platicar,
--Entonces ya que hoyno logramos hacerlo, ¿cuándo será?, le preguntaba el enamorado muchacho a sunovia,
--Hay no lo séRodrigo… hoy era el día, ahora ya no estoy segura de nada…
Cielo Riveros sesentía extraña al estar abrazada a Rodrigo siendo que solo hace algunas horashasta había estado bufando de una infinita calentura en los brazos de supadrastro, y eso que ella le había hecho en su trasero ahora hasta le dabanganas de ponerse a vomitar,
--En qué piensas mivida, le pregunto el chamaco al verla tan pensativa,
--En nada… solo soncosas que a veces hace una…, le dijo con su mirada puesta hacia el suelo,
--Jejejeje…y que cosasse supone que hacen a veces ustedes las chavas…
--Nada Rodrigo no mehagas caso…
--Amor… que comisteantes de venirte del colegio?, cuando te beso siento un gusto raro en tu boca…
La chamaca quedoescandalizada por la pregunta de su novio, y que le diría ahora?, que lo que elsentía era el sabor a verga, culo y semen de su propio padrastro?,
--Ehhh… discúlpame miRodri… es que un rato antes de llegar a tu casa estuve comiendo maní salado…
--Mmmm… si ese es elsabor que te sentí… era a maní salado… --Sabes Cielo Riveros?, suerte que llegasteesta tarde a mi casa, porque o si no lo más seguro seria que a estas horasestaría riñéndome con mi padrastro,
--Y porque se iban aponer a reñir ahora?, le consulto la chamaca,
--Es que el muydesgraciado se atrevió a meter a la casa a una, pus tú ya sabes…
--No, no te entiendo,a quien se atrevió a meter a la casa?, Cielo Riveros extrañamente estabainteresada en saber que era lo que pensaba su novio de aquel espinudo asunto endonde ella era cabal protagonista…
--Pus… metió a unaputa…
Cielo Riveros sesintió dolida ella misma por oír como su Rodrigo se refería a ella aunque fueseen forma inconsciente,
--Pero y porque estastan seguro que era una… una de esas mujeres que tú dices…
--Como te digo mi CieloRiveros … esa mujer era una autentica puta, parecía insaciable de la manera enque lo hacía, y gritaba guarradas con voz de desesperada…
--Y tú la escuchaste…?
--Si y estuvieronhoras dándose sin parar…
--Pero eso nosignifica que sea una prostituta… a lo mejor era una amiga de él…
--Como dices eso CieloRiveros … esa mujer era una zorra sin escrúpulos, te aseguro que si la vuelvo aver en mi casa y encerrada haciendo sus cochinadas con mi padrastro, yo mismola echare a patadas…
--Pero que cosas dicesRodrigo… tu no deberías meterte en los asuntos de don Seve…, la chica estabamuy mal humorada por las palabras de su novio, el muy malvado prácticamenteestaba amenazándola con echarla a patadas, a ver si a don Seve le iba a gustarcuando ella le contara, de pronto cayo en cuenta que ella no debería porqueestar pensando de aquella forma, así que mejor le pediría que fueran a caminarun rato, para poder calmarse un poco, pero justo en ese momento sintió sucelular que sonaba al interior de su bolso, al verificar la llamada se pudo darcuenta que era de su mamá, la jovencita muy contenta se dio a contestarle, elamor de su madre siempre la sacaban de todas sus desdichas,
--Hola… le contesto lachamaca…
--Hija… dónde estás?
--Estoy en el parque…vine con Rodrigo…
-- Cielo Riveros …necesito que te vengas para la casa lo antes posible… aquí está la policía, elsargento Eustaquio Sinforoso dice que necesita hacerte unas preguntas…
La chamaca quedo comopetrificada, no sabía que contestarle, y que quería la policía que lanecesitaban!?, Eustaquio Sinforoso!!!! Lo recordó casi al instante, comotambién recordó la llamada de la mujer hace un par de semanas, “la infracciónpor puta!!”, se dijo de pronto para sus adentros, como había sido tanirresponsable y no la había ido a cancelar se maldecía, y que explicación ledaría ahora a su madre?
