Entrenando a mi novio

Hola que tal me pidieron si escribía otro relato así que ahí va. Esto paso hace unos años, siempre fui una perrita, aunque pocas personas lo han notado. ya tuve al menos tres novios oficiales (sin contar los de mas chiquita) y puedo decir que al menos dos de ellos han sabido tratarme como una putita, enseñándome todo lo que hoy sé e inventando una que otras cosas nuevas en el camino.

Pero era mi novio de ese momento el que me preocupaba. Habíamos cogido ya unas cuantas veces pero me confundía que fuera tan, como explicarlo, tan poco creativo al garchar conmigo. Era como decirlo muy tranqui 

Yo, acostumbrada a tener chicos con mente podrida o juguetona, engancharme  con un "angelito" en la cama bajaría, mi tan trabajada, vida sexual, de una no muy buena manera (horrible)

Sin embargo, un día tuvo muchas ganas de coger, pero yo no podía hacer nada porque estaba en mis días, entonces me dijo abiertamente que "la sangre te sale por el culo". Este comentario me pareció un poco extraño viniendo de el , cómico e impresionante que no pude evitar largar una sonrisa y pensar "este tiene potencial" ¿Y saben que? tenia razón , me culeo de una manera por el culo, aunque no tuve un orgasmo, pero ahí fue cuando se me ocurrió la idea:

"Quizás este chico hay que entrenarlo, guiarlo, puede ser que con su novias anteriores hayn sido unas santitas, boludas o bebitas, nunca pudo poner en practica cosas nuevas y ricas. Y aunque haya podido experimentar con prostitutas, nunca es lo mismo cuando te sientes a confianza y haces cosas picantes con la persona que te gusta y amas"

Bueno, decidí no perder más tiempo y empecé a tramar un plan. Mi novio no se imaginaba que yo era tan zorrita, es decir, sí sabia que era bien calentona por mis gemidos cuando me garchaba y las cosas que le decía al oído.

Por otro lado nunca me había negado a sus deseos de chupársela hasta el fondo sin las manos, chuparle los huevos, gritar de placer cuando esta por venirse. Pero quería enfrentarlo con la realidad, que supiera que me gustaba ser perra.

Le deje una nota en su habitación un día que estábamos en su casa. No había nadie, solo el y yo. Estaba en la cocina preparándome algo para picar cuando escucho que baja las escaleras desde su habitación de forma agitada hasta que llega donde estaba.

-¿Qué es esto? Me pregunta con la nota en la mano.

-A ver. Es una nota- Digo yo sonriendo maliciosamente a la vez que le daba un mordisco a mi sanwichito.

-Sé que es una nota, no me refiero a eso, sino a lo que dice

-Bien y qué dice- Le contesto aun con el bocado en la boca y haciendo una mueca como de que lea la nota.

-¿Quieres que lo lea en voz alta?- Me pregunta con una mirada dubitativa.

Asiento con la cabeza y sonrío.

-Bien. Aquí dice: Quiero cogerte toda la noche y que me hagas tu putita.

Sonrío, espero su reacción luego de que enfatiza la palabra putita.

-¿Qué te pasa? No entiendo esta actitud tuya, no es tu estilo.

-Solo porque no lo haya hecho antes no significa que no lo piense- Le conteste.

Se mostraba incomodo, estaba sudando, me desanime con la idea de que quizá esas cosas le hacían sentir incomodo, imaginarse que no era tan santita como el me imaginaba.

Al ver que no reaccionaba entonces tome la nota de su mano y acercándome a su rostro le dije dulcemente:

-Esta bien, siento mucho haberte hecho sentir incomodo, ya veré que hago con esto- le dije moviendo de un lado a otro la nota y mirándolo maliciosamente.

Cuando iba a buscar mi bolso en la mesa para irme a casa me dijo:

-Espera, ¿Qué piensas hacer?

Me voltee a verlo, tenia cara de asombrado y confundido.

-Mira, ya me diste a entender lo que pensass. No voy a obligarte, solo quiero que la pasemos bien los dos

Entonces se acerco a mí lentamente y tomando mi mano derecha con su izquierda me pidió que lo siguiera hasta su habitación. Una vez allí me sentó en la cama y se puso frente a mí. No puedo negar que empecé a excitarme un poco.

-¿En verdad quieres ser mi putita? Me pregunto mientras acariciaba mis cabellos.

Asentí con la cabeza llevando mis labios hasta la mano que me acariciaba, dándole un pequeño lenguetazo. Tomó mi barbilla con fuerza y se agacho para besar mis labios, los mordía, los lamía y mientras lo hacia soltaba una risita de complicidad. Luego separo sus labios y me miro detenidamente.

-Desnúdate para mí, dale.

Me levante de la cama y esta vez fue el quien se sentó en ella. Yo me puse frente a el y empecé a quitarme la ropa despacio para que me admirara, primero la blusa, dejando ver mis tetas aprisionadas por el corpiño, luego me di la vuelta y desabroche el pantalón para bajarlo lentamente con las manos y empujándolo hacia abajo con mis muslos.

Ese día llevaba un tanga negra porque sé que le encantan. Termine de sacarme el pantalón de los pies y lance la remera a un sillón que había cerca.

