Una Buena Familia 15

Continuamos con esta gran historia, si no han leido las partes anteriores les recomiendo que vayan a mi perfil para hacerlo, espero que les guste



Linda, sus ojos llorosos, con el maquillaje corrido, y usando un top y una falda que apenas le cubría las nalgas y las tetas
Me miró y me dijo -Tu papá es una escoria humana-
Me acerque a ella justo en el momento en que se desvaneció en mi
-Tráela, acuéstala en el sofá- me dijo preocupada mi tía
-¿Qué le habrá pasado?- preguntó mi mamá
-No tengo idea, pero pareciera que la paso mal- respondió mi tía
Pronto Linda se había quedado dormida pues ya era tarde y al igual que ella tanto mi tía como mi mamá decidieron hacer lo mismo, dejándome a mi el cuidado de Linda
Me senté junto a ella y solo unos momentos después pude notar un olor desagradable proveniente de ella, examinándola llegue a la parte de su entrepierna donde no hubo que hacer mucho esfuerzo pues gracias a que usaba un mini tanguita a mi se me hizo muy fácil hacerla hacia un lado
Tan pronto como la hice a un lado un chorro de semen comenzó a brotar de su coño, ella sintió aquel escurrimiento y de inmediato se despertó
-Franco, Gracias a Dios estas aquí, n…no se que le hubiera dicho a tu Mamá o a tu tía- me dijo tan pronto me vio
-Estas Bien?- Le pregunte
-No, lo que me hizo tu padre no tiene perdón- me abrazó y sentí como su respiración se fue calmando
-Mira, primero vamos al baño para que te bañes y ya después me platicas ok?- le dije a lo que ella asintió con la cabeza
Nos dirigimos al baño con cuidado de no despertar a alguien, al llegar ambos nos metimos, Linda comenzó a quitarse la ropa y la arrojó directo al bote de la basura
-Creo que debes conseguirme ropa nueva- Me dijo Linda con una pequeña sonrisa
-Claro, ahora vuelvo- Salí de baño sin antes echar una mirada al increíble cuerpo de Linda, como el agua enjabonada jugaba con cada curva suya, no podía imaginar que alguien podría dañar a un ser tan hermoso, cuando se terminó de bañar le ofrecí una pijama que no usaba, como ella era mas alta le quedó un poco pequeña, nos dirigimos a la cocina, le preparé un té y me senté en la mesa junto a ella
-Bueno, cuéntame que paso?- le pregunté, sus ojos se volvieron a poner llorosos
-Cuando te fuiste tu papá aun no había quedado satisfecho, por lo que me puso ese traje que apenas cubría mi cuerpo y con el vibrador aun activado subimos al auto, el manejó por unos minutos y llegamos al parque que esta no muy lejos de aquí, baje del auto para encontrarme con un grupo de vagabundos que ahí pasaban la noche y tu papá….tu papá- sus lagrimas brotaron de nuevo
-Esta bien, tranquila podemos ir a dormir, ya maña…- 
-¡No!- me dijo cortándome en seco y agrego – tu papá me puso de rodillas y me ofreció a aquellos vagabundos como su fuera un pedazo de carne, ellos estaban confundidos, no sabían como reaccionar hasta que uno tomó la iniciativa, se acercó se sacó la verga y la metió en mi boca, era grande, gorda y sobretodo apestaba aún así comencé a chuparla pues de no hacerlo temía por mi vida, eventualmente lo hice y sentí sus bolas golpeando mi barbilla mientras golpeaba mi cara contra su entrepierna y su polla perforaba mi garganta. La polla de aquel vagabundo fue la primera en hacerme sentir la electricidad recorriendo mi cuerpo, no sabia se era eso o el vibrador que aun seguía en mi pronto se acercaron otros tres, estos eran unos ancianos pero eso no los detuvo, simplemente bajaron sus pantalones, sacaron sus vergas y me las acercaron, dejándomelas lo suficientemente cerca para atender sus pollas yo misma, así que las metí en mi garganta una tras otra, chupé dos de ellas a la vez, y antes de que terminara, puse las tres en mi boca simultáneamente. Pensé que allí había terminado, pero aun manteniendo en mis manos sus vergas, acariciándolas mientras mas personas se acercaban a ver, estos eran otros tres vagos con sus pollas un poco más grandes en sus manos y una un poco más pequeña vinieron a reemplazar a las tres anteriores, pero eran más contundentes y agresivos, golpeándome con sus manos, así como con sus pollas, follándome la boca violenta y profundamente 
-Mmm, qué buen chica-, susurró uno de ellos en mi oído mientras me bajaba un poco los pantalones y procedía a frotar su polla ya lubricada de arriba abajo por la raja de mi culo, gemí en las tres pollas que violaban mi boca, pero cuando se fueron, fueron reemplazadas por las dos pollas más grandes
-Mas te vale que cooperes, ¿No queremos que estos caballeros queden insatisfechos verdad? -tu papá se acercó a mi me dijo, conocía su tono de voz y sabia que si no obedecía me iba a peor, así que tomé esas pollas, empalándome voluntariamente en ellas con toda mi fuerza, uno de ellos siguió deslizando su polla sobre mi culo, mis muslos, mi ingle, luego me recordó: "Ya casi terminas, cariño. Solo quedan tres vagos para terminar este castigo". En ese momento, el círculo de vergas que me rodeaba cambiaron sus lugares con otras totalmente diferentes, sus pollas grandes al aire libre, siendo acariciadas mientras sus dueños me miraban fijamente. Cuando terminaron de follarme la boca uno tras otro, otros dos hombres tomaron su lugar eran dos jóvenes, sus vergas eran más grandes y gruesas que las del resto, uno de ellos se me acercó primero y al principio me resistí, pero sabía que era inevitable pues