Sheila me pone a mil y Nerea se une para rematarme

Había coincidido, en una discoteca, con mi buena follamiga Sheila Estaba con algunas amigas suyas, que sabían que ella y su marido tienen una relación abierta. Ella llevaba un traje de pantalón y chaqueta rosa palo. El pantalón, sin ser ajustado, remarcaba maravillosamente su culazo. Aun con la chaqueta abrochada, se veía que llevaba una camiseta negra, ajustada, palabra de honor, con un tremendo escotazo en v, bien largo, que dejaba ver muy bien, los laterales y la parte de debajo de sus redonditos y pequeños pechos. No parábamos de bailar, meternos mano y besarnos. Tras un rato de calentón, nos fuimos a casa de Sheila.
Allí seguimos metiéndonos bien mano y besándonos. Sheila estaba sentada de rodillas sobre mí y yo la acariciaba su culazo. Mi cara, de vez en cuando se metía por el escotazo, besando el interior de sus pechitos. Sheila se levantó y, poner música en su móvil, comenzó a bailar sexy frente a mí. Se quito la chaqueta y me la lanzo. Sin ella, los pechitos y su culazo se la veían mucho mejor y más sexys aún. No paraba de mirarme y sonreír de forma picara, poniéndome muy caliente. Se desabrocho el pantalón y al abrírselo por delante, pude ver que lo que llevaba era negro con encaje. Se giro y se lo comenzó a bajar despacito, mostrándome el pequeño tanga negro de hilo que llevaba, mientras movía a los lados su culazo. Se quito el pantalón y se colocó dándome la espalda, apoyando sus manos en la mesa, meneando su culazo supersexy. Giraba la cabeza y me sonría cada vez más pícaramente, moviendo su culazo más rápido.
No me pude contener más y me levanté, yéndome hacia ella. La agarre de la cintura y arrime mi paquete contra su culazo. Esta siguió moviéndolo, poniéndomelo más duro aun de lo que ya estaba, mientras nos empezamos a besar. Me arrodillé y comencé a besar y acariciar su culazo. Mordisquee sus deliciosos glúteos, mientras jugaba con el hilo de su tanga. Mi mano acabó dentro del tanga, jugando con su clítoris primero, y masturbándola después. La gire y saque mi mano de su coño. Agarre su tanga y lo estire, metiéndoselo por le coño, moviéndolo de arriba abajo, acariciando su clítoris. Acabé echándolo a un lado y la comí el coño.
Pare y me levante, tal y como me ordeno Sheila. Nos besamos y seguí acariciando su culazo. Tiro de su camiseta hacia un lado, haciendo que en el escotazo se quedara, al descubierto, uno de sus pechitos. Bajé mi cabeza y se lo comí, mientras seguía acariciando su culazo. Mi lengua jugueteaba con su pezón, según este se ponía más duro cada vez. Acabe mordiéndoselo y succionándolo. Sheila me desabrocho el pantalón, lo dejo caer y comenzó a masturbarme, mientras yo no paraba de saborear su pechito y acariciar su culazo. Sheila me agarro del pelo, con la mano libre, y tiro de él, para que volviéramos a besarnos. Mi mano agarro su pezón y jugo con él, estirándolo incluso.
Sheila me dio un fuerte mordisco en el labio y se arrodillo. Paso su lengua por toda mi polla, incluso por mis huevos. Cuando la tuve bien empapada, comenzó a hacerme un mamadón con su enorme boca. Se la saco y la dirigió al pechito que salía por el escote, pasando mi glande por su duro pezón. Volvió a hacerme un mamadón, mientras jugaba con mis huevos en su mano. Mi polla entraba entera en su bocaza y salía llena de babas. Sheila cogió un condón y me lo coloco con su boca juguetona.
Sheila se levantó y volvió a masturbarme, mientras nos besábamos. Se sentó en la mesa y se abrió de piernas. Aparto su tanga a un lado y me hizo un gesto con la mano, para que me colocara entre sus piernas. Así hice y esta agarro mi polla, golpeándose el coño y restregándosela, sobre el tanga. Se lo aparto e hizo lo mismo, con mi polla sobre su coño, ya directamente. La coloco en su coño y se la metí suavemente, hasta el fondo. La deje bien metida, la agarre fuerte de los muslazos y nos besamos, mientras la movía en círculos. Comencé a follarla suave y nos besamos más acaloradamente.