El sonreía como niño goloso (viendo lo que se iba a comer) y me hizo seña de que diera la vuelta. Así lo hice, despacito para que admirara mis piernas, mi culo, mis tetas.

-¿Te sientes putita? Me preguntó sarcásticamente. Se puso de pie y fue hasta donde estaba.

-Mira si lo vas a tomar de esa forma mejor no hagamos nada.

Entonces me tomo por la cintura, aprisionándome con ambas manos y me pego contra una pared. Empezó a besarme, metía su lengua en mi boca, la sacaba entera para que se la chupase, yo no me resistía. Luego empezó a masajear mis tetas, me pellizcaba los pezones, saco una de mis tetas y empezó a lamerla, luego a chupar y a morder el pezón. A todo esto gemía mientras lo tomaba por el cabello, empujándolo más hacia mis pechos. Con una mano me sobaba una teta y con la otra tocaba mi choncha. que parara ese momento estaba bien mojada en ese momento.

-Sos eres mala ¿Eh? Tenia mis dudas, pero ahora me doy cuenta que sos mas puta d que las gallinas 

-¿Y por qué nunca me garchaste  como una? Le pregunte mientras sobaba mi entrepierna con su mano.

-Ustedes las mujeres son todas iguales, nos calientan la verga para luego decir que somos unos pervertidos, que no las respetamos y toda esa mierda.

Me miraba directo a los ojos cuando me decía esto, tome su rostro con mis manos y empecé a besarlo, a lamer sus orejas, a morder sus labios.

-Es mentira, porque yo si soy puta, y quiero ser la tuya, por favor compláceme.

Esto parece que lo volvió loco porque me puso de frente a la pared, de un tirón me bajo la tanga hasta los tobillos y empezó a dedearme sin asco  la cagda es que estaba un poco seca.

-Ouuuuuuch!! ¿Qué haces?

-¿No que eras puta? Déjame ver que tanto.

Entonces siguió dedeandome hasta que empecé a lubricar, soltaba gemidos y chocaba contra la pared con mis pechos fuera del sostén. Luego me desabrocho el sostén y con sus pies termino de sacar el tanga que se encontraba ya abajo.

Se agacho de tras de mi y empezó a darme la chupada de sapo mas rica que haya tenido. Me metía la lengua por el culo después por mi raja, entonces intento introducir el pulgar en el ojete y aunque me dolía, me sentía apoderada por su furia, quería que hiciera conmigo cualquier cosa.

Luego de chuparme la conchita por un buen rato, se bajo los pantalones y el slip que llevaba y empezó a bombearme bien rico por mi raja, al mismo tiempo que me decía todo tipo de cosas:

-Sos terrible putita nena, ¿Te gusta como te la meto, así bien rica? mira como gime la nena ¿Eh? ¿Queres más rápido putita?

-Seguiii ayyy no paress porfavorr, siiii , mmmm. Me tenía gimiendo con cada embestida el hdp.

-pone esa colita parada que te la voy a romper.

Entonces lo mas excitante sucedió. Se agacho de nuevo, pero esta vez me escupió el culo, me empezó a refregar la saliva en todo el ojete. Se puso nuevamente de pie y empezó a entrar suavemente la punta hasta ir acostumbrando el orificio.

-Te voy a coger el culo perrita, uff que apretado que esta putita, mira como entra, mmm!!

Cuando logró introducir todo el tronco lo empujo un poco más hasta que sus huevos chocaron con mi raja. Empezó a moverse primero despacio, luego más rápido, sentía como me abría.

-Ayy dioss papii ay siiii como me estas dando de comer por ahii no paress porfavor , ah, ah que ricoooo …

Mientras me bombeaba, masajeaba mi clítoris con su mano y con la otra me pegaba unas nalgadas que mamitaa.

-¿Qué sos? decilo dalee, quiero escucharte.

No me iba a resistir.

-Tu puta, tu esclava, su perritaa

-¿Ah si? Me voy a venir dentro de tu culo y después me la vas a chupar hasta que quede limpiecita.
-AYY SII papii siii  usame como quieras porfavorr 

Entonces en unos segundos sentí como soltó toda esa leche dentro de mi culo, lo sentía calientito, empezaron a flaquearle las piernas.

-Chupamela.

Me puse de rodillas aun con el culo adolorido y me dispuse a petear esa hermosa verga que me había dado tanto placer, tenia un sabor agridulce. El masajeaba mis tetas y pellizcaba mis pezones.

Cuando estuvo bien limpia, me pidió que me acostara en la cama. Ahí de nuevo  se puso a chupar, esta vez mordiendo de vez en cuanto mi clítoris y cuando ya estaba por correrme, introdujo 3 dedos en mi y me vine como una flor de puta, largando todo   en su nariz, su boca su barbilla. Aun seguía lamiendo después , tuve al menos 2 orgasmos más.

Cuando terminó se puso de pie, se vistió, se limpió la cara y me dijo:

-Voy por unas cosas donde Juan. Quédate así mismo como estas, porque esto no termina aca.

Entonces me dio una flor  cachetada en las nalgas y se sobó la entrepierna con cara de malicia. Le guiñe un ojo y me pidió que lo esperara despierta.

Esa fue una de las tantas veces en que seria la puta de mi novio.

2 comentarios - Entrenando a mi novio

Cuervo_5691
Uffff....tremendo relato!! Tan caliente!!🔥🔥