la marrana voluptuosa

la marrana voluptuosa
LA MARRANA VOLUPTUOSA


Josefina entró a trabajar hace tres día en la oficina de catastro. De inmediato sus compañeros de trabajo quedaron prendados de ella. Sus formas magníficas y voluptuosas volvieron imposible ver hacia otra parte cuando ella estaba presente. A lo que se sumaba la molestia del bultote que bajo el pantalón formaban sus vergas, que padecián por la estrecha prisión en que estaban encerradas.


Josefina no era una chica fácil, pero su cuerpo contenía inmensos deseos de amor. Luis y Roberto,ambos muy guapos, fueron desde el inicio sus elegidos. Vio que ambos entraron al baño de hombres y los siguió. En cuanto estuvieron encerrados ella les mostró sus dones y ambos comenzaron a gozarlos. Sus vergas estaban ansiosas por penetrar aquellas suculentas carne. Chichotas tremendas, gruesos muslazos y un culo kilométrico que prometía darles intensos tallones sus miembros con el recto. La besaba, apretaban sus pezones con los dedos y le pellizacaban el clitoris con una mano mientras le metían los dedos de la otra en el ano. Y cada uno por un lado flotaba con pasión su verga en las caderas de Josefina, que sentía sus carnes violentamente convulsionadas por el placer.


Disfrutaron unos minutos del cuerpo de Josefina, pero no  podían permanecer en el baño mucho tiempo. Quedaron de ir al salir del trabajo a un motelito barato donde los tres podrían desfogar sus deseos y gozarse cuanto quisieran. Luis y Roberto decidieron que Josefina sería su marrana y que la gozarán por todos los agujeros. Al escuchar aquello Josefina se sintió muy feliz. Arreglaron sus ropas y salieron del baño, todos muy sonrientes. Y no hubo en la oficina nadie que no supiera sin tener que preguntar qué había pasado.


Esta es en primero de los múchos relatos sobre la vida sexual de Josefina.



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