--Ehhhh… pero quequieren?, consulto de pronto la asustada chamaca,
--Solo vente hija…aquí lo hablaremos…
--Pero mamá… sesuponía que tú estabas en el trabajo?,
--Se me olvido dejarteel dinero de la renta a don Lucas, y por eso me vine… y cuando llegue a casaellos estaban esperando… hija por favor vente…  dicen que es muy delicadolo que tienen que hablar contigo,
--Si ya me voy,contesto la espantada nena por todo lo que se le venía encima.
Una vez que corto lallamada se levantó como una energúmena para luego decirle a su novio,
--Rodrigo… me debo ir…algo ocurrió en mi casa… por favor no vayas hasta que yo te avise…
--Pero que ocurrió…?Déjame acompañarte, el chamaco se daba cuenta del alterado estado emocional enque había quedado su novia después de la llamada,
--No… no meacompañaras…!!!
--Yo te avisare… y sivas antes de eso me enojare contigo… es una amenaza!!, le dijo antes de sin nisiquiera despedirse desaparecer lo más rápido que pudo.
El extrañado muchachono se explicaba aquel brusco cambio de ánimo que había sufrido su novia,solamente la vio desaparecer caminando muy apurada en dirección a su hogar,algo muy malo debió haber ocurrido en su casa se quedó pensando en la solitariaplaza.
Fue que al salir de sucasa y cuando ya se encaminaba al paradero para tomar el bus otra desagradablesituación se le presentaba mortificándola aún más, en sus oídos retumbo esaotra aguardentosa voz también conocida por ella,
--Pero que es lo quetenemos aquí?, jajajaja… si no es mi arrendataria favorita!?, jajajaja, reíanlos dos viejos miserables quienes en esos momentos le estudiaban en formalujuriosa todos sus encantos con ojos de verdadera calentura, y sin ni siquieradisimularlo. Los vejetes habían aparecido sin previo aviso desde el cercanocallejón que estaba a un lado del bar de don Lucas.
--Don Lucas… comoesta?, Yooo... yo en este momento ya me iba al colegio, la chamaca estabaaterrada,
--Tú no te vas paraningún lado mamasota…! jajajaja…!! hasta que no me digas en que andaba la poliayer en tu casa!, y te recomiendo que me digas la verdad, acabo de llegar estamisma madrugada y mis informantes ya me dieron conocimiento de todas lasnovedades que ocurren en mi ausencia... así que vamos cantando... desembuchapendeja...!!!
--Ehhhh… solo andabanhaciendo una encuesta…, la atribulada jovencita contestaba con una de susmanitas agarrando su mochila en su hombro y mirando hacia el suelo, les teníaterror a ambos delincuentes,
--Y encuesta de quepreciosura...!?, si es que se puede saber, le dijo el viejo Lucas ubicando sucara frente al rostro de la asustada colegiala, a quien acorraló contra el murode la calle, en donde Cielo Riveros pudo sentir el asqueroso olor a alcoholrancio y tabaco en el hedor de su aliento,
--Era algo sobreaumentar el control policial en el barrio…, dijo mirando hacia un lado,temiendo que en cualquier momento ese viejo asqueroso le iba a estampar unbeso, además que alguna persona conocida de su madre fácilmente la podría ver,
--No te creopendejaaaa…! dime la verdad si no quieres que algo muy malo te pueda ocurrir ati, a tu mami, o al viejo ese que se las da de vivo con Ustedes dos, jajajaja.
La chamaca levementesubió su mirada para cruzarse con la del viejo, en donde solo veía el brillo dela maldad en estos, por lo que se dio a reafirmar sus dichos,
--Es verdad don Lucas…se lo juroooo…!
--No le creas Lucas…esta zorra está mintiendo, ese pinche policía andaba en otra cosa, y estaencuincla no nos quiere decir, atribuía el gordo Anselmo, no porque élestuviera seguro de lo que decía sino por aleonar a su jefe a ver si en una deesas se la podían llevar para alguna parte y violársela como tanto él lodeseaba,
--Jajajaja escuchastependeja!?, aquí este gordo asqueroso no te cree nadita… que me dices?, a quienle debo creer? A ti?... O a mi amigo el gordo!?,
Cielo Riveros quien yase estaba comenzando a desesperar por lo muy cerca que tenía a ese viejorepugnante, solo atino a seguir jurándoles, y ahora también refiriéndose algordo Anselmo…
--Señor Anselmo, deverdad que yo no les miento… se los jurooo…!