en el momento que uno de los vagos me dejó respirar este joven me golpeó la cara con su polla y me la metió toda. mi garganta, agarrando mi cabeza con ambas manos y follando mi cara con fuerza. Después de un rato, en lugar de follarme la cara el mismo, me agarró del pelo y procedió a forzar mi cara contra su polla tan rápido que casi me hizo dar vueltas la cabeza, y después de un rato, me apartó de su polla y me obligó a mover la cabeza. la izquierda, y la empalé en la polla de la otro chico que estaba parada allí, haciéndome vomitar un par de veces, Traté de tomar su polla dentro de mi garganta de una vez, pero tuve algunas dificultades ya que es un poco más gruesa que la de los demás. Aun así, mientras me empujaba hacia abajo sobre esa polla, un vago aprovecho que mi culo estaba al aire y finalmente empujando su polla en mi culo. Estaba tan mareada en ese momento, que solo la sensación de su monstruo entrando en mi trasero fue suficiente para que mi coño comenzara a correrse. Después de mucho esfuerzo, finalmente pude meter la polla del joven en mi garganta y sentir sus bolas en mi barbilla, con la polla del vagabundo en mi culo motivándome a esforzarme más. Muy pronto, un vago se acercó a mí, poniendo su polla en frente de mi boca, así que mientras me estaban follando duro, estaba chupando la verga de los jóvenes, poniendo las puntas de sus pollas en mi boca al mismo tiempo antes. clavando uno de ellos en mi garganta, luego el otro. En este punto, estaba tan cachonda que ya estaba sintiendo esos truenos saliendo de la polla del vagabundo, electrificándome, haciéndome tratar de satisfacer esas pollas en mi garganta aún más fuerte. La cantidad de pollas que he probado, la enorme polla en mi culo y las dos en mi boca, la cantidad de pollas masturbándose ante esa misma vista, todo eso hizo que ese orgasmo anal se apoderara de mi mente aún más rápido, la tormenta orgásmica finalmente comenzó a extenderse por todo mi cuerpo, y mis ojos se pusieron en blanco. con la polla de uno de los jóvenes todavía alojada en lo profundo de mi garganta cuando comencé a temblar y temblar, dominada por mi primer orgasmo anal de la noche. Mientras estaba en trance y varios vagos me sostenían, algunos incluso golpeaban mi piel con sus pollas mientras lo hacían. En el momento en que recuperé el sentido, estaba de rodillas siendo follada por otro vago mientras los jóvenes se seguían alternando para follar mi garganta. De repente, los jóvenes me tomaron y me dieron la vuelta, por lo que ahora me sujetaban por el culo y la parte superior de la espalda mientras me follaban el culo y la garganta. Mi sensibilidad aumentó, mi cuerpo se relajó y supe que cualquiera de ellos podría hacer que me corriera de nuevo con solo follarme así por un rato. Otra vez cambiaron de lugar ahora los dos vagos se pararon uno al lado del otro para que pudiera empujar sus penes hacia la entrada de mi garganta al mismo tiempo, pero no pude pasarlos, así que lo hice mientras los tomaba uno a la vez. Un joven lubricó su polla, se sentó en la tierra y, mientras el otro sacaba su polla de mi culo, bajó mi culo hasta su polla, haciéndome cabalgar. Como mi culo estaba estirado por las pollas más grandes antes, apenas podía sentirlo, a pesar de que ella lo estaba metiendo y sacando de mi culo desde el primer momento mientras los vagos hacían lo mismo con mi garganta. Chupé uno profundamente mientras masturbaba al otro y luego viceversa. Después de unos minutos, uno del vago saco su verga de mi boca y anunció que se iba a correr. Me arrodillé allí mirándolo pacientemente con mis grandes ojos bien abiertos rogando por su carga mientras lo masturbaba con fuerza con mis uñas cuidadosamente cuidadas. Después de un par de tirones en su polla, disparó su corrida directamente en la cara. Esta fue, de lejos, la carga más grande de la noche, ya que me pasó por encima de la nariz, la boca y la barbilla. Cayó desde mi barbilla hasta mis pechos mientras continuaba saliendo disparado de su polla. Una vez que terminó de correrse, agarró su polla y comenzó a limpiarla por toda mi cara, esparciendo el semen aún más alrededor. Ya había tomado cuatro cargas de semen en mi cara y estaba lista para la siguiente. Otro de los tipos me agarró el pelo con una mano y tiró de mi cabeza hacia atrás mientras masturbaba la polla con la otra mano. La corrida número 5 pronto vino de su polla cuando su polla negra disparó una enorme carga de semen en mi boca que esperaba. Mantuve mi boca bien abierta para que él apuntara mientras se corría, su dulce y salado semen llenó mi boca. Con un floreo final, su último chorro se disparó sobre mi boca directamente a mi nariz. Tan pronto como se apartó, mantuve la boca abierta para que todos los hombres vieran la corrida en mi boca. Luego comencé a dejar que todo saliera de mi boca por mi barbilla y mis senos. Tan pronto como tocó mis senos, comencé a frotar todo cubriendo mis pezones y senos duros como rocas. Por ahora estaba absolutamente cubierta de semen. Mi cabello estaba enmarañado con semen seco y pegajoso, mis ojos me escocían. Parte de ella goteaba de mi frente y de mi barbilla a mis senos que también estaban cubiertos. ¡Incluso estaba en mi nariz! Me había caído sobre mis medias. Solo mirar las manchas de semen contrastando en la parte superior de encaje negro de mis medias fue emocionante. 