La hice tumbarse en la mesa y coloqué sus piernas contra mi pecho. Seguí follándola suave, mientras acariciaba sus piernas y la besaba los pies. Saque mi polla y la golpee fuerte el coño con ella, antes de volver a metérsela, pero ahora bien fuerte, follándola más duro. La baje y la gire, colocándola nuevamente con sus manos apoyadas en la mesa y su culazo hacia mí. Lo golpee con mi polla un par de veces, antes de apartar su hilo y follarla el culazo, agarrada de la cintura. Empecé suave para, poco a poco, comenzar a subir la intensidad, y acabar follándoselo fuerte, provocándola gritos de algo de dolor. Me pidió que se la volviera a meter en el coño y así hice, follándola bien duro. Mis manos fueron subiendo hasta llegar a acariciar sus pechitos. Tire de la camiseta hacia abajo para que los dos pechitos quedaran al aire, y poder jugar con ellos.
Cuando Sheila se corrió, me llevo al sofá y me sentó. Se sentó sobre mí, de frente y se metió mi polla en su culazo. Comenzó a botar como una loca, mientras la mordía los pechitos. No paro de hacerlo hasta que la avise que estaba a punto de correrme, y entonces se levantó. Se dirigió a coger su móvil y llamo a alguien mientras volvía a acercarse a mí. Se sentó de rodillas a mi lado y, mientras cogían la llamada, me quito el condón y me empezó a masturbar. Cuando descolgaron, yo no veía la pantalla, pero oí la voz de Nerea, hermana de Sheila. Ella estaba de fiesta y se la oía con mucho ruido y gritando. Sheila le dijo que mirara lo que se iba a comer. Giro el móvil, mostrándola mi polla, bien dura. Nerea se reía y la decía q menuda delicia. Me dio el móvil, sin que me viera aun, y, Sheila, comenzó a hacerme un mamadón nuevamente. Cada vez me la comía más velozmente y no paro hasta que corrí. Aguanto el semen en su boca y se lo enseño a su hermana, que no paraba de decirle que quería saber a quién se la había comido. Cogió el móvil y me enfoco, mientras se tragaba por fin el semen. La salude y Nerea se rio, mientras nos llamaba cerdos a ambos. Sheila se colocó a mi lado y nos despedimos de Nerea.

Cuando colgó, Sheila y yo nos besamos. Esta se fue a por unas cervezas y nos las tomamos mientras nos besábamos y charlábamos. Mis manos no paraban de acariciar sus muslazos. En cuanto terminamos las cervezas, nos besamos más acaloradamente. Una de mis manos se metió por el lateral de su tanga y la comencé a masturbar. Me tumbe en el sofá y ella lo hizo sobre mí, para hacer un 69. Aparte su tanga y la comí el coño, agarrando su culazo y con mi polla bien dentro de su bocaza.
Al rato paramos el 69 y coloque a Sheila de rodillas en el sofá, mirando la pared. Me arrodille y la bese y mordí el culazo. Me levante y se lo golpee con mi polla dura, antes de ponerme un condón. Aparte su tanguita y la comencé a follar el coño. Me eche sobre ella y agarre sus pechitos, pellizcándolos, mientras nos besábamos.
La gire y la coloque con la espalda en el asiento y las piernas levantadas. Me eche sobre ella y volvimos a follar, besándonos y acariciando sus muslazos. La levante en vilo y la seguí follando. Sheila me rodeo el cuello con sus manos y seguimos besándonos. Mis manos acariciaban fuerte su culazo. La volví a colocar de rodillas en el sofá y ahora se la metí por el culo, follándoselo duro, agarrada de la cintura.
De repente comenzó a sonar el timbre de la puerta repetidamente. YO mire extrañado a Sheila y esta comenzó a reírse. Me pidió que fuera a abrir, que por la forma de llamar seria su hermana. Fui y, al mirar por la mirilla, vi que así era. Nerea estaba allí fuera. Abrí la puerta y según esta paso, me rodeo del cuello y me dio y fuerte beso. Cuando termino, me dijo que no pensáramos que íbamos a dejarla así, tras la llamada.
Me agarro de la polla y entramos dentro. Nerea iba con un vestido supersexy. Azul claro, simétrico con la manga larga, cintura descubierta, salvo en el lado sin manga, y falda larga con una gran raja en una de las piernas. Era ajustado, marcando sus pechitos operados y su culazo.
Fuimos al salón y volví a colocarme detrás de Sheila, seguí follándola el culo y me besé con Nerea. Esta acariciaba mi culo y yo comencé a hacer lo propio con sus pechos, notando que no llevaba sujetador. Me ponía mucho sentir sus pezones tan gorditos, que follaba cada vez más fuerte el culazo de su hermana. Cada vez se marcaban más los pezones en su vestido y me ponía brutísimo. Agaché la cabeza y se los comí, mientras acariciaba su culazo y follaba más y más el de su hermana, que gemía de dolor. Saqué el pecho del lado sin manga y se lo devoré, mordiendo aquel pezón tan carnoso y duro.