--Suficiente!, cortodon Lucas, a quien no le pareció que la buenota de Cielo Riveros ahora sedirigiera al gordo, para luego decirle, --Yo te creo pendeja… por ahora nosretiramos… pero recuerda que nosotros dos tenemos algo pendiente, jajajaja…cualquiera de estos días me dejo caer por tu casa para repararte losartefactos, jajajajaja...
--Don Lucas todos losartefactos de mi casa están en perfectas condiciones así que no creo que seanecesario que Usted se moleste en...
Un fuerte sonido demúsica de celular interrumpió la dulce voz de la nena, que lo único que deseabaen esos momentos era que esos dos viejos asquerosos de una buena vez la dejarantranquila.
--Y quien mierda mellama tan temprano??!!!, bufo don Lucas a la misma vez que sacaba el celular deuno de sus bolsillos y les hacía señas a Cielo Riveros y al gordo Anselmo a quelo esperasen, --Alooooo...!!!, contesto con el mismo rugido de un león.
El delincuente alescuchar la voz de otro de sus contactos en el centro de la ciudad se alejo unpoco de sus acompañantes para que estos no lo escucharan hablar sobre sus otrosnegocios.
La nena quedo aterradaal verse a solas con el gordo Anselmo, ese viejo calvo con cicatrices en lacara y con una tremenda panzota cervecera sin duda alguna la tenían espantada ysumándole todas aquellas historias de homicidios, violaciones y drogas quepesaban en su curriculum, hicieron que imperiosamente ella deseara la presenciadel buen Sargento Sinforoso, o de don Pedro, se decía la chiquilla, o tal vezla de don Severiano, o hasta el cojo Juan a torso denudo y con su pala leservían para que la defendieran de tan asqueroso y malvado sujeto.
--Jejejejej porque tequedas calladita lindura?, acaso me tienes miedo...?, le consultó de pronto elviejo Anselmo notando el estado en que se encontraba la joven con el solo hechode estar a solas y ante su presencia,
--Es que...esqueee...ya me tengo que ir al colegio señor Anselmo...,
--Tu no te vas hastaque Lucas no te autorice para ello, y ahorita el está algo ocupado... recuerdaque tu eres de su propiedad, jejejeje...
La nena pensabatemerosamente en las palabras que le decía aquel horrendo viejo, y desde cuándoque ella era propiedad de don Lucas?, se preguntaba, hasta que el viejo Anselmonuevamente la sacaba de sus cavilaciones,
--Aprovechando que eljefe está un poco ocupado... que tal si un día de estos te hago una visita entu casa preciosura, te cargas unas tetas exquisitas, y el culo que tienes espara ir a tirar juegos artificiales, jejejeje, que me dices? te gustaría que lopasáramos rico un día tu y yo solos, tal como estuviste hace un tiempo conLucas en tu habitación?.
El viejo había sidotestigo indirecto tras el espejo el día en que el viejo desalmado de don Lucashabía intentado cogérsela, y había visto también como la chamaca se habíaexcitado a tal grado que casi estuvo a punto de dejar a que se lo hicieran, ylógicamente el también quería parte de esa torta.
Cielo Riveros quedoimpactada con las palabras del viejo Anselmo, como era que él sabía lo quehabía pasado entre ella y don Lucas?, se preguntaba intentando mirar haciacualquier parte mientras sentía en su cuerpo la degenerada mirada de aqueldelincuente.
--Ehhh... Ehhh... nosé de qué me hablaaaa..., le dijo finalmente intentando parecer lo más normalposible.
--No te hagas laimbécil conmigo chamaca...! yo se que estuviste acostada y encuerada conLucas... y yo quiero lo mismo, así que dime cuando puedo ir para que lohagamos.