-Traigan un espejo- dijo tu papá y sosteniéndome del pelo me obligo a mirarme al espejo y allí se arrodilló una visión mía tan diferente que apenas me reconocí. Mi mirada gótica cubierta de semen aún rodeada de pollas. Pero aún quería más semen y el número 6 aún no se había corrido. Se acercó a mí y agarré su polla y me la metí en la boca. Dejé caer mi mano libre hasta mi tanga y tiré de ella hacia un lado, deslicé mis dedos en mi coño. Estaba tan caliente que tenía que hacer algo al respecto, así que toqué mi coño empapado y jugué con mi clítoris mientras chupaba esta polla. Chupé la polla número 6 tan fuerte como pude mientras jugaba conmigo mismo. Cuanto más cerca sentía que estaba llegando al orgasmo, más me acercaba yo al mío. De repente, una segunda polla me empujó en la mejilla. Una mirada rápida y vi que era el muchacho más joven otra vez. ¡Fue fiel a su palabra de que tendría una segunda carga para mí, al parecer! A estas alturas, tenía hambre de polla y semen por más y quería correrme yo misma. Saqué mi boca de la polla que estaba chupando y me incliné un poco hacia atrás frotando mi clítoris mientras los dos hombres se inclinaban sobre mí, ambos masturbaban sus pollas contra mi cara. El primero estalló cubriendo mis ojos y frente mezclándose con las cargas anteriores en mi cara. Me escocían los ojos cuando más semen salpicó sobre ellos, pegándose a mis ridículas pestañas postizas de gran tamaño y haciendo que mi maquillaje corriera y corriera. Sentí que mi orgasmo crecía y aumentaba, mi cuerpo comenzaba a temblar mientras frotaba mi clítoris con más fuerza. Mi otra mano se acercó a la polla del hombre más joven y la metí en mi boca chupándola tan fuerte como pude. Gemí alrededor de la polla en mi boca cuando comencé a tener un orgasmo, mi cuerpo temblaba por el placer que me atravesaba. La polla del chico joven se me escapó de la boca cuando tuve un orgasmo, pero él siguió masturbándose y al verme jugando conmigo mismo y correrme, disparó su segunda carga sobre mi cara y mi boca. Una vez que bajé de mi orgasmo, me lamí seductoramente los dedos y probé los jugos de mi propio coño mezclados con el semen alrededor de mis labios. Miré el espejo y me miré a mí misma con semen en el cabello, en toda la frente, las mejillas y la boca, también goteando por la barbilla y la nariz y pegado sobre las pestañas y les pedí que al menos una carga más. El tipo negro dio un paso adelante, golpeando su polla alrededor de mis mejillas para empezar y luego se pajeó furiosamente con fuerza frente a mí. Con un fuerte gemido disparó su segunda carga en mi cara, chorro tras chorro de semen salpicando contra mi cara. Finalmente dejó de eyacular y dio un paso atrás dejándome arrodillada cubierta de ocho cargas de semen-
Solo de pensar en esa escena me comencé a excitar, no se si era lo correcto pero una parte muy en e fondo de mi deseaba que yo hubiera estado ahí, una situación tan extrema solo podía ser una fiesta de placer, algo que anhelaba experimentar
-Franco- me miró a los ojos y tomándome de las manos continuo- Era un desastre asqueroso, pero… me había encantado cada minuto y amaba las sensaciones del semen en toda mi cara a pesar de que la cantidad se pegaba a mis ojos haciéndolos arder-
-Linda…-le dije pero de manera abrupta mi interrumpió
-Levanté la mano y con una de mis uñas limpié cuidadosamente el semen de mis párpados para poder ver correctamente. Con una sonrisa descarada que vi en el espejo abrí la boca de par en par y goteé un poco del semen de mi uña en mi boca y luego chupé seductoramente el dedo para disfrutar del sabor del semen, cuando recuperé la conciencia me levanté y salí corriendo de ahí- mantenía su cabeza agachada y algunas lagrimas estaban derramándose la tomé de la mano y la apreté con fuerza, Linda desconcertada me miró
-No estas decepcionada de mi?- me preguntó
-Para nada, estoy orgulloso que hayas aguantado ese martirio y créeme que puedes quedarte aquí el tiempo que quieras juntos superaremos esto- le dije y le sonreí
-Juntos- una voz se escuchó en la lejanía, era mi Mamá que se acercó y abrazó a Linda, nunca creí ver esa escena pero me daba paz que en ambas había empatía sin embargo algo mas había llamado mi atención y es que mi tía y mi prima igual estaban expectantes ante tal situación todo aquel momento se cortó al escuchar el timbre, me dirigí hacia la puerta y al abrir me encontré con una figura familiar
-Hola hijo- me dijo mi papá al verme – Andaba buscando a mi perrita que se escapó y pues quería saber si la habías visto-
-No para nada, no he visto nada- le dije
- a bueno, si ves algo me avisas ¿vale?- me dijo
De repente se lanzó sobre mi, golpeándome la cabeza me dejó inconsciente 
Cuando desperté la escena era muy diferente. Estaba atado a una silla de madera, únicamente con la ropa interior, mientras mis ojos se acostumbraban a la luz del sol empecé a percibir unos golpes, como si fueran azotes, seguidos de suaves quejidos de una mujer joven.