Me senté en el sofá y Sheila lo hizo sobre mí, dándome la espalda, con mi polla, nuevamente, en su culazo. Nerea se sentó a mi lado y nos besamos, mientras su hermana cabalgaba como una loca. Mi mano abrió el vestido por la raja de la falda y la acaricie las piernas. Esta acabo subiendo, metiéndose por su tanga y masturbándola. Sheila no paro de cabalgar rápido hasta que me corrí dentro de su culo. Entonces se bajó y arrodillo entre mis piernas, me quito el condón y comenzó a lamerme la polla, limpiándomela. Mi mano salió del coño de Nerea y subió por su pecho, hasta acariciar el pecho descubierto y el tapado, mientras nos seguíamos besando. Cogí el lado del vestido con la manga larga, y tiré hacia debajo de él. Se lo deje en la cintura y acaricie sus dos pechos, antes de inclinarme para comérselos y jugar con ellos.
Nerea se levantó y se quitó del todo el vestido, quedándose con un tanga de hilo, azul como el vestido. Se coloco a gatas en el sofá y se unió a su hermana, mamándome la polla. Mi mano se posó en su culazo y se lo acaricie. Mi otra mano acariciaba sus pechos y estiraba sus pezones. Ambas me habían puesto la polla durísima otra vez con sus bocazas. Ordene a Nerea que se levantara y colocara su coño en mi boca. Aparte su tanguita y se lo comí, mientras agarraba y acariciaba su culazo. Sheila no paro de comérmela y metérsela entera en su boca, junto a mis huevos.
Sheila me puso un condón y Nerea se sentó de rodillas sobre mí. Aparto su tanga y se metió mi polla en su empapadísimo coño. Esta botaba sin parar y mis manos acariciaban sus pechos. Sheila se sentó de rodillas a mi lado y me besaba con las 2. Una de mis manos, cada poco, acariciaba su culazo y lo azotaba.
Sheila nos dijo de ir a su habitación. Cogí a Nerea en vilo y la llevé con mi polla dentro de su coño. Tumbe a Nerea en la cama y me eche sobre ella, para seguir follando. Nos besábamos y la comía los pechos. Ella me rodeaba con sus piernas y brazos, apretándome fuerte. Sheila me lamia, besaba y acariciaba el culo, mientras se masturbaba con un consolador que había sacado.
Me tumbe en la cama y, ahora, Nerea lo hizo sobre mí. MI polla seguía en su coño sin parar, mientras nos besábamos y mis manos acariciaban su culazo. Sheila comenzó a masturbar el culo de su hermana con el consolador. Nerea se acabó girando, sentándose con mi polla en su culazo y su hermana masturbándola el coño. Nerea se inclinó hacia atrás, para poder agarrarla sus pechitos. Sheila la acabo dando a Nerea el consolador, para que se masturbara ella. Entonces coloco su coño en mi cara, aparto su tanga y se lo devoré nuevamente. Mi lengua se movía a un ritmo tan alto, como su hermana botaba con mi polla en su culo.
Se cambiaron y ahora mi polla follaba el coño de Sheila, mientras mi lengua jugaba bien dentro del coño de Nerea. Mis manos acariciaban el culazo de esta y, a veces, se estiraban para acariciar sus pechos operaditos. No pare hasta que Nerea se corrió en mi boca. Me levante y tumbe a Sheila. Me coloque de rodillas frente a ella, cogí sus piernas y las coloque contra mi pecho. Eche a un lado su tanga y la folle el coño bien duro, mientras me besaba con Nerea.
Coloque a ambas a gatas en el borde de la cama. Las di un fuerte azote a cada una y comencé a follarlas el culo y el coño a turnos. Primero suave y las ultimas veces, bien fuerte ya. Cuando Sheila se corrió, se tumbo en la cama, viendo como le daba duro a su hermana. Tumbe a Nerea de lado y me tumbe a su espalda. La levante una pierna, aparte su tanga y metí mi polla en su coño. Volvimos a follar, mientras nos besábamos y acariciaba la pierna elevada y sus pechos. Cuando Nerea se corrió, se la metí en el culo y no pare de follárselo hasta que me corrí dentro.
Nerea se coloco a gatas, me quito el condón y me limpio la polla con su lengua, mientras me besaba con Sheila.

Tras un rato de besos y caricias, nos fuimos los tres al salón, donde nos tomamos una ultima cerveza, antes de vestirme y volverme a casa.

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