Ahí está

Ahí está, listo para mí y para cumplir mis deseos.
Lo devoro con mi mirada, antes de acercarme a disfrutar su fragancia, que me envuelve y también me gusta con locura.
Me detengo para regodearme mientras lo observo bien.
Impecable, con esa tersura que me encanta muchísimo.
Abro mis labios para saborearlo; saco mi lengua y ya no puedo resistir un segundo más sin tener esa extraña sensación de estar excitada, ansiosa, caliente...
Pruebo su dulzura y quedo absolutamente satisfecha.
Se deja paladear, no puede resistir tampoco mis avances.
Estoy apurada, la urgencia por terminar me domina.
Presiento que mi insoportable ansiedad va a provocar que todo esto dure muy poco.
Pero cierro los ojos y sigo disfrutando el momento de éxtasis y gloria. De repente, tengo la cuchara vacía frente a mí.
Te amo, mousse de chocolate…

0 comentarios - Ahí está