—Papi, para... Seré buena, lo prometo-  A la misma vez que oía aquello mis ojos terminaron de enfocar la escena
Tenía ante mi a mi papá sentado en una butaca, se había quitado la chaqueta del traje y tenía la camisa algo desabrochada, sin rastro de la corbata, pero eso no era lo que me había inquietado de la escena. Tenía a Linda echada sobre las piernas, con las rodillas bien hincadas en el suelo y las manos atadas a la espalda con la corbata, Linda estaba prácticamente desnuda, solo llevaba unas medias de rejilla que dejaban totalmente al descubierto su culo, sin nada más debajo, y unas pezoneras que por el tono rojizo que asomaba por su alrededor se sujetaban a los pezones con pinzas a modo de castigo
—Ya sabes lo que pasa cuando eres mala, conejita mía… cien azotes y a llevar tu disfraz de conejito hasta que arreglemos tu desliz. —Mi papá dio un último azote en el ya rojizo culo de Linda y estiró el brazo hasta un plug anal de cola de conejo para insertarlo sin ningún cuidado, haciendo que Linda se arqueara y gritase.
—Por favor, la máscara no…no me gusta ir vestida de conejita…
—Por eso mismo es un castigo… —Acarició con cuidado la mejilla de Linda mientras la acercaba a su boca para besarla con cuidado y después pasar a sus labios, teniendo un lento beso, pero puso a tono al hombre en cuestión. Al separarse le puso una capucha negra de conejita que solo dejaba visibles su ojos y su boca, que a su vez tenía que mantener abierta por la mordaza de aro que acompañaba a dicho complemento 
-No te confundas hijo, a esta putita le encanta que la traten así- dijo en voz alta al percatarse de que había recuperado la conciencia
-D..Donde esta mi Mamá, mi tía y mi prima- le pregunte con esfuerzo pues el dolor por el golpe era intenso 
-Están donde las perras como ella deberían estar, amarradas en alguna parte de la casa- 
Su fetiche y obsesión con verme a mi y a Linda coger iba a ser su perdición, pues minutos después de golpear y escupir a Linda me desató para que me follara a Linda frente a el
-Por alguna razón por mucho que los vagos no fue lo mismo, así que ya sabes, a lo tuyo- me dijo mientras se acostaba en el sofá viéndonos fijamente
-No- dije firmemente frente a el a lo que se levantó del sofá hostil
-No digas tonterías y haz lo que te digo-
Lo empuje con fuerza derribándolo y pateándole en varias ocasiones no supe como reaccionar por lo que liberé de la silla a Linda y juntos salimos de la casa corriendo, corrimos durante algunos metros a lo que recordé que las demás se habían quedado ahí
-Tenemos que volver- le dije a Linda
-Vamos con la autoridad, ellos sabrán que hacer-
-No puedo dejar a ellas con ese monstruo, ve tu con la policía y diles lo que pasa, yo iré con ellas- le dije y comencé a correr de vuelta
Entre por la puerta y subí al segundo piso para dirigirme a la habitación donde ya se encontraban amarradas, entre sigilosamente y desate la mordaza de la boca de mi Mamá 
-¡Franco Cuidado!- 
Al girarme vi a mi padre acercándose a mi con una lámpara en mano y de pronto…oscuridad… el vacio, no sentimientos, así se debe sentir morir pensé, espera no puedo estar muerto, con esfuerzo abrí mis ojos, gritos por todos lados el sonido de las sirenas de patrullas y ambulancias lastimaban mis oídos y de nuevo inconciencia Sentí que fue solo un parpadeo cuando volví a abrir los ojos, esta vez estaba acostado en una cama en lo que parecía un hospital junto a mis queridas mujeres todo había terminado y era hora de comenzar de nuevo






Fue aproximadamente dos meses después de la boda cuando, volvimos a instalarnos en una vida -normal-, con Linda ahora uniéndose a nuestra pequeña tribu, con anillo y todo. Encajó perfectamente y pronto se vio rodeada del mismo amor y afecto que todas las demás chicas parecían sentir. Todos irían a trabajar y volverían a casa, se desnudarían y disfrutaríamos estar juntos.
Por supuesto, no estábamos encerrados ni nada, salíamos a cenar, cine, minigolf, bares, bodegas y cervecerías. Para el mundo exterior, mi mamá y yo éramos solo una pareja felizmente casada, que vivía con varios de nuestros amigos para ayudar a pagar la casa y ahorrar. Me sorprendió que nadie pareciera darse cuenta de lo coquetas y afectuosas que eran las chicas conmigo, con mi Mamá o entre ellas.
El día en cuestión era un lunes y caminaba a casa desde el trabajo. Día bastante típico en general, sin grandes dolores de cabeza ni nada. Acabábamos de tener un divertido fin de semana viendo películas, palomitas de maíz y copiosas cantidades de sexo. Había notado que algunas de las chicas susurraban entre ellas durante el fin de semana, pero no le di mucha importancia. Me detuve y noté que todos ya estaban en casa cuando salí de mi auto y entré a la casa
Tan pronto como entré, volví a escuchar voces apagadas y miré hacia la mesa de la cocina y vi a las cinco mujeres hablando entre ellas. Hubo sonrisas y risas cuando entré en escena
-Hola a todas- dije en voz alta esperando respuesta
-Hola, Franco...- todas en sintonía, lo que me hizo preguntarme si lo habían practicado.