El viejo Anselmo sabíaque no podía llegar y violarse a Cielo Riveros como a él le hubiese gustado,puesto que si así lo hacía lo más seguro era que iba a tener problemas con donLucas, por lo tanto tenía que lograr de alguna forma que la chamaca cediera porlas buenas. Por lo que se dio a continuar presionándola para ver si la pendejaesa aflojaba,
--Vamos pendeja... quedices...? No es justo que tu madre y tu ya se hayan acostado con Lucas y yo notoque parte de ello, te prometo que si lo haces nunca más te molestare,jejejeje y si quieres hasta un buen dinerito te puedo dar con tal que pasemosuna tarde acostados, jejejeje...
La chamaca pensaba queella ni loca, ni tampoco por todo el dinero del mundo se iba a acostar con tandetestable sujeto, pero eso que hablaba de su madre no le caía en gracia paranada, ella sabía de las historias que por ahí se hablaban entre su madre y donLucas, pero ella la conocía bien y sabía que su abnegada progenitora nuncahabría caído en la bajeza de engañar a su venerable padre con tal canallada, yarmándose un poquito de valor le contesto al viejo intentando ponerlo en sulugar,
--Eso que Usted diceno es verdad... mi mamá nunca le habría hecho algo tan horrible a mi padre...,le dijo mirándolo por primera vez directamente a los enrojecidos ojos del viejoAnselmo,
--Pus si lo hisopreciosura...! y lo hiso por años...!!, jajajjaa, acaso no te han llegado losrumores que hay en todo el vecindario...?
Luego de pensar estopor unos segundos a la nena no le quedo más que reconocer de los comentarios quepor ahí se comentaban en voz baja,
--Si... algo heescuchado pero son mentiras..., la nena nuevamente bajaba su rostro algosonrojado, ya que sabía algo sobre esos rumores, pero para ella no eran más quesolo eso... rumores.
--No seas idiotapendeja... y quítate la venda de los ojos, Isabel ahora se hace la santita,pero a tu edad y hasta no hace mucho tiempo era la zorra del vecindarioaprovechándose de lo muy buenota que estaba, jajajaja...
Cielo Riveros heridahasta el alma por las peladeces y vulgaridades en que el viejo se refería haciasu mamá la seguía defendiendo de aquellas viles falsedades,
--Yo no creo eso queUsted dice... mi mama no es así...
--A ver zorraaa!?acaso me estas llamando mentiroso!?..., el viejo la quedo mirando con cara deperro con rabia...
--No es eso señorAnselmo... es que yo... yo no creo eso que usted dice sobre mi...
--Y si te lodemuestro!!!, le corto el vejete... --Estarías dispuesta a acostarte conmigo...si te demuestro que tu madre fue la puta de Lucas...!!??
--Es que no esnecesario, ya que eso nunca ocurrió..., la chamaca ya estaba que se largaba allorar,
--Estas dispuesta aapostar chamaca...!!!???
--Es que ustedperdería...
--Hechopendejaaaaa...!!, le contesto el viejo si como con lo ultimo dicho por la jovenella daba por aceptada la apuesta, --Dame un tiempito y te demostraré lo muyputa y buena para andar parando vergas que era tu mami cuando tu papi aunestaba vivo... jajajaja...!!!
--Es que yo... nose...
--Silencio que ahíviene el jefe, y nada de andar abriendo esa boquita de zorra que tienes y quemuy pronto me chupara la verga... mira que o si no!!, el viejo se levantó lacamisa para que la atribulada chamaca viera el pistolón que portaba entre suspantalones y su panza. --Tu solo espera y yo te avisare para cuando.
Don Lucas una vez quetermino de negociar una propuesta de trabajo, se fue acercando a donde estabala joven con su amigo el gordo,
--Y bien... en queestábamos cuando fui interrumpido, jejejeje...
--En que la poliefectivamente andaba haciendo una encuesta, o al menos eso es lo que dice lapendeja esta...
--Bien... bien...espero que así sea chamaca... por ahora te puedes ir a tu colegio pero recuerdaque te estaremos vigilando cosita rica, jejejeje, así que mucho cuidadito conandar contándole falsedades a la poli...
--No se preocupe señorLucas... le juro que...
