El Día En Que Mi Marido Me Sorprendió, Follando Con Nuestro

No es que yo sea una mujer desesperada, pero después de varios años de estar desatendida por mi esposo, que le dio por meterse de pies, y cabeza en la iglesia con la obsesión de santificarse. Que creen que me pudo pasar, cuando estando en una fiesta de la familia, bebí un poquito de más y uno de mis nietos se ofreció llevarme a casa… 

No bien ya habíamos llegado, cuando quizás por lo mucho que bebí, sentí un calor tremendo, y no se como se me ocurrió decírselo a mi nieto. Bueno él que por lo visto tampoco es un Santo, comenzó a preguntarme en donde era que yo me sentía acalorada, y entre bromas y sus comentarios de que él también se sentía sumamente acalorado, cuando me pidió que le mostrase mi acalorado coño. Lo cierto es que no vi nada de malo en ello, y así lo hice. Cuando sentí que sus dedos los deslizó suavemente dentro de mi. 

Yo me quedé como petrificada, sin la menor idea de que hacer, si ponerme a gritar, y salir corriendo, o dejar que continuase introduciéndome sus dedos dentro de mi, cuerpo. Era una sensación que hacía muchísimos años que no disfrutaba, bueno si ocasionalmente yo misma, con alguno que otro objeto buscaba calmar aquellos calentones que me daban. Incluso hasta me introducía no tan solo mis dedos, sino que mi mano entera. Pero definitivamente no era lo mismo que sentí cuando mi nieto comenzó a meter sus dedos dentro de mi coño. 

Yo estaba extasiada, disfrutando de lo que él me estaba haciendo, aunque con algo de remordimientos. Los que rápidamente deseché. Hasta que mi nieto me pidió que me pusiera a mamar su miembro. Cosa que hasta esos momentos nunca le había hecho a mi esposo, en aquellos buenos tiempos en los que aun no le había dado por ser Santo. 

Pero bastó una ligera insinuación de mi nieto, que yo como cuando era jovencita, me ponía a mamarle su cosa al novio de mi hermana. Pero al poco rato de estar mama que mama, mi nieto me preguntó que era lo que yo deseaba, y no se como pude decirle que deseaba sentir toda su sabrosa verga dentro de mi viejo coño. 

Por lo que él sin consideración alguna me la ha enterrado divinamente. Y a medida que lo fue haciendo, yo lloraba pero del placer que mi nieto me estaba provocando. Me agarraba las tetas, me mordía por el cuello, en fin no hubo cosa que él no me hiciera y me hiciera sentir feliz. 

Yo no se que cosa habrá comido, o bebido él pero en mis tiempos su abuelo apenas, y lo hacíamos una sola vez. Pero mi nieto era algo inconcebible, ya que durante un largo rato, sentí toda su verga entrando y saliendo de mi coño, como hacía muchísimo tiempo que no sentía nada igual. Pero para completar, después de que yo disfruté de no se cuantos orgasmos, mi nieto me pidió que lo dejase darme por el culo. 

Y aunque no era nada nuevo para mi, hacía tantos y tantos años, que el marido de mi hermana dejó de hacerme eso. Que cuando mi nieto comenzó a penetrarme por el culo, volví a sentir ese sabroso dolor de la primera vez. Y ya me había olvidado de todo eso, pero a medida que fui sintiendo como su verga se abría paso entre mis nalgas, lo disfruté de manera plena. 

Hasta que de momento se abrió la puerta de casa, y mi esposo me encontró siendo clavada por el culo, por su nieto predilecto. Yo no sabía ni que decir, Tomas mis marido, se nos quedó viendo a los dos, con su boca bien abierta, cosa que a nuestro nieto por lo visto no le importó en lo más minimo, porque continuó metiéndome y sacando su verga tanto de mi adolorido culo, como de mi coño nuevamente. 

Después de que nuestro nieto se vistió y se marchó, yo traté de explicar lo inexplicable a mi esposo. Quien con cara de mártir me dijo, de esta si es seguro que voy al cielo. No dijo nunca más nada al respecto, aunque yo ocasionalmente, y sin que mi marido se enteré recibo a visita de varios de mis nietos.

1 comentario - El Día En Que Mi Marido Me Sorprendió, Follando Con Nuestro

sam10lin
Buen relato me calentó bien