- ¿Qué pasa? - Le pregunté a quién estuviera dispuesto a responderme.
- ¿Por qué no te pones cómodo y te unes a nosotros? - sugirió mi tía
Arqueé una ceja, pero hice lo que me pidieron, subí las escaleras y me quité la ropa antes de unirme al grupo en la mesa. Me senté al lado de mi Mamá y mi prima con todas las otras chicas reunidas y mirándome, con sonrisas tan anchas como su rostro.
-¿Entonces que hay de nuevo?- Pregunté, preguntándome qué estaban pescando. Supuse que había alguna chica nueva que querían traer o algo por el estilo
-Bueno, hemos estado hablando durante los últimos días y queríamos ver qué pensabas sobre algo- dijo Linda tomando mi mano, que estaba un poco sudada por los nervios. -No es nada malo, te lo prometo, nena- dijo tranquilizadoramente
-Está bien-, dije mientras Linda hablaba
-¿Qué piensas acerca de formar una familia?- ella me preguntó.
-¿No somos ya todos familia?- pregunté un poco confundido, lo que provocó -awws- y sonrisas en toda la mesa.
-Se refiere a bebés- dijo mi Mamá con más franqueza, a lo que quede pensativo
-Hemos estado pensando que, dado que todos están seguros en sus trabajos en su mayor parte, vemos cómo te sientes acerca de que abandonemos el control de la natalidad- dijo mi Tía


-¡¿Todas ustedes?!- Dije, mi corazón latía en mi pecho.
-Bueno, esto es lo que estamos pensando- dijo mi Prima cuando me volví hacia ella. -Todas abandonaremos el control de la natalidad hasta que una de nosotras quede embarazada. Quien sea el primero en llevar al bebé, y el resto de nosotras volveremos a tomar anticonceptivos hasta que nazca el bebé. Las probabilidades son bastante bajas de que más de dos de nosotras quedarás embarazada inmediatamente haciendo esto, así que no tendrás que lidiar con una casa de mozas hormonales-
-¡¿ Todas quieren quedar embarazadas?!- Pregunté estupefacto a una habitación llena de risas.
-Por supuesto, tonto- dijo mi Mamá en broma. -¡Te amamos y sabemos que serás un gran padre!-respiré hondo ante esto, tratando de hacer que mi corazón se desacelerara.
-¿No quieres ser papá?- preguntó Linda, en su dulce y musical tono 
-Quiero decir, sí-, le dije a la habitación -¿Pero cómo va a funcionar esto?-
-Entonces, este es nuestro pensamiento-, dijo Linda, tomando el control nuevamente. -Tendremos uno cada uno y luego volveremos a tomar la píldora hasta que todos tengamos un bebé cada uno. Luego, si quieres, puedes hacerte una vasectomía para cerrar el tren del bebé-, dijo con una sonrisa.
-¿Estás abierto a esto, papi?- preguntó mi Tía , moviendo su cuerpo para que pudiera ver sus pezones sobresalir duro como una roca ante la idea.
-Quiero decir, supongo - dije, habiendo tenido cinco minutos con todo esto. -Supongo que solo estoy averiguando cómo funcionará todo esto-.
-mi hermana ha aceptado ser la madre y ama de casa para nosotros. Ella se encargará de la estructura de la escuela y todo eso- dijo mi Tía
-Estoy muy emocionada-, dijo Mi Mamá con alegría, mientras Mi Tía y Mi Prima le frotaban la espalda. -creo que sabré cómo manejar el equilibrio necesario. Por supuesto, nada de sexo de ningún tipo frente a los niños hasta que sean adultos-
Me senté en silencio por un minuto o dos, absorbiendo todo esto. Dos meses después de un matrimonio en grupo y ahora me están lanzando una gran bola curva. Reflexioné mientras todos me miraban a la cara, tratando de discernir dónde estaba mi mente.
-¿Qué estás pensando, bebé?- Mi Prima preguntó con cierta preocupación.
-Estoy pensando en muchas cosas en este momento-, les dije honestamente. -¿No vamos un poco rápido con esto? La boda no fue hace tanto tiempo-.
-¿Demasiado, demasiado pronto?- preguntó Mi Tía, sonando un poco decepcionada.
-Solo hay mucho que asimilar en este momento-, respondí. -Todos entienden que todavía es extraño para mí que todos quieran vivir aquí y estar con nosotros. Supongo que una parte de mí siempre pensó...- Dije, sin querer terminar mi pensamiento.


-Eso te dejaríamos en algún momento-, dijo Mi Prima mientras yo asentía con la cabeza. Linda agarró mi mano y la apretó contra su corazón.
-Eso nunca va a pasar-, dijo, llena de emoción y convicción. Miré alrededor de la mesa y todos los demás tenían la misma mirada
-Pero si los dejo embarazadas-, dije para comenzar, -eso significa que seré parte de sus vidas para siempre. No hay vuelta atrás-. Mi Mamá se inclinó sobre la mesa, sus enormes pechos presionando contra la mesa.
-¿Por qué crees que queremos hacerlo?- preguntó con un guiño lo suficientemente poderoso como para hacer que mi pene se retorciera. Todas las mujeres ahora me sonreían, haciendo claramente su declaración de que querían esto. Querían que este vínculo, esta familia durara y que estuvieran en ella a largo plazo.