--Yaaaa... yaaa...yaa... déjate de tus explicaciones idiotas y ahora lárgate a tu colegiozorraaaa!!!, y recuerda que tú tienes algo que me pertenece, y que cualquierdía de estos iré a tu casa a ocuparlo, jajajaja...
Cielo Riveros aprovechandoque el viejo Lucas estaba dando su autorización para que ella por fin semarchara, salió caminando rápidamente hacia la parada del autobús.
Y así pasaron losdías, en donde la joven colegiala poco a poco comenzaba a dejar atrás latraumática experiencia acontecida aquel día lunes en que en menos de 24 horasse había acostado con dos hombres distintos.
Pero la situación eramás que incomoda para la potente chamaquita, ya que en el colegio debíasoportar los seguidos acosos del cojo Juan y del maestro Tulio, mientras que ensu casa se la pasaba casi encerrada para no toparse con el gordo Anselmo o condon Lucas que por lo general siempre estaban parados afuera del tugurio, yquienes apenas la veían aparecer cuando se bajaba del auto bus comenzaban ahablar entre ellos mirándola y riéndose burlonamente de ella, mientras se ladevoraban con sus mal vividoras miradas.
Por otro lado susviejos abusadores andaban desesperados por lograr cogérsela nuevamente.
Don Severiano quien seveía tentado en cumplir con sus amenazas no se atrevía a contarle a todo elmundo de su caliente incursión con la nena, ya que si lo hacia susoportunidades de lograr encamarse nuevamente con ella quedarían en casi nulas,y por más que presionaba a Rodrigo para que la llevase a almorzar, cenar o acualquier otra cosa, este le decía que su novia ahora prefería que pasaran latarde en su casa, y así lo hacían pero siempre bien vigilados por don Benito,que no se descuidaba en las oportunidades que llegaba el chamaco a visitar a sunieta.
Luego y como ya sedijo anteriormente estaban los continuos acosos y elucubraciones por cogérselaque hacían el cojo Juan con el maestro Tulio, que por cada vez que iban a poneren acción algún plan este no les funcionaba por distintos tipos de motivos, eraalgo muy parecido a cuando Pierre Nodoyuna junto a su perro Patán hacíantrampas, para que se hagan una idea.
Por su parte elsargento Eustaquio Sinforoso patrullaba sus calles buscando a la colegiala,siendo negativo su procedimiento, pero sabía que tarde o temprano se iba ahacer un tiempito para ir a hacerle una visita a su casa, además que debióaplazar la invitación por haber estado de turno el día en el cual había quedadode ir a almorzar a la casa de Cielo Riveros, así que fue él mismo quien sepresento con una rosa en la mano y de uniforme en el hospital donde trabajabaIsabel para ir a presentarles sus disculpas y en donde ambos quedaron para elpróximo domingo, tras haber tomado una buena taza de café en la cafetería delcentro hospitalario en donde él caballerosamente pago la cuenta, quedando comorey ante la aun antojable madre de la chamaca y sus compañeras de trabajoquienes la observaban de lejos y que la taparon a preguntas de cómo habíaconocido a tan atento justiciero, y mamadas por el estilo una vez que este sehubo retirado en su furgón policial.
No obstante, el másrelajado de todos estos aprovechadores personajes era el abominable y lujuriosode don Pedro, quien ya habiendo llegado a la ciudad después de casi tressemanas de ausencia ya se aprontaba para llevar a cabo la probadita que lepensaba dar a ambas chamacas juntas tal como lo había planificado con suhermano, otro mecánico tan fiero y caliente como el mismo.
Era viernes y elsiniestro de don Pedro tenía su día libre, para ese día en la tarde pensabadarle conocimiento a su mujer, así se refería el vejete cuando pensaba en CieloRiveros, que en esta misma noche debía llevarle a la feria a su amiga lapendeja rubia y con cara de viciosa que él había visto aquel día en que abordoa la escultural chamaca detrás del toro mecánico.
Mientras pensaba entodo esto estacionaba su cacharriento automóvil a media cuadra del Pie Grande,ya que debía coordinar también con su hermano a pesar de ya haberlo habladotelefónicamente.
Aun no era medio día,y el viejo ni se imaginaba la traumática experiencia que estaba solo a segundosde vivir.
