Dulce Verano parte 5

Don Gus es el único vecino que vive en esa cerrada con su esposa, es un señor de aprox 65 a 70 años, a él lo conocí desde pequeña y no lo había visto hasta ese momento.
Llegué a la alberca y me acosté en el camastro, saqué mi aceite para broncear cuando y me lo empecé a poner en mi cuerpo.
En eso se escucha la puerta de la alberca y entra Don Gustavo, venía en shorts y sin playera, su cuerpo era pues gordo con brazos un poco fornidos, manos grandes y una cara un poco fea, moreno pero más alto que yo 1.70 más o menos.
G: Buenas tardes mija, que buena está la tarde
Yo: si Don Gus, aquí tomando el sol para broncear
G: Qué es eso que te estás poniendo?
Yo: Aceite para broncearme
G: Sí quieres te lo pongo para que cubra bien todos los espacios de tú cuerpo
Yo: no es necesario Don Gus, yo puedo muchas gracias
G: Claro que si es necesario, aparte yo fuí masajista y sé dar unos muy buenos masajes, así que acuéstate y dame el frasco del aceite
Yo: Está bien, aquí tiene
G: Acuéstate boca abajo
Me acosté boca abajo y me puse cómoda.
G: quítate la parte de arriba de tu ropita
Yo: no sé puede me lo tendría que bajar porque es una pieza completa
G: por eso quítate los tirantes y te lo bajas hasta la cintura
Yo: es necesario, esque mis bubis van a quedar de fuera
G: Pero vas a estar boca abajo, no se te van a ver
Yo: Bueno, pero date la vuelta en lo que me bajo el traje de baño
Para esto yo llevaba un traje de baño de una pieza, pero llega a mitad de espalda y en la parte de abajo es una tanguita que se une

Dulce Verano parte 5
Se dió la vuelta y me baje el traje de baño a la mitad de mi cuerpo, me acosté boca abajo aplastando mis bubis intentando que no se salieran
G: Ya estás lista
Yo: ya
Empezó con el masaje, vacío un chorro de aceite en mi espalda y empezó a frotar mi espalda y masajeando mis hombros y mi espalda.


puta
La verdad es que sí estaba sintiendo rico, sabía dar muy buenos masajes, poco a poco iba subiendo hasta llegar a mi cuello, después bajó por los brazos y de vez en cuando que frotaba mis brazos Rosana el costado de mi bubi, después bajó y empezó a sobar mi espalda baja, ahí no se quedó mucho tiempo, pero se saltó a mi culito, abrió la botella de aceite y puso un gran chorro de aceite en mis nalgas.
G: Abre las piernas para ponerte aceite ahí
Abrí un poco las piernas, casi nada, pero el tomó mis piernas y las abrió mucho más, dejando a la vista mi panochita, bueno con el traje de baño.
Empezó a sobar mis nalgas, apretando las y masajeando mi culito, de vez en cuando me daba un apretón y se sentía que quería ir más adentro, poco a poco fue bajando a los muslos, a pesar de yo saber que el viejito me estaba tiqueteando y morboseando sabía dar un buen masaje y a mí no me disgustaba para nada sentirme acosada.
Continuará.....

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