-Oh hombre...- dije, frotándome la sien ante todo esto. Sabía que querría formar una familia algún día, ¡pero no pensé que ese día llegaría tan rápido!
-¿Estas bien cariño?- Linda preguntó con voz preocupada.
-Sí, solo entiendo esto-, le dije a ella ya todos los demás.
-Franco, no queremos presionarte-, dijo Mi Tía con voz tranquilizadora. -No queremos que pienses que te estamos arrinconando y que no tienes nada que decir-, probablemente tratando de asegurarme de que no volviera a la pelea que había tenido antes. -Solo queríamos que supieras dónde estamos y qué queremos experimentar contigo-. Me reí de eso.
-Golpeándome con ambos barriles, ¿eh?- Le dije a Mi Tía con una sonrisa. Ella sonrió y se encogió de hombros, esas perfectas copas D de ella moviéndose mientras lo hacía. -Quiero decir, ¿estás seguro de que realmente quieres...-
-¡SÍ!- dijeron todos, alto y claro, malditamente cerca de tirarme de la silla.
-¿Cómo funcionaría esto?- Le pregunté, -¿si digo que sí?-
-Dejaríamos de usar anticonceptivos y veríamos qué pasa-, dijo Linda. -Pensamos que una vez que estuviéramos listos y ovulando, pasaríamos una noche con ustedes y veríamos si es necesario. Una vez que alguien vuelva a estar embarazada, vuelva a tomar la píldora hasta después de que nazca el bebé-.
-Bueno…- dije, tratando de resolver todo esto rápidamente con todas las chicas mirándome. Querían una respuesta, pero yo necesitaba espacio. -¿Les importa si salgo un rato y pienso en todo esto?- Todos ellos negaron con la cabeza.
-Tómate todo el tiempo que necesites-, dijo Linda, dándome un beso en la mejilla mientras Mi Prima se disponía a preparar la cena. Salí al patio y me senté, pensando todo en mi cabeza. ¿Estaba realmente listo para una familia? ¿Una familia así? ¡¿Qué pasaría si todas quedaran embarazadas a la vez?! Podría estar mirando por el cañón a cinco madres hormonales y luego a cinco bebés muy activos.
Me volteé y miré hacia la casa, y vi que mientras las chicas me daban espacio, todas seguían mirando por la ventana, mirándome nerviosas. Traté de distraerme de eso, pero no estaba funcionando muy bien. Los amaba a todos y quería darles lo que querían, sabiendo muy bien que nunca me pedían mucho, a pesar de todo lo que me habían dado.
Miré hacia el sol poniente, cuando escuché a Mi Prima gritar que la cena estaba lista. Volví a entrar y me senté a la mesa, la tensión en el aire agradable. Todos me miraban con nerviosismo mientras Mi Prima nos servía chuletas de cerdo antes de sentarse. Supuse que tenía que romper la tensión.
-Supongo que todos quieren saber lo que decidí, ¿eh?- Dije, tomando un bocado.
-¿Tú decidiste?- Linda dijo, con un poco de miedo en su voz. Asentí mientras todos se inclinaban un poco.
-Los amo mucho a todos-, dije mirando las cinco caras en la habitación, casi todas con un brillo en ellas. -Si quieres esto, quiero dártelo-.
Las sillas volaron cuando las cuatro se levantaron y me rodearon con abrazos, besos y algunas caricias. Las chicas insistieron en celebrar después de la cena y debí haberme venido cuatro veces esa noche. Traté de conseguir una quinta para Linda, pero estaba agotado
En cuestión de días, los DIU estaban fuera, las píldoras se habían archivado y se habían retirado los implantes. Linda salió y compró pruebas de ovulación por lo que parecía, y comenzó el juego de espera. Habíamos decidido que era justo que fuera la primera en ser mi esposa legal y la cabeza del harén, luego sería quien ovulara primero. El trato era que quienquiera que estuviera ovulando tendría derecho exclusivo a mi semen hasta que se quedara sin él.
Una semana después, Linda estaba ovulando y después de la cena subimos a la habitación principal, las niñas usaron las otras habitaciones para pasar la noche. Mi esposa se sentó en la cama y me sonrió.
-¿Hace tiempo que no somos solo nosotros dos?- dijo con una sonrisa.
-¿Celoso?- Pregunté juguetonamente, sabiendo muy bien que no lo estaba.
-Sabelotodo-, dijo mientras abría las piernas. -Ahora, ven a darme placer y haz a nuestro bebé-.
Me arrodillé frente a ella y comencé a lamer su coño, siendo gentil y tierno como lo hacía. Agarré sus tetas y comencé a jugar con sus pezones, gimiendo suavemente por el placer que estaba recibiendo tanto de ella como de mí. Lamí y jugué, sintiendo su humedad entrar en contacto con mi cara. Luego comencé a mordisquear su clítoris 
-¡Oh, mierda!- ella gimió. Seguí, decidido a darle un orgasmo antes de llegar al verdadero asunto de la noche. Metí dos dedos en su arranque y mi meñique en su trasero cuando pronto estaba jadeando en el orgasmo, sus pechos volaban en todas direcciones.
-¡Querido Dios!- dijo mientras se corría, respirando pesadamente siguiendo su ejemplo. Luego miró hacia abajo de su cuerpo hacia mí y sonrió. -Tu turno...-
Ella me sonrió mientras la montaba, mi polla deslizándose perfectamente dentro de ella. Tomé la decisión desde el principio de que no me tiraría a ninguna de las chicas durante esto, solo hacer el amor. Haciendo el amor puro y simple con la esperanza de darles lo que querían. Fui a un ritmo lento, besándome con Linda mientras avanzaba, nuestras lenguas jugaban y jugaban entre sí.