Una vez fuera delcarro se encamino por la angosta vereda de la calle en dirección al taller, ycuando ya solo estaba a pocos metros de llegar a los gruesos portones de estecasi se fue de culo por la fantástica visión con la que se topo su lujuriosa yperversa mirada.
Ante él y a solo tresmetros de donde estaban ellas se quedo estático, boquiabierto y casi babeando.Vio que estaba María con un bikini color blanco y con zapatillas con taco, allado de ella había un equipo musical en el cual unos grandes parlantes negrosretumbaba una alegre música reggaetón.
Su sobrina políticameneaba sugestivamente sus caderas al ritmo de aquella perversa música, pero loque lo dejo casi al punto del ataque cardiaco y de la insania fue ver con suspropios ojos a una tremenda mujer rubia de pelo alisado hacia un lado de sucara y de ojos azules que también acompañaba a María, era una hembra soberbia ytenía una mirada transparente se decía el alterado vejete, de esas mismamiradas que a él le gustaba envilecer.
Mientras don Pedro seencontraba en tal estado de impúdica abstracción libidinosa, Gabriela solamentemovía sus rodillas muy levemente siguiendo el ritmo del alegre temareggetonero, aun no se daba cuenta de la presencia de tan vulgar sujeto.
El viejo no atinaba anada solo se quedo mirando a aquella imponente mujer rubia, que también vestíaun traje de baño de dos piezas y color rojo, y que este era de por sipequeñísimo, mucho más que el de su sobrina, y que se gastaba unas tetas deinfarto, la parte inferior de aquel endiablado traje de baño apenas alcanzaba atapar su tajo se decía el viejo para sus adentros y en forma escandalizad, susojos se le iban inyectando en sangre a medida que recorrían y se devoraban laslíneas de tan impresionante hembra.
Don Pedro secándoselas babas de su boca con la manga de su percudida camisa y tras haberserecuperado del primer impacto, se fue acercando para comprobar el mismo que loque estaban viendo sus ojos no fuese una ilusión óptica mientras no paraba decomerse con la mirada a semejante monumento de mujer. Su verga habíareaccionado al instante y el viejo sentía como esta se le iba parando mientrasél no paraba ni se cansaba de devorársela, esa hembra era toda una Diosa sedecía ahora relamiéndose con la lengua sus resecos labios a medida que avanzabahacia ella recorriendo cada centímetro de aquel soberbio cuerpazo que se gastabala muy desgraciada se decía y se volvía a repetir.
--Pero que es lo quetenemos aquí...?, fue lo único que atino a decir, claramente dirigiéndose a susobrina tras escupir hacia un lado de donde estaban las edecanes, pero sinquitar su caliente mirada del cuerpo de la atrayente rubia mirándola de pies acabeza una y otra vez.
Gabriela cuando sesintió observada por don Pedro desconociendo que él era su cuñado, sintió miedopor la atrevida y desvergonzada forma en que este la miraba, ese tipo tenía carade delincuente o de psicópata, se decía, además que notaba como este no parabade observarla en forma lasciva y lujuriosa según ella misma lo sentía.
La avergonzada hembrase sintió intimidada ante la presencia del tan descarado viejo, aquella extrañaforma en que este no paraba de comérsela una y otra vez la estaban poniendo másque nerviosa. Lo vio todo traspirado como venia, el tipejo aquel también eramecánico pudo dilucidar al caer en cuenta que este traía puesto un overol detrabajo pero la parte superior del engrasado mameluco lo traía amarrado a sucintura, y por encima una mugrienta camisa toda gastada y percudida, lasmanchas de sudor pegadas en esta así lo demostraban, además  que nocombinaba para nada con su atuendo de trabajo.
A pesar de no ser tancorpulento, la rubia veía que este tenía una prominente panza caída, y lospellejos sueltos de su cara lo hacían ver si como ese hombre estuvieradeshidratado, con una barba sin afeitar de unos buenos días más lo asemejabancon un viejo drogadicto, o un ex carcelario, que con un buen hombre de trabajo.
