Solos en el patio

Siesta de verano, re caliente yendo a verla. Hacia varios días que no nos juntábamos porque ella estaba preparando un final para la facu. Me abre la puerta y antes que nada le como la boca con un beso calentito y a agarrada de cintura. Tenia puesto tipo un camisón de pijama, sin corpiño y con una linda tanguita blanca que relojee cuando tiramos una tela en la sombra del patio de la casa de sus padres y me acosté dejando mi cabeza sobre su falda.
Como una hora de charla, me contaba de todo, yo solo asentía con la cabeza y me acercaba mas a su entrepierna. le comí la boca un par de veces para ver que pasaba y nada, seguía contando sus novedades.

Yo siempre al tanto de esa tanguita blanca pidiendo auxilio, mientras ella hablaba me acomodo y se la corro en un segundo con un dedo y le empiezo a pasar la lengua por el clítoris. Se calla por fin y pega un 
-ay para boludo que haces! me da cosquillas!
Le acomodo la tanga y le respondo
-revisando si estaba todo en orden por acá, parece que está tranquila.

De ahí ya note que le gustó el juego, no estábamos solos así que miraba por detrás de su hombro cada tanto mientras yo me hacia el boludo sobre su falda, cerquita esperando la segunda inspección.
Hago como que si me quiero acomodar y dejo bien cerca de los labios tapados por la tanguita blanca un par de dedos para tantear la zona. Desde afuera se notaba el calor que desprendía esa conchita, ahí nomas corro la tanga y queda bien afuera esa empanadita caliente con esa puntita lista para ser lamida devuelta.
Ahora si, mucha lengua de arriba hacia abajo, ella abierta entera y agarrándome de la nuca tirando el cuerpo hacia atrás. Después de estar un buen rato refregandole la conchita con la lengua me pide que le meta unos deditos, enseguida entro con dos y se me empapan completamente a lo que me obliga a un tercero mientras sigo lamiendo, ella totalmente en otra.

Solos en el patio

 Nos importaba un carajo que salga alguien al patio.


Deditos apuntando hacia arriba y bien adentro como le gustan y lengua al clítoris que a esta altura estaba hecho una piedra de duro, enseguida me pide que le mueva los dedos adentro y se tapa la boca para evitar despertar a todos, sigo fuerte mientras se le daban vuelta los ojos y me inunda la mano de flujos con la respiración a mil, queda abierta entera y se da cuenta que estuvo un buen rato casi tirada en el patio. Esperé la recompensa de vuelta pero había terminado knockout y tuve que esperar para eso.

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