Las manos de Linda estaban en mi trasero, queriendo obtener tanto de mí como fuera posible. Seguí caminando a paso lento, cuando Linda me susurró al oído.
-Te amo, Franco-, dijo en voz baja. -Hazme el amor. Hazme el amor y derrama tu semilla en mí. Dame tu amor y dame la vida-.
Como de costumbre, Linda podía provocarme con sus palabras mientras seguía adelante. Solo aumenté mi ritmo un poco, causando que ella gimiera un poco más. Podía sentir mi propio orgasmo acercándose mientras la sentía apretarse. Íbamos a corrernos juntos y unos segundos después, hicimos exactamente eso.
-¡UNGH!- Gemí mientras chorro tras chorro de mi esperma entraba en ella, inundando sus paredes con la esperanza de llegar a su matriz.
-Ohhh...- dijo en voz baja cuando me bajé de ella, la mano de Linda ahuecando su coño, tratando de mantener la mayor cantidad de mi semen dentro de ella como fuera posible.
Así fue durante los siguientes días, Linda recibiendo todo mi semen. Una vez que terminó su período fértil, las niñas estaban felices de poder compartir nuestra cama nuevamente, pero solo por dos días.
Mi Mamá fue la siguiente en ser fértil, hecho que me sorprendió ya que se había puesto el implante y pensé que tardaría más. Todas las chicas nos desearon suerte como Mi Mamá, y entré sola al dormitorio principal.
-Sabes-, dijo Mi Mamá, mientras se sentaba en la cama, -nunca habíamos follado a solas-.
Me tomé un segundo para pensar en los últimos dos meses y me di cuenta de que tenía razón. Cada vez que cogíamos, una o más de las otras chicas estaban al menos cerca, si no involucradas. Le sonreí.
-Entonces supongo que necesito hacer esto extra especial, - dije con una sonrisa. Se acostó en la cama y empezamos a besarnos, mientras jugábamos con las partes íntimas del otro. Podía sentir que ya estaba húmeda, pero eso no impidió que mis dedos encontraran su punto G y aumentaran la humedad.
Mi Mamá estaba ocupada acariciando y acariciando mi pene, asegurándose de que estuviera completamente erecto y listo para ella. Después de unos minutos de esto, ella estaba mojada y yo estaba duro.
-Franco-, dijo en voz baja, -Quiero montarte-, me preguntó sin aliento.
Me levanté y rodé sobre mi espalda, dejando que Mi Mamá se sentara a horcajadas sobre mí. Con un brillo en los ojos y una sonrisa, se inclinó sobre mí.
-Ve despacio-, le pedí, -quiero hacerte el amor-.
Mi Mamá accedió amablemente, yendo a un ritmo muy suave. Sus pechos monumentales se balancearon ante sus esfuerzos, sus pezones duros y erectos. La agarré por la nuca y la besé profundamente, dejando que nuestras pasiones hablaran a través de nuestras lenguas y nuestros genitales. Dejé que mis manos recorrieran todo su cuerpo, desde los hombros hasta su trasero grande y flexible. A lo largo de todo esto, mantuvo su ritmo lento encima de mí.
Luego capturé uno de sus pezones con mis labios, sabiendo cuánto amaba jugar con sus pesadas tetas.
-¡MIERDA!- ella gimió cuando lamí y mordí ligeramente su pezón. Su ritmo aumentó un poco con esto, el endurecimiento de su coño me decía que se acercaba un orgasmo. Usé mi otra mano para jugar con su otro seno y enviarla por encima. -¡OH DIOS!- exclamó cuando se corrió duro en mi polla, su ritmo no se detuvo ni una vez.
Unos minutos de esto y estaba listo para disparar, lo que debe haber sido evidente por mi rostro, porque Mi Mamá solo me miró y sonrió.
-Córrete en mí-, gimió. -Oh, Dios, córrete tan profundamente en mí-, rogó.
30 segundos después, cumplió su deseo cuando me descargué dentro de ella, di la vuelta para poner a Mi Mamá boca arriba para que no se le cayera nada de mi semen. Continuamos besándonos por unos minutos mientras ella dejaba que mi carga se filtrara dentro de ella.
Mi Prima fue la siguiente en ovular, saltando de alegría porque ahora era su turno, aproximadamente una semana después que el de Mi Mamá. Después de la cena, les pidió a los demás que cuidaran los platos y prácticamente me sacó de la silla y me llevó al dormitorio. Tan pronto como se cerró la puerta, me empujó sobre la cama, abrió las piernas y nos colocó en una posición de 69. Ella no perdió el tiempo babeando sobre mi polla y atendí su coño mojado, que ya estaba empapado, las chicas luego notaron una mancha húmeda en su silla de la cena.
-He estado esperando esto durante tanto tiempo, Franco-, gimió mientras mi polla estaba a la mitad de su garganta. Fui a la ciudad en su coño, habiendo tenido mucha experiencia en saber exactamente lo que le gustaba. Se trataba de su placer y la siembra en mi mente y quería que tuviera un momento memorable. Por eso comencé a masticar vigorosamente su pronunciado clítoris.