La casada creyó ver ensu mirada un brillo extraño pero que de alguna parte le era conocido ofamiliar, ahora este le sonreía mostrándole unas encías casi despobladas dedientes, solo se veía una que otra pieza dental en pésimo estado y de colorcafé bien oscuro, aparte de lo anterior además este viejo tenía en una parte desus encías una masa ennegrecida como si aquella parte de su boca estuviese entotal estado de pudrición.
Y justo cuando María,que sabía muy bien de quien se trataba este personaje, y le iba a explicar lasituación al vejete que no se cansaba de comerse a la ya exasperada rubia, unautomovilista toco la bocina de su carro para que le llevaran uno de losfolletos con los precios del Pie Grande así que la chica se tuvo que alejarpara ir a intentar captar un futuro cliente para el taller, por lo que ladorada edecán se tuvo que calmar para intentar ser ella la dueña de lasituación, después de todo este hombre era otro de los tantos que se leacercaban para hacerle preguntas de repuestos y precios, así que luego detragar saliva le dijo,
--Buenas tardesseñor... reciba un folleto con nuestros precios... son muy económicos ycontamos con los mejores mecánicos de la ciudad..., le dijo la casada con sublanca y encantadora sonrisa de siempre, confundiendo a su casi cuñado con uncliente. (Ojo que a estas alturas de la historia, Gabriela aun es la mujerlegitima de Cesar, aunque separada de hecho)
El viejo que tampocola conocía se quedo sin habla, pero de donde había sacado su hermano asemejante pedazo de hembra para que zorreara en su taller!?, se preguntaba unay otra vez, y ya no respetando ningún signo de civilidad, el viejo le contestotal cual como él era, en la forma más vulgar y pelada de como él estabaacostumbrado a tratar mujeres de aquel calibre,
--Cuanto me cobras pordejar esta chingadera de folletos y mamadas de repuestos para que nos vayamos aacostar ahorita mismo pendeja...?, jejejeje... le decía y reía sin parar derecorrerla de pies a cabeza.
Gabriela quedando casien estado de shock por semejantes peladeces, solo se dio a gesticular con suboquita pensando en aquella propuesta que le hacia  ese horrendo viejo, osea desde que trabajaba de edecán en el  Pie Grande por solicitud delhombre que le había enseñado a conocer el significado del amor verdadero segúnella, habían sido mucho los hombres que la cortejaban con palabras halagadoras,unas mas subidas de tono que otras, pero ninguno le había dicho abiertamenteque se fueran a acostar por dinero, ni siquiera don Cipriano fue tan pelado yordinario cuando recién la conoció, pensaba una  y otra vez.
--Señor no me malentienda... yo solo le estoy ofrec...
--Yo no mal entiendonada zorraaaa...!!!, por lo general ustedes las edecanes siempre se van aacostar a escondidas de todo el mundo con los clientes por un buen dinero, perosi mira nada mas... esos trapitos apenas te tapan la concha...jajajaja!, sicasi estas encueradaa...! y ahora te vienes a dártelas de decentita putaaaa??!!!,y diciendole lo ultimo con total propiedad poso una de sus descascaradasmanazas en el soberbio culo que se gastaba aquella exquisita Diosa.
Gabriela al sentir esagrasienta y caliente mano en una de sus nalgas se separo en el acto diciendole,
--Noooo...! quehaceeee...? no me toqueeeee...!!, le exclamo la rubia cuando en formatotalmente escandalizada le retiro bruscamente la mano de su cuerporetrocediendo un par de pasos para ponerse a salvo, y justo en el momento enque el salvaje viejo que ya estaba caliente hasta la locura con el solo hechode estar ante tan soberbia yegua, este se iba a abalanzar para abofetearla porquisquillosa llego junto a ellos María quien camino hacia ellos rápidamente unavez que había visto y escuchado como su tío Pedro intentaba propasarse con suamiga.
--Déjelatranquilaaaa...! como se atreve a tratarla de esa forma... acaso no sabe quiénes!?, le pregunto la chamaca al animal de su tío una vez que se interpuso entreeste y Gabriela.

1 comentario - Cielo Yamile River-os mis aventuras sexuales con viejos 16

Kalexomaso
Puta madre casi escribes toda la Biblia