-¡MIERDA!- gritó, escupiendo mi polla de su boca. Con las descargas que le estaba dando, múltiples mini-orgasmos, sabía que no podía seguir chupándome como lo había hecho. Solo lamía y masticaba mientras ella seguía convulsionándose encima de mí, casi como si estuviera poseída por un demonio, y yo estaba realizando el exorcismo.
Después de dos minutos, me rogó que parara mientras todavía tenía función cerebral. Luego se deslizó por mi pecho y ahora se levantaba para poder deslizarme dentro de ella. Al igual que con las otras dos anteriores, quería que Mi Prima fuera despacio, lo cual fue un desafío. Mi Prima normalmente amaba follar duro y rápido, pero no esta vez.
Usé mis manos para mostrarle el ritmo que quería que siguiera, lento y amoroso. Sin embargo, pareció aceptarlo, ya que no aceleró y siguió cabalgando sobre mi polla. También tuve la oportunidad de frotarme y acariciar su trasero, ya que ella me montaba como una vaquera. Ese trasero de burbuja suyo, que le encantaba mostrar, alardear y usar para tentarme a tomarla.
-Amo tus manos sobre mí, Franco-, dijo en voz baja.
-También es genial para mí-, admití al hermoso miembro del harén montando mi polla para obtener el líquido de mi bebé.
Pronto me decidí por una posición más íntima, poniéndola boca arriba y poniendo sus piernas sobre mis hombros.
-Oh, mierda...- Mi Prima gimió cuando comencé a empujar, lentamente. Pude ver desde mi punto de vista sobre ella que estaba en un estado de pura alegría y placer. Su coño normalmente apretado ahora estaba súper apretado, y más tarde dijo que podía sentir cada vano y golpe a lo largo de mi polla.
Como antes, no me apresuré ni comencé a golpearla, aunque sé que a ella le habría encantado. Fui agradable y cariñoso, jugando con sus tetas mientras ella montaba un orgasmo que me dificultaba continuar empujando.
-¡Oh, mierda!- ella gimió. -¡Franco, esto se siente increíble! Por favor, ven en mí-, suplicó. -¡Vuelca esa masa para bebés en mí!-
Unas cuantas embestidas más con ese tipo de conversación e hice exactamente eso, arrojando mis corridas en ella y ella mirándome con una sonrisa muy satisfecha mientras mantenía sus piernas apoyadas para mantener mi semen adentro.
Unos días después, fue el turno de Mi Tía. Al igual que con las otras mujeres, todo había sido una experiencia de uno a uno, quería que todas las chicas estuvieran allí al menos la primera noche. Las chicas rodearon la cama cuando entré al dormitorio, Mi Tía en el medio de la cama, con las piernas extendida. Siguió frotándose el coño, deseando que todos los jugos fluyeran de ella inmediatamente.
-Franco...- dijo con lujuria gutural y absoluta claridad. -Para mí, no quiero ningún juego previo. No quiero ningún preámbulo ni nada. Quiero que entres en mí y me des lo que he soñado desde el primer momento en que me follaste-.
Realmente no había nada que pudiera decir a eso. Me puse encima de ella y me deslicé en su atractiva raja. Envolvió sus brazos y piernas a mi alrededor mientras empujaba lentamente. No tengo ni idea de qué estaban haciendo las mujeres en todo esto, pero luego me enteré de que solo estaban jugando con los coños de las demás. En ese momento, los únicos dos seres en el universo éramos Mi Tía y yo.
Siguió besándome, sin permitir que mis labios se separaran de los suyos. Hicimos el amor lento y apasionado mientras nuestros cuerpos fluían juntos en una ola de placer. Eventualmente rompió el beso y me susurró al oído.
-Te amo, Franco-, susurró lo suficientemente fuerte como para que yo la escuchara. -Quiero tener nuestro hijo. Quiero que nuestro amor esté unido para siempre y quiero que me ames toda nuestra vida-.


-Lo haré-, dije en voz baja mientras seguía adelante.
Esta vez no hubo orgasmos exagerados. Nos reunimos y fue simplemente dulce y amoroso. Me vine dentro de ella y ella gruñó suavemente ante su propio orgasmo mientras nos abrazábamos y nos mirábamos.
-Lo hiciste-, dijo Mi Tía con una sonrisa, -Sé que ahora hay un niño dentro de mí. Nuestro niño-, me dijo, antes de girarse y mirar a todas las mujeres. -Nuestro hijo-
Encontrando los ojos de las cuatro mujeres en nuestra cama, me aseguré de sonreírles a cada una de ellas. "Sea lo que sea lo próximo, estoy seguro de que será tan espectacular como los quince años anteriores y más, llenos de todo el amor y la felicidad que hemos experimentado desde el día en que cumplí los dieciocho. Fue ese día el que llevó a este momento". ahora." Besando a cada una de ellas, susurré cuánto las amaba 
Todo lo que había hecho hasta ahora y todo lo que haría en el futuro era para mi familia.






Aqui termina esta historia, Gracias por su apoyo pronto sabrán acerca de lo que se viene para la proxima historia


Hay muchas cosas por mejorar, y mientras haya apoyo yo tratare de hacer lo mejor que pueda Gracias





















































3 comentarios - Una Buena Familia 15

humber63
Hola muy buena saga. Espero con hacías la siguiente saga.
OsoteFede +5
Muy buena hostoria! Mi unica duda es, que paso con la hija de linda???
claumpe +1
si que paso con la hija de linda